ARTÍCULOS PERIODÍSTICOS

1911 (1)

Como verá el público en otro lugar de este mismo número de Regeneración, la Junta ha expedido las Instrucciones Generales1 a las que deben ajustar sus actos los liberales y simpatizadores de la causa revolucionaria en general que se levanten en armas contra el despotismo.

El Partido Liberal Mexicano se encuentra ya sobre las armas. El grito de ¡Viva el Supremo Gobierno! de los esclavos de Porfirio Díaz es contestado por nuestros hermanos: ¡viva el Partido Liberal! ¡Tierra y Libertad! El espanto entre las filas enemigas es ya terror pánico.

La Junta sigue trabajando con ahínco en la organización de nuevos grupos revolucionarios para dar mayor impulso al movimiento. Los delegados de la Junta recorren la República en todas direcciones animando a los débiles o de floja voluntad, poniéndose de acuerdo con los hombres de temple, formando grupos rebeldes que operarán tan pronto como estén listos.

En estos momentos, el tiempo es valiosísimo. Hay que poner en acción a otros delegados y a otros más. Ellos, los delegados, son como los nervios de la organización revolucionaria. Sin el trabajo de esos enérgicos e inteligentes compañeros, nada se adelanta. Hay, pues, que poner en acción a tantos delegados como se pueda; hay, también que fomentar el movimiento ya iniciado. El dinero escasea en estas oficinas por los gastos que se han estado haciendo con motivo del movimiento, y es necesario que los simpatizadores de la causa redoblen sus esfuerzos, enviando sus cuotas los miembros del Partido, enviando donativos los que no lo sean, pagando la subscripción del periódico los que todavía no lo hayan hecho. Los grupos “Regeneración”2 deben multiplicarse y pagar con constancia sus contribuciones.

Si no se hace así, el movimiento será muy lento, la pérdida de vidas será más grande y se puede correr el peligro de que el despotismo aplaste a los revolucionarios.

Hay que fijarse bien en esto, compañeros: se necesita dinero, mucho dinero. Nuestra vida de sacrificio y de pobreza es la mejor garantía que podamos dar a los que duden sobre la inversión que hemos de dar a los fondos que se reúnan para la Revolución. No buscamos nuestra satisfacción personal por medio del dinero. A mí se me ha ofrecido varias veces una vida de lujo, cómoda, rica, tan buena como yo la quiera si pongo mi pluma y mis energías al servicio de los ricos y de los déspotas. Yo no he aceptado ni aceptaré nunca esa vergüenza. El Cónsul Mexicano de esta ciudad3 ha sido uno de los que me han invitado a colaborar con el tirano Porfirio Díaz.

Algunos malvados creen que estoy en la lucha para sacar con qué vivir. ¡Imbéciles! Con solo el trabajo de mi pluma, si la dedicara a adular a los poderosos tendría para hacerme rico y explotar después, teniéndolos a salario, a los papanatas que me critican.

Pero no, yo no vendo mi pluma. Voy envejeciendo en esta lucha en la que comencé a tomar parte desde cuando era casi un niño; pero mi energía para el combate no declina, por el contrario, cada vez es más robusta y mis ideales cada vez son más claros y más amplios. Soy pobre; pero no me vendo, soy pobre porque escogí la causa de los pobres.

Conque, compañeros, no dudar. Enviad dinero, enviad tanto como podáis pues que con ello compráis vuestro bienestar y el porvenir de vuestros hijos. Que no haya uno solo de vosotros que deje de contribuir semanalmente si es posible para el fomento de la Revolución. Recordad que es preciso que el Partido Liberal prepondere en el actual movimiento, si queréis obtener bienes materiales. No tenéis Patria; hacedla; pero no esa Patria burguesa regañona y brutal como una madrastra, sino la Patria verdaderamente humana en la que se pueden gozar en común los productos de la tierra trabajada fraternalmente en común. Si esto se consigue, no más escasez, no más hambre, no más ignorancia, no más injusticia, todos seremos hermanos.

Sacudir la indiferencia y ayudad a vuestra propia emancipación.

Ricardo Flores Magón


1 “Instrucciones Generales a los Revolucionarios”. Refiérese al documento expedido por la Junta Organizadora del Partido Liberal Mexicano el 3 de enero de 1911 en Los Ángeles, California. Se trata de una circular de 12 puntos por medio de la cual la dirigencia liberal fijaba las directrices de orden estratégico militar que habían de regir el proceder de los grupos armados adscritos al PLM. Las instrucciones se publicaron en Regeneración, en los números 19 (enero 7, 1911), 20 (enero 14, 1911) y 26 (febrero 25, 1911).

2 Tomando como punto de partida el Grupo “Regeneración” de Los Ángeles, California,  el semanario, en su número 3, del 5 de noviembre de 1910, hace “un llamamiento á todos los amigos del periódico para que organicen Grupos como el de esta ciudad destinados á fomentar al periódico”. A partir de enero de 1911 y hasta el final de su publicación, en sus páginas se anuncia la constitución de 400 grupos con esa característica. La mayoría de los mismos se instalan en poblaciones de los estados de Texas, California, Arizona y Nuevo México, aunque se encuentran en más de 40 estados de la Unión Americana y otros en la mayoría de los países de América y algunos más en Europa, en especial en los países mediterráneos. Los grupos, en su mayoría rebasan el objetivo inicial y se constituyen en las células de la organización dirigida por la joplm.

3 Refiérese a Antonio Lozano, cónsul de México en Los Ángeles. En  noviembre de 1906 contrató a la Pacific Cooperative Detective Association, para vigilar a los miembros del plm. Coordinó la violación de correspondencia de los integrantes de la joplm que permanecieron en la cárcel condado de 1907 a 1909.

Alguno que otro periódico de estos últimos días ha dado la noticia de que nuestro compañero Praxedis G. Guerrero había sido fusilado por los rurales en Janos, del estado de Chihuahua.

Nada más falto de veracidad que esa noticia publicada por los agentes del tirano para desmoralizar a los revolucionarios. Tan estupenda mentira no puede tener otro fin que el de sembrar la inquietud entre los que ven a Praxedis G. Guerrero como el alma del movimiento libertario que se inició con su espléndido levantamiento a unas cuantas millas de Ciudad Juárez y su marcha atrevida hacia la Sierra.

La acción de Praxedis sacudió la indiferencia de muchos, avivó el entusiasmo de los fuertes y las miradas de todos se dirigen hacia la región montañosa del norte de Chihuahua, donde el bravo luchador opera desde el 21 del pasado diciembre. De todas partes marchan libertarios hacia donde opera el compañero Guerrero, y ha alarmado al despotismo, lo ha desconcertado hasta la demencia; ya no se trata de una revolución de meros fines políticos, sino de una revolución cuya trascendencia social espanta a los amos de la política y del dinero.

El despotismo recurre a la mentira. La importancia del movimiento de Praxedis G. Guerrero es grande. No ha muerto el brazo libertario; por lo contrario vive y sostiene firmemente los principios salvadores del Partido Liberal.

Como se sabe, Praxedis tomó un tren de pasajeros a corta distancia de Ciudad Juárez y se hizo transportar con su grupo de selectos libertarios hacia Ciudad Guzmán quemando y dinamitando en el trayecto los puentes que iban quedando atrás y cortando los hilos telegráficos. En Ciudad Guzmán hizo alto el convoy liberal, fueron tomados caballos, muchos voluntarios se unieron al saber que era el segundo Secretario de la Junta Organizadora del Partido Liberal el que encabezaba el movimiento, y al día siguiente volvieron a emprender la marcha en el tren capturado hacia Casas Grandes; pero hicieron alto en Sabinal, donde la columna liberal tuvo un aumento de cincuenta voluntarios bien armados y montados. Allí se pasó la noche (24 de diciembre) y dejando en libertad a la máquina, continuaron al día siguiente su marcha hacia Casas Grandes.

Al llegar a las cercanías de Casas Grandes, la fuerza de Praxedis era de 600 hombres, según informe de la prensa gobiernista. Praxedis invitó al Jefe Municipal a que se rindiera y entregara la plaza, diciendo en su ultimátum que no quería hacer fuego sobre una ciudad en que tantas personas inocentes podían perecer. El Jefe Municipal pidió auxilios; pero de nada le valieron, pues la ciudad fue tomada el día último del año. Tan notable triunfo ha vuelto loco a Porfirio Díaz; pero no ha sido eso solo: después de la toma de Casas Grandes, los liberales tomaron otros pueblos, siendo el último de estos, Janos, donde Praxedis puso en prisión al Alcalde Municipal Guadalupe Zozaya y le exigió mil pesos de multa para el fomento de la Revolución. No teniendo importancia el retener Janos, los liberales se retiraron a tomar nuevas poblaciones. La toma de Janos tuvo lugar el día primero de este mes.

La gloria, pues, sonríe a la bandera liberal, la bendita bandera de los oprimidos, de los de abajo, de los que suspiran por ser libres, de los que desconocen al Capital el derecho de apropiarse el trabajo de los proletarios.

Tropas están siendo enviadas a batir las fuerzas de Praxedis y muy pronto tendremos noticias de los nuevos triunfos del flamante campeón del proletariado.

En vista de las noticias de la muerte de nuestro hermano Praxedis, tocamos todos los resortes para descubrir la verdad. El siguiente telegrama recibido en nuestras oficinas a las cinco de la tarde del día 5, y transmitido por el Delegado de la Junta en El Paso, Texas, no deja lugar a duda: “Praxedis bien; pronto enviaré buenas noticias.”

Así, pues, compañeros, estamos de triunfo. Esperamos confiados en que la justicia tendrá que lucir bien pronto para los pobres.

Pero de hoy en adelante, cualquiera que sea la suerte de los compañeros liberales, no debemos desanimarnos. Es dolorosa la pérdida de un compañero querido por su virtud y su abnegación y su talento como Praxedis; pero si llega a morir, no debemos desmoralizarnos, sino tomar de las manos del héroe muerto la bandera de los desheredados que con tanta honra ha sabido sostener, y continuar la lucha contra el capitalismo opresor y el odioso despotismo político.

Ricardo Flores Magón

Últimas noticias procedentes del representante de la Junta en la ciudad de El Paso, Texas, confirman los rumores que circulaban sobre la suerte que corrió en las montañas de Chihuahua, el segundo Secretario de la Junta Organizadora del Partido Liberal, Praxedis G. Guerrero.

Guerrero ha muerto, dice el delegado de la Junta. En la gloriosa jornada de Janos dio su adiós a la vida Praxedis G. Guerrero, el joven libertario.

Praxedis ha muerto y yo todavía no quiero creerlo. He copiado datos, he tomado informaciones, he analizado esos datos, he desmenuzado a la luz de la más severa crítica esas informaciones, y todas me dicen que Praxedis ya no existe, que ya murió; pero contra las deducciones de mi razón se levanta anegado en llanto mi sentimiento que grita: no, Praxedis no ha muerto, el hermano querido vive…

Lo veo por todas partes y a todas horas; a veces creo encontrarlo trabajando en la oficina en sus sitios favoritos, y al darme cuenta de su ausencia eterna, siento un nudo en la garganta. El hermano se fue, tan bueno, tan generoso.

Recuerdo sus palabras, tan altas como su pensamiento. Recuerdo sus confidencias: yo no creo que sobreviviré a esta revolución, me decía el héroe con una frecuencia que me llenaba de angustia. Yo también creía que tendría que morir pronto. ¡Era tan arrojado!

Trabajador incansable era Praxedis. Nunca oí de sus labios una queja ocasionada por la fatiga de sus pesadas labores. Siempre se le veía inclinado ante su mesa de trabajo escribiendo, escribiendo, escribiendo aquellos artículos luminosos con que se honra la literatura revolucionaria de México; artículos empapados de sinceridad, artículos bellísimos por su forma y por su fondo. A menudo me decía: qué pobre es el idioma; no hay términos que traduzcan exactamente lo que se piensa: el pensamiento pierde mucho de su lozanía y de su belleza al ponerlo en el papel.

Y, sin embargo, aquel hombre extraordinario supo formar verdaderas obras de arte con los toscos materiales del lenguaje. Hombre abnegado y modestísimo, nada quería para sí. Varias veces le instamos a que se comprase un vestido. Nunca lo admitió. Todo para la causa, decía sonriendo. Una vez, viendo que adelgazaba rápidamente, le aconsejé que se alimentase mejor, pues se mantenía con un poco de legumbres: no podría soportar, me dijo, que yo me regalase con platillos mejores cuando millones de seres humanos no tienen en este momento un pedazo de pan que llevar a la boca.

Y todo esto lo decía con la sinceridad del apóstol, con la sencillez de un verdadero santo. Nada de fingimiento había en él.

Su frente alta, luminosa, era el reflejo de todos sus pensamientos. Praxedis pertenecía a una de las familias ricas del estado de Guanajuato. En unión de sus hermanos heredó una hacienda. Con los productos de esa hacienda pudo haber vivido en la holganza, cómodamente; pero ante todo era un libertario. ¿Con qué derecho había de arrebatar a los peones el producto de su trabajo? ¿Con qué derecho había de retener en sus manos la tierra que los trabajadores regaban con su sudor? Praxedis renunció a la herencia y pasó a unirse a sus hermanos los trabajadores, a ganar con sus manos un pedazo de pan qué llevar a la boca sin el remordimiento de deberlo a la explotación de sus semejantes.

Era casi un niño Praxedis, cuando después de haber renunciado al lujo, a las riquezas a las satisfacciones casi animales de la burguesía, se entregó al trabajo manual. No llegaba a las filas proletarias como un vencido en la lucha por la existencia, sino como un gladiador que se enlistaba en el proletariado para poner su esfuerzo y su gran cerebro al servicio de los oprimidos. No era un arruinado que se veía obligado a empuñar el pico y la pala para subsistir, sino el apóstol de una grande idea que renunciaba voluntariamente a los goces de la vida para propagar por medio del ejemplo lo que pensaba.

Y a este hombre magnífico le llama El Imparcial, bandido. Con grandes caracteres esa hoja infame, al dar cuenta de los sucesos de Janos, dice que allí encontró la muerte “el temible bandido Guerrero”.

¿Bandido? Entonces, ¿cuál es la definición de un hombre de bien? ¡Ah, duerme en paz, hermano querido; tal vez esté yo predestinado para ser tu vengador!

Al hablar de Praxedis G. Guerrero, no es posible dejar de hacer mención de aquel otro héroe que cayó atravesado por las balas de los esbirros en la gloriosa acción de Palomas en el verano de 1908. ¿Os acordáis de él? Se llamó Francisco Manrique,1 otro joven guanajuatense que renunció a su herencia también para no explotar a sus semejantes. Praxedis y Francisco, bello par de soñadores, fueron inseparables camaradas a quien sólo la muerte pudo separar; pero por breve tiempo…

En el hermoso artículo que escribió Praxedis sobre la acción de Palomas,2 dice refiriéndose a Francisco Manrique: “Conocí a Pancho desde niño. En la escuela nos sentábamos en el mismo banco. Después, en la adolescencia, peregrinamos juntos a través de la explotación y la miseria, y más tarde nuestros ideales y nuestros esfuerzos se reunieron en la revolución. Fuimos hermanos como pocos hermanos pueden serlo. Nadie como yo penetró en la belleza de sus intimidades; era un joven profundamente bueno a pesar de ser el suyo un carácter bravío como un mar en tempestad”.

Praxedis era el alma del movimiento libertario. Sin vacilaciones puedo decir que Praxedis era el hombre más puro, más inteligente, más abnegado, más valiente con que contaba la causa de los desheredados, y el vacío que deja tal vez no se llene nunca. ¿Dónde encontrar un hombre sin ambición de ninguna clase, todo cerebro y corazón, valiente y activo como él?

El proletariado tal vez no se da cuenta de la enorme pérdida que ha sufrido. Sin hipérbole puede decirse que no es México quien ha perdido al mejor de sus hijos, sino la humanidad misma la que ha tenido esa pérdida, porque Praxedis era un libertario.

Y todavía no puedo dar crédito a la terrible realidad. A cada rato me parece que va a llegar un telegrama consolador dando cuenta de que Praxedis está vivo. La verdad brutal no puede aniquilar en el fondo de mi corazón un resto de esperanza que arde como una lámpara de aceite próxima a apagarse. Y mi torturado espíritu cree encontrar todavía en sus sitios favoritos, en la oficina, donde tanto soñamos con el bello mañana de la emancipación social él y yo, al mártir, inclinado en su mesa de labores, escribiendo, escribiendo, escribiendo.

Ricardo Flores Magón


1 Francisco Manrique (1884-1908). Hacendado y minero de León, Guanajuato. Emigró a Colorado en 1904 en compañía de Praxedis G. Guerrero. Con él, fundó el periódico Alba Roja en San Francisco, California. Trabajaron en las minas de Morenci, Arizona, donde el 3 de junio de 1906 formaron la Junta Auxiliar de Obreros Libres. A través de Manuel Sarabia estableció contacto con el plm. Participó en el ataque a Las Vacas, Coahuila, el 26 de junio de 1908, donde murió.

2 Véase Praxedis G. Guerrero, “Episodios revolucionarios: Palomas”, en Regeneración, núm. 4, septiembre 24, 1910. Una traducción se publicó en el número siguiente, octubre 1º, 1910, en la página en inglés de Regeneración.

Los progresos del movimiento insurreccional son bastante notables. Puede decirse que de uno a otro confín del país no se oye más que un solo grito: guerra. Pronto, muy pronto, el país entero será un magnífico crisol en el que bullirán las diferentes tendencias que animan el movimiento actual. ¿Cuál será la tendencia que al fin predomine? ¿Saldrá de esta insurrección la República burguesa que apenas puede sostenerse por todas partes a fuerza de parches y de apuntalamientos? O bien, como una reparación a la injusticia de que ha sido víctima en todos los tiempos la clase proletaria ¿ondeará por primera vez sobre las cabezas de un pueblo libre la bandera roja de los esclavos de todas las edades?

No es posible saber cuál de todas las tendencias predominará al fin. Las masas son siempre las masas; aglomeraciones de seres vivientes con muy poco de humano y casi nada de cerebralidad. Sobre la masa ejerce influencia prepotente la tradición. La masa está acostumbrada a ser mandada, a obedecer, a respetar lo mismo que respetaron y obedecieron sus padres de hace cincuenta años, sus abuelos de hace cien, sus más lejanos y obscuros antecesores de los obscuros y lejanos tiempos pasados. Por eso, cuando se dice a las masas: rebelaos, comienzan por pedir un general. Sin un general al frente, nada puede hacerse, refunfuñan las pobres masas humanas acostumbradas a que la espuela desgarre sus hijares, y, si al fin se las convence de que del seno de ellas mismas debe salir el hombre que dirija las acciones de guerra, no dejan de preguntar ¿y por quién gritamos? Es que, aunque desconocen la autoridad del amo ante quien se arrodillaron por tanto tiempo, necesitan uno ante quien arrodillarse después del triunfo.

Qué atrasada está la humanidad, qué atrasada. En pleno siglo xx necesita como en los tiempos de Alejandro y de Ciro amos en el cielo y amos en la tierra. No es posible, por lo mismo, saber cuál de las tendencias predominará al fin.

Compañeros, estamos en presencia de un grave problema cuya solución no sólo afecta a los mexicanos sino a la humanidad entera. Los ojos inteligentes de los hombres avanzados del mundo están pendientes de los sucesos que se desarrollan en México. Ellos, como nosotros, son unos convencidos de que los movimientos puramente políticos no tienen otro resultado, que el de arrancar del cráneo hecho pedazos del tirano caído en desgracia la corona que todavía sangrienta se coloca en las sienes del nuevo tirano. Eso y nada más se saca de las revoluciones meramente políticas.

Es necesario, pues, variar el curso de la actual insurrección como lo hemos repetido incesantemente, para hacerla digna de la cultura de la época, de lo contrario, mereceremos el fuetazo con que Mirabeau señaló el rostro de la humanidad inconsciente cuando dijo, que de todos los animales el hombre era el más estúpido, porque, al menos, los animales no eligen al carnicero que ha de degollarlos.

Imprimamos a la Revolución una intensa finalidad social; convirtámosla en el brazo robusto que ha de hacer pedazos la servidumbre de la gleba; hagamos de ella el instrumento que ha de quebrantar en mil pedazos la cadena que sujeta al peón y al obrero desconociendo al Capital sus falaces derechos; abramos una honda fosa y sepultemos a la Iglesia diciéndole: éste es el lugar de los cadáveres; formemos una hoguera y arrojemos en ella los títulos de la gran propiedad rural y las tiránicas leyes burguesas. Todo esto podemos hacerlo, si somos enérgicos, si no nos espantamos de nuestras propias obras, si nos enfrentamos resueltamente a la autoridad, al capitalismo, al clero, sin miedos, sin vacilaciones y les arrancamos los privilegios que la ignorancia y la cobardía de los pueblos les han puesto entre las uñas.

Afiliaos al Partido Liberal que es el Partido de las reivindicaciones proletarias. Llenad vuestros cupones,1 pagad vuestras cuotas, ayudad con dinero o con lo que podáis a que el Partido se robustezca para que pueda preponderar en el actual movimiento.

El Partido Liberal está ya en acción y se está cubriendo de gloria en los campos de batalla. Ayudemos a nuestros hermanos, tendamos la mano a esas bizarras avanzadas de la causa de los desheredados, para asegurar conquistas efectivas para la raza mexicana en particular y un ejemplo para los tímidos de todo el mundo que sueñan con derribar el Capital por medio de la boleta electoral.

Ricardo Flores Magón


1 Refiérese al “Cupón de adhesión a la Junta Organizadora del Partido Liberal Mexicano”, por medio del cual los simpatizantes de la causa liberal solicitaban su ingreso al Partido, al tiempo que se comprometían a secundar el Programa del Partido, expedido en San Luis, Misuri, el 1º de julio de 1906, así como a aportar mensualmente una cuota voluntaria para el sostenimiento de la lucha. Los cupones aparecían en las páginas de Regeneración, con la finalidad de que fueran recortados por los lectores y remitidos a las oficinas de la Junta. Se publicó por primera vez en el primer número de la cuarta época de Regeneración, septiembre 3, 1910, y en adelante apareció con regularidad variable entre septiembre de 1910 y junio de 1911.

Desgraciadamente se ha confirmado la noticia de la muerte de nuestro hermano Praxedis G. Guerrero, segundo Secretario de la Junta Organizadora del Partido Liberal Mexicano. Ocurrió en Janos, Chihuahua, la noche del 30 del pasado diciembre. Los detalles de esa epopeya, tomados de nuestro estimado colega El Paso del Norte,1 pueden verse en otra parte de este mismo número.2 El parte oficial fue recibido el lunes de esta semana, procedente del campo de operaciones de la fuerza liberal del norte de la Sierra de Chihuahua.

Ya no hay lugar a duda, compañeros de ideal: cayó el héroe como caen los buenos y su sangre generosa ha regado la tierra que él con tanta valentía quiso entregar al pueblo, su legítimo dueño. Antes de morir, nombró al compañero Leónides Vázquez3 jefe de la columna liberal, y Leónides prosigue con actividad la campaña, no se da tregua, voluntarios continúan uniéndose a esa falange de leones magníficos que no desmayaron al ver caer en Janos al hermano teñido en sangre, sino que, con mayor ardor continuaron el combate hasta que lograron la dispersión de las fuerzas enemigas cuyo número era superior.

Ahora, a luchar, a continuar la campaña, a agrandar esa hoguera en la que, si bien es cierto que perecen los malos, muchos buenos caen también; pero así ha sido siempre. La libertad se obtiene a costa de sacrificios supremos. No hay que arredrase. La muerte de nuestros hermanos es dolorosa; pero no debemos conformarnos con lamentar esas pérdidas preciosas: imitemos su ejemplo. La sangre de los mártires es más elocuente que el mejor discurso.

Compañeros, redoblemos nuestros esfuerzos en pro de la Revolución. Es necesario que haya mayor número de guerrillas liberales en acción. Hasta hoy hay guerrillas liberales solamente en Sonora, Chihuahua, Coahuila, Tlaxcala, Veracruz, Oaxaca, Morelos y Durango. Es preciso que, a la mayor brevedad, se pongan en acción nuevos grupos para robustecer el movimiento del Partido Liberal, y para ello, redoblemos, repito, nuestros esfuerzos en favor de la Revolución.

Cada compañera o compañero que amen la causa del Partido Liberal, deben, sin pérdida de tiempo solicitar su ingreso al Partido, para lo cual no necesitan hacer otra cosa que firmar el cupón y pagar su cuota mensual. Recordad todos que el Partido Liberal lucha exclusivamente por la clase pobre; recordad que en nuestras filas no hay millonarios. Los capitalistas son los más encarnizados enemigos con que cuenta la causa, porque saben a dónde van dirigidos los pasos de los liberales: a la emancipación económica del proletariado.

Proletarios: poned vuestro grano de arena; contribuid para vuestra redención.

Ricardo Flores Magón


1 El Paso del Norte. “Diario político y de información”. Ciudad Juárez y El Paso, Texas (1910-1915). Simpatizante de la causa antirreeleccionista, hizo propaganda a favor de Pascual Orozco. En 1915 se publicó por entregas en sus columnas la emblemática novela de la revolución mexicana Los de abajo, de Mariano Azuela, quien colaboraba en la redacción del diario.

2 Refiérese al artículo titulado “La toma de Janos”, publicado en la tercera página del 21 de Regeneración, enero 21, 1911.

3 Leonides Vázquez. Minero. Residente de Morenci, Arizona. Probable miembro de la Junta Auxiliar de Obreros Libres organizada por Praxedis G. Guerrero (1906). Para 1908, residía en Cananea, Sonora, a la que se envió un representante de la joplm por haber “desatendido su comisión en este lugar.” Su nombre aparece en un reporte militar del año siguiente firmado en Ciudad Juárez, Chihuahua, en el que se le ubica como “uno de los revoltosos en Clifton”, Arizona, que se había dirigido a El Paso, Texas en compañía de Eusebio Santa Cruz “que por los movimientos misteriosos que observan; en mi juicio parecen que tramitan algo en las fronteras de Sonora y Chihuahua.” En diciembre de 1910, formó parte del grupo dirigido por Praxedis G. Guerrero que incursionó en la región de Casas Grandes. A la muerte de éste en el poblado de Janos, quedó provisionalmente al mando de parte del grupo. Fue herido en un enfrentamiento con los federales del teniente coronel Julio M. Cervantes. “Prisciliano G. Silva desde el “Campo de Operaciones del Ejército Liberal “, Guadalupe, Chih.”, hacia el once de febrero de 1911,  escribe a los miembros de la JOPLM, orgulloso de que “mis hijos luchan por los mismos ideales que acarician en mi mente” y que su hijo Benjamin “hoy lucha al lado de Leonides Vázquez”. Según Regeneración, por esas fechas Leonides se dirigió hacia Casas Grandes y a su tropa se incorporan trabajadores ferrocarrileros. En combinación con el grupo de Martín Casillas, viejo liberal ahora antirreeleccionista, combate cerca de Galeana a las tropas del federal Rábago. Para fines de febrero el órgano del plm informa que Leonides se había incorporado a las tropas del también antiguo liberal y ahora maderista José de la Luz Blanco del que aún considera que “odia los personalismos y por eso lucha con los liberales.” Ésta es la última mención de Vázquez en Regeneración. Quizá eso se deba al hecho de que el once de abril su nombre aparece junto al de Antonio I. Villarreal y José María González como signatarios del Manifiesto “A los liberales mexicanos” dado en San Ignacio, Distrito de Bravos, Chih.,” un exhorto a repudiar la actitud de Ricardo Flores Magón y una invitación a integrarse a las filas maderistas. A decir de Ricardo Flores Magón, Praxedis G. Guerrero lo habría nombrado jefe militar poco antes de morir en Janos. Aunque las versiones sobre dicha muerte difieren en el origen de la bala que le mató, todas coinciden en que Praxedis murió en el acto. En 1935, cuando el gobierno de Chihuahua promovió un homenaje a Praxedis, uno de veteranos de la batalla de Janos, Carmen Herrera, aseguró que Leonides le había asesinado.

No, compañeros, no hay que dejar, para cuando caiga el tirano, la implantación de los salvadores principios del Partido Liberal. Algunos revolucionarios creen que basta con derribar a Díaz para que caiga sobre el pueblo una lluvia de bendiciones. Otros piensan que es indiferente luchar bajo la bandera de cualquiera de los dos partidos revolucionarios; pues dicen que lo primero es derribar al tirano, y que, una vez conseguido esto y hecha la paz, los dos partidos revolucionarios —el Liberal y el Antirreeleccionista— convocarían al pueblo a elecciones, se reuniría un Congreso que estudiase el programa del Partido Liberal y se tendría ya listo un flamante Presidente que ejecutase la voluntad del no menos flamante Congreso.

El pueblo es el eterno niño: crédulo, inocente, candoroso. Por eso siempre ha sido burlado en sus aspiraciones, y por eso, también, sus dolorosos sacrificios han sido estériles.

Abramos bien los ojos, compañeros desheredados. No confiemos a ningún Gobierno la solución de nuestros problemas. Los Gobiernos son los representantes del Capital, y, por lo mismo, tienen que oprimir al proletariado. De una vez por todas, sabedlo: ningún Congreso aprobará el programa del Partido Liberal, porque no seréis, vosotros los desheredados, los que vayáis a sentaros en los bancos del Congreso, sino vuestros amos, y vuestros amos tendrán el buen cuidado de no dejaros resollar. Vuestros amos rechazarán indignados el programa liberal del primero de julio de 1906, porque en él se habla de quitarles sus tierras, y las aspiraciones de los proletarios quedarán burladas. A los bancos del Congreso no van los proletarios, sino los burgueses.

Pero aun suponiendo que por un verdadero milagro todos los bancos del Congreso estuvieran ocupados por proletarios, y que, por esa razón, se aprobase el programa del Partido Liberal Mexicano, y se decretase la expropiación de la tierra para entregarla al pueblo; aun suponiendo que al frente de los destinos del país se encontrase un ángel bajado del cielo para hacer cumplir la voluntad del Congreso, ¿creéis que los señores hacendados obedecerían la ley y se dejarían quitar las tierras? Suponer eso, creer que los ricos se someterían a la humillación de quedar en la misma posición social que los trabajadores, es una verdadera niñería. No; los señores hacendados se levantarían en armas si algún Congreso tuviera la audacia de decretar la entrega de la tierra al pueblo, y entonces el país se vería envuelto de nuevo en las llamas de una revolución, en la que tal vez naufragasen las sanas aspiraciones de los trabajadores inteligentes.

¿Qué necesidad hay de aplazar la expropiación de la tierra para cuando se establezca un nuevo Gobierno? En la presente insurrección, cuando el movimiento esté en toda su fuerza y el Partido Liberal haya logrado la preponderancia necesaria, esto es, cuando la fuerza del Partido pueda garantizar el éxito de la expropiación, es cuando debe hacerse efectiva la toma de posesión de la tierra por el pueblo, y entonces ya no podrán ser burladas las aspiraciones de los desheredados.

Compañeros: Benito Juárez fue instado, durante la revolución de Reforma, a que no quitase al clero sus bienes sino hasta que se hiciera la paz. Pero Benito Juárez vio bastante lejos, y comprendió que si se expropiaban al clero sus bienes cuando se hiciera la paz, el clero volvería a trastornarla y el país se vería envuelto en una nueva revuelta. Quiso ahorrar sangre y dijo: “es mejor hacer en una revolución lo que tendría que hacerse en dos”. Y así se hizo.

Hagámoslo así los liberales. En una sola insurrección dejemos como un hecho consumado la toma de posesión de la tierra.

No hagamos aprecio a los que aconsejan que se deje la expropiación de la tierra “para después del triunfo”. Precisamente el triunfo debe consistir en la consumación del acto más grande que han visto las naciones desde que comenzaron a vivir: la toma de posesión de la tierra por todos los habitantes de ella, hombres y mujeres.

Pero si, ofuscada nuestra razón por las promesas de los políticos que todo lo aplazan “para después del triunfo”, nos afiliamos a las banderas de esas sirenas que nos hablan de leyes libérrimas, de democracia, de derechos políticos, de boletas electorales y de todas esas fuerzas que sólo sirven para desviar al proletariado del camino de su verdadera emancipación: la libertad económica; si de nada nos sirven las elocuentes lecciones de la Historia, que nos habla de que ningún hombre puede hacer la felicidad del pueblo pobre cuando está ya al frente del Gobierno; si queremos seguir siendo esclavos de los ricos y de las autoridades “después del triunfo”, no vacilemos, volemos a engrosar las filas de los que pelean por tener un nuevo amo que se haga pagar bien caros sus “servicios”.

Compañeros: despertad, despertad, hermanos desheredados. Vayamos a la Revolución, enfrentémonos al despotismo; pero tengamos presente la idea de que hay que tomar la tierra en el presente movimiento, y que el triunfo de este movimiento debe ser la emancipación económica del proletariado, no por decreto de ningún gobernante, sino por la fuerza del hecho; no por la aprobación de ningún Congreso, sino por la acción directa del proletariado.

