El 21 de octubre de 1906, Ricardo llega a Los Ángeles, California, ciudad que desconoce y en la que residirá intermitentemente los siguientes 18 años, pues tres veces será enviado a penitenciarías en otros estados.  Llegó a La Aurora, la única librería liberal de la ciudad, recién abierta por Rómulo S. Carmona, sita en el número 654 de San Fernando Street, a un costado del entonces barrio mexicano. Rómulo le ofrece asilo en su domicilio, ubicado en los altos de la librería, al cual se entraba por el número 652. Ricardo permanecerá en ese refugio hasta el 14 de noviembre, cuando se le informa que agentes secretos de Furlong, contratados por el entonces embajador en los Estados Unidos, Enrique Clay Creel, están merodeando la casa, la persecución no lo alcanza pero su compañero Modesto Díaz es atrapado días después. Lejos de asumir los acontecimientos de Ciudad Juárez como el fracaso del intento insurreccional, Ricardo continúa buscando organizar la toma de algunos pueblos fronterizos. Las huellas de Ricardo se pierden en Los Ángeles hasta mediados de enero de 1907.