Ricardo Flores Magón en compañía de su hermano Enrique y Juan Sarabia, cruzó el puente internacional que unía las ciudades de Nuevo Laredo, tamaulipas y Laredo, Texas en los primeros días de 1904. Enrique, en sus memorias, afirma que los boletos de tren se compraron con la venta de una máquina de escribir «la única cosa que se salvo del naugragio de nuestras plantas,» refiriéndose a la destrucción de las oficinas de El hijo del Ahuizote en la ciudad de México. » ¡Los dados estaban tirados! y ahora me preguntaba: -Con qué hospitalidad seríamos recibidos en los Estados Unidos?»