Me imagino qué feliz será el pueblo mexicano cuando sea dueño de la tierra, trabajándola todos en común como hermanos y repartiéndose los productos fraternalmente, según las necesidades de cada cual. No cometáis, compañeros, la locura de cultivar cada quien un pedazo. Os mataréis en el trabajo, exactamente como os matáis hoy. Uníos y trabajad la tierra en común; pues, todos unidos, la haréis producir tanto que estaréis en aptitud de alimentar al mundo entero. El país es bastante grande y pueden producir sus ricas tierras todo lo que necesiten los demás pueblos de la tierra. Mas eso, como digo, sólo se consigue uniendo los esfuerzos y trabajando como hermanos. Cada quien, naturalmente —si así lo desea— puede reservarse un pedazo para utilizarlo en la producción según sus gustos e inclinaciones, hacer en él su casa, tener un jardín; pero el resto debe ser unido a todo lo demás, si se quiere trabajar menos y producir más. Trabajada en común la tierra, puede dar más de lo suficiente con unas dos o tres horas de trabajo al día, mientras que cultivando un solo pedazo, se tiene que trabajar todo el día para poder vivir. Por eso me parece mejor que la tierra se trabaje en común, y esta idea creo que será bien acogida por todos los mexicanos.

¿Podrá haber criminales entonces? ¿Tendrán las mujeres que seguir vendiendo sus cuerpos para comer? Los trabajadores llegados a viejos, ¿tendrán que pedir limosna? Nada de eso: el crimen es el producto de la actual sociedad basada en el infortunio de los de abajo en provecho de los de arriba. Creo firmemente que el bienestar y la libertad son fuentes de bondad. Tranquilo el ser humano; sin las inquietudes en que actualmente vive por la inseguridad del porvenir; convertido el trabajo en un simple ejercicio higiénico, pues trabajando todos la tierra bastarán dos o tres horas diarias para producirlo todo en abundancia con el auxilio de la gran maquinaria de que entonces se podrá disponer libremente; desvanecida la codicia, la falsedad de que hay que hacer uso ahora para poder sobrevivir en este medio maldito, no tendrán razón de ser el crimen ni la prostitución, ni la codicia y todos como hermanos gozaremos la verdadera Libertad, Igualdad y Fraternidad que los burgueses quieren conquistar por medio de la boleta electoral.

Compañeros, ¡a conquistar la tierra!

Ricardo Flores Magón

La Revolución arde de uno a otro confín del país; la hoguera crece, crece sin cesar. Si hubiera suficientes elementos, el movimiento adquiriría una fuerza tremenda en pocas semanas. Compañeros: no dejéis que se apague ese incendio tan oportuno para implantar los principios del Partido Liberal. Es necesario que el Partido Liberal sea el más fuerte en la Revolución, para que las conquistas proyectadas para el pueblo sean un hecho. El movimiento revolucionario necesita dinero, dinero y más dinero, y vosotros, los proletarios, los que seréis los beneficiados con el movimiento liberal, debéis contribuir, sin cansaros nunca de hacerlo, con vuestro grano de arena para que se lleve a cabo la grandiosa obra de vuestra redención.

¿Queréis gozar de comodidades? ¿Queréis ser iguales a vuestros amos? ¿Queréis que la miseria ya no asome su faz espantosa en vuestras casitas? ¿Queréis que vuestros hijos sean mejores y más felices que vosotros? ¿Queréis depender de vosotros mismos y no del amo? ¿Queréis aprovechar el producto íntegro de vuestro trabajo? Si tales cosas queréis, si consideráis indigna de un hombre o de una mujer libres la cadena del salario y queréis ser los amos de vosotros mismos y los hermanos de todos los miembros de la familia humana, ayudad, ayudad para que la Revolución progrese y el Partido Liberal logre al fin imponerse.

Ya para hoy, hay más columnas liberales en acción. Pronto, en distintas partes del país, habrá más; pero es preciso que haya todavía más y más.

Así, pues, se exhorta a todos los simpatizadores del movimiento a que firmen los cupones de adhesión al Partido Liberal Mexicano y paguen sus cuotas mensuales. Los que no quieran firmar cupones, pueden enviar simplemente su óbolo, con la frecuencia que el caso requiere, para el fomento del movimiento insurreccional.

Permanecer indiferente en estos momentos solemnes, es un crimen. El Partido Liberal no trabaja por encumbrar a ningún nuevo amo. El Partido Liberal quiere que no haya más pobres, y para ello, quiere estar fuerte para quitar la tierra a los ricos y darla a los pobres, hombres y mujeres.

No se trata de política: se trata de la conquista del derecho que todo ser humano, por el simple hecho de vivir, tiene a gozar de todas las comodidades que el progreso de la industria y de la ciencia ofrecen y que actualmente sólo los ricos aprovechan.

Compañeros: por miles y miles de años habéis vestido andrajos, porque los ricos no os han permitido vestir otra cosa. Pues bien, hagamos una bandera de esas nobles vestiduras, mudos testigos de vuestras fatigas y vuestras desesperaciones, y enarbolémosla muy alto. Esa es la bandera de los oprimidos, de los desheredados, de los que hasta aquí han caminado a tientas en las sombras de la miseria y de la ignorancia. Ahora, abiertos los ojos, iluminadas las conciencias por la verdad triunfadora, levantamos nuestra bandera, la gloriosa veterana de Jiménez y Acayucan, de Palomas y Las Vacas, de Viesca y Valladolid; la querida bandera que manos robustas sostienen en estos momentos en los campos de batalla de México; la bandera en que cayó envuelto nuestro no bien llorado hermano Praxedis G. Guerrero.

Compañeros y compañeras, no dejéis que se apague la antorcha de la rebelión.

Ricardo Flores Magón

No escarmientan los pueblos. La historia es para ellos un librote de hojas manchadas de tinta. Todo lo esperan de las leyes y de los nuevos gobiernos. La experiencia tan necesaria para la vida individual, parece que nada significa para la vida social.

Eternos inocentes son los pueblos. Si padecen hambre, si sufren injusticias, lo más que hacen es tomar las armas para derribar al tirano y echarse otro encima. Les vuelve a fastidiar el nuevo, naturalmente, porque no cumple lo que prometió, pues a derribarlo y a echarse encima otro. Esta es la historia de los pueblos todos de la tierra; pero no escarmientan; tal parece que necesitan sentir sobre los lomos el látigo del amo.

Es que no han llegado a entender los pueblos que los gobiernos no son fabricantes de bienestar. Los gobiernos no pueden hacer otra cosa que cobrar contribuciones para pagar soldados y esbirros que protejan los intereses de los capitalistas. Toda la maquinaria gubernamental no tiene otro objeto que ese.

Los pobres, por sí mismos, tienen que conquistar su bienestar, y hoy es el momento oportuno. No pensemos en quien va a ser el nuevo amo, sino en negar al capital el derecho a explotarnos. Basta ya de dar la vida por encumbrar ambiciosos; démosla, pero por conquistar la emancipación del proletariado, y la emancipación del proletariado no se obtiene elevando a la presidencia a algún hombre, sino tomando posesión de la tierra que es la fuente natural de toda la riqueza.

Por eso es por lo que lucha el Partido Liberal. El Partido Liberal no tiene candidatos, ni reconoce a ninguno, ni quiere tenerlos. El Partido Liberal es un partido netamente revolucionario que tiene el propósito de imponer sus principios por medio de la fuerza en el actual movimiento de insurrección. Para cuando se restablezca la paz ya la tierra debe estar en poder del pueblo.

Mas para lograr tan grande bien, es necesario que todos nos hagamos el propósito de hacer algo en beneficio de la revolución. Con pena manifiesto que he notado mucho egoísmo con respecto al movimiento. Todos se entusiasman ante la idea de llegar a vivir felices en la tierra que los vio nacer; pero pocos, muy pocos son los que ayudan de una manera efectiva para que la revolución se robustezca.

Verdaderos milagros ha hecho la Junta con los escasos elementos pecuniarios que han enviado los simpatizadores. Se necesita más, mucho más para fomentar la revolución y es de desearse que todos, hombres y mujeres, envíen su óbolo sin pérdida de tiempo, y que no se cansen de ayudar. Los valientes están exponiendo sus vidas en los campos de batalla, ¿por qué no hacer el sacrificio de algunas monedas para fomentar el movimiento?

Tenemos una gran existencia de cupones y los que deseen ingresar al Partido Liberal para ayudar con sus cuotas mensuales, pueden solicitar esos cupones. Las mujeres no deben abstenerse de ingresar al Partido Liberal, pues este movimiento es favorable a todos, a todos beneficia. Pero si por cualquier circunstancia, los simpatizadores del movimiento liberal no desean ser miembros del Partido, pueden ayudar como particulares enviando su óbolo.

Lo indispensable es que todos ayuden, que nadie se desentienda de las obligaciones que todo ser humano tiene de procurar la dignificación y bienestar de sí mismo y de los demás.

El movimiento netamente liberal está tomando incremento. Este es el movimiento que hay que fomentar. El maderismo lucha solamente por derribar a Díaz; el Partido Liberal lucha por dar la tierra al pueblo y derribar a Díaz. No hay pues que confundir a los dos Partidos. Con la sola caída de Díaz, nada material gana el pueblo; pero con la toma de posesión de la tierra ganará pan y libertad a la vez. Los pobres deben, por lo tanto, afiliarse al Partido Liberal que es el único que lucha contra el capitalismo y la opresión.

Hay muchos mexicanos que están haciendo ahorros para ir a México y comprar un terreno. No se necesita que guarden esos ahorros. Envíenlos a la Junta, pues la tierra se va a dar gratis a todos. Ayudad, ayudad, sin pérdida de tiempo, pues si no es el Partido Liberal el que se imponga en el presente movimiento deberéis perder la esperanza de llegar a ser verdaderamente libres y felices.

Ricardo Flores Magón

Ya no tienen razón de ser las revoluciones netamente políticas. Matarse por encumbrar a un hombre al Poder es sencillamente estúpido. En nuestra época el personalismo sólo puede ganar adeptos entre los ignorantes o entre los cazadores de posiciones y de prebendas.

La república burguesa ya no satisface a los hombres inteligentes y de buena fe. La república burguesa sólo satisface a los políticos, a los que quieren vivir a expensas del pueblo trabajador; pero a la luz de la filosofía moderna es un anacronismo cuya existencia sólo es justificada por la ignorancia de las masas y la mala fe de las llamadas clases directoras de la sociedad.

La república burguesa es un cadáver. Murió desde el momento en que al hacerse la declaración de los “Derechos del Hombre,” todo se garantizó, menos la igualdad social de los seres humanos que componen las naciones, y un cadáver no tiene derecho a inficionar el ambiente: hay que enterrarlo. El deber de los verdaderos revolucionarios es cavar una fosa y arrojar en ella a la república burguesa.

La igualdad social, que es el sueño generoso de todos los hombres emancipados, se conseguirá conquistando el derecho de vivir, y ese derecho consiste en la facultad que todo ser humano tiene de aprovechar los progresos alcanzados por la ciencia y por la industria en la producción de todo lo que hace agradable la existencia y es útil al desarrollo integral de la raza humana.

El derecho de vivir es lo que queremos conquistar los liberales; ya no queremos orgullosos señores de la tierra y mustios esclavos de la gleba; ya no queremos señores feudales, verdaderos amos de horca y cuchillo. ¿Quieren vivir en la tierra los señores terratenientes? Que la trabajen al igual que los que hasta aquí han sido sus esclavos, los oprimidos peones.

Una revolución que no garantice al pueblo el derecho de vivir  es una revuelta de políticos a quienes debemos dar la espalda los desheredados. Necesitamos los pobres una revolución social y no una revolución política esto es, necesitamos una revolución que ponga en las manos de todos, hombres y mujeres, la tierra que hasta hoy ha sido patrimonio exclusivo de unos cuantos mimados de la fortuna.

Pero, hay que entenderlo bien, la solución del problema debe quedar a cargo del proletariado. Si encomendamos la solución de él a las clases directoras de la sociedad, nos dirán que la aplacemos hasta que se haga la paz, hasta que se constituya un Congreso que “decrete” la felicidad de los habitantes de México, y una vez más en la historia de nuestras esperanzas defraudadas habremos hecho el papel nada envidiable de carne de cañón.

No; la sangre está corriendo ya a torrentes, y bien pronto esos torrentes serán ríos donde se habrán vaciado las vidas de muchos hombres buenos, y es necesario que ese derroche de energía, de vida y de generosos impulsos sirva para algo más que el entronizamiento de otro magnate. Es necesario que el sacrificio de los buenos tenga como resultado la igualdad social de los que sobrevivan, y un paso hacia esa igualdad es el aprovechamiento de los productos de la tierra por todos los que trabajen, y no por los amos. Si los amos quieren gozar de los productos de la tierra, que empuñen también la azada; que entren al surco con los trabajadores; que riegen también con su sudor la tierra, hasta hoy empapada solamente por las lágrimas, el sudor y la sangre de la plebe.

La igualdad ante la ley es un farsa; queremos la igualdad social. Queremos oportunidad para todos, no para acumular millones, sino para hacer una vida perfectamente humana, sin inquietudes, sin sobresaltos por el porvenir.

Para el logro de esos beneficios no sólo se opone Díaz: se opone también el Capital y se opondrá cualquier otro gobernante que elijan las masas, cualquiera que sea el nombre del candidato y por bueno que sea personalmente. Por eso los liberales estamos resueltos a variar el curso de la actual insurección. El mal no es un hombre sino el sistema político y económico que nos domina. Si el mal fuera un hombre, bastaría con matar a Porfirio Díaz para que la situación del pueblo mejorase; pero no es así. Puede desaparecer la odiosa personalidad del Dictador Mexicano, y el pueblo seguirá siendo esclavo: esclavo de los hombres de dinero, esclavo de la autoridad, esclavo de la ignorancia y de la miseria. Puede desaparecer el sanguinario tirano; pero el nuevo Presidente, quienquiera que él sea, tendrá listo el Ejército para asesinar a los trabajadores cuando estos se declaren en huelga; tendrá listas las cárceles para castigar a las víctimas del medio que han delinquido por culpa del sistema social que nos ahoga; tendrá listos los jueces con sus odiosos libracos, tan blandos para los ricos, tan duros y crueles para los pobres. Puede morir el tirano; pero el sistema de opresión y de explotación quedará vivo y el pueblo seguirá siendo desgraciado.

Como ya lo he dicho otras veces, el Gobierno no es sino el gendarme del Capital, el torvo polizonte que cuida las cajas fuertes de las aves de rapiña de la banca, del comercio y de la industria. Para el capital tiene sumisiones y respetos; para el pueblo tiene el presidio, el cuartel y el patíbulo.

No esperemos, pues, nada bueno del gobierno que llega a implantarse después de esta Revolución. Si queremos libertarnos, obremos por nuestra cuenta tomando posesión de la tierra para trabajarla en común, y armémonos todos para que si alguna tiranía quiere arrebatarnos nuestra dicha, estemos prontos a defenderla.

Agrupaos, pues, todos los desheredados, bajo las banderas igualitarias del Partido Liberal. Contribuid para el fomento de la Revolución liberal, que de su fuerza depende la felicidad y la libertad de quince millones de seres humanos.

Ricardo Flores Magón

Los Ángeles es ya una ciudad revolucionaria. Esta ciudad fue por varios años baluarte orgulloso del capitalismo, y los esfuerzos del proletariado por su emancipación económica eran entonces los torpes aleteos de un pajarillo cogido en una trampa. No se oía otra voz en esta aristocrática ciudad que la avinagrada contumelia de la hoja más amarilla que ha existido en el mundo, The Los Angeles Times,1 periódico enemigo de todo impulso sano, de toda aspiración honesta, mastín del capitalismo y del autoritarismo, venenosa sabandija que vive fuera de su época, secretando bilis siempre, encolerizada contra el pueblo trabajador porque ya comienza a refunfuñar contra los que lo explotan.

Las condiciones han variado. Hoy, todos los hombres de bien escupen sobre la hedionda hoja amarilla, y a pesar de ella, a pesar de sus ensoberbecidos amos, el pueblo de Los Ángeles comienza a sentir ese cosquilleo molesto que resulta cuando la conciencia dice que el hombre no debe tener amos y la realidad lo somete a la férula del fuerte y del bribón.

El mitin organizado por los socialistas y radicales en general para protestar contra el envío de tropas americanas a la frontera mexicana, y para exigir del Gobeirno de los Estados Unidos el reconocimiento del derecho que asiste a los mexicanos de tomar un fusil, cruzar la frontera e ir a luchar contra el despotismo que sufre el pueblo de México, tuvo un resultado inesperado. A las siete de la noche del domingo 5 de este mes, ya estaban ocupados todos los asientos del Auditorium del Labor Temple (Templo del Trabajo) a pesar de que la cita había sido dada para las ocho de la noche. Para esta hora había en el espacioso salón 2,500 personas, mientras más de 1,500 se habían retirado al darse cuenta de que era imposible franquear la espesa muralla de cuerpos humanos que invadían las entradas.

Nunca se había visto en esta ciudad  un acto tan concurrido como el del último domingo, como que nunca, en verdad, se había citado a los habitantes de Los Ángeles para tratar un asunto tan simpático como es la rebelión del pueblo mexicano contra sus verdugos.

El vasto Auditorium estaba lleno de una multitud compuesta de casi todas las razas humanas; pero todos aquellos hombres, todas aquellas mujeres fraternizaban en un mismo deseo: el de ver libre y feliz al trabajador mexicano.

El ambiente, caldeado por la aglomeración de tantos cuerpos humanos, era casi irrespirable; la incomodidad de las personas que permanecían en pie era manifiesta; pero todos seguían atentamente la palabra de los oradores que valientemente denunciaron la criminal parcialidad del Gobierno de los Estados Unidos para con el déspota de México. Hablaron en inglés los compañeros Stanley B. Wilson,2 director del periódico The Citizen,3 órgano de las uniones de trabajadores del Condado de Los Ángeles; A. R. Holston,4 abogado socialista muy popular en el Estado de California; Job Harriman,5 abogado socialista también que, en unión del camarada Holston nos defendió concienzudamente a Rivera,6 Villarreal7 y a mi8 cuando los buitres de Wall Street, el Tartarín de Tarascón americano Mr. Theodore Roosevelt y el déspota Díaz querían tenernos en prisión de por vida; la camarada Bertha Wilkins Starkweather,9 infatigable defensora de los oprimidos y John Kenneth Turner,10 el prestigiado autor de Barbarous México11 a cuyos artículos se debe en gran parte la orientación de la opinión del pueblo americano que, hace todavía cuatro años, era casi por completo favorable al sanguinario vejete de Chapultepec.

El compañero Antonio I. Villarreal habló en español y explicó a los compañeros mexicanos que en número de ochocientos a mil asistieron al acto, el objeto de la reunión, siendo aplaudido estruendosamente por todos.

La siguiente carta del famoso literato libertario Jack London,12 fue leída por John Kenneth Turner, siendo interrumpida a cada palabra casi la lectura por diferentes aplausos. Hay que advertir que The Los Angeles Times llamó a nuestros compañeros liberales que tomaron Mexicali, ladrones, rateros, “roba-gallinas,” criminales, forajidos, proscriptos, bandidos y otras cosas. He aquí como se burla Jack London de los aspavientos del Times:

A los queridos y valientes Camaradas de la Revolución Mexicana:

Nosotros los socialistas, anarquistas, “vagos,” “roba-gallinas,” proscriptos y “no-deseables” ciudadanos de los Estados Unidos, estamos con vosotros en cuerpo y alma, en vuestros esfuerzos por destruir la esclavitud y la tiranía en México. Habréis notado que no somos “gente de respeto.” Tampoco lo sois vosotros. Ningún revolucionario puede ser, en manera alguna, respetable en los presentes días, en los que impera la propiedad. Todos los epítetos que se os están lanzando, se nos han aplicado ya. Cuando el fraude y la avaricia se sienten lastimados y comienzan a lanzar injurias, los hombres honrados, los valientes, los patriotas y los mártires no deben esperar otra cosa que ser llamados “roba-gallinas” y proscriptos.

No importa. Lo único que yo deseo es que hubiera más “roba-gallinas” y proscriptos de la misma clase de los que forman la flamante columna que tomó Mexicali, de la clase de los que están heróicamente resistiendo las penalidades de las prisiones de Díaz y de la de los que están combatiendo, muriendo y sacrificándose en México actualmente.

Me subscribo yo mismo, como un “roba-gallinas” y un revolucionario.

Jack London

 

Todos los discursos tendieron a demostrar que la revolución contra las condiciones existentes en México, es justa, y por lo tanto, debe contar con la simpatía de todos los que sientan amor por la libertad y el bienestar de la clase trabajadora. Se expuso claramente que los rebeldes no hacen otra cosa que defender sus derechos con las armas en la mano, que el estado de guerra existe en México, que el despotismo es impotente para sostenerse por mucho tiempo, que el trabajador mexicano es vilmente explotado por el gobierno y por los ricos, que el despotismo emplea medios salvajes para contrarrestar el impulso revolucionario, que los soldados del despotismo violan a las mujeres y aún a las niñas de las poblaciones que van ocupando, que la Revolución Mexicana cuenta con bravas heroínas como las señoras Serdán y otras muchas, que el gobierno no respeta a los heridos revolucionarios, a quienes las tropas federales rematan a bayonetazos. Quedó perfectamente comprobado que el movimiento es nacional, y, por lo mismo, el Gobierno de los Estados Unidos está en la obligación de reconocer a los revolucionarios mexicanos el derecho de gozar de las mismas prerrogativas y facilidades de que goza el despotismo de Díaz, quien puede descaradamente comprar armas en territorio americano para el uso de los esbirros de México.

El camarada Holston, dio lectura a las resoluciones que sometió a la aprobación de la numerosa asamblea. Todos escucharon con reconcentrada atención esas viriles resoluciones, que, en resumen, se reducen a protestar contra la parcialidad del Gobierno Americano para con el tirano Díaz, parcialidad que se demuestra con el arbitrario envío de tropas americanas a la frontera para impedir que los valientes vayan a batirse por su libertad, y a exigir que se reconozca la beligerancia de los revolucionarios.

Concluida la lectura, todos los asistentes se pusieron en pie siendo aprobadas las resoluciones por una verdadera unanimidad, enmedio de gritos y otras exclamaciones de entusiasta aprobación. Las compañeras agitaban sus pañuelos, los compañeros levantaban sus sombreros, y gritos de “viva la Revolución,” “muera Porfirio Díaz,” “viva el Partido Liberal,” “abajo el capitalismo” repetidos tanto en español como en inglés, caldeaban todavía más la atmósfera. Los mexicanos, en el colmo del entusiasmo silbaban y gritaban; los americanos lanzaban sus característicos “hurrahs.”

Los mismos gritos y las mismas demostraciones se repitieron cuando el Presidente del acto nos presentó a Librado y a mí a la entusiasta asamblea, con lo que aquel hermoso conjunto de seres emancipados demostró, no su adhesión a nuestras personas sino a los principios emancipadores que sostenemos, los principios igualitarios del Partido Liberal Mexicano.

Se hizo una colecta en beneficio de Regeneración que dio un resultado de ciento cuarenta pesos.

Muy satisfechos deben estar los revolucionarios mexicanos de contar en esta ciudad con tantas simpatías. Dificilmente habrá otra ciudad en los Estados Unidos, donde la Revolución Mexicana cuente con una simpatía más ardiente que aquí, como que los habitantes de esta ciudad son testigos de las iniquidades que ha cometido el Gobierno Americano para aplastar a los revolucionarios, sin haber conseguido otra cosa el despotismo de este país que cubrirse de ridículo.

Compañeros: procurad que en cada ciudad y en cada pueblo donde residáis, se verifiquen actos como el que acabo de reseñaros. Una agitación en ese sentido tendrá como resultado forzar al Gobierno de la Casa Blanca a darle la espalda al tiranuelo de más allá del Bravo, porque, aunque corrompido también este gobierno por ser burgués, tiene miedo a la opinión pública y tendrá que someterse, por conveniencia propia, a la exigencia de los amantes de la libertad.

De las oficinas del Partido Socialista en esta ciudad se envió una circular a todos los periódicos obreros de los Estados Unidos y de Europa y a las agrupaciones socialistas de todo el país, instándoles a que protesten contra el envío de tropas americanas a la frontera de México y a exigir el reconocimiento de la beligerancia de los insurgentes.

Por su parte, el Central Labor Council de esta ciudad va a trabajar porque el movimiento de protesta sea nacional y todo eso augura una época mejor para la causa de la Revolución Mexicana.

La manaza de William Howard Taft que en estos momentos tiene agarrado de los cabellos a Porfirio Díaz que se ve arrastrado y se hunde irremisiblemente en el caos revolucionario, tendrá que aflojar y dejar que se sepulte para siempre el asesino de toda una raza en el mar embravecido de un pueblo que ya va aprendiendo a dar ese grito formidable que espanta a los ricos y a los déspotas: ¡Tierra y Libertad!

Ricardo Flores Magón


1 The Los Angeles Times. Periódico fundado en 1881. Propiedad de Harrison Gray Otis, próspero empresario estadounidense, defendió la política de Porfirio Díaz. De tendencia conservadora, se caracterizó por combatir al movimiento obrero del sur de los Estados Unidos. Desde las columnas del diario emprendió una cruzada de desprestigio en contra de la causa del PLM, que se intensificó a partir de 1911, durante la campaña del PLM en Baja California, lugar en el que tenía grandes intereses por ser dueño de la Colorado River Land Co.

2 Stanley B. Wilson. Periodista, político y líder sindical norteamericano de tendencias socialistas, estrechamente vinculado al movimiento obrero californiano. En 1906 se postuló a la alcaldía de Los Ángeles, como candidato del Labor Union Party. En 1913, junto a Chester M. Wright y Job Harriman, se desempeñó como editor de The Western Comrade.

3 The Citizen. Los Ángeles (1907-1916). Editores: John Murray, Stanley B. Wilson. Periódico unionista vinculado al Partido Socialista de los Estados Unidos. Sucedió al Union Labor News. Se ocupó de la situación política y social de México durante los últimos años del régimen porfiriano, solidarizándose con el proyecto revolucionario del PLM.

4 A. R. Holston. Abogado estadounidense. A fines de los años 1890, practicaba en Minnesota. Miembro del Partido Socialista. Junto con el también abogado Job Harriman, trabaja en la defensa de RFM, AIV, LR y Lázaro Gutiérrez de Lara, encarcelados en Los Ángeles, tras los levantamientos de 1906. Holston no sólo asume la defensa legal de los detenidos sino que participa como orador en diversos actos públicos. Para el 26 de noviembre, 1907 intervino en la velada en el Simpson Auditorium bajo el título: «La situación en México. El Dictador Porfirio Díaz acusado ante el mundo civilizado.» Fue el primer orador en el mitin de recepción que celebró la liberación de los presos magonistas, en el Teatro del Trabajo de Los Ángeles, el 4 de agosto de 1910. En febrero de 1911, Holston junto con John Kenneth Turner forma la red de apoyo a los magonistas que toman Mexicali. Es miembro de la Liga Anti-Intervención y  uno de los oradores en el mitin celebrado en el Labor Temple, de Los Ángeles, organizado por socialistas y radicales para protestar por la amenaza de la intervención militar estadounidense en México, una de cuyas demandas es que se otorgue el status de  beligerantes a los revolucionarios mexicanos. En 1911 vuelve a encargarse de la defensa de magonistas encarcelados a raíz de los sucesos de la Baja California.  Posteriormente fue candidato a representante por el 7 Distrito de California.

5 Job Harriman. (1861-1925). Ministro protestante que devino agnóstico y después socialista.  Abogado y dirigente del Partido Socialista en California. Candidato a la vice presidencia de los Estados Unidos por dicho partido en 1900. Formó parte de la defensa de los miembros del PLM encausados entre 1907 y 1912. Integró el Comité de Defensa de Presos Políticos.  En octubre de 1911, en compañía de Mother Jones, buscó convencer a RFM que cesara su campaña independiente y participara con Francisco I. Madero en la reconstrucción del país. Participó en la defensa de los hermanos McNamara, acusados de haber volado las oficinas de The Los Ángeles Times. Ambos hermanos terminaron declarándose culpables. Lo que significó un duro golpe al movimiento obrero angelino y a su propia carrera política. Candidato a la alcaldía de Los Ángeles, Calif. en tres ocasiones  (1910, 1911 y 1913). En la última ocasión perdió por 800 votos. En 1914 fundo la colonia socialista de Llano del Rio, misma que llegó a tener  cerca de 1000 miembros, en 1918 se trasladó a Louisiana.

6 Librado Rivera. (1864-1932). Originario de Aguacatillos, San Luis Potosí. Educado por el liberal espiritista y profesor Jesús Sáenz y el pastor metodista Hexiquio Forcada. Profesor normalista y periodista. Participó en el Primer Congreso Liberal de 1901, como miembro del Club Ponciano Arriaga de esa ciudad. Siendo secretario del club, fue encarcelado junto con Juan Sarabia y Camilo Arriaga en enero de 1902. Con ellos y en la cárcel fundó El Demófilo. En agosto se trasladó a México, y colaboró en El Hijo del Ahuizote. Aprehendido junto con RFM y los demás redactores el 16 de abril, salió de nueva cuenta de Belem, y pasó a la clandestinidad, emigrando con sus compañeros a Estados Unidos. Siguió el periplo de aquellos por las ciudades de Laredo y San Antonio, Texas y Saint Louis Mo. Al formarse la Junta Organizadora del PLM, el 28 de septiembre de 1905, fue nombrado primer vocal. Un año después, el 12 septiembre de 1906 fue aprehendido junto con Aarón López Manzano a petición del empresario William Greene. Al frustrarse el intento de llevarlo clandestinamente a México, fue liberado a fines de noviembre. A mediados de 1907, se reunió con RFM y Antonio I. Villarreal en la ciudad de Los Ángeles. Fue aprehendido junto con Enrique y RFM el 23 de agosto de 1907. Sentenciado por violación de las leyes de neutralidad., permaneció en la penitenciaría de Florence, Arizona, hasta agosto de 1910. En 1911 fue nuevamente arrestado bajo la misma acusación y pasó a la cárcel de Mc Neil, Washington, junto con Enrique y RFM, Anselmo L. Figueroa. Libre en 1914, regresó a Los Ángeles y se reincorporó a la redacción de Regeneración. Permaneció a lado de RFM cuando el grupo se dividió en 1917 y firmó junto con él, el Manifiesto a los Trabajadores del Mundo, de marzo de 1918, por lo que fue acusado de infringir las leyes de espionaje vigentes durante la primera guerra mundial. Enviado junto con RFM a la penitenciaría de Leavenworth, Kansas a purgar una condena de 15 años. Salió libre el 6 de octubre de 1923, al conmutársele su pena por la deportación. De regreso en México, organizó el grupo Tierra y Libertad en su natal San Luis Potosí. Publicó Sagitario, órgano del grupo Hermanos Rojos. En 1928, desde Doña Cecilia (hoy Ciudad Madero), publicó Avante, periódico suprimido por el gobierno estatal. En 1931 publicó ¡Paso! en la ciudad de México, como órgano del grupo Ideas y Acción. Murió por atropellamiento al año siguiente.

7 Antonio I. Villarreal. (1879-1944). Nació en Lampazos del Naranjo, Nuevo León. Como estudiante de la Escuela Normal de San Luis Potosí, estableció contacto con Camilo Arriaga en San Luis Potosí. Secretario del club liberal «Ponciano Arriaga» de esa ciudad de 1896 a 1898. Regresó a Nuevo León y formó un club liberal en el poblado de Villaldama. Ahí publicó el semanario El Liberal. En 1901, fue encarcelado en la penitenciaría de Monterrey, acusado del asesinato de José Flores. Estuvo preso hasta 1904, año en el que se trasladó e Estados Unidos, para reunirse con los editores de Regeneración. Participó activamente en la redacción del periódico. Probable redactor de las secciones agraria y de educación del Programa liberal de 1906, fue secretario de la JOPLM, desde la constitución de ésta hasta su separación de la misma. Participó en el intento insurreccional de 1906. En compañía de RFM y Librado Rivera, fue arrestado en agosto de 1907 en Los Ángeles, Calif. y trasladado a la penitenciaría de Yuma, Arizona, en 1909. De esa cárcel salió libre en agosto de 1910. Excluido de los asuntos confidenciales de la JOPLM desde 1908, rompió relaciones con ella en 1911, cuando decidió unirse al movimiento maderista. Participó activamente en la campaña maderista de Chihuahua. Fue editor, en junio de 1911, junto con Juan Sarabia, de Regeneración (Ciudad de México), órgano de la Junta Iniciadora de la Reorganización del Partido Liberal. Al triunfo de Francisco I. Madero, fue nombrado cónsul en Barcelona. Volvió a México en julio de 1913. Ese mismo año se unió a las fuerzas de Pablo González Garza al mando del Ejército del Noreste, con quien lo unían lazos familiares. En enero de 1914 fue nombrado comandante militar y gobernador de Nuevo León. Ese mismo año fue representante oficial de Venustiano Carranza, junto con Luis Cabrera y Juan Sarabia, en la firma del Pacto de Torreón, efectuado con Francisco Villa. Con el mismo carácter participó en una conferencia con Emiliano Zapata en busca de la conciliación al triunfo del constitucionalismo. En octubre de 1914, fue electo presidente de la Convención Revolucionaria. Sus diferencias con Carranza lo llevaron al exilio en Brownsville, Texas. Retornó a México tras la proclamación del plan de Agua Prieta. Adolfo de la Huerta lo nombró Secretario de Agricultura y Fomento en 1920. Continuó en el cargo bajo la presidencia de Álvaro Obregón quien le encomendó la dirección de la Comisión Nacional Agraria. En 1922 emprendió una infructuosa campaña para llegar al Senado. Se incorporó a la rebelión delahuertista de 1923. La derrota de la rebelión lo llevó a vivir, tanto en Monterrey como en la ciudad de México en la semiclandestinidad a lo largo de cuatro años. Ante las elecciones presidenciales de 1929, fue aprehendido y expatriado a Estados Unidos, país del que regresó para unirse a la rebelión encabezada por el general José Gonzalo Escobar, contra el gobierno de Emilio Portes Gil. El fracasó de la misma, en abril de 1924, lo llevó a un nuevo exilio, esta vez en San Antonio, Texas. En 1933, volvió a México protegido por la confederación revolucionaria de partidos independientes que lo postuló a la presidencia de la república en las elecciones de 1934.

