Regeneración N° 12, 31 octubre 1900 LOS JUECES DE CELAYA En algunos de nuestros números anteriores1, comunicamos a nuestros lectores que los señores Jueces de Celaya, Guanajuato, desatendían el cumplimiento de su deber, ya despachando en sus casas, lo que era impropio y molesto para los litigantes, ya yéndose de paseo cuando tenían que cumplir con sus obligaciones. Ahora nos es muy grato decir que dichos Jueces, que seguramente son una excepción muy honrosa en la generalidad de nuestros funcionarios judiciales, han atendido las indicaciones de “REGENERACIÓN,” como puede verse de la carta que se sirve enviarnos nuestro informante, el inteligente Sr. Lic. Clicerio Zuriaga. Dice así la carta: Muy señor mío, estimado compañero y fino amigo. Gustosos hacemos constar lo anterior. Más aún, enviamos nuestros aplausos a los señores Jueces de Celaya, por haberse despojado de su amor propio de hombres, para revestirse de su imparcialidad de funcionarios públicos, al escuchar las quejas, que por nuestro conducto, elevaron los litigantes de Celaya. Dichos funcionarios deben ser conservados en la administración de justicia, si siempre escuchan la voz de la opinión pública para normar sus actos. |