Regeneración N° 14, 15 noviembre 1900 GACETILLA Actividad en el ramo de justicia—Es bien sabido que la Administración de Justicia es vista con desapego, sin considerar que es una de las que debieran estar mejor atendidas. Veamos una prueba. El informe que ha rendido el Procurador de Justicia del Distrito, respecto a la criminalidad durante el año de 1899, aún no se publica, ni parece que alguna vez se publicará, dado el desapego e indiferencia a que hemos aludido. Tal cosa no pasaría si se tratara de un álbum dedicado a cualquier personaje político, pues entonces se habrían puesto en movimiento todas las imprentas oficiales, las que se disputarían el honor de imprimir el obsequio al poderoso. Se hacía sentir la necesidad de una publicación de este género, que levantase con valentía y vigor la bandera de un sistema curativo desconocido por muchos y juzgado ligeramente por otros. La homeopatía entra francamente en el terreno científico y ataca con vigor varios prejuicios. La lucha es para los aptos y los Directores de La Propaganda Homeopática surgen a ella con un poderoso arsenal de conocimientos y con el bagaje rebosante de convicciones. De los elementos científicos que jueguen en este combate, brotará la luz y conoceremos la verdad. Reciban nuestros parabienes los Directores de tan ilustrada publicación. “Y todo porque aquel periódico publicó una protesta liberal de las damas de Zitácuaro, y porque reprodujo un artículo en que se daba cuenta de que el capellán de la iglesia del mismo Zitácuaro fue multado por mandar tocar el Himno Nacional en el interior del templo. “Mal camino toma el Cura Munguía si desde la cátedra sagrada vomita injurias que pueden costarle caras. “Las autoridades deben atar corto al hidrófobo.” Ese cura da ejemplos gratis de mansedumbre evangélica y de cultura clerical. Un individuo pretendió subir a un tren eléctrico, en los momentos en que éste caminaba con velocidad reglamentaria por la calle del Refugio. El imprudente pasajero, poco hábil para subir estando el tren en movimiento, cayó bajo las ruedas de un carro de segunda clase, sufriendo la fractura de una pierna. El motorista fue aprehendido por la policía. Estas aprehensiones corroboran la estadística del Procurador de Justicia, de que hasta el cansancio hemos hablado. Se aprehende sin consideración de ninguna clase, aunque después se tengan que redactar autos de libertad por no haber delitos qué perseguir. “Tal vez suceda que nuestro cofrade creía al Demócrata para siempre hundido en los abismos de la psicología, y por si así fuere, nos es grato mandarle nuestro presente número, como un testimonio de que compartimos con él la fe profunda en nuestras convicciones y la voluntad inquebrantable de luchar hasta el último trance “Suplicamos a Regeneración que vuelva a honrarnos con sus visitas, las cuales nos honran tanto como nos complacen.” Mucho agradecemos las benévolas frases anteriores de nuestro querido colega El Demócrata, de Hermosillo, Son., y le suplicamos se sirva perdonarnos esa falta involuntaria, que desde luego y con el mayor placer subsanamos enviándole nuestra publicación. En este mismo número nos ocupamos de los percances ocurridos a tan valiente colega, para quien deseamos la cesación de persecuciones innobles. Agradecemos cordialmente la visita que se ha servido hacernos el Sr. Ayala y le deseamos que su permanencia en esta Capital sea grata. “Sus escritos amenos e instructivos, no revelan una oposición sistemática y obcecada; se inspiran en ideas nobles y levantadas, son un fiel reflejo de los inconmovibles principios de Verdad y Justicia. Regeneración es la voz enérgica e imparcial que surge del fondo de las conciencias oprimidas, anhelosa de que en nuestra Patria deje de tener legítima aplicación la célebre frase de Justo Sierra, ‘el país tiene hambre y sed de justicia’.1 (El Economista Internacional, Nueva York, E. U. A.) Tan amables conceptos de nuestros ilustrados colegas, obligan nuestro reconocimiento. En la lucha azarosa que vamos sosteniendo con el medio, nos anima y satisface ver, que son más, incomparablemente más, los periódicos que nos alientan en nuestra ruda labor, que los que se muestran iracundos por nuestro avance en un sendero honrado y recto.
1 Vid. Justo Sierra, “Intervención en la Cámara de Diputados sobre inmovilidad judicial” en Obras Completas, t. V, Discursos, pp. 169-181.
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