8 El 23 de agosto de 1907, RFM, Librado Rivera y Antonio I. Villarreal, fueron secuestrados en la ciudad de Los Ángeles por agentes privados de la Furlong Detective Agency. El escándalo impidió su traslado clandestino a territorio mexicano. A cambio fueron conducidos a la prisión del condado donde se les recluyó, acusados violación a las leyes de neutralidad. En 1909 fueron transferidos a la cárcel de Yuma, Arizona, donde permanecieron hasta enero de 1910, cuando fueron transferidos a la penitenciaría de Florence, en el mismo estado. Salieron de dicha prisión el 3 de agosto de ese año.

9 Bertha Wilkins Starkweather. Delegada a la Convención del Partido Socialista de América de 1908, por el estado de California. Publicó un artículo en Regeneración denunciando las tropelías del hermano de Porfirio Díaz, en la región de Juchitán. (The Pied Piper of Juchitan, oct. 15 de 1910) y participó como oradora en varios mítines organizados por el grupo Regeneración de Los Ángeles, California (diciembre 26 de 1910 y febrero11 de 1911). Mantuvo contacto con Regeneración hasta fines de 1911.

10 John Kenneth Turner (1878-1948). Periodista. Nació en Portland, Oregón. Afiliado al Partido Socialista en 1894. Trabajó para The Republican de Fresno, California. En 1906 se trasladó a San Francisco, California, siendo reportero de la sección deportiva del Report Journal. Hacia 1907 se fue a vivir a Los Ángeles y colaboró en The Los Angeles Express. Se entrevisto con los dirigentes del PLM, entonces presos en la cárcel del condado de esa ciudad. Formó un comité de apoyo a los presos junto con Job Harriman, James S. Roche, John Murray, Elizabeth Trowbridge, Ethel Duffy, Pd. Noel y Francis Noel, entre otros. Con ellos formó la Western Press Syndicate, y con el financiamiento de la misma viajó a México en agosto de 1908 junto con Lázaro Gutiérrez de Lara, con el objeto de hacer un reportaje sobre la situación del país. Una primera serie de sus artículos fueron publicados en The American Magazine. Esa misma revista lo envió de nueva cuenta a México en enero de 1909 donde trabajó como cronista deportivo de The Mexican Herald. En abril de ese mismo año viajó a Nueva York y a partir de septiembre, y a lo largo de tres meses, publicó 12 artículos en The American Magazine bajo el título genérico de Mexico Barbarous. Dichos artículos aparecieron también en The Appeal of ReasonInternational Socialist Review y Pacific Monthly. El escándalo suscitado por los mismos provocó entre otras cosas el cambio de dueños de la primera revista citada y el fin de su colaboración en ella. En forma de libro, México Bárbaro apareció en Inglaterra hasta 1910 y en Chicago bajo la firma de Charles E. Kerr. Ese mismo año participó en las audiencias del Comité de Asuntos Internos del Congreso en Washington, relativas a la persecución de exilados políticos mexicanos en Estados Unidos.  Escribió para las revistas  The Coming Nation y The Border. Encargado de la sección inglesa de Regeneración, a fines de 1910. En  enero de 1911 apoyó la insurrección del PLM en Baja California. Promovió la campaña “Hands off of Mexico”, con el objetivo de impedir la injerencia norteamericana en la Revolución. En 1912 viajó de nuevo a México donde se entrevisto con Francisco I. Madero. Testigo de la Decena Trágica de febrero de 1913, fue encarcelado y sometido a simulacros de fusilamiento por parte de los sublevados. Fue puesto en libertad por intervención del embajador norteamericano Henry Lane Wilson. En noviembre de 1913, estableció contacto con Venustiano Carranza a través de Henry Aller Tupper comisionado del Foro Internacional de la Paz. A lo largo de los siguientes años continuó escribiendo artículos sobre la cuestión mexicana. Condenó la toma de Veracruz por tropas norteamericanas en 1914 y la llamada expedición Pershing de 1916. Asistió como oyente a las sesiones del Congreso Constituyente de Querétaro de 1917. Su último viaje a México lo realizó en 1920.

11 Refiérese al reportaje que, a partir de su estancia en México, realizara John Kenneth Turner. Fue publicado inicialmente en forma de artículos, en las revistas norteamericanas American MagazineAppeal to Reason,  International Socialist Review y Pacific Monthly, a partir de octubre de 1909. Apareció en forma de libro, bajo el sello de la casa editorial de Chicago, Charles H. Kerr and Co., en febrero de 1911. El libro fue ampliamente promovido desde las páginas de Regeneración. La primera edición en México se realizó en 1955.

12 Jack London (1876-1916). Marinero, escritor y periodista estadounidense. Miembro del Partido Socialista de los Estados Unidos. Desde finales de 1910 se mostró como entusiasta partidario de la revolución mexicana, y en particular de la causa del PLM, de la que se alejaría unos años después. Fue colaborador de diversas publicaciones radicales de los Estados Unidos. En 1914 cubrió la intervención norteamericana en Veracruz, como corresponsal de Collier’s Weekly, propiedad de William Randolph Hearst. Sus opiniones políticas tornaron hacia el conservadurismo, lo que le valió el distanciamiento de los militantes socialistas de su país. Sus narraciones de aventuras de estilo realista le acarrearon fama mundial. Entre sus obras destacan: El lobo de mar (1904), Colmillo blanco (1906) y el relato autobiográfico John Barleycorn (1913).

Los periódicos americanos de esta mañana, 16 de febrero, anuncian el primer combate habido entre las fuerzas liberales bajo las órdenes de los camaradas Leyva1 y Berthold2 en Mexicali, Baja California, y las del despotismo mandadas por el Coronel Vega.3 Después de la toma de Mexicali, en 29 de enero, la columna liberal marchó hacia el sureste de la población y tomó posiciones en el Picacho, donde por dos semanas estuvo esperando el ataque de los federales. Éstos, mandados por el Coronel Vega, Jefe Político del Partido Norte de la Baja California, no pasaron de Tecate a pesar de que su número era superior al de las fuerzas rebeldes. El Coronel Vega hasta se enfermó ante la posibilidad de tener un combate con los insurgentes. Pidió refuerzos al Dictador, pero los refuerzos no llegaron y no se atrevió a atacar a los insurgentes mientras estos estuvieron en el Picacho.

Fastidiados nuestros compañeros de que no se les diera la oportunidad de medir sus fuerzas con las del despotismo, resolvieron abandonar el Picacho y volver nuevamente a Mexicali, población que tomaron nuevamente sin disparar un tiro el sábado 11 del corriente, pues los cobardes esbirros de la Dictadura huyeron a refugiarse a Caléxico, población que está enfrente de Mexicali en el lado americano. Algunos de esos esbirros pasaron con sus armas al lado americano y se encuentran presos, para cubrir las apariencias, pues el despotismo de Taft es grande amigo del despotismo de Díaz.

Por fin, el día 15, después del medio día, se decidió Vega a atacar a los compañeros en Mexicali. Nuestros compañeros esperaron el ataque enmedio del mayor entusiasmo. Vivas al Partido Liberal y mueras a la tiranía atronaban el espacio.

Vega comenzó el ataque ordenando hacer fuego sobre unos escuchas liberales que se encontraban en el rancho del americano Lee Little. Los escuchas liberales corrieron a dar aviso de la presencia del enemigo y momentos después liberales y federales dieron comienzo a una lucha encarnizada que duró tres horas. Nuestros compañeros, con calma, apuntaban sus carabinas haciendo un fuego certero sobre los miserables esclavos de Porfirio Díaz que caían a cada disparo como carneros. Se cree que el Coronel Vega quedó muerto, pues el que hacía de jefe de los federales, cayó del caballo en lo más recio del combate.

Al caer el jefe, los federales dieron media vuela y corrieron tan pronto como se los permitieron sus piernas a ocultarse tras de una colina cercana, quedando nuestros compañeros firmes en sus puestos que tan valerosamente sostuvieron.

Los federales perdieron más de treinta hombres entre muertos y heridos, mientras nuestros compañeros tuvieron dos muertos y un herido.

Ciento cincuenta liberales derrotaron en esta gloriosa acción a doscientos federales.

El triunfo no pudo ser mejor. Tan desmoralizados quedaron los federales, que muchos de ellos, huyendo como venados, vinieron a dar a territorio americano con armas y caballos. Cinco de esos desdichados fueron desarmados y arrestados por las autoridades americanas, por supuesto, por mera fórmula, pues Taft esta protegiendo a Díaz. Entre los arrestados se encuentra el secretario particular de Vega.

Este ha sido el primer combate de nuestros camaradas en la Baja California. La Bandera Roja ondea victoriosa en Mexicali, ostentando el lema: Tierra y Libertad,  que es la santa aspiración de los libertarios mexicanos. Todos los grupos liberales que se encuentran en acción, usan esa bandera con el mismo lema.

Enviamos nuestro aplauso a nuestros abnegados hermanos que combaten en Mexicali. La gloria ha comenzado a alumbrar  sus limpias frentes, frentes de hombres emancipados que luchan por principios generosos.

Hay que decir, de paso, que el coronelillo Vega dio hace más de una semana una información falsa a los representantes de la prensa. Cuando nuestros compañeros se encontraban en el Pichaco, enviaron a dos compañeros que fueran a buscar sal. Esos compañeros fueron sorprendidos por los doscientos soldados de Vega quienes les hicieron fuego. No se ha vuelto a saber nada de dichos dos compañeros y se presume que fueron muertos villanamamente por los esbirros. A eso le dio Vega las proporciones de una batalla y anunció que se había batido con las fuerzas revolucionarias y que las había derrotado haciéndoles quince muertos. Siempre la mentira de parte de los esbirros.

Las fuerzas liberales en Mexicali aumentan todos los días. Las simpatías por el Partido Liberal son ardientes y todo hace pensar que bien pronto la Península de la Baja California estará en poder del Gran Partido Liberal.

Ricardo Flores Magón


1 José María Leyva. Miembro del PLM desde 1904, participó en la huelga de Cananea en 1906 y en el ataque a Las Vacas, Coahuila en julio de 1908, Emigró a California y se unió al Sindicato de Peones de la Construcción de Los Ángeles, California. Jefe de la expedición liberal que tomó Mexicali, Baja California. Permaneció al frente de las tropas hasta fines de marzo, cuando se retiró y marchó a El Paso, Texas. Ahí se vinculó al grupo de Antonio I. Villarreal. Con Jesús González Monroy, fue comisionado por Francisco I. Madero para negociar la rendición de las tropas liberales en Mexicali en junio de 1911.

2 Simón Berthold. Originario de Nacozari, Sonora, antes de afiliarse al PLM fue miembro del Partido Socialista de California. Junto con José María Leyva encabezó la toma de Mexicali, Baja California, el 29 de enero de 1911.  Con una partida a su mando salió rumbo a Ensenada el 14 de marzo.  Al tomar el poblado minero de El Álamo fue herido, muriendo el 14 de abril de 1911.

3 Refiérese a Celso Vega, coronel del ejército federal y jefe político del distrito norte de Baja California. Combatió a las fuerzas del PLM en aquel territorio entre enero y junio de 1911. Participó en el golpe de Estado que derrocó a Madero en 1913; en recompensa por sus servicios, Victoriano Huerta lo ascendió a general de brigada y fue nombrado jefe de operaciones en Jalapa, Veracruz, cargo que desempeñó hasta 1914.

Pueblo americano, despierta. Adormecido por el tintineo de las monedas de oro de tus amos, no has abierto los ojos para contemplar la tragedia que se desarrolla en el sur. Despierta, pueblo, despierta; deja ya de admirar las riquezas de tus propios verdugos, eslabón de la fuerte cadena que nos esclaviza por igual a mexicanos y americanos, a franceses y españoles, a japoneses y a chinos, a la humanidad entera. Así, pues, nuestra cadena es tu cadena; el Problema del Hambre es universal.

Despierta, pueblo americano: estás en el borde de un abismo y tu amo William Howard Taft se prepara a darte un puntapié para arrojarte a él. Los cosacos de tu país dirigen sus pasos hacia la frontera mexicana con el pretexto de preservar las llamadas leyes de neutralidad que tus amos han convertido en leyes de “parcialidad.” De parcialidad, porque sirven para la protección de un bandido: Porfirio Díaz. ¿Es para sostener bandidos y asesinos y vampiros que chupan la sangre de los pueblos para lo que pagas tus dispendiosos legisladores que hacen leyes contrarias a tus intereses? ¿Eres pueblo civilizado o eres pueblo bárbaro? Contesta de una vez.

Los cosacos que manda tu amo a la frontera mexicana te están cubriendo de vergüenza. Sí, te están cubriendo de vergüenza, y para que te convenzas de que lo que te digo es cierto, pasa la vista por las siguientes notas, copias fieles de sus originales:

Ejército de los Estados Unidos,

Calexico, California,

11 de febrero de 1911.

Señor Simón Berthold, Comandante de las Fuerzas Insurgentes en Mexicali.

Señor: Tengo el honor de informar a Ud. que por telégrafo se me ha ordenado que ponga en vigor las siguientes disposiciones:

1. A ningún insurgente, americano o mexicano, armado o desarmado, se le permitirá que cruce la línea divisoria que separa a México de los Estados Unidos.

2. No se permitirá a los insurgentes que compren armas o PROVISIONES en los Estados Unidos.

3. Los insurgentes que pasen a los Estados Unidos serán reducidos a prisión y desarmados.

4. Adjunto encontrará Ud. el telegrama que me envió el General Bliss.1 Haré que las disposiciones contenidas en ese telegrama sean estrictamente observadas.

Respetuosamente me subscribo su atento servidor.

Conrad S. Babcock,2

Capitán de Caballería.

 

H. D., San Francisco, California

2 de febrero de 1911.

Capitán Conrad S. Babcock, Jefe de las fuerzas Americanas en Calexico, California.

Refiriéndome a sus telegrama de esta fecha, le hago saber que los insurgentes que se pasan a este país, americanos o mexicanos, armados o desarmados, serán arrestados y puestos a la disposición de las autoridades civiles a las que les prestará Ud. ayuda, si fuere necesario, para guardar bajo custodia dichos insurgentes. Tan luego como se lleven a cabo arrestos de esa naturaleza, informe Ud. pormenorizadamente a esta superioridad. A los insurgentes no se les permitirá adquirir armas o PROVISIONES en los Estados Unidos. Solamente podrán cruzar la línea divisoria cuando vengan a refugiarse en este país, y aun en ese caso, se les desarmará y se les retendrá bajo custodia.

(Firmado) Ladd,

Ayudante General.

¿Te atreverás a decir que eso es justo? Todavía menos: ¿te atreverás a decir que siquiera es legal? Porque, ya sabes que la ley y la justicia se dan de bofetones.

Ni justo ni legal: eso es sencillamente atentatorio. ¿Con qué derecho se impide a los revolucionarios mexicanos el cruzar la frontera para venir a comprar a este lado provisiones de boca? ¿No se ve en todo eso el deseo que tiene tu amo Taft de que su compinche Porfirio Díaz continúe oprimiendo al pueblo mexicano? Pero, sábelo bien, Taft no es el responsable. Taft es un instrumento de los millonarios ante cuya grandeza te quedas boquiabierto. Son los Morgan, los Rockefeller, los Carnegie, todos esos grandes señores que tienen sus telarañas en Wall Street, los que mandan a Taft a cometer esas barbaridades.

¿No es penoso que tú que tienes tantas escuelas, que tú que sabes leer y escribir no te des todavía cuenta de que los ricos son tus peores enemigos?

Tus ricos están comprometiéndote. Ha circulado por ahí un telegrama en que se dice que el Gobierno de los Estados Unidos quiere intervenir en los asuntos mexicanos, porque la Revolución no es fuerte para derribar al asesino Porfirio Díaz. Se te engaña, pueblo inocente. Si tus mandarines quieren intervenir en los asuntos mexicanos es porque Díaz ya no puede sofocar el movimiento revolucionario, y como saben que este movimiento acabará con los privilegios del Capital, quieren dar su ayuda al déspota de México. Y una guerra de conquista es lo que se entrevé en el fondo de todo esto; una guerra de conquista en la que perecerán los mejores de tus hijos, los más jóvenes, los más fuertes, porque los mexicanos no vamos a quedarnos con los brazos cruzados; los mexicanos vamos a defendernos como sabemos hacerlo y habrá guerra sin cuartel, guerra de exterminio, sin compasión, sin perdón. El peor momento que puede escogerse para una empresa de conquista es aquel en el que el pueblo que se trata de conquistar está en guerra contra sus opresores.

Suponiendo que lograsen tus amos aplastar al pueblo mexicano, cosa que no sucederá, te lo aseguro, porque los mexicanos sabemos pelear en circunstancias que no puede hacerlo ningún soldado en el mundo; suponiendo, digo, que seamos aplastados los mexicanos, ¿qué es lo que vas ganando en esa empresa loca? Serás tan esclavo del salario como lo eres ahora, con la diferencia de que la cadena será más dura para ti, porque tus amos serán más poderosos pues solamente en beneficio de los ricos se hacen las guerras de conquista. Ten bien presente que los millonarios americanos no quieren que se redima el proletariado mexicano, porque encuentran en México un país en que se pagan unos cuantos centavos al día a los trabajadores y se les trata como bestias de carga. La Revolución Liberal quiere emancipar al trabajador mexicano y eso no conviene a tus amos; quiere también la Revolución Liberal entregar la tierra al pueblo, y tampoco les conviene a tus amos, porque entonces ya no habrá hombres que vayan a trabajar en provecho de los amos mexicanos o americanos o de cualquiera otra nacionalidad.

Despierta, pueblo americano. Comprende al fin que tus gobernantes son como todos los gobernantes del mundo: polizontes de los capitalistas.

Despierta y sal al paso de tus osados mandarines para impedir que te sigan comprometiendo, para evitar que te cubran de vergüenza, porque vergonzoso es que pagues soldaditos y funcionarios para que ayuden a un déspota extranjero a tener en la esclavitud a un pueblo entero.

Si no lo haces así, aparte de que se te tache de bárbaro, tu inacción no servirá sino para remachar tus cadenas.

Ricardo Flores Magón


1 Refiérese a Howard Bliss Tasker (1853-1930). Militar estadounidense. Jefe de la zona militar de California. Entre 1911 y 1914, se encargó de vigilar los movimientos de tropas rebeldes en la frontera mexicana con Arizona y California. Al concluir la primera guerra mundial, tomó parte en la Conferencia Internacional de Paz.

2 Conrad S. Babcock (1876-1950). Militar estadounidense. Tomó parte en la guerra contra España (1898) combatiendo en Filipinas. En los primeros años de la revolución mexicana fue el encargado formal  por parte del ejército norteamericano, de hacer cumplir las leyes de neutralidad en la frontera sur de California. A solicitud del cónsul de México en Caléxico, impidió que los rebeldes del PLM en Baja California recibieran apoyo material. Durante la primera guerra mundial, peleó en Francia con el grado de coronel.

Día a día la Revolución adquiere más altos vuelos. Día a día por lo tanto, la tiranía pierde terreno.

El miedo ha desaparecido; el miedo, sostén de los despotismos.

Pero aquellos bravos hermanos necesitan ayuda. Es preciso que nuevas columnas revolucionarias se pongan en acción para debilitar más todavía al despotismo y asegurar su derrota. Es urgente que nuevas columnas liberales se lancen a la lucha.

Para ello se necesita dinero. El dinero, es el nervio de la guerra, dijo alguno, y dijo bien.

Compañeros y simpatizadores de la Revolución Liberal: enviad fondos, enviad fondos sin cansaros para el fomento de la Revolución.

Invitad a todos vuestros amigos a que se inscriban como miembros del Partido Liberal o que de cualquier manera ayuden con fondos. Se necesita que cada hombre y cada mujer envíen su óbolo para el fomento de la Insurrección. No hay que tener miedo: pensad en los que en estos momentos exponen sus valiosas vidas por hacernos libres y felices. ¿Pagaréis con vuestra indiferencia la abnegación de los héroes?

Los que están combatiendo con las armas en la mano dan su sangre, ¿por qué no dais vosotros vuestros dinero? El dinero vale menos que la vida.

Responded al llamamiento que se os hace.

Responded a este llamamiento todos los que no estéis satisfechos con ser esclavos.

Lo principal en estos momentos para todo mexicano es unirse al Partido Liberal, procurar que este Partido adquiera una fuerza poderosa hasta poder colocarse a una altura que garantice la victoria de los principios igualitarios que sostiene.

Si no contribuís para el fomento de la Revolución, no tendréis derecho a quejaros de vuestra suerte.

Ayudad, ayudad, a romper el yugo.

Ricardo Flores Magón

El lobo se ha despojado de la piel de oveja y ha mostrado los colmillos y las garras. El histrión de la democracia no pudo representar por más tiempo su papel. Francisco I. Madero, el menguado politicastro, el vulgar ambicioso que quiere encaramarse sobre los hombros del pobre pueblo para cobrar los supuestos servicios que le ha prestado, acaba de echarse en un charco: el de la traición.

Ya es sabido, porque lo publicamos en Regeneración, que el compañero Prisciliano G. Silva1 tomó Guadalupe, Chih.,2 el día ocho del corriente, apoderándose de valiosos elementos de guerra, abundantes provisiones, vestidos y otras cosas necesarias para la campaña. El compañero Silva me decía en una carta, refiriéndose al espléndido botín de guerra que había capturado: “Con estas armas vengaremos las humillaciones de que ha sido víctima nuestra raza; con estas armas redimiremos al proletariado de México.”

¡Ah, noble compañero, te equivocaste! Esas armas que iban a servir para emancipar a los trabajadores mexicanos, sirven en estos momentos para apoyar las ambiciones de Francisco I. Madero. Esas armas iban a servir para romper las cadenas del proletariado mexicano; pero ahora, en manos de Madero, servirán para remacharlas.

Las esperanzas de Silva

El compañero Prisciliano G. Silva esperaba en Guadalupe la incorporación de cincuenta hombres que se habían separado de la columna del maderista Pascual Orozco por no simpatizar con los principios personalistas. Esperaba Silva, además, la incorporación de la importante columna del jefe Gabino Cano,3 quien, maderista al principio de la lucha, por creer equivocadamente que el Partido Liberal trabajaba de acuerdo con el maderismo, se convenció, al fin, de su error y había prometido a nuestro compañero unírsele para continuar juntos la campaña por la redención del pueblo pobre de México. Cano tuvo que traer al lado norteamericano a catorce heridos insurgentes, y tenía el propósito de marchar a reunirse con el compañero Silva en Guadalupe.

La traición

Madero supo las intenciones del compañero Cano, y, para evitar que las fuerzas del compañero Silva se robustecieran, delató a Cano ante las autoridades federales de los Estados Unidos, dando por resultado el arresto de Cano, quien se encuentra preso, acusado tal vez de violación a las leyes de neutralidad. En seguida Madero envió un correo a Silva “ordenándole” que asumiera el cargo de jefe maderista. Como era natural, el compañero Silva envió a paseo al histrión Madero. Entonces recurrió éste a la infamia: fingió abrigar los mejores deseos para el Partido Liberal, fingió no tener encono alguno contra Silva y se presentó amigablemente en Guadalupe al frente de unos quinientos hombres. Con zalamerías de prostituta y sonrisas de afeminado e insinuoso como una víbora, Madero brindó su amistad al compañero Silva y le propuso que se unieran por el momento para resistir el ataque de las fuerzas de Navarro, que en número de 800 hombres se dirigían sobre Guadalupe. La honradez siempre es confiada, y el pobre anciano Silva convino en luchar en combinación con los maderistas para resistir el ataque del enemigo común.

El ardid infame

Moría la tarde del 16 del corriente. La fuerza liberal se disponía a descansar cuando Madero anunció que el enemigo se encontraba al frente. Nuestros bravos compañeros se dispusieron, desde luego, a la lucha. Se dio la orden de que los nuestros se dividieran en cuatro columnas, intercalan doce columnas maderistas. Honrados todos los nuestros, no desconfiaron de que se les estaba preparando la infame trampa en que debían caer todos, todos sin excepción. El entusiasmo de nuestros compañeros era indescriptible; por fin iban a luchar, por fin se presentaba la ocasión de medir sus fuerzas con los sicarios del despotismo. Avanzaron los nuestros, mientras el jefe Silva era llamado por Francisco I. Madero, con el pretexto de estudiar el plan de resistencia… Momentos después, un anciano, atado codo con codo y fuertemente escoltado por los esbirros de Madero, dirigía sus viejos ojos hacia la nube de polvo que se veía a lo lejos levantada por la marcha de sus hermanos. Ese anciano era el leal y valeroso soldado de la revolución social, el amigo y defensor del proletariado: Prisciliano G. Silva.

El nuevo dictador

Silva fue hecho prisionero por Francisco I. Madero porque no quiso reconocerlo como “Presidente provisional de la República Mexicana”. Madero, cuando tuvo a Silva entre sus garras, cuando ya la fuerza liberal estaba lejos, lo intimó para que le hiciera los honores de un “Primer Magistrado.” Silva, libertario, se rehusó a reconocer al mentecato. Ningún libertario debe reconocer amos en la tierra.

El despojo

Llevada a cabo la cobarde hazaña, Madero y sus compinches se lanzaron a caballo hacia donde marchaban liberales y maderistas a encontrar al supuesto enemigo. Mandó hacer alto el payaso del “sufragio efectivo”, y dijo a las tropas: “Soldados de la libertad: creo que me habéis reconocido como vuestro ‘Presidente único, como vuestro jefe’ que se sacrifica por vosotros aceptando ocupar un cargo tan difícil como es el de la Presidencia de la República. Sólo porque vosotros lo ordenáis, os obedezco; seré Presidente y os ofrezco gobernar con la ley. Todos vosotros tendréis derecho a votar, y eso os dará la felicidad”.

La protesta

De las bocas de nuestros compañeros salió este grito: “no queremos amos; queremos tierra y libertad. La boleta electoral no nos dará de comer.”

Al oír esas palabras de viril protesta, el iscariote Madero ordenó a sus esbirros que nuestros compañeros fueran hechos prisioneros y se les quitasen las armas, las provisiones, los caballos, los carros de transporte, los vestidos, todo lo que habían conseguido en Guadalupe, y quedaran arrestados también. Sólo ocho de nuestros compañeros pudieron escapar de las garras del novel tiranuelo, del tan aclamado Madero, cuya pérfida acción lo presenta como un ambicioso vulgar que no quiere otra cosa que llegar a ser Presidente para sacar del pobre pueblo los miles de pesos que ha gastado en la revuelta.

La actitud de De Lara

Lázaro Gutiérrez de Lara ha representado en este asunto un importante papel. Este individuo estuvo explotando en esta ciudad unas vistas, declarando que el producto lo invertiría en su marcha para México, adonde iba a tomar parte en la Revolución. En efecto, con ese dinero marchó a El Paso, donde estuvo dando conferencias de paga, haciendo entender que los productos iban a ser destinados a la Revolución. Los liberales ayudaron a De Lara porque haciendo aparecer artículos suyos en Regeneración,4 lo creyeron de alguna manera ligado a los trabajos del Partido Liberal, como en efecto fue así en lo que respecta a la propaganda de los principios del Partido. Nadie podía sospechar que De Lara —que había recibido dinero de los liberales, que había obtenido dinero del grupo Regeneración, de esta ciudad, para sus gastos de viaje, que hablaba en El Paso a favor del Partido Liberal y que en todos sus actos se mostraba como sostenedor de los principios de emancipación económica del proletariado— se pasara, con armas y bagajes, al maderismo.

Después de que Silva hubo tomado Guadalupe se le presentó Gutiérrez de Lara con 28 norteamericanos, diciendo que iba a incorporarse a esa columna liberal. El compañero Silva no tuvo ninguna desconfianza de quien tanto había hablado en favor del Partido Liberal, y lo admitió, dándole la jefatura del grupo de norteamericanos aventureros.

Cuando ocurrió el arresto del compañero Silva, Gutiérrez de Lara mandó a sus norteamericanos que obedecieran a Madero, y él mismo se puso a las órdenes del millonario, del enemigo jurado de la clase trabajadora, del burgués que hace derramar la sangre del pueblo para llegar a ser Presidente de la República.

Compañeros: a vosotros toca juzgar la conducta de Gutiérrez de Lara; pero antes responded a esta pregunta: ¿puede un hombre que lucha por la clase trabajadora ingresar a un partido enemigo acérrimo del proletariado, como es el maderista?

De Lara, ahora, es uno de los favoritos de Madero en la columna de este payaso.

¿Qué quiere Madero?

Quiere lo que ha querido siempre: ser Presidente de la República, esto es, estar en condiciones de poder aumentar todavía más su enorme capital, pues ese individuo es millonario. Para conseguir su propósito, Madero ha recurrido a toda clase de malas artes: el engaño, la adulación a las masas, la intriga, la hipocresía y, por fin, el crimen, porque crimen es tomar la parte del tirano para desarmar y aprisionar a los defensores de la Libertad.

Madero es un miserable delator de los revolucionarios que luchan por principios: la prueba está en la aprehensión de Gabino Cano, por la denuncia que hizo Madero a las autoridades federales de los Estados Unidos para que cayese ese luchador tan sólo porque es liberal.

Aprovechándose Madero de la circunstancia de estar presos en los Estados Unidos algunos de los miembros de la Junta Organizadora del Partido Liberal, y de andar los demás perseguidos de cerca por la policía de México y de este país, mandó agentes a todos los Estados de la República con instrucciones de conferenciar con los miembros del Partido Liberal, a quienes se hizo creer que la Junta estaba de acuerdo con la campaña política antirreeleccionista. La Junta no pudo protestar contra el vil engaño, porque el dictador Porfirio Díaz había recomendado a su aliado Taft que se nos tuviera incomunicados, como lo estuvimos en efecto los tres años que duramos en la prisión en este país. El engaño, pues, creció, creció mucho, y como no podíamos desbaratarlo con nuestra negación desde el fondo de nuestros calabozos, adquirió los caracteres de una cosa cierta. Lo curioso era que, mientras los agentes secretos de Madero decían por todas partes que el Partido Liberal estaba de acuerdo con sus trabajillos políticos, la prensa pagada por éste no decía una sola palabra acerca de la penosa situación en que nos encontrábamos, aplastados por la fuerza combinada de los dos Gobiernos: el norteamericano y el mexicano. En los últimos cuatro años que duró la persecución contra nosotros en este país, el público mexicano no supo nada de lo que aquí acontecía, pues Madero había ordenado a sus periódicos que callasen, que no hablasen nada sobre las infamias de que estábamos siendo víctimas en un país extraño por defender la libertad del pueblo mexicano.

La agitación liberal

Y, sin embargo, si algún éxito tuvo Madero en su agitación política, se debió a dos cosas:

1ª.  A la vigorosa propaganda que el Partido Liberal había iniciado desde el año de 1900, cuando ni siquiera se sabía que existía Francisco I. Madero, y cuando se trabajó en condiciones verdaderamente difíciles. Los liberales comenzamos nuestros trabajos cuando todo el pueblo estaba profundamente dormido y no se oía otra cosa que los cánticos entonados al “Héroe de la Paz”. La tarea fue dura, sufrimos prisiones y castigos inquisitoriales, muchos de los nuestros murieron en sus calabozos o en las camas de los hospitales y a otros se les aplicó la ley fuga. A pesar de todo, la obra de propaganda continuó con creciente energía, hasta que, a la vuelta de los años, el pueblo comenzó a despertar; pero no despertó porque la desabrida voz de Madero le hubiera conmovido, pues a Madero no se le conocía, a no ser en sus haciendas, donde esquilmaba a sus desventurados peones. El pueblo despertó ante la energía de los liberales que le mostraban la verdadera situación de México. Búsquense las colecciones de periódicos liberales de 1900 a 1908, y se verá que Madero era un desconocido para la Nación, pues solamente se oía hablar de él en la región lagunera del Estado de Coahuila.

