Regeneración N° 30. 15 marzo 1901 LA SEGURIDAD EN LA REPÚBLICA .”…..la ausencia de ataques al individuo y la propiedad, característicos de otros periodos de la vida nacional, nos colocan hoy a la altura de los pueblos más civilizados….”
Día a día se desmienten más los anteriores conceptos, con la empalagosa relación de la prensa diaria sobre robos rateros. De propósito no hemos relatado ni relataremos raterías. Tres chiquillos, menores de diez años, escapando a la vigilancia que sobre la instrucción obligatoria pretende ejercer el Dr. Ruiz con afirmaciones tan dogmáticas como las del informe presidencial y tan virulentas como las de cualquier ganapán, escalaron la casa número 5 del 2o Callejón de López de esta ciudad y se robaron una caja de música de la propiedad de la Srita. Estela Monroy. El escalamiento se efectuó en la tarde. Doña Juana Sánchez se quejó a la policía de que en su casa número 10 de la calle de san Geronimito, de esta capital, fue abierta con llave falsa una puerta, llevándose los ladrones ropa, dinero y dos pistolas. Faustino Jiménez y Aurelio N., asaltaron la casa que D. Miguel Gil posee en la Calle del Progreso, de la colonia “Bravo”, en Tacubaya. Diez individuos, ocultos en las sombras del Portal de Tecpam, de esta ciudad, asaltaron a dos hombres del pueblo con el objeto de robarles una miserable tilma y un modesto sombrero. Unos individuos, sectarios de la cruzada de El Imparcial contra el vaseo, horadaron la azotea de la pulquería “¿Sí o No?” situada en el campo Florido de esta Ciudad. Para cortar de raíz el mal del vaseo, que eriza los cabellos y dilata de terror las pupilas de El Imparcial, se llevaron todos los vasos del despacho. Extraña que El Imparcial no hubiese dedicado un poma a sus correligionarios… «El Imparcial» no hubiese dedicado un poema a sus correligionarios. |