Regeneración N° 13, 7 noviembre 1900 TROPELÍAS EN SINALOA Dos inteligentes Abogados, D. Alejandro Buelna y D. Herlindo Elenes Gaxiola[1], se han servido visitarnos y hacernos conocer un folleto que constituye su defensa. “¿Qué puede decirse, en el Estado, de la Administración de Justicia? Indudablemente que muy poco bueno. La administración de justicia, siempre que el Sr. Gral. Cañedo ha sido Gobernador del Estado, tiene su calvario después de un angustioso vía crucis…” “La sociedad toda se lamenta de la falta de garantías y todos se excusan de llevar sus cuestiones ante los tribunales por falta de confianza…” “Más todavía, la Justicia en Sinaloa adolece de otro inconveniente, y quizá sea el más grave: que el Sr. Lic. Rafael Cañedo, hijo del Sr. Gobernador, litigue en los tribunales del Estado. La sociedad clama Justicia y se halla verdaderamente alarmada, al presenciar, como lo está presenciando, que abogue el joven Cañedo, y la alarma es de todo punto fundada, porque es lo mismo que si viera litigar al Sr. Gral. Cañedo. ¿Qué Juez podrá pronunciar sus fallos imparciales, sabiendo que una de las partes está representada por el hijo del Sr. Gobernador…?” “El Juez Lic. Aviña fue el que llevó la palabra (en el banquete) en nombre del Poder Judicial y brindó por la buena administración de justicia que hay en el Estado, principalmente desde que el hijo del Sr. Gobernador es litigante y jamás ha perdido un pleito…” Esos párrafos espolearon la susceptibilidad del Procurador de Justicia y lo obligaron a denunciarlos como injuriosos. Con la denuncia vino ese cortejo de tropelías tan usadas ya: se aprehendió a los redactores, a los cajistas, al editor responsable y de paso (toque burdo de ese atentado) a una persona que casualmente había llegado al lugar del suceso. Más todavía, la autoridad que conocía del proceso, el Juez de 1ª Instancia de Culiacán, llevóse las prensas, las cajas de tipos y otros útiles del establecimiento. El atropello debía ser completo. Se decretó la formal prisión de los procesados, quienes ocurrieron al amparo federal. EL Juez de Distrito, negó el amparo y no sabemos si la Suprema Corte ha resuelto o no. Abunda el proceso en detalles que indignan. Por falta de espacio no los publicamos en este número, prometiendo que en el próximo los conocerán nuestros lectores. Ahora nos explicamos el por qué de la impopularidad de la Administración Cañedista, el por qué de esas quejas constantes que desfilan ante la Suprema Corte, el por qué, en fin, del desastre en el Estado del negocio de D. Ignacio Inda. 1 Herlindo Elenes Gaxiola (1883-1910). Abogado y periodista sinaloense egresado del Colegio Civil Rosales. Juez de Primera Instancia del distrito El Fuerte. Se afilió al movimiento del exgobernador Eustaquio Buelna, contra la reelección de Francisco Cañedo. Fundó y dirigió El Monitor Sinaloense en Culiacán. Se exiló en la ciudad de México. 2 Francisco Cañedo Belmonte (1840-1909) Militar oriundo de Bayona, hoy Nayarit. Liberal en la Guerra de Reforma e Intervención. El triunfo del Plan de Tuxtepec le significó su primera gubernatura en Sinaloa en 1877. El asesinato del director de La Tarántula, diario oposicionista, lo obligó a abandonar el estado. Volvió para gobernarlo intermitentemente a partir de 1884 y hasta su muerte. ->Regresar al artículo ‘TROPELÍAS EN SINALOA‘, Regeneración no. 14. ->Regresar al artículo ‘Tropelías en Sinaloa‘, Regeneración, no. 20. |