2ª  El éxito de Madero se debió, igualmente, al miedo que sentía el Gobierno por la revolución con que lo tenía amagado el Partido Liberal. Porfirio Díaz se vio precisado a dar facilidades y garantías a Madero para su campaña electoral en vista de que el pueblo había despertado, sacudido por la propaganda liberal y la acción de las armas de nuestro Partido desde el año de 1906. Por otra parte, gracias a la agitación que iniciamos en todo el mundo para demostrar que Díaz era un tirano, la opinión  que de él se tenía en el extranjero fue cambiando. Al principio se le consideraba en todas partes como estadista modelo que hacía la felicidad del pueblo; pero nuestra constancia hizo que esta opinión se volviera en su contra. Díaz teme la opinión extranjera, y tuvo que dejar libre a Madero para que hiciera la farsa de elección.

Terreno abonado

Madero encontró todo listo para encumbrarse. Los sacrificios de todos los luchadores iban a servirle a él con el simple gasto de unos cuantos miles de pesos, que previamente había robado a sus desventurados peones, teniéndolos, como lo hacen todos los hacendados, a ración de hambre. Esa es la acción que los papanatas aplauden: el que Madero haya gastado dinero para armar gente. Ese dinero no era de Madero, sino de los trabajadores a quienes explotaba, y, por otra parte, ese dinero tendrá que sacarlo de los bolsillos de los pobres si por desgracia llega a ocupar la Presidencia de la República.

Libres al fin

Cuando, gracias a la agitación del elemento radical de esta Nación, se vio forzado Taft a dejarnos en libertad hace apenas un poco más de seis meses, nos dimos cuenta de las engañifas de que se estaba valiendo Madero para hacer que los liberales se adhirieran a él, e interpelamos a Madero por medio de una comunicación oficial dirigida al mismo San Luis Potosí, sobre su actitud respecto del Partido Liberal. Madero contestó que no admitía nuestro programa. A nuestro poder llegaban consultas y más consultas sobre si los principios del maderismo eran los mismos que los del Partido Liberal y si estábamos o no de acuerdo con Madero para trabajar en contra del despotismo. Eso provenía de que los agentes de Madero continuaban, como continúan actualmente haciéndolo, su obra de embaucamiento, diciendo a los liberales que la Junta estaba de acuerdo con él. Tal engaño dio por resultado que muchos liberales tomaran las armas a favor de Madero, pues no teniendo noticia de nosotros porque Regeneración no puede entrar en México, creían de buena fe lo que los agentes del “Presidente Provisional” les decían.

El engaño continúa

Madero continúa embaucando a los liberales. En El Dictamen Público5 de Veracruz aparece con grandes encabezados que Francisco I. Madero y Ricardo Flores Magón han lanzado un manifiesto a la Nación mexicana declarando que se han unido los dos Partidos, y que Madero firma como “Presidente Provisional” y yo como “Vicepresidente”, igualmente provisional. No sé si habrá circulado o no ese menguado Manifiesto; pero lo que sí es cierto, es que la noticia ha volado en los periódicos de México por orden de Madero, para que el pueblo continúe engañado y le preste al ambicioso político el apoyo que necesita para llegar a la Presidencia.

También ha hecho circular la noticia de que José María Maytorena, un adinerado de Sonora, es el “gobernador provisional” de ese Estado, cuando por maderistas he sabido que Maytorena ha despachado a Madero con cajas destempladas.

Yo no quiero ser tirano

Yo no peleo por puestos públicos. He recibido insinuaciones de muchos maderistas de buena fe, pues que los hay, y bastantes, para que acepte algún cargo en el llamado gobierno “provisional”, y el cargo que se me dice acepte es el de Vicepresidente de la República. Ante todo debo decir que me repugnan los Gobiernos. Estoy firmemente convencido de que no hay ni podrá haber un Gobierno bueno. Todos son malos, llámense monarquías absolutas o constitucionales repúblicas. El Gobierno es tiranía porque coarta la libre iniciativa de los individuos y sólo sirve para sostener un estado social impropio para el desarrollo integral del ser humano. Los Gobiernos son los guardianes de los intereses de las clases ricas y educadas, y los verdugos de los santos derechos del proletariado. No quiero, pues, ser un tirano. Soy un revolucionario y lo seré hasta que exhale el último aliento. Quiero estar siempre al lado de mis hermanos los pobres para luchar por ellos, y no al lado de ricos ni de los políticos, que son opresores de los pobres. En las filas del pueblo trabajador soy más útil a la humanidad que sentado en un trono, rodeado de lacayos y de politicastros. Si el pueblo tuviera algún día el pésimo gusto de aclamarme para ser su gobernante, le diría: “Yo no nací para verdugo. Busca a otro”.

La libertad económica

Lucho por la libertad económica de los trabajadores. Mi ideal es que el hombre llegue a poseer todo lo necesario para vivir sin tener que depender de ningún amo, y creo, como todos los liberales de buena fe lo creen, que ha llegado el momento de que los hombres de buena voluntad debemos dar un paso hacia la verdadera libertad, arrebatando la tierra de las garras de los ricos, inclusive a Madero, para entregarla al legítimo dueño de ella: el pueblo trabajador. Conseguido esto, el pueblo será libre. Pero no lo será si eleva a Madero a la Presidencia de la República, porque ni Madero, ni ningún gobernante, se atreverán a dar un paso de esa naturaleza, y, si lo hicieran, los ricos se levantarían en armas y una nueva revolución seguiría a la presente. En esta revolución, en la que estamos contemplando y la que tratamos de fomentar, debemos quitar la tierra a los ricos.

Madero espantado

Madero comprende cuáles son los fines del Partido Liberal, y por eso trata de aplastar el movimiento liberal con tanta rabia como lo hace Díaz. El plan de Madero es destruir el movimiento liberal para quedar dueño del campo, derribar a Díaz y sentarse en el Poder para continuar la obra de Díaz, pues el “sufragio efectivo” es una de las más groseras mentiras con que se adormece al pueblo. Con el hecho de firmar boletas electorales no come el pueblo. Se necesita la conquista de la tierra; mas como Madero es dueño de grandes propiedades territoriales, ve con disgusto la actitud revolucionaria del Partido Liberal. Madero quiere seguir teniendo peones, quiere seguir viviendo a expensas del sudor y del sufrimiento de los humildes. Cuando interpelamos a Madero sobre su actitud acerca del Partido Liberal en septiembre del año pasado, él nos contestó que no podía aceptar el programa porque se retirarían de su partido muchos “elementos valiosos”, los ricos. Tuvo la hipocresía de no decir que él era uno de los que se perjudicarían con la implantación del programa en materia de tierras.

Madero es mocho

Tal vez no todos están al corriente de que Madero le ha ofrecido al clero no respetar las Leyes de Reforma y dejarlo mangonear como le convenga. El clero de Puebla dedicó misas para que la Divinidad pusiera en libertad al candidato cuando estaba preso en San Luis Potosí. El clero era otro de los valiosos elementos que se retiraría de las filas de Madero si adoptase el programa del Partido Liberal.

Fin

Como habéis visto, compañeros, Francisco I. Madero, el fingido amigo del pueblo, lucha contra los intereses del pueblo, pues se une al despotismo para aplastar las columnas liberales.

Este asunto es serio, bastante serio. Madero se ha descubierto: mientras sus agentes dicen a los liberales que las dos causas son iguales, que el Partido Liberal lucha unido al maderismo, el “Presidente Provisional” aplasta las columnas liberales simplemente porque los liberales luchamos por el beneficio de las clases trabajadoras y en contra de los burgueses.

Los liberales estamos luchando en condiciones verdaderamente excepcionales. No contamos en nuestras filas con millonarios, ni contamos con el apoyo de los banqueros norteamericanos, como sucede con Madero. Cada arma que consigue un liberal representa muchos días de privaciones: representa el sacrificio de una familia y el sacrificio de un hombre que tiene que transportarse, como puede, al lugar de la lucha. Los proletarios contribuyen con sus modestos recursos, privándose de muchas cosas útiles, por fomentar el movimiento liberal. Todos los humildes tienen puesta su esperanza en cada fusil de un luchador liberal. De la bravura del luchador y la eficacia del fusil depende la libertad de toda una raza; pero los elementos conseguidos a costa de tantos sacrificios, los fusiles y los cartuchos comprados con las monedas que se han sustraído al gasto diario de los hogares pobres, son arrebatados por el millonario ambicioso que no quiere que el pueblo se liberte de la cadena del Capital ni del yugo autoritario.

Mexicanos: abrid bien los ojos. ¿Por qué no quiere Madero que luche el Partido Liberal? Porque el Partido Liberal lucha por los pobres, cuyos intereses son opuestos a los de los ricos. El interés del rico es tener al pobre sujeto al salario. El interés del pobre es librarse del salario y vivir sin depender de un amo. El rico necesita que haya pobres, pues de lo contrario el rico mismo tendría que trabajar, y por eso Madero no quiere que triunfe el Partido Liberal, porque se acabarían los pobres, esto es, los esclavos de los ricos.

A pesar de Madero, nuevas columnas liberales siguen entrando en acción y cada vez es más poderoso el movimiento netamente liberal.

Ayudad todos para que el movimiento liberal llegue a predominar. La salvación no está solamente en la caída de Díaz, sino en la transformación del sistema político y social que actualmente impera, y esa transformación no se opera por el mero derrocamiento de un tirano para que suba otro, sino por la negación del pretendido derecho del Capital a apropiarse de una parte de lo que producen los trabajadores.

Mexicanos: vuestro “Presidente Provisional”, como él mismo se llama, ha comenzado a dar golpes a la libertad. ¿Qué sucederá cuando el “provisional” llegue a ser efectivo? Recordad que en estos momentos en el campamento de Francisco I. Madero se encuentra prisionero un noble anciano que no ha cometido otro crimen que luchar por vuestro bienestar.

Ricardo Flores Magón


1 Prisciliano G. Silva. Militante del PLM, residente de El Paso, Texas. En su casa se llevaron a cabo los preparativos abortados para la toma de Ciudad Juárez en 1906.  A lado de su hermano Benjamín, Leocadio Treviño y José M G. Ramírez participó en el ataque de Viesca, en junio 24 y 25 de 1908, antes de ser arrestados en El Paso, por la policía de la ciudad. Liberado antes del levantamiento maderista, participó en el grupo de Praxedis G. Guerrero que tomó Janos, Chih. En los últimos días de 1910.  Para el  11 de febrero de 1911 estaba en posesión de Guadalupe, Chihuahua, con 100 hombres. Desde ese lugar envió material de guerra a Francisco I. Madero, por conducto de Lázaro Gutiérrez de Lara, Su negativa a reconocer la jefatura de Madero ocasionó su arresto. Una vez libre, siguió operando en la misma zona hasta el 2 de agosto de 1911, cuando derrotado y herido fue trasladado a Ciudad Juárez. Después de que sus tropas fracasaron en el intento de liberarlo, fue trasladado a la ciudad de México junto con otros miembros del PLM, Jesús M. Rangel y  Eugenio Alzalde. En la ciudad de México, Juan Sarabia logró que se uniera al maderismo.

2 Véase Antonio I. Villarreal, “La guerra en México”, Regeneración, 4ª época, núm. 25, febrero 18, 1911. En esta crónica de la lucha revolucionaria se insertaron dos misivas de Prisciliano G. Silva, dando parte del triunfo de las fuerzas liberales

3 Gabino Cano. Liberal. Chihuahuense.  Inicialmente incorporado a las fuerzas maderistas. Junto con Prisciliano G. Silva, toma el poblado de Guadalupe, Chih. , con su columna de 50 hombres, el 8 de febrero de 1911.  Fue comisionado para llevar 14 heridos a territorio norteamericano. Denunciado por Madero, fue arrestado y acusado de violación de las leyes de Neutralidad. Tras salir libre se trasladó a la ciudad de Chihuahua, bajo la protección de Pascual Orozco. El 13 de agosto de 1911, es arrestado, junto con Luis A. García y José Flores Alatorre por órdenes de Abraham González. Fueron enviados a la cárcel de la ciudad de México, junto con Jesús M. Rangel y Prisciliano G. Silva. Se desconoce su trayectoria posterior.

4 Regeneración publicó los siguientes artículos de Lázaro Gutiérrez de Lara: “¿Son bestias los niños mexicanos?”, núm. 3, septiembre 17, 1910; “1810-1910”, núm. 3, septiembre 17, 1910; “Joachin [sic] D. Cassasús”, núm. 11, noviembre 12, 1910; “El déspota se bambolea”, núm. 14, diciembre 3, 1910.

5 El Dictamen Público. Veracruz, Ver. (1898) Francisco Miranda, director. Inició como semanario y a partir de 1899 empezó a publicarse diariamente. De tendencias liberales, centró sus intereses en al situación política y económica del puerto. En 1904 cambió su nombre por El Dictamen, cuando fue vendido al empresario neoleonés José Hinojosa.

La resonancia que tuvo el triunfo de nuestros compañeros en Mexicali contra los soldados federales mandados por el Coronel Vega, ha hecho que afluya a aquel lugar un crecido número de voluntarios a quienes es imposible dar armas por lo pronto. Si hubiera mil fusiles disponibles, mil hombres los tomarían en seguida ansiosos de prestar su ayuda a la causa del proletariado.

La actividad de Otis.

El General Otis,1 dueño del infame periódico The Los Angeles Times que, como es bien sabido, fue obsequiado por Porfirio Díaz con millones de acres de terreno en la Baja California para que le hiciera bombo en los Estados Unidos, se muestra muy activo conferenciando con jefes militares de este país para estudiar los medios de contrarrestar  el movimiento liberal. Otis tiene un rancho en la Baja California, cuyos terrenos se perdieron de vista y los cuales parece que van a ser aprovechados como base de operaciones de los federales.

Nueva victoria en la Baja California.

La noche del 21 de este mes, un destacamento de 25 compañeros fue de Mexicali a Los Algodones con el objeto de recoger elementos para la campaña. Tomaron el tren denominado Inter-California cerca de la Estación de Packard y lo hicieron retroceder a la Aduana de Los Algodones en la misma Baja California. Al llegar a dicho lugar, nuestros compañeros se dirigieron sin pérdida de tiempo al cuartel al que hicieron fuego resultando desde luego muerto el Jefe de los Rurales Cecilio Garza y el Jefe de la Aduana, Tomás Beléndez. Los federales echaron a huir como liebres, muertos de miedo, para el lado americano, y tal era el terror de que iban poseidos, que no advirtieron  que una cerca de almabre les cerraba el paso, enrredándose en las puntas que les desgarraron las carnes; pero no por eso se detuvieron, corrieron en precipitada fuga y a la desbandada hasta el pueblo llamado Andrade, dejando en poder de nuestros compañeros, armas, víveres, municiones de guerra y el dinero de la Aduana.

Nuestros compañeros incendiaron la Aduana, la residencia de los inspectores aduanales y regresaron con su botín de guerra en el mismo tren a Mexicali, a reunirse con el resto del Ejército Liberal que allí opera a las órdenes de los libertarios Leyva y Berthold. No hubo pérdida ninguna de parte de nuestros compañeros.

Reina el entusiasmo en Mexicali.

Los dos triunfos de nuestros compañeros sobre los soldados de la Dictadura han inflamado el entusiasmo de todos los habitantes de Mexicali. Hay, como se dice al principio, hombres para tomar mil fusiles, si mil fusiles hubiera a su disposición.

Un telegrama a Taft.

El compañero José María Leyva envió al Presidente Taft un enérgico telegrama protestando contra el permiso concedido a Porfirio Díaz de pasar tropas mexicanas por territorio americano para atacar a los insurgentes. Leyva declaró en su telegrama que, si tal permiso era dado, él impediría el paso de esas tropas atacándolas antes de pasar.

Grande excitación.

Los americanos que simpatizan con el movimiento revolucionario se muestran sumamente indignados contra el permiso que Taft concedió a Díaz para que envíe por territorio americano tropas mexicanas destinadas a atacar a los insurgentes, y es probable que Taft no sostenga al fin su descabellada orden en vista de posibles dificultades en territorio de los Estados Unidos.

Palomárez prisionero.

Fernando Palomárez,2 el modesto luchador que sin pretensiones de ninguna clase lo sacrifica todo a la lucha contra la opresión del Capital y que luchó como un valiente contra las fuerzas del Coronel Vega, es ahora un prisionero de los Estados Unidos. Palomárez, después del combate en que salió derrotado Vega, sufrió un ataque cerebral motivado por la gran actividad que había mostrado durante los días anteriores en que casi no había dormido ni se había alimentado convenientemente. La Cruz Roja lo recogió del campo de operaciones y lo llevó a Calexico, donde fue curado en el hospital de dicha organización. Una vez restablecido, se le impidió por las autoridades americanas volver a Mexicali a reunirse con los compañeros y se le retuvo en prisión. Hoy, 23 de febrero, nuestro querido compañero fue puesto en libertad; pero solamente para que, detectives que fueron de esta ciudad, lo arrestaran nuevamente. He aquí el telegrama en que se anuncia ese injustificado arresto:

“Palomárez ha sido arrestado y llevado a esa ciudad por detectives.

Firmado: Simon Berthold.”

Palomárez es un joven de gran caracter. Su vida esta dedicada a la redención de la clase trabajadora. Es miembro de la Industrial Workers of the World.3 Su ambición es ver a sus hermanos los trabajadores ganando el producto íntegro de su trabajo, y es preciso que hoy todos los trabajadores ayuden al compañero protestando contra su arresto ilegal y enviándole fondos para que pueda ayudarse en la penosa situación en que lo ha colocado la parcialidad de Taft con el tirano Díaz.

El compañero McDonald4 que resultó herido en el combate contra las fuerzas de Vega, está ya en libertad.

Vega sin dientes.

Uno de los balazos que recibió Vega le destrozó las mándibulas. Su maltrecha columna se desorganizó por completo pocos días después de la derrota, y llegó a Ensenada acompañado de dos soldados que ocupaban el carruaje en que se le conducía. Todos los demás federales se desertaron en el camino. Se dice que Vega ha mandado a sus esbirros a que “echen leva” en los ranchos y haciendas para formar otra columna con que atacar a nuestros compañeros.

El movimiento en Coahuila.

Una de las guerrillas que operan en la región de La Laguna, hace visitas continuas a las goteras de Viesca, sin que los federales se apresten a la lucha. Cada vez que los insurgentes quieren descansar de la vida al aire libre, van a los barrios de Viesca y no son molestados por los soldaditos del tirano.

Centro rebelde.

La región comprendida entre los Estados de Coahuila y Durango es un verdadero centro rebelde, pues las guerrillas pululan por ahí y las fuerzas del despotismo tienen que luchar diariamente con las diversas partidas rebeldes, ocasionando eso una extrema fatiga y una desmoralización grandísima que se traduce en deserciones a granel de los soldados federales.

Lucha en Jimulco.

En un encuentro efectuado entre una guerrilla de rebeldes y un cuerpo de Rurales en un lugar llamado Cañón del Araujo en la Sierra de Jimulco, los rurales mandados por el mayor Ramos, tuvieron que dar media vuelta después de dejar a muchos de sus colegas atravesados por las balas de los insurgentes.

Por Chihuahua.

250 yaquis se han unido a las fuerzas del Jefe revolucionario José de la Luz Blanco,5 en Guzmán. La fuerza de Blanco es poderosa, pues con él operan las fuerzas de los compañeros Leónides Vázquez y Cenobio Orozco, que tantos triunfos han alcanzado en el norte de la Sierra de Cihuahua. Blanco odia los personalismos, y por esa razón lucha con los liberales. Una vez Pascual Orozco, el maderista, pretendía ordenarle ciertos movimientos militares. Blanco desconoció la autoridad de Orozco (el maderista). Entonces, Abraham González, el “Gobernador Provisional” del Estado de Chihuahua, le ordenó que obedeciera a Pascual. Blanco se negó  reconocer la “autoridad” del “provisional.” Viendo el maderismo que no podían hacer entrar a la “obediencia” al enérgico Blanco, el “Presidente Provisional” le ordenó que obedeciera a los jefes maderistas. Blanco dijo que no reconocía autoridad ninguna en Madero. Entonces éste lo mando arrestar; pero como la escolta que iba a arrestar a Blanco era de veinte hombres, el compañero Blanco se echó a reír y despachó a paseo a sus aprehensores, a Pascual, a Abraham González y al traidor Madero. La columna combinada de Blanco y Vázquez y Cenobio Orozco, es una de las más fuertes en el Estado de Chiuahua.

El compañero Alanís.

La columna liberal al mando del compañero Lázaro S. Alanís6 se encuentra operando con buen éxito a sesenta millas al sur de Ciudad Juárez. Esta columna ha sostenido combates encarnizados con las tropas del despotismo, y a pesar de haberse encontrado por mucho tiempo casi aislada de todo contacto con rebeldes ha sabido salir avante en su empresa de reclutamiento. El veterano de Las Vacas7 y sus valerosos compañeros han tenido en jaque a las fuerzas federales ocasionándoles toda clase de perjuicios en sus marchas y derrotándolas a cada paso.

En camino de Chihuahua.

Madero ha unido sus fuerzas con las de Pascual Orozco y marcha con dirección a Chihuahua. La columna se compone de 900 hombres y muy pronto se encontrará cerca de la codiciada ciudad. Navarro, ahora, tendrá  que dirigir sus fuerzas hacia el sur, después de la penosa marcha hacia el norte, con lo que las tropas del tirano Díaz acabarán por desbandarse.

La rebelión en Durango.

Una guerrilla de 30 insurgentes que fue destacada de una fuerza de 500 rebeldes que opera en las inmediaciones de Torreón y Gómez Palacio, detuvo un tren, y sin ejercer violencias pidió cortésmente a los pasajeros que entregaran las armas de fuego que llevaban. Conseguido eso la guerrilla desapareció. Poco después una fuerte columna de federales salió de Torreón en persecución de los insurgentes y después de un fuerte combate, los federales retrocedieron dejando a los insurgentes dueños del campo. Esto ocurrió cerca de Avilez y el tiroteo se oía a gran distancia. Todos los alambres habían sido cortados.

Los insurrectos de Cuencamé.

La fuerza revolucionaria de Cuencamé tomó la Hacienda de la Cruces proveyéndose de abundantes elementos para continuar la lucha. Esta es una de las fuerzas que más actividad han mostrado en la presente campaña. Después de proveerse de todo lo necesario, siguieron su camino para Nazas cuya Ciudad iban a tomar, declarando que, después de efectuar esa toma regresarían a la Hacienda, se apoderarían nuevamente de Cuencamé y de ahí se dirigirían sobre Durango. Las tropas federales que guarnecen Pedriceña no se han dado por entendidas de la actividad revolucionaria, pues, temen salir para sufrir una derrota.

Otra derrota de los esbirros.

Los federales de Torreón tuvieron la idea de ir a perseguir a los revolucionarios que confiscaron cerca de esa ciudad los instrumentos telegráficos. Los insurgentes esperaron a las fuerzas del tirano en La Mancha, donde se trabó un reñido combate en que perecieron muchos soldados de Díaz y algunos insurgentes; pero quedando el campo a favor de los rebeldes.

Una guerrilla rebelde de Zacatecas pasó a Durango y está amagando la importante población de Velardeña.

Combates todos los días.

En el norte y en el este del Estado de Durango, los rebeldes dominan por completo la situación. Las tropas federales recorren todos los días esas regiones, con muy mala suerte, pues todos los días tienen que combatir con grandes pérdidas, porque los rebeldes toman siempre posiciones magnificas desde donde arrojan un fuego mortífero sobre el enemigo.

En Oaxaca el movimiento es colosal.

Toda la región del Istmo de Tehuantepec, el movimiento revolucionario adquiere cada vez proporciones mayores, viéndose el despotismo impotente para sofocarlo.

Los liberales de Ojitlán, continúan en posesión de esa importante población, mientras en la Sierra de Juárez varias guerrillas dominan la región.

El famoso Carlos Gris que al principio del movimiento ofreció cincuenta mil rancheros montados y armados hasta los dientes para defender a Díaz, no da señales de vida ahora que tanto necesita su amo de gente para sostener su autoridad.

Se dijo al principio por los periódicos vendidos que el pueblo de Oaxaca no se rebelaría contra Díaz, y los hechos están demostrando que en ese Estado se le odia tanto como en los demás.

Crece en Puebla la insurrección.

Además de los puntos que hemos señalado en las ediciones anteriores como focos de insurrección en el Estado de Puebla, consignamos hoy al Chignahuapam. Allí, el movimiento revolucionario toma caracteres alarmantes para el despotismo. Se han lanzado a aquella región muchos soldados, pero el gobierno cree que los revolucionarios son más fuertes que las columnas perseguidoras y desesperan las autoridades de salvar a Huauchinango de una toma segura.

Rumbo a Veracruz.

La fuerza rebelde que amagó por varios días la población de Tecamachalco, se dirige ahora hacia Veracruz sin que haya sido perseguida por las fuerzas federales.

Las precauciones en Puebla

Llegó a Puebla, procedente de Cholula, el cuerpo Auxiliar de Rurales que manda el Coronel J. Rojas, llamado violentamente para aumentar la guarnición de la plaza. En el cuartel del Carmen se aloja esa fuerza.

De Zacapoaxtla, va a llegar una inmensa cuerda de forzados para encerrarlos en los cuarteles y convertirlos en carne de cañón.

Fuerzas de artillería y caballería van en camino de México para Puebla.

Se hacen esfuerzos por tomar más gente de “leva” para defender las plaza de un posible ataque de los rebeldes, cuyas diversas guerrillas andan ya muy cerca de la capital del Estado.

Todo el Estado en armas

Casi puede decirse que todo el Estado de Sonora está sobre las armas. En la Sierra de los Ajos, dominan los liberales, así como en otras regiones del Norte del Estado.

En el Distrito de Álamos, las fuerzas insurgentes dominan igualmente la situación.

El cosaco Kosterlitzky8 no sabe ya a donde dirigir sus pasos, pues por todas partes aparecen guerrillas que poco a poco se van fortaleciendo.

El Gral. Lorenzo Torres sigue enfermo de la herida que recibió en la nuca hace unas cuantas semanas.

Cerca de Cananea, los rebeldes merodean a su antojo.

Un movimiento de concentración se está efectuando por los revolucionarios con el objeto de dar una batida decisiva a los esbirros de Porfirio Díaz.

Tabasco no duerme.

Pocas son las noticias que llegan del lejano Estado de Tabasco; pero por ellas se ve que la Revolución ahí toma incremento.

Después de los combates que relatamos en otros números de Regeneración,9 habidos entre rurales y federales contra los insurgentes, en los cuales quedaron tan mal paradas las fuerzas de la Dictadura, los esbirros ya no se atreven a salir a atacar a los rebeldes, quienes libremente se entregan a la benéfica tarea de reclutar voluntarios, recoger elementos de guerra y propagar los principios de rebeldía entre los campesinos.

Los liberales en la costa de Sotavento.

El movimiento en la costa de Sotavento de Veracruz está siendo conducido hasta hoy con toda actividad. Coatzacoalcos, Minatitlán, Juile, San Juan Evangelista y otras poblaciones están en constante vela temerosas las autoridades de que un momento a otro caigan sobre ellas las fuerzas revolucionarias que operan por esa región.

Los Mayas rebelados.

En Yucatán continúa la insurrección. Entre Sujax y Noxca, un campamento militar fue asaltado por una guerrilla de indios perfectamente armados. Después de una lucha que duró varias horas, los soldados federales tuvieron que huir dejando abandonados sus muertos. Los mayas se encuentran atrincherados en los bosques y esperan una columna de federales que salió a batirlos.

Otro levantamiento en Zacatecas.

Las autoridades de Concepción del Oro habían ya puesto en el tren a 22 personas acusada de sedición, cuando el pueblo se levantó indignado y logró rescatar a los prisioneros ayudado eficazmente por una fuerte columna rebelde que desprendida de la región de la Laguna, del Estado de Coahuila, se internó a Zacatecas.

El pueblo luchó con garrotes y con piedras, mientras los insurgentes hacían fuego certero con sus espléndidas carabinas, haciendo huir a la desbandada, como dice El Imparcial a los rurales que custodiaban a los presos y a la guarnición de la ciudad.

Consideraciones generales.

Como se ve por todo lo expuesto, la Revolución está en marcha ascendente. El movimiento netamente liberal se robustece a pesar de las traiciones, a pesar de los deslumbramientos que tiene el oro para los espíritus mezquinos.

El movimiento maderista es relativamente importante, al lado del movimiento netamente liberal. ¿La razón? La razón de ello es que las columnas liberales están formadas por hombres que saben por qué están peleando, que se han despojado de preocupaciones estúpidas que no los dejaban en libertad para ir derecho al objeto deseado: la libertad económica del pueblo.

En las filas maderistas ocurre lo contrario. La gente que sigue a Madero es gente que desea empleos, no importa qué clase de empleos, pues muchos se conforman con ser simples polizontes o escribientillos de alguna oficina pública; otra parte de la gente que sigue a Madero, no sabe ni siquiera por qué lucha. Son los partidarios “de un cambio,” como ellos dicen, pero sin especificar que clase de cambio. El cambio famoso es el cambio de amo esto es, que si hoy los aporrea Porfirio Díaz, mañana los aporreará Madero. Otros de los maderistas, que realmente no lo son porque forman parte de los engañados por ese tunante, son liberales que, cuando sepan que han sido engañados al decírseles que Madero y la Junta estaban de acuerdo, le darán la espalda al impostor. Esos son los más, los engañados, y esa es la fuerza del Partido Liberal dentro de la fuerza maderista que tarde o temprano tendrán que separarse.

Felicitémonos, compañeros, de que Madero haya dado el paso que dio traicionando al compañero Silva. Es mejor que desde ahora se vea qué clase de farsante es Madero.

Tengamos confianza en el porvenir. Esta Revolución no es de las que duran unos cuantos meses. Esta Revolución es de las que duran años; sí, largos años para terminar, porque van a quedar al fin de la cuestión frente a frente los dos Partidos históricos: el Liberal y el Conservador, el que quiere el progreso y el que quiere que las cosas queden tal y como están. El Liberal está representado por la Junta Organizadora del Partido Liberal Mexicano; el conservador que tiene a su cabeza al traidor Francisco I. Madero.

El Partido Liberal lucha por los pobres; el Partido conservador lucha por los ricos. Pobres y ricos vamos a encontrarnos de pie, frente a frente con las armas en la mano cuando Díaz ruede al abismo arrastrado por la avalancha revolucionaria y entonces comenzará la verdadera Revolución, la de fines sociales, la que quiere la emancipación del trabajador, la que quiere el debilitamiento y la ruina de los principios autoritarios, la que dará al pueblo la tierra porque es suya, porque a ella tiene derecho.

Compañeros: que no desmaye ninguno. La lucha va a ser larga y sangrienta. Cuando los lobos del Capital se sientan lastimados en sus intereses, se lanzarán contra nosotros los pobres tan furiosos como se lanzó Madero el millonario contra Silva; pero fijáos: somos más numerosos que esos zánganos y podemos aplastarlos fácilmente. No desmayéis. Mandad vuestro óbolo a la Junta para el fomento de la Revolución netamente liberal.

Os hablo como hermano y como compañero. Corresponded a nuestros esfuerzos por vuestra emancipación, por vuestro beinestar.

Ricardo Flores Magón


1 Refiérese a Harrison Gray Otis (1837-1917). Empresario y periodista estadounidense. Gerente de la Colorado River Land Company, que poseía cerca de 350,000 hectáreas de tierras en Baja California. Propietario del diario conservador The Los Angeles Times, desde cuyas páginas orquestó una campaña de desprestigio contra el PLM y alentó abiertamente la anexión del territorio de Baja California a los Estados Unidos. El gobierno mexicano envió expresamente al coronel Miguel Mayol a defender los intereses de Otis en la región.

2 Fernando Palomares. (1877-1951). Originario de Buena Vista, Sonora. Creció en la colonia de Topolobambo. Masón. Agente de Regeneración en Mayocoba, Sinaloa, donde organizó un club liberal con Jesús María Elizondo. Vivió en Cananea, Sonora, desde 1904 y participó en la huelga en ese mineral. Delegado especial de la JOPLM en Baja California en 1907. Con Juan Olivares estuvo a cargo del periódico Libertad y Trabajo, publicado en Los Ángeles, California, en la primavera de 1908. Ese mismo año buscó integrar a mayos e yaquis al levantamiento liberal, para lo que recorrió la región. Siendo perseguido por las autoridades, llegó a la ciudad de México donde en las fiestas patrias del 15 de septiembre atentó contra la vida de Porfirio Díaz en el zócalo de la misma. En 1909 y 1910 recorrió Texas y Oklahoma, en los que distribuyó literatura liberal. Colaboró con John Kenneth Turner en la elaboración de su México Bárbaro. En el otoño de 1910, inició los preparativos para la toma de Mexicali y con Pedro Ramírez Caule y Camilo Jiménez participó en ella. Herido en esa acción, regresó a Estados Unidos donde permaneció en un hospital en Caléxico. Fue llevado ilegalmente a Los Ángeles e interrogado por miembros de la fiscalía de esa ciudad en busca de pruebas incriminatorias contra la JOPLM. Fue liberado el 24 de febrero. A principios de junio, una vez recuperado de sus heridas en la casa de John y Ethel Turner, encabezó la comisión formada por la JOPLM para intentar resolver el conflicto interétnico suscitado en las tropas liberales de la Baja California. “Estamos tratando de impedir que cualquier prejuicio racial se convierta en un factor importante de la revolución en Baja California.” Declaró al San Diego Union. Participó en el grupo «Los Colorados» organizado en El Paso, Tex. Fue arrestado por violación a las leyes de neutralidad junto con Rosendo A Dorame, Efrén M. Franco, José R. Aguilar y Silvestre Lomas, en abril de 1912. Se les asoció con una conspiración de inspiración reyista. Permaneció en la penitenciaría de Leavenworth, Kansas hasta 31 de enero de 1913. Mantuvo vínculos con la JOPLM hasta el final de la misma. Murió atropellado en la ciudad de Los Ángeles, donde trabajaba como voceador.

3 Industrial Workers of the World. Organización sindical norteamericana fundada en 1905. Confluyeron en ella los sindicatos y uniones más radicales del movimiento obrero norteamericano. De inspiración internacionalista y anarcosindicalista, llegó a tener cerca de treinta millones de afilados. Ofreció apoyo y financiamiento a la JOPLM. Algunos de sus integrantes participaron tanto en la huelga de Cananea de 1906, como en la campaña del PLM en Baja California, en 1911. Buena parte de los miembros y simpatizantes del PLM, especialmente en las regiones mineras de Arizona, Colorado y California, era a su vez miembros del IWW.

4 James L. McDonald. Probable miembro del la partida de Francisco Quijada estacionada en Mexicali. Herido en la Batalla de la Mesa, al sur de Mexicali, del 8 de abril de 1911, fue internado en un hospital de Los Ángeles, Calif., tras lo cual regresó a Baja California. Aceptó dejar las armas a instancia de Jesús González Monroy, hacia el 15 de mayo de 1911.

5 José de la Luz Blanco. (¿?-1933) Miembro del club liberal de Temosachic, Chihuahua.  Se levantó en armas el 20 de noviembre en Santo Tomás, Chih., e incorporó sus fuerzas, que constaban de cerca de 400 hombres, a las de Pascual Orozco hijo. Actuó en la región de Galeana, Chih., donde tuvo fricciones con la partida liberal de Jesús María Rangel y en los límites con Sonora con la partida liberal de Leonides Zapata. Reconoció a Francisco I. Madero como presidente provisional a principios de marzo. Se considera a su guerrilla el punto de partida de la formación del ejército maderista. Participó decisivamente en la toma de Ciudad Juárez en mayo de 1911 por lo que nombrado jefe militar y político de esa plaza por el propio  Madero. Nombrado jefe político del distrito de Galeana, el dos de agosto de 1911, en la Hacienda de Santo Domingo, Chih., derrota a las fuerzas de Rangel y Silva. Durante el gobierno de Francisco I. Madero fue prefecto de la policía de Tlalpan, D. F., Regresó a Chihuahua a combatir el orozquismo a fines de 1912. Derrotado y aprehendido por el general Inés Salazar, pagó su rescate y en noviembre de 1913, emigró a Estados Unidos. Murió en la ciudad de Madera, Chih.

6 Lázaro S. Alanís. Originario de Casa Grandes, Chih. (¿?-1923). Participó con el grado de coronel en la expedición armada a Las Vacas, Coah. del 26 de junio de 1908, donde resultó herido. A lo largo del siguiente año, junto con Jesús M. Rangel, hizo labor proselitista en las cercanías de San Angelo, Tex. Convocado por Praxedis G. Guerrero se trasladó a El Paso, Tex. en noviembre de 1910 y participó, junto con Prisciliano G. Silva, José Inés Salazar, Antonio Rojas, Máximo Castillo, y Emilio P. Campa y, a decir de las memorias de Jesús M. Rangel, Gildardo Magaña, en las reuniones preparativas de la siguiente insurrección. Días después, Alanís, al mando de un grupo de cerca de cuarenta hombres entró a territorio mexicano y operó en coordinación con las fuerzas maderistas. Sin embargo, para principios de marzo las relaciones entre ambos grupos se tensan. Junto con Luis B. García, Tomás Loza, Inés Salazar, Lucio Ortiz, Ramón Rivera, Leonides Zapata, José C. Padua, Santiago Pacheco y Félix González, «representantes de las fuerzas revolucionarias del PLM», envía un oficio dirigido a Francisco I. Madero, manifestando que, «en vista del desprecio con que eran tratados en las filas se veían obligados a retirar su concurso si no se declaraba la legalidad del partido y en lo militar, se les consideraba en igualdad de circunstancias.» El 6 de abril fue herido y derrotado en el intento de toma de Casas Grandes junto con las tropas maderistas. Días después entró a dicha población y realizó labores de proselitismo a favor del PLM. El 13 de abril, a raíz de una disputa en torno a provisiones tomadas en esa población con la anuencia disimulada del proveedor general, Luis A. García, las relaciones de las tropas liberales con Madero se tensan aun más y llegan al rompimiento dos días más tarde cuando junto con  Luis A. García, José Inés Salazar, Leonidas Zapata y Tomás Loza, Alanís solicita su separación a Madero, alegando “la poca voluntad” que se ha mostrado con todos ellos. Al escrito de los líderes, Madero contestó, entre otras cosas: «El hecho de haberse puesto ustedes el distintivo rojo y habérselo puesto a sus soldados, lo considero desde luego un acto de rebelión contra mi gobierno, pues si el partido liberal o mejor dicho socialista de que ustedes forman parte, lo reconozco como un partido político militante y tanto a él como a sus miembros les respeto sus derechos, por ningún motivo puedo reconocerles el derecho de beligerancia en la actual lucha y menos a ustedes que eran oficiales de mi ejército y habían reconocido a mi gobierno.» Los jefes liberales que suscribieron el escrito fueron desarmados y encarcelados por conducto de Pascual Orozco y Francisco Villa, acusados de insubordinación. Sin embargo, al ser trasladados a la cárcel municipal de Ciudad Guerrero, Alanís y Salazar se fugaron en Estación Mata Ortiz y los cuatro restantes lo hicieron pocos días después, en Ciudad Guerrero. A partir de ese momento Alanís actuará en coordinación con Salazar, quien para fines de mayo de 1911, cuenta con un ejército de 700 hombres que opera en la región de Casas Grandes y Galeana. Tras la renuncia de Porfirio Díaz, el antiguo liberal y ya entonces, general maderista José de la Luz Blanco salió en su persecución. A pesar de que, para esos momentos, la mayoría de las tropas liberales de la región han creado un ejército independiente de otras banderías, conocido como «Los Colorados», y que finalmente habrá de integrarse al ejército orozquista, Alanís continuó manteniendo vínculos con la JOPLM pues se le imputa la distribución del Manifiesto del 23 de septiembre entre dichas tropas. Por intermedio de Abraham González y Antonio I Villarreal, tanto Alanís como Luis García buscaron negociar su pacificación con el gobierno interino de Francisco L. de la Barra, siendo enviados a la capital del país donde fueron retenidos. De regreso a Casas Grandes, Chih., Alanís administró una cantina, la que, considerada centro de conspiración, fue atacada por las fuerzas federales. Poco tiempo después se reintegró a las fuerzas orozquistas, siendo uno de los firmantes del Pacto de la Empacadora. En 1913 reconoció al gobierno de Huerta mismo que le otorgó el grado de general. Al caer el régimen emigró a Estados Unidos. En 1916 prestó sus servicios en las fuerzas del general Jacinto B. Treviño con quien combatió a Francisco  Villa. En 1920 se unió al Plan de Agua Prieta, ratificándosele el grado de general. Tres años después, comprometido con la rebelión delahuertista fue fusilado por órdenes de Arnulfo Gómez.

7 Se refiere al poblado de Las Vacas, Coah., en el que se llevó a cabo el alzamiento magonista del 25 de junio de 1908. En el ataque tomaron parte alrededor de 200 hombres, dirigidos por Benjamín Canales, Jesús M. Rangel, Encarnación Díaz Guerra y Basilio Ramírez. En el curso de la lucha se les agotó el parque a lo insurrectos, circunstancia que los obligó a retirarse y dispersarse.

8 Emilio Kosterlitzky (1872-1928). Militar de origen polaco. Teniente coronel del cuerpo de Rurales durante la huelga minera de Cananea, en cuya represión colaboró activamente. En 1912 combatió a los orozquistas y al año siguiente reconoció el gobierno de Victoriano Huerta. Se enfrentó a las tropas de Obregón y fue derrotado. Retirado, murió en la ciudad de Los Ángeles, California.

9 Véase Antonio I. Villarreal, “La revolución avanza. Toma gran incremento en Sonora y Veracruz”, en Regeneración, núm. 20, enero 14, 1911. Antonio I. Villarreal, “La insurrección es invencible. Noticias de los últimos acontecimientos”, en Regeneración, núm. 21, enero 21, 1911.

¡Verdad, verdad bendita: ningún sacrificio debe parecernos grande por rendirte culto! Tú eres, ¡oh, verdad!, la luz que denuncia los escollos al marino; tú eres, ¡oh, verdad!, el astro que alumbra los derroteros que debe seguir la especie humana en su marcha azarosa hacia la igualdad social; tú eres, ¡oh verdad!, el brazo musculoso que arranca malezas, que aparta peñascos, que allana la vía hacia la fraternidad y la libertad; tú eres, ¡oh, verdad!, caricia y fuete, sonrisa e insulto para los malvados y los traidores.

Por rendirte culto han sufrido todos los espíritus generosos, desde que esta mísera humanidad comenzó a distinguirse de los animales en las épocas obscuras de la Historia. Por la verdad salió el hombre de la condición de bestia en que vivía en las cavernas de la edad prehistórica. Por la verdad se dio cuenta el ser humano de que era la Tierra la que giraba alrededor del Sol y no el Sol el que giraba alrededor de la Tierra. Por la verdad imperan hoy el vapor y la electricidad. Por la verdad se desmoronó el llamado derecho divino de los reyes. Por la verdad han perdido su prestigio la autoridad y la propiedad. Por la verdad, un puñado de hombres selectos ve con claridad el porvenir y lo señala a las masas ignaras como el paraíso transportado a la tierra en que todos seremos hermanos, en que todos tendremos los mismos derechos y las mismas satisfacciones sin mas dificultad que ésta: desconocer al Capital el derecho de tomar lo que produce el trabajador. Por la verdad la humanidad llegará a ser libre, sabia y justa.

El rebaño se encabrita.

El artículo que escribí denunciando a Madero como un traidor y un ambicioso vulgar ha tenido el mérito de rascar los nervios de la masa pasiva, la que no ayuda, la que es un verdadero estorbo para el avance de los ideales, la que jamás se preocupa del porvenir de la raza. La masa obscura, embrutecida por los frailes y los charlatanes, se estremeció, tuvo un sacudimiento como si ella hubiera sufrido el latigazo que descargué sobre los lomos de Francisco I. Madero. Unos cuantos babosos que no saben dónde tienen las narices; unos cuantos mentecatos, de esos que se conforman con ser esclavos y a quienes se debe que los mexicanos tengamos tan mala reputación en este país, ladran a los cuatro vientos indignados porque tuve el atrevimiento de atacar a su idolillo el “Excelentísimo señor Presidente provisional de los Estados Unidos Mexicanos, don Francisco I. Madero”.

Todos los que están conformes con que los ricos los tengan a salario; todos los que necesitan sentir en los ijares la espuela de las autoridades; todos los que están contentos con que los capitalistas los traten a puntapiés y los polizontes les quiebren la cabeza a garrotazos; todos los que quieren que la actual revolución sólo sirva para derribar a Díaz y encumbrar a Madero; todos esos idiotas que desprestigian la raza mexicana en este país porque no saben unirse, porque no saben reclamar sus derechos; todos esos pobres diablos, que se humillan cuando un blanco los ultraja y son los peores perros de su propia raza; todos esos granujillas, a quienes el cuico detiene en mitad de la calle para hurgarles los bolsillos sin que salga de sus labios la más débil protesta; la masa de los pasivos, de los que de todo hablan, menos de lo que interesa a su clase, todos esos desdichados se sintieron ofendidos porque me atreví a llamar traidor a Madero, embaucador, ambicioso vulgar, payaso de la democracia, lobo con piel de oveja.

Ese es mi triunfo.

Sentiría vergüenza si los imbéciles me aclamasen. Los aplausos de los idiotas me lastimarían profundamente. Para hacerme aplaudir de los babosos, necesitaría ser tan baboso y tan imbécil como ellos. No soy yo de los que pasan la palma de la mano por el lomo de las multitudes solicitando su cariño. Yo no adulo ni a los tiranos ni a las masas; yo no me someto ni al capricho de uno ni a la voluntad de muchos. Recto en mis procederes, como luchador voy adelante sin oír el insulto de los bribones, sin temer la emboscada de los malvados. Altivo y libre, voy derecho hacia el ideal que sueño; el de la redención económica del proletariado.

¿Es una utopía?

“¡Utopía!”, gritan los cobardes y los malvados. “Sueño irrealizable”, dicen los afeminados que tienen miedo a lo desconocido.

Ni utopía, ni sueño irrealizable. Cada vez que los progresistas quieren dar un paso adelante, los rezagados, los timoratos, los que necesitan sentir los codos de los demás y los que tienen interés en que no cambien las condiciones sociales y políticas existentes, lanzan ese grito fatídico: ¡utopía!

Para los gachupines era una utopía la independencia de México; para los frailes era una utopía el expropiarlos de sus bienes; para los conservadores que están en el gobierno de México es una utopía el sufragio efectivo de los maderistas porque dicen que el pueblo no está preparado para ese mentido bien; para el maderismo, las aspiraciones del Partido Liberal son utopías, porque dice Madero y sus compinches que el pueblo no está apto para trabajar las tierras por su cuenta.

A pesar de todo, la utopía de la independencia nacional fue cosa realizada; la utopía de expropiar de sus bienes al clero la realizó Juárez; la utopía del voto electoral, aunque para nada sirve, la realizó el maderismo; la utopía de entregar la tierra al pueblo para acabar con la miseria, el crimen, la prostitución y la tiranía misma, la realizará el Partido Liberal, que es el único que lucha por la clase trabajadora.

La confusión.

Los politicastros, ya sean de levita o de guarache, ya vistan ropa limpia o andrajos mugrosos, tratan de confundir al pueblo de diversas maneras. Dicen al pueblo que nuestra actitud respecto del ambicioso Madero debilita el movimiento revolucionario. Desde luego puedo decir que sucede todo lo contrario. La Revolución, el movimiento armado que puede llevar ese nombre porque tiene una amplia finalidad social, no se debilita porque se descubran las infamias de Madero. Ninguna buena causa puede sufrir perjuicios por la verdad y sí los puede sufrir por la mentira. La mentira no edifica sobre terreno sólido; la mentira puede deslumbrar por un momento como el polvillo de oro de las mariposas; pero tarde o temprano se descubre el engaño, tarde o temprano cae el colorete que hermosea y deja a descubierto la marchitez y la fealdad.

La Revolución no puede sufrir debilitamiento por la verdad, sino por la mentira. Ocultar los crímenes de Francisco I. Madero; ocultar los engaños de que se vale para engrosar sus filas con los miembros del Partido Liberal a quienes no hemos podido comunicar la independencia de nuestros trabajos con respecto a los trabajos del llamado “Presidente Provisional”; ocultar que para robustecer su movimiento ha pretendido unir mi nombre al suyo porque sabe que cuento con numerosas, antiguas y leales simpatías en toda la República Mexicana y, al aparecer mi nombre al lado del suyo, mis viejos amigos procurarían ayudarle; ocultar la traición infame de que fue víctima el compañero Prisciliano G. Silva por parte del novel tiranuelo, sería hacer causa común con la infamia; sería sancionar, con el silencio, el crimen cometido y los embaucamientos a que se entrega y se ha entregado el millonario ambicioso. ¿Qué dirían nuestros compañeros que están sobre las armas si no los previniéramos sobre lo ocurrido? ¿No serían ellos los primeros en acusarnos de traidores cuando se vieran aplastados por la traición de Madero, por no saber qué clase de canalla es éste? Y el pueblo en general ¿no nos haría más tarde o más temprano cargos justificados por no haber desenmascarado a tiempo al lobo que se disfraza de carnero? ¿No ayudaríamos a que se confundiera el proletariado y viese en Madero a su libertador, cuando no es más que su futuro verdugo si las masas inconscientes dan su sangre para encumbrarlo?

La verdadera revolución.

La revuelta de Madero no puede llamarse revolución. El movimiento del Partido Liberal Mexicano sí es una verdadera revolución: ¿Por qué? Es fácil decirlo: las masas inconscientes que han tomado el fusil para luchar en las filas maderistas, han sido empujadas por la desesperación. Los compañeros que combaten en las filas liberales han ido a la lucha convencidos de que es un acto de justicia el expropiar de la tierra a los ricos para entregársela a los pobres. La desesperación podrá formar caudillos y futuros tiranos; la convicción ilustrada, la conciencia de la finalidad social de la lucha, la certeza de que se lucha contra la clase capitalista, no puede formar tiranos, no puede encumbrar caciques, porque no es para eso para lo que los compañeros liberales empuñan las armas, sino para libertar a un pueblo de la cadena del Capital. La necesidad social más urgente de México es la dignificación de la raza por el bienestar y la libertad, y esa necesidad no queda satisfecha con el mero hecho de tener derecho al voto, sino con el hecho de no depender de los amos para poder vivir.

Las revoluciones deben de responder a una necesidad social para que puedan ser consideradas como tales. De lo contrario son solamente revueltas políticas, hechas por hombres como Madero que desean ser poderosos para robar al pueblo a sus anchas.

Una prueba.

La prueba de que la revuelta de Madero no responde a ninguna necesidad social, está en el hecho de que la gente que lo aclama no ha comprado por sí misma sus fusiles, no ha hecho sacrificio alguno para lanzarse a la guerra. Han ido individuos a quienes se les han dado pagas de marcha como a cualquier soldado, se les ha suministrado dinero para que dejen a sus familias. Mientras que los liberales se arman por sí solos, se sacrifican comprando su parque y marchando a pie o en las varillas de los trenes si no tienen con qué pagar su pasaje, y no exigen paga por adelantado como lo hacen los maderistas. Los liberales sacrifican todo con tal de luchar por los ideales de emancipación económica de la clase trabajadora, y cuando no pueden comprar una arma, y el Partido no puede dárselas porque se hayan agotado vuelan al campo de batalla y espían el momento en que un compañero cae herido para recoger el fusil y usarlo ellos.

¿Qué habría hecho Madero si se hubiera encontrado en las circunstancias en que lucha el Partido Liberal? En seis meses de trabajos, desde que salimos del presidio, el Partido Liberal, compuesto de trabajadores y personas pobres, ha podido organizar el brillante movimiento que ha despedazado las fuerzas de Rábago y de Vega, en Chihuahua y la Baja California, que ha hecho morder el polvo a los sicarios de la Dictadura en el Estado de Coahuila, que ha hecho temblar al despotismo con sus hazañas en la costa de Sotavento de Veracruz, que ha puesto en conflicto a los soldados federales en el Norte de Oaxaca, que amenaza ocupar toda Baja California, que tiene en jaque a las fuerzas de la Dictadura en Morelos, en Chihuahua, en Sonora, en Durango. Y todo eso se ha hecho en medio de la miseria más espantosa, y todo eso se ha llevado a cabo por la abnegación de los luchadores liberales. ¿Y por qué esa abnegación? Porque los liberales no luchan por encumbrar a ningún amo, sino por la redención de la clase trabajadora.

Las dudas.

Los agitadorcillos de Madero y del clero pretenden sembrar la duda sobre si es cierto o no lo que he escrito sobre Madero y el licenciado don Lázaro Gutiérrez de Lara. La semana entrante publicaremos la comunicación de la Junta a Madero, en que le preguntamos sobre su actitud respecto al Partido Liberal y la contestación del “Provisional”, diciendo que no podía aceptar el programa del Partido Liberal porque se le retirarían los ricos, y naturalmente el clero, a quien tanto adula para que lo apoye en sus pretensiones.

Por lo pronto, tengo en mi poder las cartas de los compañeros que pudieron escapar de las garras del tiranuelo. Todos están de acuerdo en sus declaraciones y, por lo mismo, sostengo lo que dije en el artículo que tanto ruido ha hecho y lo que he dicho en éste.

El 13 de febrero me decía desde Guadalupe el compañero Silva: “Me es grato comunicarle que hoy en la mañana regresó el capitán segundo, compañero José A. Álvarez, jefe del segundo grupo de la Confederación de Grupos Revolucionarios del Norte, del Partido Liberal Mexicano, a este Cuartel general, trayendo cuarenta compañeros dispuestos a afiliarse en esta Confederación de Grupos del Ejército Liberal. Desde luego procedí a organizar un nuevo grupo que se llamará ‘Tercer Grupo de la Confederación de Grupos Revolucionarios del Norte’, del Partido Liberal Mexicano. Entre los compañeros se presentó el licenciado Lázaro Gutiérrez de Lara con 28 norteamericanos, y en vista de la protesta que hizo este compañero de ser fiel al Partido Liberal, le encomendé el mando del Tercer Grupo y puse en sus manos el nombramiento de capitán primero. Desde luego procedí a equipar el nuevo grupo de caballos, armas, parque suficiente y víveres”.

La benevolencia de Silva.

El 14 de febrero me comunicaba el compañero Silva: “Esta mañana se presentó a este Cuartel general un oficial con una comunicación firmada por el general en jefe del ejército maderista, con cuartel general en Zaragoza, en que me suplica ese jefe maderista le facilite algunos carros y caballos, pues no puede continuar su marcha por falta de esos elementos y, por el mal estado en que se encuentra su columna, teme caer en manos de los federales. Desde luego le envío ocho carros, un coche, veinte caballos ensillados y dos carros cargados con toda clase de provisiones, aparte de suficiente pastura para la caballada. En dicha columna viene el señor Francisco I. Madero. El encargado de conducir este convoy es el capitán primero Lázaro Gutiérrez de Lara, a quien di dicha comisión. He indicado al compañero De Lara que imparta toda clase de auxilios a la columna maderista, como lo exige la hospitalidad y el compañerismo, pues es notorio el mal estado en que se encuentra esa columna, al grado de que se ha estado varios días para recorrer una distancia que se hace en un día. Nuestra bandera roja flota en las azoteas de nuestros cuarteles ostentando nuestro querido lema: TIERRA Y LIBERTAD”.

El pueblo satisfecho.

Con fecha 15, un día antes del atentado de que fueron víctimas el compañero Silva y su columna por el traidor Francisco I. Madero, me decía el anciano libertario:

“Tengo el gusto de comunicarle la alegría que experimenta el pueblo de esta villa. Me complazco viendo retratada en los rostros de los humildes la satisfacción y la esperanza. Desde que ocupé esta villa de Guadalupe no se ha registrado el menor escándalo. El único preso que hay es un rico que, al ser requerido cortésmente por el compañero Gabino Cano para que hiciera algún préstamo en dinero efectivo para los gastos de la columna militar, insultó duramente a dicho compañero, quien ordenó se le arrestase. Al prisionero se le guarda, a pesar de su conducta grosera, toda clase de consideraciones, como lo merece todo ser humano. El pueblo fraterniza con los soldados de la libertad. Muchas familias se han presentado a este Cuartel general demandando auxilio. La miseria es espantosa por la rapacidad de los ricos de este lugar. A todas estas familias he participado de nuestras provisiones y las he provisto de vestuario, pues era desgarrador el espectáculo que ofrecían las mujeres con sus flacas criaturitas en los brazos, los ancianos temblorosos por el hambre y por el frío. La población está contenta y todos me suplican que no me vaya, que no les deje abandonados a sus verdugos”.

La llegada de Madero.

Sigue hablando el compañero Silva: “Hoy (15 de febrero) llegó a ésta el señor Francisco I. Madero, acompañado del general en jefe del ejército maderista, señor José de la Luz Soto, y su importante columna. El auxilio que presté al señor Madero y su fuerza fue eficiente, pues gracias a él pudo transportarse, librándose de caer en manos de los federales. Hemos recibido a los huéspedes con muestras inequívocas de simpatía, pues aunque no luchamos por los mismos principios, los liberales sabemos ser solidarios y hospitalarios. Como recordará usted, en mi anterior comuniqué a esa Junta, que la columna del señor Madero se encontraba en Zaragoza en muy malas condiciones, pues carecían de víveres, de medios de transportación y de otras muchas cosas. Habían caminado a pie una distancia muy pequeña; pero el hambre, la fatiga y las privaciones habían debilitado a esa columna y estaba en peligro de ser completamente desbaratada por las fuerzas de Navarro. Gracias a nuestro oportuno auxilio, la fuerza del señor Madero y éste mismo se han salvado de una derrota y una muerte seguras”.

La voracidad de los maderistas.

“Desde luego procedí a acomodar a nuestros huéspedes. Lo más importante era servirles una buena comida y todos nuestros compañeros se alistaron para ayudar a sus hermanos de lucha, aunque no de ideales. El señor Madero y toda su gente comieron con gran apetito, haciéndose el gasto de nuestras provisiones.”

Una visita y un recuerdo.

“A las cinco y media de la tarde invité al capitán primero Lázaro Gutiérrez de Lara a que me acompañara a hacer una visita al señor Madero con el fin de felicitarlo por haberse salvado de caer en manos de los federales. Estuvimos hablando el señor Madero y yo por algunos minutos. Dicho señor me recibió con toda cortesía, y me tendió su mano diciéndome que era mi amigo. Mientras hablaba con el señor Madero esta tarde, no sé por qué razón venía a mi memoria el recuerdo de una entrevista que tuve con este señor a la una de la madrugada del 24 de septiembre de 1906 en una casa de San Pedro de las Colonias. El señor Madero me había mandado llamar para que le ayudara en un movimiento revolucionario contra el Dictador Porfirio Díaz. El enviado del señor Madero me había asegurado que don Francisco era el más decidido partidario del movimiento revolucionario que hacía muchos años venía preparando el Partido Liberal. En aquella memorable entrevista, al hacerle saber al señor Madero que yo era miembro del Partido Liberal y que estaba listo a levantarme en Torreón por la causa liberal si él me proporcionaba cuatrocientas carabinas, dicho señor se volvió todo disculpas y me dijo que no sólo veía mal el movimiento liberal, sino que consideraba un crimen ensangrentar el país por ambiciones personales, ‘tanto más cuanto que —me dijo aquella vez el señor Madero— el general Díaz no es un tirano: es algo rígido, pero no un tirano,’ volvió a repetirme dicho señor, ‘y aunque fuera un tirano, yo nunca prestaré ninguna ayuda para hacer una revolución, pues tengo verdadero horror por el derramamiento de sangre’. Esta conferencia la presenció el señor Manuel Banda, que ocasionalmente se encontraba en la casa de Madero. Lo que sucedió aquella vez fue que el señor Madero me había mandado llamar para ayudarlo a él a encumbrarse; pero como le dije que yo luchaba por los principios del Partido Liberal, todo se volvió excusas y femeniles aspavientos por los derramamientos de sangre. Este recuerdo me hizo pensar en la fragilidad de la conciencia de algunas personas en general y del señor Madero en particular.”

“Hoy comuniqué al capitán Gutiérrez de Lara que diera órdenes a su grupo para que mañana se emprenda la marcha hacia San Ignacio con todos los elementos que nuestras armas y el valor de nuestros compañeros conquistaron aquí, para proseguir la campaña en pro de nuestros ideales.”

Un bien con un mal se paga.

Lo que he entresacado de las comunicaciones oficiales del compañero Silva sirve para demostrar que la lealtad, la honradez, la abnegación, el espíritu de solidaridad está de parte de los liberales. Esto demuestra que Madero es un traidor, un embustero, un mentecato que se espantaba de que se hiciera derramar sangre cuando se trataba de conquistar la tierra para los pobres; pero está dispuesto a derramarla por su ambición personal.

Silva hizo, además, toda clase de bienes a Madero: lo salvó de una derrota inminente y de una muerte probable, facilitándole los medios de ponerse a salvo con su gente. Madero, al día siguiente de su llegada a Guadalupe, pagó los servicios del Partido Liberal arrestando a Silva y desarmando a nuestros compañeros.

La conducta de Gutiérrez De Lara.

Yo no quiero juzgar la conducta de Gutiérrez de Lara. Es el público quien debe hacerlo. Me basta con decir que De Lara se decía socialista, obtuvo fondos para luchar por la causa liberal, y ahora lo vemos en las filas de Madero. Un socialista no puede unirse a Madero para luchar, porque Madero no lucha por la clase trabajadora, sino por la clase capitalista. Madero quiere que el sistema de explotación del trabajo del pobre quede tal y como está actualmente. Eso es natural en Madero porque es rico, y tiene interés en que los pobres lo sigan haciendo rico; pero en Gutiérrez de Lara es distinto. De Lara se desgañitó aquí y allá hablando contra el llamado derecho de propiedad, y es ahora uno de los soportes de ese derecho; se enronqueció aquí y en otras partes hablando del derecho del proletariado a tomar posesión de la tierra, la maquinaria y todo lo indispensable para la producción, y ahora en las filas maderistas es uno de los guardianes del capitalismo. Es decir que, en vez de dar un paso hacia adelante, lo ha dado hacia atrás en cuestión de convicciones. Primero defendía a los pobres, ahora defiende a la clase capitalista, esto es, a la clase que oprime a los pobres.

Votos de adhesión.

Nuestra conducta al exhibir la traición, si bien ha merecido la injuria de la canalla, por otra parte ha merecido el aplauso de los buenos compañeros, de los hombres que piensan con la cabeza, del proletariado consciente. A nuestras oficinas están llegando innumerables muestras de adhesión y simpatía por nuestra rectitud y nuestra lealtad a la causa de los desheredados. De todas partes nos escriben felicitándonos por haber emprendido la tarea de deslindar bien los campos, de hacer ver con claridad por qué lucha Madero y por qué lucha el Partido Liberal. Vamos a ir publicando según lo permitan las dimensiones de Regeneración, los votos de adhesión y simpatía por nuestra actitud acerca del peligroso maderismo: peligroso porque extravía las conciencias, porque desvía a los trabajadores del camino que deben seguir para ser realmente libres, y ese camino es el de la emancipación económica.

Los maderistas de buena fe.

¡Ah, qué diferencia! Mientras la canalla se desgañita injuriándonos, los maderistas de buena fe, esto es, los que sin ambiciones de ninguna clase se habían afiliado al maderismo, son los primeros en felicitarnos por haber hecho brillar la verdad. Uno de ellos en una entusiasta comunicación dice: “Sin ustedes todos nos habríamos dejado conducir al matadero por el ambicioso Francisco I. Madero. ¡Qué viva Regeneración! ¡Que viva el Partido Liberal Mexicano, que nos abre los ojos a los ciegos!”

Otros nos manifiestan su arrepentimiento por haberse dejado seducir por las sirenas del maderismo. Ahora muchos maderistas de buena fe se están inscribiendo como miembros del Partido Liberal.

La verdad triunfa. Diariamente nos llegan testimonios de liberales que nos dicen haber sido engañados por los agentes de Madero diciéndoles que las dos causas eran una misma cosa.

¡Adelante!

Compañeros, la revolución se purifica. El Partido Liberal Mexicano ha ganado mucho con la traición del burgués Francisco I. Madero, pues ahora ya todos comprenden lo que sería ese hombre si por desgracia llegase a ocupar la Primera Magistratura de la Nación. Felicitémonos de que tan pronto haya enseñado la oreja el ambicioso millonario.

Que se despida Madero de recuperar sus millones. Sus tierras van a pasar como las de todos los señores feudales de México, a poder del pueblo. Los liberales lucharemos con todas nuestras fuerzas por derrotar al capitalismo.

Los que sueñen con prebendas y empleos para “después del

triunfo” del maderismo, que vayan conciliándose con la idea de no vivir sobre sus hermanos, sino de trabajar al igual de todos, haciendo producir a esta vieja tierra abundantes frutos para el bienestar de todos los que la trabajen y no de los amos perezosos.

Ricardo Flores Magón

El derrotado Coronel Celso Vega, que como saben todos, fue herido en la acción de Mexicali, ha sido duramente reprendido por su amo Díaz. Vega no sólo se quedó con las quijadas hechas pedazos y la nuca herida, sino que hasta perdió el empleo. Ha sido enviado a la Ensenada otro Jefe Político que sustituya a Vega, porque este, según Díaz, no es un buen militar.

He ahí un buen premio que deben tener en cuenta todos los esbirros que sostienen a Díaz. Los esbirros tienen que ir al matadero, y si pierden, pueden estar seguros de que los degradará el asesino Dictador. Así pues, de hoy en adelante deben saber los esbirros de la Dictadura que tienen que vencer o morir. De lo contrario serán degradados.

La barbarie de los federales.

Un americano que fue a Tijuana como un simple visitante, fue arrestado ahí por considerarlo un peligroso espía y conducido a Ensenada donde se le tiene en la cárcel. El americano responde al nombre de Harry C. Dell. Las autoridades de Ensenada dicen que fusilarán a Dell si las fuerzas de los compañeros Leyva y Berthold se atreven a atacar Ensenada.

La toma de Ensenada es segura.

Las fuerzas liberales tienen la seguridad de tomar la Ensenada de Todos Santos, capital del Distrito Norte de la Baja California. Los compañeros Leyva y Berthold han estudiado bien sus planes, y ese importante Puerto estará dentro de pocos días en poder del Partido Liberal Mexicano.

La guarnición del Puerto está en condiciones tales de desmoralización, que no resistirá ni una docena de disparos sin que se rinda. Las autoridades tienen la esperanza de que el Dictador les envíe 800 soldados que han pedido; pero ese número no bastaría para detener el empuje de las fuerzas liberales.

Las bravatas de Díaz Prieto.

Díaz Prieto, el Cónsul Mexicano en San Diego,1 está asegurando que vienen en camino de Ensenada dos cañoneros repletos de federales, con cañones, morteros y no se sabe qué otras máquinas infernales, “para limpiar de rebeldes a la Baja California,” según sus propias palabras.

Los periódicos americanos dicen que esta es la primera vez que abre la boca Díaz Prieto, quien no ha querido decir palabra sobre la actividad revolucionaria en la Península, y la abrió para decir una babosada porque está visto que un revolucionario puede pelear contra veinte esbirros de la Dictadura, y por lo mismo, si mil fueran los soldados que desembarcasen en Ensenada, apenas servirían para unas cuantas horas de combate. Recuerden los lectores las tremendas derrotas que las fuerzas de las Dictaduras han sufrido por pequeñas y mal armadas guerrillas insurgentes.

Mal que le pese a Díaz Prieto, la Baja California será del Partido Liberal Mexicano.

Muchos simpatizadores cerca de Ensenada.

Un americano que llegó a San Diego procedente de Ensenada dice que las simpatías por los revolucionarios liberales son grandes en las cercanías de ese Puerto y que sólo esperan la oportunidad de unirse a las fuerzas insurgentes.

El octavo batallón.

Este Batallón salió de Manzanillo y es el que va a desembarcar en Ensenada. Con ese Batallón vienen varias piezas de artillería.

Ya van a tener oportunidad de aumentar sus filas nuestros compañeros de la Baja California, pues todos los fusiles que llevan estos federales y los cañones pasarán a poder de las fuerzas liberales.

Ansiosos por batirse.

Nuestros compañeros de Mexicali se disponían ya a hacer su marcha a Ensenada desesperados de no tener una oportunidad de derrotar nuevamente a los esbirros de la Dictadura, caundo recibieron la noticia de que las fuerzas federales venían a atacarlos. Resolvieron quedarse para luchar; pero todavía no hacen su aparición los soldados federales.

Coahuila.

Los rebeldes amagan nuevamente a Torreón.

Trescientos insurgentes al mando de Mariano López2 amenazan caer sobre Torreón de un momento a otro. Esta fuerza insurgente trata de cortar toda comunicación con Torreón para el mejor desarrollo de sus planes. Desde luego, han destruido tres puentes del Ferrocarril Central cerca de Jimulco.

Combate en El Perico.

Los revolucionarios que operan cerca de Matamoros, llamaron la atención de los federales hacia el Cañón del Perico, donde los esperaron y los batieron hasta hacerlos retroceder, quedando en el campo muchos soldados del despotismo atravesados por las balas. La mayor parte de los federales se desertaron cuando iban de retirada.

Chihuahua.

La fuerza de Blanco.

José de la Luz Blanco, el jefe insurrecto que no reconoce la autoridad del llamado “Presidente Provisional,” aumenta diariamente sus fuerzas en la región de Pearson. Blanco dejó el Rancho de San Diego y pasó cerca de Nueva Casas Grandes, donde hay una guarnición federal de mil hombres; pero no fue molestado por los federales que temieron salir para ser derrotados.

Los federales no pueden unirse.

Varias veces han intentado unirse las fuerzas federales que están en Gallego con las que guarnecen Casas Grandes; pero la fuerza insurgente del Coronel García, que se compone de seiscientos hombres y opera en las inmediaciones de Galeana ha dificultado esa unión. La fuerza insurgente de García logró tender una emboscada a los federales en el Paso del Chocolate. Los federales sufrieron la enorme pérdida de doscientos hombres. Nadie habría sabido de esta victoria insurgente, a no ser por un ranchero que llegó a Pearson y dijo que él había contado doscientos cadáveres de federales cerca del Paso del Chocolate.

Combate en La Ascensión.

Las autoridades de Ascensión armaron a unos pobres diablos para resistir el ataque de una guerrilla insurgente destacada del cuerpo de Ejército que está a las ordenes de Blanco. Los “voluntarios” tuvieron que luchar el viernes de la semana pasada, murieron catorce de ellos, los demás fueron derrotados y los rebeldes tomaron por fin la población proveyéndose de abundante cantidad de armas y municiones. En seguida, los insurgentes evacuaron la población y se marcharon al sureste sin que nadie intentase perseguirlos.

Una villanía de Ahumada.3

En la Penitenciaría de Chihuahua se encontraban muchos presos a quienes se hacían cargos de estar complicados en el movimiento revolucionario. No había pruebas para sentenciar a esas personas. No existía otra base para el proceso que las declaraciones de los esbirros. No había, pues, modo de asesinar legalmente a esos pobres presos; pero Ahumada concibió y puso en práctica una espantosa idea. Procuró que algunos individuos a quienes había puesto de acuerdo se dejasen encarcelar. Entonces, esos individuos indujeron a los presos a rebelarse y procurar fugarse de la Penitenciaría. El maldito ardid tuvo efecto: los prisioneros dieron el grito de libertad y se arrojaron sobre las puertas de la prisión. Una lluvia de balas cayó inmediatamente sobre ellos quedando muertos muchos en el acto. Algunos lograron salir; pero ya estaba listo Ahumada, quien en persona, a la cabeza de algunos esbirros, los persiguió dando muerte a algunos recapturando a los demás, contra quienes se ha iniciado el correspondiente proceso para que reciban la muerte “legalmente.” Este es el hombre que ha mandado Díaz a Chihuahua para inducir a los revolucionarios a que depongan su actitud rebelde, prometiendo toda clase de garantías. ¿Qué otra cosa puede esperarse de los bandidos que están en el poder sino la infamia y la traición?

Falsedades de los gobiernistas.

Los periódicos gobiernistas han echado a volar la noticia de que el Jefe insurgente Pascual Orozco ha solicitado perdón del Dictador. La noticia es falsa. Pascual Orozco continúa luchando, y si su nombre no aparece en las columnas de los periódicos maderistas, se debe a que está ahora operando independientemente del maderismo. El impulsivo tiranuelo Francisco I. Madero ordenó a Orozco que tomase Ciudad Juárez. Orozco no obedeció la descabellada orden del “provisional” porque no contaba con la fuerza suficiente para efectuar un ataque con probabilidades de vencer. Si hubiera obedecido habría sido derrotado y el efecto moral que habría tenido su derrota tanto en México como en el extranjero, hubiera sido deplorable. Así, pues, Orozco, pensando con más cordura que Madero, no atacó Juárez e hizo bien. Es preferible una honrosa retirada a una vergonzosa derrota.

Pascual Orozco no quiso ya reconocer a Madero, y éste nombró General en Jefe del Ejército maderista a José de la Luz Soto, quien manda las fuerzas que protegen a Madero en su viaje hacia Chihuahua.

Orozco no ha renunciado a la lucha. Con sus compañeros se ha retirado a la Sierra de Chihuahua para continuar la campaña contra el despotismo en aquella región.

El hecho de que no haya vuelto a aparecer su nombre en los despachos de la prensa, se debe a que la principal fuente de informaciones está en manos de los paniaguados de Madero en El Paso, y, naturalmente, no les gusta hablar de los que no sostienen a su amo.

Orozco simpatiza con el Programa del Partido Liberal4 y no es de extrañarse que haya enviado a paseo al ambicioso Madero.

Se ha perdido Cuéllar con toda su gente.

El Coronel Cuéllar salió de Ciudad Juárez rumbo a Casas Grandes, ciudad que está amagada por los insurgentes. Cuéllar, con 500 soldados, salió de Ciudad Juárez el día 26 y no ha podido llegar a Guzmán ni se sabe dónde se encontrará. Numerosas guerrillas rebeldes han sido vistas a lo largo de la línea de Corralitos, y se cree que esas guerrillas hayan quemado los puentes y a eso se deba que nada se sepa de Cuéllar.

Madero va volando a las montañas.

La fuerza de Rábago que fue a atacar a Madero a Villa Ahumada, bajó con 550 federales en la Estación Lucero y emprendió la marcha hacia el Cuartel General maderista; pero cuando llegó a Villa Ahumada, ya Madero y su gente habían volado hacia la Sierra. Madero atacó un tren de carga y tomó mercancías de él. Madero tuvo que refugiarse en la Sierra porque Pascual Orozco y José de la Luz Blanco no quisieron ir a unírsele a Villa Ahumada.

La fuerza de Madero es de 400 hombres.

Nueva derrota en Mulato.

Los federales sufrieron una nueva derrota en Mulato y también cometieron nuevas infamias. En el último combate, los federales perdieron cuarenta hombres y tuvieron que huir. En su huida tropezaron con unos pacíficos viandantes, a quienes ahorcaron y los dejaron colgados de los árboles “para escarmiento,” según ellos dicen; pero esos actos salvajes no son sino el producto del despecho. Los derrotan los insurgentes, pues a matar a pacíficos pastores o transeúntes que tengan la desgracia de ser vistos por los derrotados a su paso.

Siguen los infortunios de Luque.

Una derrota más cuenta en su deslustrada hoja de servicios el coronelillo Luque. En esta última derrota perdió, según confiesa la prensa vendida al despotismo, 25 hombres. Quien lo derrotó fue el jefe insurrecto Toribio Ortega.5 Luque cuenta que bien pronto va a salir de Ojinaga a combatir con Ortega otra vez. Saldrá para ser derrotado de nuevo.

Distrito Federal.

En las meras goteras de la ciudad de Mexico.

La Revolución ha tomado tal incremento que las columnas revolucionarias operan sin ser molestadas en las orillas de la ciudad de México, en el Distrito Federal, donde tiene su asiento el trono caduco que está para caer.

En Milpa Alta, Contreras y Tizapán, las fuerzas insurgentes traen desveladas y azoradas a las pusilánimes autoridades que ven acercarse el fin de su funesto dominio. El Imparcial mismo no ha podido negar la agitación revolucionaria en el Distrito Federal, y para calmar la inquietud de los habitantes de la ciudad de México, se ha apresurado a decir que no hay que tener temor por la proximidad de esas fuerzas rebeldes, pues México cuenta con una fuerte guarnición; pero deja de decir ese periódico que no son sólo tres las columnas rebeldes que operan en el Distrito Federal. Son más de ese número que rápidamente aumentan sus filas con los hombres que la desesperación arroja de las miserables barriadas de la gran capital a los campos de la acción, prefiriendo mil veces la muerte a una vida de miseria y de vergüenza.

Durango.

Asalto a un tren.

Cerca de Estación Picardías, un grupo de cuatrocientos insurgentes, detuvo un tren, tomó las armas que llevaban los pasajeros, y pidió a éstos que contribuyeran con algo para el fomento de la Revolución. Los pasajeros dieron de buena gana su óbolo y los insurgentes se retiraron sin cometer ninguna tropelía.

Otro grupo de rebeldes quemó un puente del Central cerca de la estación de Catalina en el norte de Durango y se proveyó de elementos en este lugar.

Una guerrilla detuvo un tren de pasajeros que se dirigía a Torreón y que iba de la ciudad de México. Los pasajeros fueron invitados a contribuir para el fomento de la Revolución, y obtenido el dinero, los insurgentes dejaron correr el tren.

Durango amenazada por la insurrección.

Parece que la ciudad de Durango es el punto objetivo de los insurgentes que atacaron Pedriceña y Cuencamé hace pocos días, pues se les ha visto caminar con dirección a esa ciudad, siendo su número considerable al grado de que los federales no los persiguen. En Durango, las autoridades les hacen toda clase de esfuerzos por reclutar “voluntarios” por el sistema de “leva” y muchos hombres han abandonado la ciudad en busca de las fuerzas insurgentes con el objeto de unirseles, pues ya que se trata de tomar un fusil y pelear, prefieren hacerlo en las filas de la insurrección mejor que en las de la opresión.

Evacuan Tamazula.

La fuerza rebelde que tomó Tamazula, ha abandonado dicha población en busca de más voluntarios y de mejores elementos para la campaña. Tamazula estuvo algún tiempo en poder de los revolucionarios, sin que hubieran podido desalojarlos de sus posiciones los soldados del despotismo.

Un combate en Yerbaniz.

Las fuerzas federales tropezaron en las cercanías de Yerbaniz con una numerosa guerrilla rebelde y aunque no era de su agrado, tuvieron que luchar, quedando completamente derrotadas. La fuerza rebelde es parte de la que tomó Cuencamé en días pasados y que se dirige a Durango.

Jalisco.

Cuidando los puentes.

Los rebeldes en el Estado de Jalisco se dedican a destruir los puentes de ferrocarril. El puente de acero que está en la villa de la Encarnación iba a ser volado por los insurgentes y se habría efectuado la voladura si no llegan fuerzas de Guadalajara a evitar el importante acto.

Todos los puentes en el Estado están custodiados por gendarmes o por federales.

Actividad en Chapala.

En este Cantón hay gran actividad revolucionaria. Los federales y los gendarmes del Estado se han unido para poder resistir cualquier choque con los revolucionarios.

En la Sierra de Mazamitla están reconcentrándose varias guerrillas rebeldes, donde esperarán el ataque combinado de federales y gendarmes del Estado.

Reclutamientos en Zapotlán.

Una columna rebelde se muestra activísima en su obra de reclutamiento por las cercanías de Zapotlán. El Jefe de la Zona Militar ha enviado una fuerza de federales a batir a los insurgentes, esperándose de un momento a otro un fuerte combate, pues los insurgentes son numerosos.

Huyeron a la desbandada.

Una fuerza federal marchaba por las cercanías de Concepción de Buenos Aires, cuando se le presentó al frente una columna rebelde. Los pobres federales dieron media vuelta y sin disparar un solo tiro, huyeron tumultuosamente muertos de terror. Decididamente los federales no sirven ni para divertir a los rebeldes.

La Revolución cunde en el Estado.

Cada vez es más importante el movimiento revolucionario en el Estado de Jalisco y más impotentes las autoridades para sofocar el movimiento. Los revolucionarios de Jocotepec operan sin ser molestados desde hace algunas semanas, y hasta ahora, que ya están fuertes para resistir cualquier ataque, se ha pensado en enviar en su contra una fuerza federal que irá a una derrota segura, según lo sabremos bien pronto.

Los jefes Casillas, Monroy y Azueta.

La columna mandada por estos jefes insurgentes cuenta con más de cuatrocientos rebeldes. La columna rebelde opera en los alrededores de Teocuiltatlán y tiene la Sierra como base de operaciones.

México.

Un grupo de revolucionarios atacó con buen éxito la hacienda del Cristo, de la Municipalidad de Tlanepantla, llevándose un buen número de caballos y de armas.

Este asalto audaz de los insurgentes, en un pueblo tan cercano de la Capital de la República, ha puesto los pelos de punta a las autoridades que ven que el miedo va desapareciendo y que en el pueblo se robustece un saludable espíritu de rebeldía contra sus verdugos.

Morelos.

El maestro Hoyos.

Este jefe insurgente continúa reclutando voluntarios en la región limítrofe de Morelos y Puebla.

Hoyos es un hombre que sufrió muchas vejaciones de las autoridades y conoce bien la necesidad de destruir la mala administración de Díaz.

En varias partes del Estado se han registrado levantamientos de más o menos importancia en estos últimos días.

 

Oaxaca.

El reclutamiento activo.

En la finca “La Oaxaqueña,” han establecido su cuartel varias de las guerrillas que operan en el Estado de Oaxaca. La tarea de reclutamiento es activísima por parte de los revolucionarios. En Puebla y otras grandes ciudades los agentes revolucionarios andan contratando voluntarios para reforzar el movimiento en Oaxaca. Los peones de la finca “La Oaxaqueña” se unieron en masa a los insurgentes. Carlos Gris todavía no se presenta en acción con sus cincuenta mil rancheros que ofreció al Dictador al comenzar el movimiento revolucionario.

Fuerzas en gran número para Oaxaca.

De la Capital de la República y de otras partes están siendo enviadas fuerzas en gran número al Estado de Oaxaca, donde el movimiento adquiere caracteres excepcionales.

Toda la región del Istmo de Tehuantepec está, puede decirse, en poder de la Revolución, pues el número de guerrillas que operan por esos rumbos es muy grande.

El Distrito de Tuxtepec está igualmente en manos de los rebeldes que tienen como centro de operaciones a Ojitlán.

La Sierra del Norte de Oaxaca despierta de su sueño y sus hijos se levantan en armas contra la opresión.

La línea del Ferrocarril del Sur comienza a ser destruida por los insurgentes, y cuando esa línea esté hecha pedazos, será invencible el movimiento revolucionario en aquel importante Estado.

Puebla.

¡Abajo la autoridad!

Este fue el grito viril dado por la fuerza revolucionaria que se levantó en armas en Coyutla. El Presidente Municipal, el Juez de Letras y algún otro zángano, fueron muertos en el acto. El Secretario del Ayuntamiento quedó gravemente herido.

Después de ajusticiar a los verdugos del pueblo, los revolucionarios marcharon sobre Tianguismanalco, pueblo que tomaron sin resistencia.

Fueron enviados rurales sobre los insurgentes, pero no ha habido combate con ellos.

Un combate en Metepec.

Las fuerzas rurales y una columna de rebeldes, tuvieron un fuerte combate en las cercanías de Metepec. Los rurales fueron vergonzosamente derrotados y los revolucionarios capturaron armas, caballos y monturas.

En el cerro de la Malinche.

Tanto en Textutlán, como en las faldas del Cerro de la Malinche, operan numerosaas guerrillas insurgentes. Las autoridades ni tienen fuerzas para ir a batirlas, y mientras tanto, las guerrillas aumentan diariamente su fuerza y están en mejores condiciones para derrotar a los esbirros de la Dictadura.

Viarias escaramuzas.

En las escaramuzas habidas en San Miguel Actopan y Rosario, los insurgentes capturaron importantes elementos de guerra que dejó en sus manos el enemigo al huir.

Otro acto de suprema justicia.

Un grupo revolucionario atacó y tomó a viva fuerza el pueblo de Huaquechula. El alcalde de la población quiso resistir todavía, y fue muerto en el acto. Los fondos de la Tesorería Municipal fueron tomados por los revolucionarios.

Nuevas guerrillas.

Las autoridades de Puebla tienen noticias de que varias guerrillas operan en el Distrito de Chalchicomula. Una de esas guerrillas recogió valiosos elementos en San Nicolás de los Ranchos. El despotismo se preocupa sobre el modo de ir a batir a los guerrilleros cuando ya no tiene fuerzas disponibles.

A la Sierra.

Los rebeldes que operaban en las inmediaciones de Atlixco se han retirado a la Sierra en cuyos pueblos esperan reclutar un buen número de voluntarios y recoger buenos elementos de guerra para combatir al despotismo.

San Luis Potosí.

Algunas guerrillas rebeldes que operaban en Zacatecas, se han internado a territorio del Estado de San Luis Potosí.

Cerca del Peñón Blanco pasó una fuerte columna insurgente, sembrando el pánico entre los esbirros a la vez que infundiendo confianza y haciendo abrigar esperanzas de una era mejor a los oprimidos habitantes de esas regiones.

Sonora.

Movimientos de insurrectos.

Doscientos insurrectos fueron vistos al este de Douglas, en el Rancho del Mezcal, con dirección a Moctezuma. Otros cincuenta más fueron vistos marchando en la misma dirección. Todos estos insurgentes llevan magnificos caballos e iban perfectamente armados. Parece que la intención de estos insurgentes es tomar Moctezuma y establecer ahí un centro de operaciones que dará por resultado la toma de Hermosillo.

La toma de La Dura.

El Capitán insurgente Jirón, a la cabeza de su columna, atacó la guarnición federal de La Dura. El combate duró varias horas. Los federales, atrincherados en las casas de adobe, derramaban un torrente de balas. No querían los desdichados esclavos, abandonar sus posiciones y lucharon briosamente; pero los revolucionarios no cejaron tampoco en su empeño de tomar esa población, cosa que lograron por medio de la dinamita que volaba trincheras y casas donde se parapetaban los federales, hasta que por fin, viéndose estos perdidos, enarbolaron bandera blanca y se rindieron a discreción. Las bajas en ambos lados fueron de consideración; pero el triunfo de los insurgentes fue grande, porque tomaron todas las armas de los federales y se proveyeron de abundantes provisiones.

Los esbirros de Nogales.

Grande excitación reina entre los hombres que forman la guarnición de Nogales por las noticias que llegan de los alrededores de dicha población fronteriza. Tres gruesos grupos revolucionarios han sido observados moviéndose de diferentes puntos con dirección a Nogales y se encuentran ya muy cerca de la población. Se dice que la fuerza combinada de los tres grupos insurgentes es superior a la fuerza que guarnece a Nogales; pero no quieren iniciar el ataque de los revolucionarios hasta haber reclutado más rebeldes y asegurado por el número la toma de la población. La toma de Nogales, por lo tanto, es cuestión de unos cuantos días.

Ruda pelea.

Desde el 10 de febrero están luchando los insurgentes y los federales en las cercanías de Cumuripa. Casi no hay día en que no se trabe un combate entre ambas fuerzas. La línea ferrocarrilera del Río Yaqui, tiene suspendido el servicio para impedir que los insurrectos se apoderen de los trenes. Toda la región del Río Yaqui está sobre las armas en contra de la tiranía.

El cosaco Kosteritzky derrotado y herido.

En un combate efectuado cerca de Cananea, entre los revolucionarios y los rurales, salió gravemente herido el famoso cosaco y derrotadas sus fuerzas. Este hecho ha sido guardado en el más profundo secreto, por las autoridades; pero testigos presenciales aseguran que el cosaco fue llevado a Magdalena, donde se está curando de sus heridas.

La captura de fronteras.

Doscientos revolucionarios tomaron Fronteras el 27 del pasado. Un buen número de hombres tomados de “leva” resistió el empuje de los revolucionarios quienes al fin vencieron a los soldados del despotismo.

Bavispe tomado.

Bavispe fue tomado por una columna insurgente la semana pasada. Después de hacerse de elementos en Bavispe, la columna marchó sobre Saic, pueblo que cayó desde luego en sus manos. De esa población marcharon sobre Altar y piensan después tomar Magdalena. La columna rebelde tomó muchos caballos del Rancho de San Juan. Muchos voluntarios van uniéndose.

Naco sitiado.

Trescientos revolucionarios tienen sitiado el pueblo fronterizo de Naco. Los habitantes de este pueblo están huyendo a los Estados Unidos. La guarnición de Naco se prepara a resistir, pero es imposible que puedan rechazar a los insurgentes. Estos, deseando que no haya derramamiento de sangre, han intimado rendición a la plaza. De no rendirse la tomarán a sangre y fuego.

Según todas las probabilidades dentro de pocas semanas estará en poder de la insurrección la mayor parte de la frontera de Sonora.

Muchos pueblos tomados.

Entre otros de los pueblos tomados por los rebeldes de Sonora, están Sinoquipe, Banamichi, Huepac, Ranchito, Aconchi, Baviácora, Candanacha. Por todos estos lugares abundan las guerrillas insurgentes contra las cuales nada pueden hacer los federales.

Cubillas viola las Leyes de Neutralidad.

El Comisario de Cananea, un tal Cubillas, viola descaradamente las desprestigiadas leyes de neutralidad. Acaba de introducir a México, por Arizona, tres cañones, uno de los cuales ha sido enviado a Naco y los otros dos a Cananea. El tal Cubillas es quien está a cargo de las tropas federales en Cananea.

Tepic.

En la Sierra de Alica y el Nayarit han hecho su aparición varias guerrillas rebeldes.

Esta región es una de las más a propósito para sostener una larga campaña contra el despotismo, y el despotismo sabe cuánto valor y cuánto arrojo tiene la gente de esas regiones.

Un revolucionario de apellido Salgado, es quien hace cabeza del movimiento en esa región. Salgado es hombre muy conocido en Guadalajara por su carácter impetuoso, su valor y la habilidad con que maneja las armas de fuego.

Las huestes de Salgado son suficientes para entretener por aquellos rumbos a un buen cuerpo de Ejército de la Dictadura.

Tabasco.

Sobre los bienes del gobernador.

Los jefes insurrectos Ignacio Gutiérrez y Santana Balcárcel, operan con toda felicidad en el Distrito de Cárdenas. Últimamente se han estado proveyendo de elementos de toda clase en las propiedades del Gobernador del Estado Policarpo Valenzuela, quien furioso al verse expropiado tan pronto, mandó a su esbirro Andrés C. Sosa con una fuerza considerable a batir a los revolucionarios.

Otra guerrilla rebelde se presentó en el punto llamado El Pedregal, donde se hizo de valiosos elementos para la campaña y reclutó muchos voluntarios.

Veracruz.

Combate en los Montes del Presidio.

A quince kilómetros de Tlalixcoyan se encuentran los Montes del Presidio, donde se trabó un reñido encuentro entre las fuerzas rurales del Estado de Veracruz y la guerrilla insurgente que está a las órdenes de Martín Hernández.

Los rurales se retiraron en precipitada fuga siendo perseguidos por los revolucionarios hasta que aquellos se internaron en los bosques.

Tomando caballada.

Ricardo López, jefe de una columna insurgente que opera también en la municipalidad de Tlalixcoyan se ha presentado en diversas haciendas escogiendo caballada de la mejor.

Por el rumbo del “Giote” se ha visto otra guerrilla revolucionaria perfectamente armada y equipada.

Las hazañas de Tapia.

¿Dónde está Tapia? se preguntan las autoridades de Veracruz que saben bien dónde se encuentra ese jefe rebelde con su fuerza, pero a quien no desean presentar combate porque en casi todos los encuentros que ha tenido Tapia con los federales, han salido éstos derrotados.

Notas de última hora.

Blanco hace su aparición en Sonora.

Las fuerzas del compañero José de la Luz Blanco pasaron de Chihuahua a Sonora y capturaron el día 2 del corriente el importante mineral llamado El Tigre. La fuerza del compañero Blanco capturó en ese mineral 250 fusiles y cincuenta mil cartuchos. La toma de El Tigre se efectúo sin derramamiento de sangre, siendo arrestado el Comisario Carlos García por nuestros compañeros.

Este espléndido triunfo va a robustecer la fuerza del compañero José de la Luz Blanco, pues ahora está en aptitud de aumentar su columna con doscientos cincuenta combatientes más, aparte de los compañeros que se le unan llevando ellos mismos una carabina.

Se pide la rendición de Hermosillo.

Los rebeldes han enviado un ultimátum a las autoridades de Hermosillo, capital del Estado de Sonora, declarando que si no se rinde incondicionalmente para determinado día, Hermosillo será asaltado y tomado a sangre y fuego. Lo que desean los rebeldes es que se rindan las autoridades, para evitar el derramamiento de sangre de personas pacíficas.

No se confirma la llegada de tropas a Ensenada.

Hasta la fecha no se ha confirmado la noticia que había circulado sobre la llegada de 500 hombres y algunos cañones a la Ensenada para batir a nuestros compañeros que operan en la Baja California.

Nuestros compañeros Leyva y Berthold, sin embargo, han tomado las medidas necesarias para resistir un ataque y aún para atacar ellos mismos, pues lo que desean las fuerzas insurgentes en la Baja California es luchar para desbaratar a los sicarios de la Dictadura.

Consideraciones generales.

La Revolución es más potente cada día. De Norte a Sur y de Este a Oeste, el país está agitado por la marea revolucionaria. Ya no hay temores de que se apague el fuego sagrado de la Insurrección. Lo que se necesita ahora es robustecerlo y para ello, invitamos una vez más a todos los que deseen ser libres que ayuden a la Junta en sus trabajos. La Revolución necesita dinero, no hay que olvidarlo. Los miembros del Partido deben pagar sus cuotas con toda exactitud. Los que no sean miembros del Partido Liberal, pero que simpaticen con el movimiento liberal, harán bien en mandar su óbolo sin pérdida de tiempo. Todos deben ayudar de alguna manera. El porvenir de la raza mexicana depende de la Revolución netamente liberal.

Ricardo Flores Magón


1 Refiérese a Joaquín Díaz Prieto, médico y diplomático originario de Tabasco. Se desempeñó como cónsul de México en Los Ángeles, San Francisco y San Diego. Organizó en mayo de 1911 la sociedad Defensores de la Integridad Nacional, para combatir a los insurrectos del PLM en Baja California.

2 Refiérese a Mariano López Ortiz.

3 Miguel Ahumada (1844-1916). Militar colimense. A las órdenes de los generales Ramón Corona y Sóstenes Rocha y combatió a Intervención Francesa y al Imperio. Gobernador de Chihuahua en varias ocasiones entre 1892 y 1911. La misma posición ocupó en Jalisco de 1903 a enero de 1911.

4 Programa del Partido Liberal y Manifiesto a la Nación”, publicado por primera vez en el núm. 11 de la 3ª época de Regeneración (St. Louis, Mo.); en él se expone la plataforma política del PLM. La redacción de la mayor parte del documento estuvo a cargo de Juan Sarabia, mientras que el manifiesto y la declaración de principios que lo preceden fueron, al parecer, obra de Ricardo Flores Magón. En el primer número de la cuarta época de Regeneración (3 de septiembre de 1910), se reprodujo una versión sintética del Programa, sin el “Manifiesto” que lo precedía en la publicación original.

5 Toribio Ortega Ramírez (1879-1914). N. Cuchillo Parado, Chih. Comerciante. Enemigo del cacique local y presidente municipal Mariano Sandoval y del clan Terrazas-Creel. Presidente del club antirreeleccionista del lugar, fue el primer maderista en levantarse en el Estado, el 14 de noviembre. Operó en la región de Ojinaga. Luchó contra el orozquismo del lado de las fuerzas dirigidas por Victoriano Huerta, En junio de 1912, Regeneración erróneamente anunció que Ortega se había cambiado de bando e incorporado a las fuerzas del general Marcelo Caraveo, aunque posteriormente se incorporó al villismo.

La humanidad está dividida en dos clases: la clase capitalista y la clase trabajadora. La clase capitalista posee la tierra, la maquinaria, los útiles de trabajo, las minas, las casas, los ferrocarriles, barcos y demás medios de transportación, las fábricas, los talleres, y como guardián de todos estos bienes, cuenta con el gobierno en cualquiera de sus formas: monarquía absoluta, monarquía constitucional y república ya sea central o federal. La clase trabajadora no posee más que sus brazos, su cerebro y la energía vital que la pone en aptitud de ejecutar algún trabajo, mientras puede tenerse en pie.

La clase capitalista, bajo cualquier forma de gobierno puede vivir a sus anchas, porque tiene los medios materiales que la ponen en una situación ventajosa respecto de los que nada tienen, esto es, de los trabajadores, gozando por lo mismo de una gran independencia y de una gran libertad, pues no solamente puede satisfacer sus necesidades sin depender de nadie, sino que, además, tiene en su apoyo el mecanismo gubernamental que de ella depende y el cual tiene leyes, tiene jueces, tiene polizontes, tiene soldados y tiene presidios, en fin, tiene todos los medios necesarios para garantizar a los ricos el pacífico y libre disfrute de sus riquezas.

La clase pobre, en virtud de encontrarse la riqueza acaparada por los ricos, se ve forzada a depender de éstos. Si el pobre quiere trabajar la tierra, tiene que alquilarse por un determinado precio que se llama salario y que representa una ínfima parte de lo que produce con sus brazos. Si el trabajador quiere trabajar en una fábrica, en una mina, en un barco, en un ferrocarril, en la construcción de una casa o en cualquier otra tarea, tiene igualmente que alquilar sus brazos para recibir el salario que representa siempre una mínima parte de lo que produce. Se ha calculado que los patrones pagan solamente una décima parte del valor producido por el trabajo del obrero, y en México la proporción es todavía más grande, pues sabido es que los salarios en nuestro país son una verdadera limosna. Las nueve décimas partes de lo que produce el trabajador pasan a los bolsillos del patrón, como ganancia, a pesar de que éste no se ha fatigado para producir como se fatiga el trabajador. Esa ganancia naturalmente está sancionada por la ley que, como lo he dicho muchas veces, ha sido hecha, como todas las leyes, por la clase capitalista, que, por supuesto, tiene que hacer leyes que beneficien a su clase, que protejan la explotación que ejercen los amos. Esas leyes son las que imperan en todas partes, en todos los países llamados civilizados, desde los regidos por monarcas absolutos hasta los gobernados por presidentes constitucionales como los Estados Unidos y Suiza que tienen fama de ser países “libres”, Repúblicas “Modelos”.

El trabajador, pues, es esclavo en todas partes. Esclavo en Rusia, esclavo en Estados Unidos, esclavo en México, esclavo en Turquía, en Francia, esclavo dondequiera. Las famosas libertades políticas que el maderismo quiere conquistar, como la libertad electoral, la de reunión, la de pensar y otras muchas no son sino verdaderas engañifas con que se desvía al proletariado de su misión sagrada: la libertad económica. Sin libertad económica no se puede gozar de la libertad política.

Hay países, como Rusia, por ejemplo, donde no hay libertades políticas, y sin embargo, el trabajador es tan desgraciado ahí como en los Estados Unidos, país que se pavonea de ser libre. En las calles de San Petesburgo, de Moscú, y de Odesa se ven circular los mismos andrajos, las mismas caras pálidas, que en las calles de Nueva York o de Chicago, lo que quiere decir que en Rusia, país bárbaro y oprimido, existe el mismo problema, la misma cuestión social que en los Estados Unidos, país que se jacta de ser civilizado y libre.

En el Canadá, a pesar de que no existe ley que garantice a todos el derecho de votar, esto es, donde no hay lo que se llama sufragio universal, pues en ese país solamente tienen derecho a votar los que tienen bienes de fortuna, el trabajador vive con más desahogo que en los Estados Unidos donde existe el sufragio universal, esto es, el derecho que tienen todos los hombres llegados a cierta edad de elegir a sus gobernantes.

Esto prueba que no es el voto, no es el derecho a pensar ni de reunión ni de ninguna otra de las facultades políticas que dan las leyes lo que da de comer al trabajador. El derecho de votar es un sarcasmo. Aquí, en los Estados Unidos, tenemos la prueba de ello. El pueblo de esta nación ha tenido siempre el derecho de votar, y sin embargo, las miserables barriadas de Nueva York, de Chicago, de St. Louis, de Filadelfia, y de todas las grandes ciudades americanas son testigos elocuentes de la ineficacia del voto para hacer la felicidad de los pueblos. En esas barriadas, cientos de miles de personas se pudren física y moralmente en covachas infectas, y en toda la nación, todas las mañanas, cuatro millones de seres humanos salen de esas mansiones de la mugre y del hambre a buscar trabajo para poder volver a las covachas con un mendrugo de pan para la mujer y para los hijos; pero como no encuentran trabajo, regresan con las manos vacías y apretándose el estómago para reanudar al día siguiente la penosa peregrinación en busca de amos a quienes alquilar sus brazos, y llegado el tiempo de las elecciones, esos hambrientos se apresuran a firmar una boleta electoral para encumbrar a otro gobernante que les continúe apretando el pescuezo.

Si tenemos este ejemplo a la vista ¿por qué hemos de empeñarnos en conquistar una facultad ilusoria como es la de votar? ¿Por qué no mejor dedicar todas nuestras energías a la conquista de la tierra, la tierra que es la fuente de todas las riquezas y que, en manos del pueblo aseguraría a todos la vida, les daría, por lo mismo, la independencia económica, y como una consecuencia de eso, la verdadera libertad?

Bienes materiales es lo que necesita el pueblo para poder ser libre. Que tome el pueblo posesión de la tierra y de los instrumentos de trabajo, es lo que quiere el Partido Liberal. Cuando el pueblo sea dueño de la tierra, todo caerá en sus manos por la fuerza misma de las circunstancias. ¿Es locura esto? Así lo aseguran los cobardes, los ignorantes y los que tienen empeño en que continúe el actual sistema de explotación a la clase trabajadora. Todos aquellos que tienen deseos de ocupar puestos públicos grandes o chicos; todos aquellos que quieren vivir a expensas de los demás, desean que Madero triunfe; pero el pueblo trabajador sensato, el que no cuenta con más capital que sus manos encallecidas en las duras labores a que lo sujetan los burgueses, los trabajadores que han sabido entender lo que Regeneración les enseña, esos no pueden seguir a Madero, no pueden seguir a los que hacen de la política su modo de vivir, sino que están dispuestos a continuar la lucha de clases, la lucha contra el capitalismo hasta hacerlo morder el polvo.

Hay dos clases sociales: la que explota y la explotada. La que explota tiene interés en que Madero esté en el poder para continuar explotando. La clase explotada por su parte, tiene interés en que la tierra sea para todos, en que ya no haya amos, en que ya no haya miseria.

Compañeros, seguid la bandera del Partido Liberal que tiene este lema: Tierra y Libertad.

Ricardo Flores Magón

El viejo altanero que por espacio de treinta y cinco años se mofó del pueblo mexicano; el soberbio magnate que en su embriaguez de mando se creyó formado de otra carne, de otros huesos, de otros nervios que la carne, los huesos y los nervios de que están construidos los demás mortales; Porfirio Díaz que llegó a tener en sus garras los destinos de una raza que parecía muerta para siempre, se espanta ahora de su propia obra, tiembla como una mujerzuela ante la consecuencia lógica de sus actos, y, careciendo ya de aquella fuerza aplastante de que tanto abusó, impotente ahora para ahogar en sangre la protesta de los esclavos que se rebelan, pide a los Estados Unidos que lo auxilien, se arrastra como un cobarde en los estrados del Capitolio de Washington, limpia con su lengua asquerosa los zapatotes hediondos de Taft y se entrega en cuerpo y alma a la codicia, a la voracidad desatentada de la plutocracia americana, la misma plutocracia que hizo volar con dinamita a la tripulación del Maine1 para que el gobierno americano pudiera declarar la guerra a España y quedarse con Cuba; la misma plutocracia que tiene a Filipinas en la esclavitud; la misma plutocracia que arrancó a Colombia parte de su territorio para fundar una República ridícula, la de Panamá;2 la misma plutocracia que estrangula a Hawai y a Puerto Rico y gobierna de hecho en Venezuela, en Guatemala, en Honduras, en Nicaragua y que ha sido el más fuerte apoyo con que ha contado Porfirio Díaz para oprimir y ultrajar al pueblo mexicano; esa plutocracia que arrebató a México más de la mitad de su territorio en el siglo pasado; quiere ahora engullir de una vez la rica tierra que el Partido Liberal trata de entregar al pueblo para que la raza mexicana se dignifique por el bienestar y la libertad.

Un apetitoso manjar.

México ha sido para los capitalistas americanos algo así como una golosina. De una tarascada, esos capitalistas en el siglo pasado, se engulleron más de la mitad del país. El manjar es sabroso, y ahora están en visperas de pretender engullir el resto.

México es un país muy rico; México es un país muy bello; México debe ser para los americanos, dicen los grandes financieros yanquis.

El crimen de Díaz.

Porfirio Díaz comprendió desde un principio que su administración, tarde o temprano, tendría que ser envuelta por una tormenta revolucionaria. Para retardar lo más posible la aparición de esa tormenta, Díaz dedicó todas sus energías a una paciente e inteligente obra de embrutecimiento popular. Era preciso para la estabilidad de su administración que el pueblo no se diera cuenta de las causas de su esclavitud, y para esto, lo mejor era no abrir escuelas para que las masas populares no aprendieran a leer. La ignorancia de las masas es la fuerza con que cuentan los despotismos.

Pero no se conformó Díaz con que el pueblo fuera ignorante: hay otra cadena tal vez más fuerte que la ignorancia misma. Esa cadena es la miseria. Era necesario agravar la miseria, era preciso tener a la población entera de México sometida al capricho de los patrones. La miseria envilece al hombre y prostituye a la mujer, y el hombre envilecido no piensa en su redención. Si es ignorante, no piensa en ser libre porque cree que los de abajo, la plebe, nació para servir a la clase alta. Si no es ignorante, las luces que tenga en su cerebro no pueden brillar sofocadas por el envilecimiento moral.

Todos somos testigos de los resultados funestos de la política de Díaz. Hizo toda una generación de cobardes y de viles por medio de la ignorancia y de la miseria.

El favor al yanqui.

Díaz es sagaz. Comprendió que no bastaba con envilecer al pueblo para tener asegurado su poderío. Díaz previó que a pesar de todo, la Revolución tenía que estallar. El primer acto de rebeldía tal vez tendría que fracasar y tal vez otro y otro más; pero al fin tendría que despertar de su letargo el pueblo y se rebelaría contra sus opresores.

Díaz, entonces, comenzó a atraer el capital extranjero y con preferencia, el capital americano. De este modo, si el pueblo se rebelaba, los gobiernos extranjeros se apresurarían a darle la mano para tenerlo sujeto y se dejase explotar, pues sabido es que los gobiernos no son otra cosa que los polizontes del Capital.

Díaz otorgó cuantiosas concesiones a los extranjeros, y con especialidad a los americanos. Millones de acres de tierra fueron cedidos a poderosas compañías americanas. Se hizo la guerra a tribus indígenas, para que desalojaran sus tierras y dárselas después a los americanos; pueblos enteros quedaron encerrados en las cercas de alambre de las poderosas compañías americanas; los campesinos tenían que abandonar sus jacales y su tierra que habían poseído desde tiempo inmemorial, para dejárselas a los rubios favoritos del Dictador.

El capital no tiene corazón.

Se convirtió en verdadera calamidad nacional el sistema de concesiones empleado por Porfirio Díaz para atraerse las simpatías de los millonarios americanos. Hay compañías como la de Pearson & Son3 que tienen concedida la explotación de fuentes de petróleo y de otras substancias en una extensión de terreno mexicano que comprende la octava parte de la extensión total del territorio nacional. Miles de familias en estos momentos se encuentran desamparadas, en las más abyecta miseria porque les han sido quemados sus jacales, les han sido arrebatadas sus tierritas, les han sido confiscados el carro, la vaca, el caballo.

Los habitantes de pueblos enteros han tenido que salir de las poblaciones incendiadas por los favoritos americanos a quienes Díaz les ha regalado los terrenos en que vivían y vivieron sus padres y sus abuelos y sus más lejanos antecesores.

Quiere que se acabe la raza mexicana.

Miles y miles de personas despojadas ven ahora sus terrenitos de los que sacaban la manutención de sus familias, en manos de aventureros americanos. Porfirio Díaz ha manifestado que no quiere dejar las tierras en manos de los mexicanos, porque lo que el país necesita es la inmigración de hombres de raza blanca, pues según ese traidor, sólo esos hombres podrán hacer grande y poderosa a la nación mexicana. Los periódicos de este país han hablado muchas veces en ese sentido.

El resultado.

Díaz se espanta ahora de las consecuencias de sus actos. El pueblo se ha rebelado al fin; la nación entera arde en las flamas de la Revolución; ya no hay soldados para atacar a las fuerzas rebeldes que día a día aumentan, Díaz apela a la ayuda que puedan prestarle sus amigos del extranjero; les presenta la situación desesperada para la Dictadura y para la seguridad de los intereses extranjeros en México; presenta ante los ojos espantados de los negociantes extranjeros y sobre todo, de los negociantes yanquis, la ruina de los grandes negocios que tienen como base el despojo de que han sido víctimas los humildes; señala la anulación de las concesiones en un porvenir que se acerca a grandes pasos, y los Otis, los Hearst,4 los Morgan5 y todos los que han podido amasar considerable fortuna en el río revuelto del desorden dictatorial, se han apresurado a pedir al Gobierno de los Estados Unidos que envíe tropas a la frontera mexicana, y barcos de guerra a nuestras costas del Golfo de México y el oceano Pacífico.

Estaba previsto.

Lo que ocurre estaba previsto. Porfirio Díaz no estaba solo en esta lucha; tenía detrás de él la fuerza de los millones de los banqueros americanos. El envalentonado mandarín que proclamaba para asustar a los cobardes que en cuarenta y ocho horas sofocaría cualquier intentona de rebelión, sabía muy bien que mentía, sabía muy bien que era débil en el interior del país y que su verdadera fuerza no era la de su miserable Ejército compuesto de esclavos y de degenerados, sino la de los millones que representan los negocios americanos establecidos en México.

Al estallar la Revolución pretendió sofocarla el Dictador; pero la Revolución sigue su marcha majestuosa y se encuentra impotente para dominarla. No le ha quedado otro recurso que la traición al pueblo por quien ha dicho se sacrifica.

La fuerza americana.

Veintidos mil soldados son los comisionados para invadir y seis cruceros se encargarán de vigilar los puertos mexicanos del Golfo y del Pacífico. Otros cruceros más se pondrán en marcha bien pronto con destino a aguas mexicanas.

En las regiones oficiales de Washington se niega que esa fuerza esté destinada a invadir México y que se trata simplemente de maniobras militares; pero la orden dada de que se comprase material de guerra sin limitación alguna, y el envío de los navíos de guerra a aguas de México indican que se trata de algo más serio que simples simulacros y que la invasión de México por las tropas americanas es un hecho, que tendrá que realizarse en muy pocos días.

El pretexto.

Como no se necesita más que un pretexto para que el Gobierno de Washington se meta en lo que no le importa; como los ambiciosos millonarios yanquis están acechando la oportunidad de tragarnos a todos los mexicanos, se dice que los traficantes ingleses que tienen negocios en la Sierra de Chihuahua pidieron al Embajador inglés en los Estados Unidos que éstos intervengan para que los “intereses” ingleses no sean perjudicados. El Gobierno de este país que sólo está buscando la oportunidad de favorecer a los que lo sostienen, esto es, a los ricos, acogió, se dice, con calor la queja de los desventurados ingleses a quienes el pueblo mexicano no había llamado a México para que lo explotase, y si alguna queja tienen, debería ser dirigida contra Díaz que fue quien los engañó diciéndoles que México era una Jauja para todos los negreros del mundo, y no contra el pueblo mexicano que, si en la confusión que produce el movimiento armado contra la tiranía ha entorpecido los negocios de los traficantes extranjeros, lo ha hecho movido por un noble sentimiento, por una noble ambición: la de ser libre y ser feliz.

¿Se trata de asustarnos?

Si la intención del gobierno yanqui es asustarnos con sus tropas para que los rebeldes depongamos las armas y nos sometamos al infierno de la tiranía, se ha equivocado redondamente. Los mexicanos no nos asustamos con tan poca cosa. Los mexicanos sabemos pelear y sabemos morir cuando el caso se presenta y no serán esos simulacros bélicos los que nos hagan cejar en nuestro propósito de conquistar por medio de este movimiento el Pan, la Tierra y la Libertad para todos los habitantes de México.

Firmes, resueltos a vender caras nuestras vidas, los rebeldes sabremos defendernos de los intrusos que pretendan ayudar a Porfirio Díaz si se llega a realizar la intervención; pero no depondremos las armas, no nos someteremos al capricho de los buitres de la banca, no nos humillaremos hasta el grado de aceptar una tiranía extranjera. Ni tiranía criolla ni extranjera: ya lo sabéis.

Que se acabe la raza.

Mejor que ser esclavos, preferimos que se acabe la raza. No pelearemos por patrioterismos ridículos. Pelearemos contra invasores porque ellos van a impedir que los mexicanos realicemos nuestro propósito de expropiar la tierra de las manos de los ricos para fundar una verdadera Patria en que todos sean dueños de la tierra e iguales y libres todos, hombres y mujeres.

Y si este generoso ensueño no puede realizarse porque la ambición de los millonarios extranjeros se interponga, preferimos caer sin vida en las barricadas, preferimos morir donde quiera, en el monte, en el llano, en la calle a seguir siendo esclavos. No queremos amos ni prietos ni güeros: queremos ser libres.

Primero que se acabe la raza mexicana, mejor que tener cadenas.

Pero ¿lo han pensado bien?

Esta es la pregunta que me hago; no puedo entender cómo el Gobierno de Washington se prepara para una guerra de conquista contra México sin meditar sobre las consecuencias de ese acto. Las guerras de conquista son imposibles cuando se dirigen contra un pueblo que está en rebelión contra sus tiranos. Las guerras de conquista pueden prosperar cuando el pueblo que se va a conquistar duerme encadenado; pero cuando el pueblo a quien se pretende oprimir ha roto sus cadenas, ha empuñado las armas y se ha lanzado a los campos de batalla ansioso de ser libre, es entonces el momento más desgraciado que pueda escoger el gobierno conquistador para poner en práctica sus planes. Y el pueblo de México se encuentra en estas circuntancias: está sobre las armas, está exaltado su entusiasmo, golpea con sus cadenas hechas pedazos la frente odiosa del tirano y con ellas aplastará a los invasores cualesquiera que ellos sean.

El Japón no duerme.

El Japón espía los movimientos del gobierno americano. Según telegramas dados a la luz por la prensa diaria, el Japón desea tener una estación carbonífera en la Baja California y una complicación con ese Imperio daría muy malos resultados a los Estados Unidos, al pueblo pobre, por su puesto, pues que ni son Morgan, Hearst, Otis ni ninguno de esos individuos los que van a exponer su vida, sino el pueblo trabajador, la población será la que se sacrifique por ellos.

La actitud de Berthold.

El compañero Simón Berthold fue entrevistado por un representante de The Los Angeles Record versando la entrevista sobre lo que haría la columna liberal que tiene en su poder a Mexicali. Berthold contestó: “Si las tropas de los Estados Unidos cruzan la línea divisoria, dispararemos sobre ellas y lucharemos hasta morir. Esta lucha es asunto nuestro, continuó, y los Estados Unidos no deben mezclarse en ella”.

El contraste.

Lo que lo sigue lo tomamos de Los Angeles Examiner de 8 del corriente: “Los representantes de la insurrección (maderista) han declarado siempre que si ellos (los maderistas) tuvieran la garantía de unas elecciones honradas bajo la protección de los Estados Unidos, de la misma manera que ocurrió en Cuba,6 depondrían las armas.” Esto es, admiten la invasión.

Esos representantes maderistas son los que actúan en El Paso, Texas.

El pueblo honrado juzgará qué actitud es más digna, si la del compañero liberal Berthold o la de los maderistas de El Paso.

El Partido Liberal Mexicano luchará hasta lo último contra la invasión extranjera porque es en contra de sus ideales admitir cualquiera tiranía.

En vísperas de una guerra internacional.

La prensa americana no oculta la intención del Gobierno de Washington de declarar la guerra a México para salvar a Díaz. Los ambiciosos millonarios americanos dan como cosa hecha la invasión y la esclavitud consiguiente del pueblo mexicano. Pero el Partido Liberal Mexicano está listo para repeler la agresión. El Partido Liberal Meixcano, el Partido de ideales más avanzados que existe en el mundo, estará en su puesto defendiendo la libertad y el bienestar del proletariado mexicano que ve en esa invasión el posible fracaso de sus sanas aspiraciones a conquistar la tierra. El Partido Liberal Mexicano está precisamente para obtener la libertad económica del proletariado de México, y esa libertad económica se retardará hasta quién sabe cuando si somos dominados por el capitalismo extranjero en una guerra de conquista.

Libertarios de todo el mundo, ¡Agitad!

Hacemos un formal llamamiento a nuestros compañeros de todo el mundo y a los que residen en los Estados Unidos. La plutocracia americana, detrás de la cual está la plutocracia de todas las naciones, pretende aplastar el movimiento insurrecional de México. No han dejado de adivinar los buitres del dinero, que la Revolución Mexicana tienen una amplia y generosa finalidad social, y temen que, los demás pueblos de la tierra sigan el ejemplo de los liberales mexicanos. Compañeros y compañeras de todo el mundo, agitad en favor de la Revolución Mexicana. Agitad sin pérdida de tiempo antes de que sea demasiado tarde para hacerlo.

Resoluciones de protesta deben ser adoptadas por todos los que aman la libertad para enviarlas a Washington, especificando en ellas que debe dejársenos a los mexicanos el arreglo de nuestras disputas. No solicitamos la intervención de ningún gobierno, por el contrario, la rechazamos indignados. No reconocemos a ningún gobierno del mundo la facultad de intervenir en la lucha que tenemos entablada contra el Capital.

Nuestro problema es el vuestro.

Compañeros de todas las naciones: la Revolución Mexicana es un acto de la grandiosa tragedia que tarde o temprano tendrá por escenario la superficie toda de la tierra. Nuestra lucha es la lucha vuestra; nuestro Problema es vuestro Problema. Es el Problema del Pan que las revoluciones políticas han dejado insoluto; es el Problema de Hambre que está planteado desde que apareció en esta vieja tierra el primer bandido que dijo: “esto es mío”; es el Problema Social cuya solución convertirá en sublime verdad la generosa fórmula: “Libertad, Igualdad, Fraternidad.”

La solidaridad es un deber.

En estos momentos solemnes levantamos nuestra voz de protesta esperando que tendrá eco en todos los buenos corazones. Los que luchamos por la redención del proletariado debemos ser solidarios si no queremos que se aplace indefinidamente la solución de nuestros conflictos con el Capital. Al primer atentado contra los que luchamos por romper las cadenas del salario, debéis contestar con vuestra rebeldía y encender el mundo entero con la lumbre de una Revolución Universal.

Al pueblo americano.7

Tu silencio en los actuales momentos es un crimen porque crimen es permanecer indiferente cuando se sabe que se va a cometer un atentado. Tu Gobierno, obedeciendo las pérfidas instrucciones de tus verdugos los capitalistas, va a dar la mano al sanguinario tirano de la República del sur para salvarlo de una derrota segura. Tú no tienes nada que ganar en esa loca empresa; no vas a ser más feliz por el solo hecho de que miles de buenos mexicanos perezcan ametrallados por tus soldados. El crimen nunca puede ser fuente de felicidad.

Lleva la mano a tu corazón, pueblo ciego; consulta tu conciencia, pueblo narcotizado por el “dollar” y los “busines”; deja de pensar en la engañosa tranquilidad que esperas obtener del ahorro; aparta de ti la idea de hacer millones, que solamente por medio del crimen se puede llegar a millonario.

Piensa en tu porvenir. Todo el mundo te echa en cara los atentados de tu Gobierno. Los filipinos creen que tú eres su verdugo; los portorricenses maldicen la hora en que planta americana pisó su suelo; los colombianos apedrean en masa a tus conciudadanos en las calles de Bogotá; en Turquía abofetean a tus Cónsules; en el mundo entero corres fama de codicioso, de cruel, de abusador de tu fuerza. Tus amos son los que abusan y tú eres quien sufre los ultrajes, los odios, la universal animadversión. Centro América te detesta cordialmente, la América del Sur te repulsa, todo por causa de las sanguijuelas que beben tu sangre, de los vampiros que te agotan en las fábricas, en los talleres, en las minas, en los campos y quieren explotar a los trabajadores de todo el mundo.

¿Qué piensas hacer ahora?

Los soldados de tus amos marchan a gran prisa hacia la frontera mexicana. Los barcos de guerra navegan a toda máquina rumbo a aguas de México. El dinero que se ha sacado por medio de contribuciones se emplea en comprar útiles de guerra para matar por mayor a las gentes de mi raza, a mis hermanos que ningún mal te han hecho, a quienes ni siquiera conoces, contra quienes no puedes abrigar sentimientos de odio porque nunca han intentado hacerte esclavo, antes bien, rebelados, luchan sin que tú te lo imagines por resolver el mismo Problema que tú no has acertado a resolver. Mis hermanos te están poniendo el ejemplo de cómo debe hacerse para asegurar la libertad económica, base de todas las libertades, base de la fraternidad, base de la igualdad.

No puedes alegar ignorancia.

Las condiciones existentes en México te son harto conocidas. Sabes bien que el pueblo allá es víctima de toda clase de infamias; sabes bien que la esclavitud en su forma más odiosa es la regla en los trabajos del campo; sabes tú que el trabajador mexicano gana unos cuantos centavos diarios por trabajar de sol a sol, has visto en las revistas, en los libros, en los periódicos diarios fotografías que no dejan lugar a duda sobre la miseria y la tiranía que pesa sobra la infortunada raza mexicana. Tú has visto todo eso, y, por lo mismo no puedes decir que ignoras lo que pasa en México, no puedes prestar tu apoyo a la confabulación de los capitalistas para sofocar un movimiento noble como es el que ha emprendido el pueblo de México contra sus opresores del dinero y del gobierno.

Tu deber es protestar.

Como pueblo civilizado que te llamas, debes protestar contra la ingerencia de tu Gobierno en los asuntos mexicanos. Niégate a dar un solo centavo para la guerra. Pero si permaneces indiferente, pronto sufriréis las consecuencias porque el Japón espía los movimientos de tu Gobierno y cuando éste esté empeñado en conquistarnos, los amarillos te harán su esclavo. Tu serás el que pierda en este juego de finanzas que no otra cosa es toda empresa de conquista.

¡Pueblo mexicano!

La Junta Organizadora del Partido Liberal Mexicano ha resuelto no interrumpir la lucha que tiene emprendida contra la tiranía. La Junta Organizadora del Partido Liberal Mexicano está resuelta a luchar hasta lo último por conquistar para el pueblo pobre de México la Tierra y la Libertad.

El tirano ha pedido ayuda al Gobierno de los Estados Unidos para aplastar la insurrección contra la cual se considera impotente. No importa, no desmayemos, que la cobardía no haga caer los brazos que sostienen los fusiles rebeldes. Adelante; ahora, con más energía que antes, luchamos para romper el yugo.

Díaz ha preparado en secreto la invasión americana. Los periódicos El Imparcial y El País parece que han sido suprimidos, no por ser desafectos al despotismo, sino para que no se vea éste obligado a dar alguna noticia sobre los movimientos de los soldados americanos. El plan de Díaz es que la invasión se efectúe en medio del mayor silencio, como todo malhechor procura no ser sentido para cometer sus delitos. Así, pues, cuando el pueblo se dé cuenta de la traición de que ha sido víctima por parte del Dictador, será porque las fuerzas americanas ya hayan llegado a la ciudad de México.

Mexicanos: ahora más que nunca necesita la Junta de vuestro apoyo. Enviad sin pérdida de tiempo vuestro óbolo, apresuraos a ayudar lo más que podáis. Hacedlo desde luego porque muy pronto tal vez ya sea demasiado tarde.

¡Tierra y Libertad o muerte!

Ricardo Flores Magón


1 Se refiere a la voladura del acorazado estadounidense Maine, atracado en el puerto de La Habana, el 15 de febrero de 1898. En la explosión, murieron 260 miembros de la tripulación. El incidente, que se considera provocado por el propio gobierno de los Estados Unidos, sirvió como pretexto definitivo para que el presidente William McKinley exigiera el retiro de las tropas españolas de Cuba, dando inicio con ello a la guerra entre España y Estados Unidos.

2 La independencia de Panamá respecto a la soberanía colombiana fue proclamada por un movimiento separatista auspiciado por el gobierno de los Estados Unidos, en noviembre de 1903. Esta separación se dio en el contexto del rechazo, por parte del gobierno colombiano, a ratificar un convenio con Estados Unidos para la construcción de un canal transoceánico en el istmo panameño. Una vez reconocida la independencia de la nueva república, se firmó el firmó el Tratado Hay-Bunau-Varilla, por medio del cual el gobierno norteamericano obtuvo los derechos de excavación del canal, así como el control militar de la Zona del Canal de Panamá, como se le llamó a partir de entonces.

3 Alude a la compañía de que era propietario el ingeniero inglés Weetman Dickson Pearson, empresa dedicada al tendido de vías férreas, la explotación petrolífera, hidroeléctrica y minera. Sus negocios en México, ampliamente favorecidos durante el régimen porfirista, se concentraban en Chihuahua, el Golfo de México y el Istmo de Tehuantepec.

4 Refiérese a William Randolph Hearst (1863-1951). Empresario, magnate del periodismo y político estadounidense. Fundador de un emporio mediático desde el cual promovió la intervención de Estados Unidos en Cuba en 1898. Propietario de una extensa cadena periodística, encabezada por el periódico Los Angeles Examiner, hizo propaganda a favor del gobierno porfirista. A través de su empresa, la Babícora Development Company, adquirió grandes extensiones de tierra en Chihuahua, Durango, Sonora y Sinaloa. En 1911 participó en la campaña propagandística contra la lucha del PLM en los estados fronterizos, y en 1914 orquestó una campaña análoga en contra de Pancho Villa. Decidido impulsor de la anexión de México por parte de Estados Unidos. Se le considera el iniciador del periodismo informativo moderno.

5 Alude al emporio financiero anglo estadounidense instituido por el banquero Junius Morgan y consolidado por el hijo de éste, John Pierpont Morgan (1837-1913). Empresario norteamericano con inversiones millonarias en el tendido de vías férreas y redes telegráficas, la producción hidroeléctrica, la industria minera, entre otros ramos. A comienzos del siglo XX adquirió la US Steel Corporation. Fundó la multinacional J. P. Morgan & Company, a partir de la cual amasó una fortuna colosal que contribuyó a la estabilidad económica de los Estados Unidos. Obtuvo beneficiosas concesiones del gobierno mexicano durante la presidencia de Sebastián Lerdo de Tejada, mismas que se acrecentaron bajo el régimen porfiriano. La dinastía fue continuada por John Pierpont Morgan Jr. (1867-1943).

6 Se refiere a las elecciones celebradas en Cuba, en 1908, tras la segunda intervención militar estadounidense. En 1902, bajo la tutela de Estados Unidos, se proclamó el primer gobierno republicano en Cuba, encabezado por el conservador Tomás Estrada Palma. Una serie de insurrecciones contra el poder constituido, motivada por un fraude electoral, se inició en 1906, lo que provocó la intervención militar norteamericana que estableció un gobierno intervencionista dirigido por Charles Magoon. A fines de 1908 se celebraron nuevas elecciones en las que salió triunfante el candidato liberal José Miguel Gómez, que contaba con la aprobación del gobierno estadounidense.

7 Este parágrafo y los demás hasta el titulado “Tu deber es protestar”, fueron reproducidos en la sección en inglés del número 28 de Regeneración, bajo el título “People of America”.

Baja California.

Una nueva columna liberal.

Opera en estos momentos en la Baja California una nueva columna liberal bajo el mando del compañero Francisco Vázquez Salinas1 como primero en Jefe y el compañero Luis Rodríguez2 como segundo, actuando de Secretario el compañero Oscar García.3 Esta nueva columna liberal opera con buen éxito en la costa, entre Ensenada y Tijuana, en cuya región está llevando a cabo una brillante tarea de reclutamiento.

Esta columna liberal tiene armas, provisiones de boca y guerra para una larga campaña, y hasta ahora no ha encontrado resistencias que vencer, pues las pequeñas guarniciones de que la Dictadura puede disponer para la defensa de los pueblos de la Península, se rinden apenas se acercan nuestros compañeros.

La toma de la Ensenada es, pues, cuestión de algunos días, por las fuerzas del Partido Liberal Mexicano.

La comunicación entre Ensenada y San Diego está cortada por la acción de nuestros compañeros. No pasa un solo mensaje por la línea telegráfica y Ensenada no tiene otra comunicación más que por el lado del mar.

Pánico en Tijuana.

Los representantes de la Dictadura en Tijuana están espantadísimos por la vecindad de la columna liberal encabezada por el compañero Vázquez Salinas. Se “echó leva” por las autoridades y gracias a ese ardid, la guarnición de Tijuana es ahora de setenta y cinco hombres, de los cuales, sólo quince son federales; los demás, son los pobres hombres tomados de “leva”.

Con tan malos elementos para defender la plaza, ésta tendrá que caer en manos de nuestros compañeros y la Bandera Roja ondeará de uno a otro extremo de la parte Norte de la Baja California.

Que se larguen las mujeres.

Como los federales no son galantes, al saberse que Vázquez Salinas estaba en acción, los esbirros de Porfirio Díaz querían obligar a las mujeres a que permanecieran en Tijuana con el perverso propósito de ponerlas al frente de las balas insurgentes, para que nuestros compañeros no disparasen; pero las mujeres se resistieron a hacer el papel de carne de cañón, y los empleados mexicanos, encolerizados, gritaron: “que se larguen las viejas”.

Las mujeres, los ancianos y los niños han cruzado la frontera para refugiarse de este lado de la línea.

Desembarcaran en Ensenada 700 federales.

Por fin llegó a Ensenada el cañonero Guerrero con 700 soldados y dos ametralladoras. Se disponen esas fuerzas a resistir el ataque de los liberales que marchan ya rumbo a Ensenada, dispuestos a tomar dicho Puerto.

De sentirse es que no hayan llegado siquiera mil soldados federales, pues en ese caso serían mil los fusiles que capturarían los compañeros; pero no es del todo malo el número de 700 y las dos ametralladoras que irremesiblemente caerán en poder de las armas liberales dentro de algunos días.

Fernando Palomárez en libertad.

Se pretendía que nuestro excelente compañero, el valeroso y abnegado luchador Fernando Palomárez, declarase en contra de la Junta Organizadora del Partido Liberal Mexicano. Las autoridades federales de los Estados Unidos4 acosaron al compañero Palomárez a preguntas; querían envolverlo; querían que incurriera en contradicciones; querían fatigarlo hasta el extremo de decir cualquier cosa, algo que motivase el principio de un proceso por violación a las desprestigiadas leyes de neutralidad. Pero Fernando supo salir avante diciendo la verdad y no hubo más remedio que dejarlo en libertad.

Ahora este virtuoso defensor del proletariado, dedica sus energías, como siempre, a educar a los trabajadores, a hacerles comprender sus derechos como clase productora, y firme en sus propósitos, trabaja con toda su alma por hacer que el actual movimiento revolucionario tenga como consecuencia la emancipación económica de la clase trabajadora. Nuestra felicitación a Fernando, al hermano que no retrocede y que sabe ser leal a los principios por que lucha.

Coahuila.

Ya no les conviene ser esbirros.

Cuando el pueblo sufría sin decir una palabra el azote de la tiranía, sobraban solicitudes para ocupar puestos policiacos y otros por el estilo; pero ahora, ya nadie quiere ser esbirro. El inspector de policía y el jefe de rurales en Torreón han presentado sus respectivas renuncias. Sirvieron de perros de presa, cuando la presa no hacía uso de sus garras. Ahora, cobardes, renuncian.

Grave aprieto de las autoridades.

La compañía Metalúrgica de Torreón ha decidido cerrar sus trabajos. No hay líneas de comunicaciones porque los rebeldes las han destruido con todo derecho para defenderse; no hay actividad en los negocios, porque ahora todos se preocupan por la Revolución, no hay “negocio,” pues, y la Compañía va a cerrar sus operaciones; pero como al suspender sus operaciones quedarán cientos de obreros sin trabajo que es tanto como echar combustible a la hoguera, porque esos hombres, desesperados por la miseria tomarán el fusil, el despotismo está suplicando a la Compañía que no suspenda sus operaciones, que continúe el “negocio” de explotar la fuerza de los trabajadores. Pero no habrá remedio, no lo habrá: esos cientos de obreros tendrán que convertirse en rebeldes.

Conciliábulos y más conciliábulos.

A pesar de las medidas tomadas por las autoridades civiles y militares de Torreón, para acabar con las guerrillas insurgentes que merodean por la región lagunera, las guerrillas se multiplican y cada vez son más audaces, paran trenes, se baten con valor, queman puentes, toman elementos indispensables para la campaña. Las autoridades de Torreón se devanan los sesos sin encontrar la solución del conflicto, y no la encontrarán. Bien por los rebeldes.

Chihuahua.

Un rebelde fusilado.

Pascual Orozco ordenó al Capitán insurgente Bustillos que procurara entorpecer la marcha del Gral. Navarro sobre Ciudad Juárez de modo de hacerlo retrocerder hacia Chihuahua, cuando Orozco intentaba tomar aquella plaza. Bustillos parece que no obedeció o no pudo conseguir lo que Orozco deseaba y fue fusilado poor las fuerzas rebeldes tan pronto como lo tuvieron a su alcance. Como esta noticia parece provenir de fuente porfirista, no hay que darle mucho crédito.

El hambre en Chihuahua.

La ciudad de Chihuahua sufre los horrores del hambre. La línea del Central está completamente en poder de […] como para el Sur, y es imposible que lleguen provisiones a la aislada ciudad. Una libra de café cuesta en estos momentos $4.00; una libra de azucar $1.00. Los demás artículos alimenticios tienen precios crecidísimos. El Express ha ordenado que no se reciban consignaciones entre Ciudad Juárez y Zacatecas, esto es, en mil millas de trayecto.

Rábago va a reparar la línea.

Tan alarmante es la situación que Rábago ha salido con 700 federales a reconstruir la línea para que puedan correr trenes de carga conduciendo víveres.

Cuéllar detenido en Sabinal.

Por fin se ha sabido del Coronel García Cuéllar que había salido de Juárez en el tren de Corralitos y no se tenía noticia de él ni de su gente. Al llegar a Sabinal tuvo que dejar el tren para proseguir su marcha rumbo a Casas Grandes a pie, pues un destacamento de rebeldes había destruído previamente la vía.

Ese destacamento rebelde está mandado por el Capitán Ignacio Salazar, quien tomó Sabinal y obligó al colector de Rentas Jesús Gamillo a que le hiciera entrega de $1,500 que había cobrado. Después de esto, Salazar tomó los registros e las oficinas públicas e hizo un auto de fe, quemando esos papelotes inservibles en la plaza pública. Cuando el esbirro García Cuéllar llegó a Sabinal, ya Salazar y su gente se habían retirado.

400 federales en Ciudad Juárez.

Con la salida de Cuéllar y de Rábago, sólo quedan en Ciudad Juárez 400 federales bajo las órdenes de Navarro. De estos, 200 son de caballería.

Navarro hizo el otro día una visita a El Paso, rodeado de su Estado Mayor. El militarazo iba vestido de paisano.

Las fuerzas de Madero derrotan a Escudero.

En un combate habido en el Plan de Álamos, unas cuantas millas al suroeste de Moctezuma, la fuerza de Francisco I. Madero pudo atacar a las fuerzas de Escudero y derrotadas por completo.

El Coronel Escudero había salido de Casas Grandes con rumbo a Gallego donde esperaba unirse a otra fuerza federal que había salido de Chihuahua para el norte. La fuerza maderista tuvo conocimiento del movimiento de Escudero y lo esperó en un profundo cañón, donde, al pasar los federales fueron atacados vigorosamente. Escudero perdió 300 hombres y tuvo que retirarse hacia el Río de Santa María.

García le corta la retirada a Escudero.

El jefe insurgente, García, le ha cortado la retirada a Escudero y es probable que el derrotado federal sea otra vez derrotado, pues sus tropas se encuentran desmoralizadas por completo por la fatiga del camino, la derrota anterior y la falta de viveres.

Alanís en San Pedro Corralitos.

Nuestro compañero Lázaro S. Alanís nos comunica desde San Pedro Corralitos, el resultado, hasta la fecha, de su actividad revolucionaria.

El compañero Alanís lleva reccorrida una gran parte del Estado de Chihuahua. Ha luchado como bueno en muchos combates; ha sabido mantener la moral de los compañeros que lo acompañan. Alanís es una de las figuras más simpáticas del movimiento netamente liberal. Es valiente, es astuto, es bueno. No comete tropelías, no abusa de su fuerza, las mujeres salen a su encuentro ofreciéndole flores y manjares. Respeta a los viejos, ayuda a los pobres.

La fuerza de Alanís es ahora de trescientos hombres, perfectamente armados y montados.

Distrito Federal.

Varios prisioneros.

Los revolucionarios que operan en la región de Milpa Alta, Distrito Federal capturaron el pueblo de San Pablo Ostotepec sin encontrar resistencia, pues su número es grande y no hubo fuerte guarnición que los rechazara.

Se llevaron prisioneros al Comisario Serapio Cruz Taboada y a un Alfonso Miranda, padre de un teniente de Artillería quien se había ido a despedir de su familia para dirigirse a un Estado donde se necesitaban sus servicios para ametrallar al pueblo. La fortuna hizo que el asesino profesional se encontrase en esa población  el día de los acontecimientos. Cuando su padre fue arrestado, llamó en su auxilio a algunos esbirros para ir a rescatarlo; pero como la fuerza rebelde era superior a la de los rescatadores, el resultado de la pantomima de rescate fue el arresto del Teniente de Artillería, quien hasta la fecha se encuentra en poder de los rebeldes.

Como se ve, no es en Estados lejanos donde está confinado el movimiento, sino que a unas cuantas millas de la capital de la República los revolucionarios tienen en jaque a las fuerzas del despotismo, lo que significa que la Revolución es invencible y que los días del actual régimen están contados.

Durango.

Combates a granel.

Los pasajeros del Ferrocarril Internacional en Durango, aseguran que ha habido muchos encuentros entre las tropas federales y diversas guerrillas rebeldes en las cercanías de San Gabriel, Avino y otros puntos. No se sabe cuál haya sido el resultado de esos combates.

Otra vez sobre Cuencamé.

Cuencamé está siendo atacada otra vez por los rebeldes. Mucha gente se está uniendo a los insurrectos. El dueño de la Hacienda Pedriceña, ha pedido auxilio a los federales, y 200 de éstos marchan hacia ese lugar que se dice está amagado por los rebeldes.

En busca de elementos.

Una guerrilla revolucionaria atacó Bermejillo y lo tomó. Allí obtuvo muy buenos elementos y se retiró sin ser molestada a otros lugares a donde se dirige en su empresa de acopiar elementos de guerra y estar en aptitud de atacar ciudades de importancia. Los federales fueron a batir a la guerrilla, pero procuraron llegar a Bermejillo después de la retirada de los insurgentes para no verse en el compromiso de tener que pelear.

La guerrilla de Luis Moya.

Las Haciendas del Saucillo, El Ojo y otras varias, han sido visitadas por la guerrilla que manda el insurgente Luis Moya. Muchos elementos ha logrado recoger y es la suya una de las guerrillas mejor pertrechadas que operan en el Estado de Durango.

Se cuenta de Moya que es hombre audaz, casi temerario. Una vez rompió un sitio que le habían tendido los federales y del que no se habría salido sin tener la sangre fría que el posée.

Guerrero.

La primera chispa.

El Estado de Guerrero, que fue en otras épocas el refugio del fuego sagrado de la insurrección,5 entra ahora en juego, toma las armas y se lanza a la lucha con el mismo vigor con que lo hiciera en tiempos memorables.

Cerca de Iguala chocaron dos fuerzas, rebelde una y federal la otra. El combate que se libró fue encarnizado. Los federales tuvieron al fin que retirarse impotentes para derrotar a los bravos surianos que quedaron dueños del campo y engrosaron sus filas con los desertores de las fuerzas de la Federación.

El Dictador sólo ha podido enviar en auxilio de sus derrotados esbirros doscientos soldados.

Quieren tomar la capital.

Una columna insurgente que camina rumbo a Chilpancingo, tuvo un combate con las fuerzas federales cerca de dicha ciudad. Los resultados del combate son tenidos en secreto por el despotismo, lo que hace presumir que las fuerzas federales fueron derrotadas, pues si hubiera ocurrido lo contrario, el Gobierno se habría apresurado a hacer alarde de su victoria.

Otra guerrilla.

Cerca de Huitzuco opera otra guerrilla insurgente.

El Estado de Guerrero da su contingente al movimiento y comienza bien. Es de esperarse que pronto todo el Estado se encuentre en completa ebullición.

Jalisco.

Siguen en Mazamitla.

No han podido ser desalojados de la Sierra de Mazamitla los rebeldes que tienen en esa Sierra su base de operaciones.

Las infructuosas tentativas de los federales y gendarmes del Estado para sofocar la rebelión, ha envalentonado a la población de Guadalajara donde, según se nos dice, se espera un levantamiento de un momento a otro. Tan peligrosa es la situación en Guadalajara, que las fuerzas que habían salido al mando del Coronel Ignacio L. Montenegro, a batir alguna de las columnas insurgentes, ha regresado violentamente a la capital del Estado para poder hacer frente a cualquiera sublevación popular.

En la hacienda de Los Cedros.

Una fuerte guerrilla insurgente opera con toda felicidad en las cercanías de la Hacienda de los Cedros. Como de lo que se trata en estos momentos es de salvar a Guadalajara, los pueblos y haciendas han quedado a merced de los revolucionarios.

Nuevas guerrillas.

Han hecho su aparición nuevas guerrillas insurgentes en el Estado de Jalisco. Varias de ellas aparecieron por Santa Rosa, hacienda situada a inmediaciones de la Capilla.

Un combate en el monte

Los insurgentes se presentaron en las cercanías de Pueblo Nuevo. No eran muchos y por eso no atacaron la población. Andaban reclutando voluntarios.

Los federales, viendo que se trataba de una pequeña partida, hicieron de tripas corazón y salieron a pelear, pero con mal éxito, porque buen número de ellos quedaron tendidos sacrificados en aras del capitalismo.

México.

También en Cuautitlán.

En nuestra edición anterior dimos cuenta de la fuerza revolucionaria que opera por Tlalnepantla6 y que asaltó con feliz éxito la Hacienda del Cristo.

Una nueva columna revolucionaria opera en las cercanías de Cuautitlán, causando la desesperación de los esbirros impotentes de salir y dar batalla a los audaces insurgentes que trabajan en los alrededores de la ciudad de México.

Michoacán.

Un susto mayúsculo.

Uno de los últimos domingos, cuando más descuidadas se hallaban las autoridades de Cotija, se recibió la noticia de que una fuerte guerrilla insurgente se encontraba a poca distancia del pueblo. Los sacristanes tocaron a rebato en los campanarios de la población, las mujeres corrieron a esconderse, las autoridades hicieron otro tanto, como que no tienen muy tranquila la conciencia y de todos se apoderó un pánico indescriptible.

Los revolucionarios no atacaron la población, pero pueden ser vistos a corta distancia de ella.

Oaxaca.

Se fortifican en la Sierra.

Parece que la Sierra del Norte de Oaxaca es el cuartel general de los revolucionarios que operan en los límites de dicho Estado con Veracruz y con Puebla. Bajan de la Sierra los rebeldes, atacan poblaciones y haciendas, y regresan a su cuartel general provistos de toda clase de elementos.

Los rebeldes de Ojitlán y Tuxtepec.

Estos insurgentes no han podido ser desalojados de sus posiciones. El despotismo no puede enviar contra ellos fuerzas suficientes para desbandarlos, y se conforma con proteger los pueblos de cierta importancia.

Puebla.

Concentración de fuerzas insurgentes.

Las autoridades de Teziutlán están asustadísimas con la presencia en las cercanías de esa población de numerosas bandas insurgentes que están reconcentrándose con el fin de dar un ataque a dicha ciudad.

Los patrones de la Mina La Aurora están armando a los trabajadores para que rechacen a los insurgentes en caso de que éstos intenten tomar Teziutlán; pero los trabajadores se pasarán a las filas rebeldes en la primera oportunidad como lo exige su deber.

Un combate reñido.

Entre las Estaciones de Analco y San Martín se trabó un fuerte combate entre una fuerza rebelde y los federales. El tiroteo fue nutrido. Las bajas habidas por ambos lados fueron considerables, retirándose al fin los soldados del despotismo al ver que no podían dominar a los revolucionarios.

Cholula se encuentra amagada por los revolucionarios.

A pesar de todo no fueron derrotados.

Una columna insurgente fue sorprendida en una emboscada que le tendieron los rurales, un piquete de soldados del primer Regimiento, y los auxiliares de Tlaxcala en las cercanías de la Hacienda de los Leones y de San Buenaventura. Los insurgentes fueron batidos a dos fuegos en una barranca. Los periódicos amigos del despotismo aseguran que los esbirros sólo tuvieron un muerto y un herido. El caballo que montaba el Mayor de Caballería quedó muerto en el combate. De los insurgentes murieron cinco, según esos periódicos. Sin embargo, pudieron retirarse, sin que los esbirros pretendieran seguirlos.

Más combates

En las cercanías de la población de Santa María, situada a séis kilómetros de Teziutlán, una guerrilla atacó un destacamento federal. Esta guerrilla fue la que atacó las haciendas de San Antonio y Santa Ana de Abajo.

En las cercanías de Atlixco hubo también un combate reñido.

No se saben los resultados de estos encuentros.

No basta eso, viejo tirano.

Díaz está creyendo que con quitar unos gobernadores para poner otros va suprimir la Revolución. El mal es muy grave, tirano, para que pueda curarse con esas pócimas. De Chihuahua quitó a Juan Terrazas7 y plantó a Ahumada. La situación, en Chihuahua, no ha cambiado; los rebeldes continúan luchando con las armas en la mano. Ahora, quita a Mucio Martínez8 del Gobierno de Puebla, y la situación, en Puebla, no variará. La insurrección tiene que continuar. Aún cuando él mismo renunciase a la Presidencia, la Revolución continuaría, porque el pueblo no se conforma con eso: quiere algo efectivo, algo que lo haga libre y la libertad no depende de la caída de un hombre, sino del cambio de las condiciones políticas y sociales que oprimen al pueblo, por otras que le procuren el bienestar y libre desarrollo de todas sus facultades. Sin Mucio Martínez, la insurrección en Puebla continuará su marcha natural como en el resto del país.

Quintana Roo.

Los periódicos oficiales aseguran que el Territorio de Quintana Roo está en paz, y sin embargo confiesan que los mayas están sorprendiendo a cada paso a las fuerzas federales. Dicen también los periódicos amigos del despotismo que los mayas están armados de escopetas, y sin embargo ellos mismos confiesan que en los últimos encuentros las tropas federales han sufrido veintiocho bajas. Desde el momento en que los periódicos del Dictador confiesan que sus fuerzas han sufrido ese número de bajas, hay que presumir, sin peligro de incurrir en error, que las bajas deben ascender a algunos cientos de federales sacrificados en aras de la ambición de un viejo que no se ha cansado de tiranizar al pueblo.

Sinaloa.

Los aprietos de Redo.

Este mandarín se jactaba de que el Estado de Sinaloa estaba en completa paz; pero la movilización de tropas para diversos puntos del Estado, demuestra que la insurrección en ese Estado es seria.

En Mazatlán se teme que los insurgentes tomen el Puerto. En Culiacán, la fuerza federal no duerme y vive en constante zozobra por las noticias alarmantes que llegan de los alrededores en donde operan guerrillas más o menos bien armadas.

Trescientos rebeldes tomaron Guadalupe de los Reyes, y ahora, en número de más de 500 marchan rumbó a Cosalá dominando la región sin resistencia alguna. En Guadalupe se proveyeron de dinero y elementos de Guerra.

Lo que dice un viajero americano.

Un americano que tuvo que hacer un viaje de cinco días en territorio del Estado de Sinaloa, asegura que en todo el trayecto que recorrió pudo apreciar el estado de excitación en que se encuentran los pueblos. Vió, además, numerosas bandas insurgentes caminando en todas direcciones, y supo por los habitantes de los lugares que tocaba, que ese movimiento de guerrillas era general en el Estado.

Sonora.

Luis Torres derrotado.

En un combate habido cerca de Corral, entre las fuerzas del Gral. Luis E. Torres, uno de los verdugos de los yaquis, y los insurgentes, los federales fueron completamente destrozados a pesar de las magnificas posiciones que habían tomado. Cincuenta federales perecieron en el combate que duró por espacio de varias horas. Los federales, bien atrincherados, resistieron el empuje de los insurgentes; pero por fin tuvieron que rendirse y los rebeldes entraron victoriosos a Corral. Muchos soldados se pasaron al lado de los revolucionarios y Torres estuvo a punto de caer prisionero.

Triunfos de las armas liberales.

Las armas del Partido Liberal Mexicano consiguen espléndidas victorias en todas partes. La columna liberal que está al mando del compañero Florencio Castillo,9 comenzó sus operaciones en el pueblo de las Cuevas, que tomó, adquiriendo en él elementos para armar mejor a los compañeros que van bajo sus órdenes. Después tomó los pueblos de Corral, y Buenavista, habiendo tenido que pelear en este lugar con una gruesa fuerza de federales a quienes derrotó, haciéndoles dieciséis muertos y once heridos. Nuestra columna tuvo nueve muertos y cuatro heridos. En seguida, nuestra columna tomó Cumuripa de donde adquirió $2,160, diecinueve voluntarios y armas, caballos y municiones, después de un recio combate en que los federales fueron derrotados con fuertes pérdidas. La Estación Torres fue también tomada por nuestros compañeros, así como la Dura y Cabeza de Negro. En todos estos puntos, nuestros compañeros se hicieron de buenos elementos y emprendieron la marcha hacia el Norte, llegando cerca de Nogales. De los ranchos, de las haciendas y de lugares tan distantes como Cananea, llegaban voluntarios ansiosos de tomar parte en la lucha netamente liberal. Esta columna es ahora una las más fuertes con que cuenta el Partido Liberal Mexicano.

Otra columna liberal que obtiene victorias.

La columna liberal que opera bajo las órdenes del compañero Domingo J. López y que tiene su Cuartel General en la falda oriental de la Sierra de los Ajos, ha hecho también una brillante campaña. El arrojo de los compañeros que militan bajo las órdenes de López es digno de ser conocido. Hace poco que salieron de Fronteras cuarenta y dos soldados en persecución de una avanzada liberal. Ocho compañeros, con quienes se encontraba López, advirtieron la presencia del enemigo y se dispusieron a batirlo. Pudieron muy bien haber llamado al resto de la fuerza, pero no lo juzgaron necesario. Los ocho bajaron de la altura en que se encontraban esperaron la llegada de los cuarenta y dos esbirros que al mando de un teniente, se acercaban a gran prisa. Cuando los esbirros se encontraron cerca, nuestros ocho compañeros abrieron el fuego. El terror se apoderó de los federales y se dispusieron a huir, pero nuestros compañeros los cazaron como venados hasta acabar con casi todos ellos. El Teniente de los federales que se había disfrazado de soldado raso tomando las ropas de su asistente para no ser el blanco de los rebeldes, pudo escapar. En cambio, el desgraciado asistente quedó tendido de un balazo que le dio el compañero López tomándolo por el Teniente, cuyas ropas llevaba. La Dictadura no se  preocupó por levantar sus cadáveres. Todavía pueden verse los esqueletos en el lugar de la acción, pues las carnes fueron devoradas por las fieras.

La toma de Fronteras fue victoria liberal.

El compañero Domingo J. López a la cabeza de su fuerza se dirigió a Fronteras y tomó esa población el 26 de febrero. El Jefe insurrecto Arturo López,10 se unió a nuestro compañero, y a las 6 de la mañana del día mencionado, hicieron su entrada en Fronteras las armas liberales. No hubo más que cuatro muertos de parte de los nuestros, y esos cuatro muerieron a traición. Arturo López tenía arreglado con su hermano, Jefe de los Rurales en Fronteras, que la guarnición se rendiría en el momento en que se hiciera la intimación respectiva. Los compañeros Manuel Treviño, Pedro López, Silviano Cota y José Salinas11 fueron comisionados para pedir la rendición de la plaza. Los rurales recibieron la orden de su jefe de entregar las armas, pero no obedecieron algunos de ellos, quienes hicieron fuego sobre los cuatro compañeros que cayeron muertos en el acto. El jefe, entonces, desarmó a todos y los entregó a los insurgentes, quienes, bondadosos, les perdonaron la vida amonestándolos para que no volvieran a tomar las armas en contra del pueblo y haciéndoles ver que, si alguna vez los encontraban militando en las filas del despotismo, no serían perdonados entonces. 16 de los rurales se unieron a los compañeros, quienes capturaron cien rifles y catorce mil cartuchos, retirándose después a la Sierra los Ajos.

El primero de este mes salieron doscientos hombres en persecución de nuestros compañeros, entre rurales y federales, al mando del mismo Teniente que fue derrotado anteriormente por nuestro compañero Domingo J. López y sus ocho valientes. Los doscientos hombres se desertaron y quedó solo el Teniente, quien llevaba en su poder dos mil pesos para hacer los pagos a la tropa. Se dice que dicho Teniente va ahora a emplear ese dinero para armar voluntarios, esta vez contra el despotismo, pues está convencido de que la Revolución no puede ser dominada.

Lorenzo Torres embotellado.

Según últimos despachos, se sabe que el Gral. Lorenzo Torres, con cuatrocientos federales, se encuentra sin salida en Cumuripa, pues los puentes del ferrocarril han sido quemados por los insurgentes, y la compañía del Sur Pacífico no quiere reconstruirlos. Torres está en situación penosa, rodeado de númerosas fuerzas insurgentes, y como no tiene suficientes municiones de guerra, si los rebeldes llegan a conocer su verdadera condición, la derrota del esbirro será segura y un verdugo menos pesará sobre los hombres del pueblo.

Cananea espera con júbilo a los insurgentes.

El despotismo esta temeroso de que Cananea caiga en poder de los rebeldes. Las fuerzas de Domingo J. López, Blanco y otros jefes insurgentes están muy cerca de la ciudad. Noticias de combates en las poblaciones cercanas llegan a cada momento. Los representantes de la Dictadura han armado a sus esbirros hasta los dientes. La guarnición de la plaza crece con refuerzos de miserables voluntarios que llegan de varias partes del Estado. En la iglesia de ladrillo hay un fortín con una ametralladora; en un cerro, otro con un cañón; en la cárcel pública han construido parapetos con costales de arena; lo mismo se ha hecho en el Palacio Municipal. Tanto en la cárcel como en el Palacio Municipal hay ametralladoras con mucho parque. Columnas de federales entran y salen de la ciudad. Es seguro que en las cercanías de Cananea se libran combates a cada rato, porque por las noches, para que el pueblo no se entere de las desgracias de los esbirros, entran carros cargados de “Juanes” heridos. Hace unas cuantas noches llegaron dos carros repletos de federales muertos.

Los habitantes de Cananea están contentísimos, porque parece que se acerca el momento en que los revolucionarios lleguen para correr de ahí a la soldadesca federal que tan odiosa se ha hecho por sus desmanes.

Blanco marcha hacia la sierra de los Ajos.

El compañero de José de la Luz Blanco ha dejado El Tigre y marcha rumbo a la Sierra de los Ajos, donde espera reunirse con el compañero Domingo J. López y atacar Cananea. Este importante movimiento, si llega a realizarse, dará una fuerza importantísima a la Revolución liberal en el Estado de Sonora. La fuerza de Blanco se compone en estos momentos de 500 hombres, tiene muchas armas y bastante parque.

Tlaxcala.

Los Tlaxcaltecas se distinguen.

Si algún pueblo es pobre, el de Tlaxcala es de los que menos elementos tiene para lanzarse a la Revolución. Sin embargo, en aquellos compañeros hay energía, hay constancia, hay abnegación.

Desde el principio de la actual insurrección, los habitantes de los pueblos del Estado se lanzaron a la montaña. No contaban con armas, pero sí con su audacia. Por las noches, cuando menos se lo esperaban las autoridades y los hacendados, descendían de la Sierra aquellos leales servidores de la causa revolucionaria y asaltaban un rancho, una hacienda, algún pequeño poblado y recogían elementos. Así, con constancia, sin desmayar, se han ido armando, y ahora, desde la Malinche, ya regularmente armados, envían sus ultimátums a las autoridades de los poblados, para que se rindan y los entreguen sin derramamiento de sangre, y si las autoridades se obstinan, entonces bajan y por la fuerza toman los pueblos y se hacen cada vez de mejores y más abundantes elementos.

Últimamente se habían retirado y se creía que habían ido a reunirse con las partidas insurgentes que operan por Atlixco y Cholula del Estado de Puebla.

Un sangriento combate.

Una fuerza del primer Regimiento de Caballería, en combinación con tropas de Tlaxcala y de Puebla, atacaron en San Diego Buenavista, población que se encuentra en los límites con Puebla a una columna revolucionaria. Los revolucionarios lucharon como leones contra fuerzas superiores a las suyas; la batalla fue verdaderamente grandiosa por el titánico esfuerzo de los rebeldes para resistir la enorme fuerza enemiga.

Por fin, después de mucho luchar, la noche vino a poner fin a la lucha, que, no volvió a reanudarse al siguiente día en virtud de que no volvieron a aparecer las fuerzas del despotismo.

Otro combate.

En la Hacienda de Chaltelulco, las fuerzas federales, en combinación con los rurales y las fuerzas del Estado, sostuvieron una lucha con una columna insurgente que se dirigía rumbo a Huamantla. Los periódicos gobiernistas confiesan que los esbirros del despotismo tuvieron cuatro muertos y varios heridos, lo que hace suponer cuerdamente que no salieron bien librados los sicarios.

Veracruz.

Bombas de dinamita.

Unos rurales encontraron en la casa de Canuto Hernández dos hermosas bombas de dinamita. El pobre Hernández había recibido esas bombas de manos de un amigo que se las dejó a guardar encerradas en una caja, sin que él supiera cual era el contenido. Los rurales no quedaron satisfechos con la explicación que dio Hernández y cargaron con él desde Tlalixcoyan, que es donde vive, hasta Veracruz donde llegó amarrado codo con codo.

Por los Montes del Presidio.

Se ha llegado a calcular por las autoridades veracruzanas, que más de doscientos hombres forman la columna que opera en los Montes del Presidio. Esta columna tiene azorados no sólo a los federales de la costa de Sotavento, sino a los rurales mismos que por aquellos rumbos son verdaderos lobos, crueles, malvados, martirizadores de hombres y violadores de mujeres.

Por fin se sabe dónde está Tapia.

El insurgente Rafael Tapia, de quien tanta burla hace El Imparcial por el hecho de que es de oficio talabartero, como si ser hombre de trabajo fuera deshonroso, y, ser burgués, una distinción, se encuentra al frente de sus fuerzas en el pueblo de San Juan de la Punta.

No está herido Ricardo López.

Con insistencia sospechosa trataba de hacer creer la prensa subvencionada que el insurgente Ricardo López12 estaba herido de gravedad. Lo cierto es que López no ha estado herido, continúa luchando con éxito. La persecución que se hace a López es encarnizada. Entre sus perseguidores está el linchador del desventurado Arnulfo Arroyo,13 Francisco Huízar,14 el Coronel Gaudencio González de la Llave y otros esbirros que siempre salen con la consabida muletilla de que no encontraban a los rebeldes. Lo que pasa es que tienen miedo esos esbirros, que no se atreven a hacerle frente al guerrillero y prefieren pasarla en los ventorros tomando ajenjo o cualquier otro brebaje, a arriesgar la vida por una causa tan antipática, aún para los malvados, como es la de la tiranía.

Zacatecas.

Una nueva fuerza insurgente.

Por Chalchihuites opera una guerrilla insurgente que trae desveladas a las autoridades de Zacatecas. Dicha guerrilla intenta tomar Chalchihuites. El gobierno del Estado a mandado fuerzas, las pocas fuerzas de que puede disponer, hacia aquel rumbo; pero es tanta la desmoralización que reina entre los “defensores” del tirano, que lo más probable es que los tales federales nunca llegaran a tropezar con los revolucionarios, pues está visto que los esbirros se desbandan antes de pelear.

Para el fomento de la revolución liberal.

Compañeros: no son éstas las notas completas del movimiento armado en México. Lo que queda apuntado no es más que una pequeña parte del grandioso sacudimiento popular. La Dictadura pone particular empeño en que no se sepa la positiva extensión de la agitación rebelde.

El Movimiento crece, se agiganta, se hace ya invencible al grado de azorar a Porfirio Díaz y hacerlo pedir la protección de las armas americanas para sostener a flote su averiado barco.

Lo que se necesita es que todos ayudéis. Firmad los cupones para ingresar al Partido Liberal Mexicano, invitad a todos vuestros amigos a que hagan otro tanto o, al menos, a que envíen cada vez que puedan su óbolo para el fomento de la Revolución.

La Dictadura se bambolea: un empuje más, compañeros, la derribaremos.

Ricardo Flores Magón


1 Francisco Vázquez Salinas. (1864- ¿?) N. Ciudad de México.  Ex oficial del 80 batallón del ejército federal, residente en Los Ángeles, California. En 1905-6, empleado de la aduana de Tijuana. Fue despedido por un supuesto desfalco. Emigró a San Diego y luego a Los Ángeles, Calif. El 20 de marzo fue nombrado Delegado Especial en Baja California por la JOPLM. Estuvo en la península cerca de un mes del 31 de marzo a fines de abril de 1911. Se autodenominaba “general”.  Regeneración lo consideraba  “un hombre que tiene vastos conocimientos militares y un estratega de primer orden”. Durante su jefatura, que se caracterizó por la pasividad militar, se incrementaron los casos de indisciplina y se agudizaron los conflictos interraciales entre la tropa liberal. Tras un llamado a los mexicanos “Volad a Mexicali para que conquistéis la tierra donde podrán vivir los vuestros sin necesidad de trabajar para los patrones” (22 de abril) abandonó Mexicali y se fue a Los Ángeles, en busca de apoyo de la  Junta, siendo arrestado el 28 de abril. La JOPLM, realizó una campaña por su libertad.

2 Luis Rodríguez. Militante del PLM, originario de Tecate, Baja California y miembro de la IWW. Al frente de veinte hombres, tomó su población natal el 12 de marzo de 1911. En ese lugar murió cinco días después combatiendo a las fuerzas del capitán federal Justino Mendieta.

3 Oscar García. Originario de Baja California. Residente en Texas. Conocía bien la región kiliwa de San Pedro Mártir. Después de fungir como secretario de la columna comandada por Francisco Vázquez Salinas,  partió con el grupo comandado por Simón Berthold hacia el sur de la península. Tras la muerte de Berthold, se separó de las fuerzas comandadas por Jack Mosby y bajo las órdenes de Emilio Guerrero incursionó en la que al parecer fue su región natal. De regreso en Tijuana, echa “abajo una bandera con una estrella y las barras americanas,” que el filibustero Dick Ferris había proporcionado a un sector de integrantes del ejercito liberal. Acosado por estos últimos se encamina a Mexicali donde fue desarmado por el coronel federal Esteban Cantú a fines de junio de 1911.

4 El primero de febrero de 1911, se formó en Los Ángeles una comisión integrada por A. I. McCormick, fiscal del distrito sur de California, el agente especial Simmons y el cónsul mexicano Lázaro, con el objetivo de formar las acusaciones que permitan detener a los miembros de la Junta de P. L. M.

5 Probable referencia a la llamada Revolución de Ayutla (Guerrero), punto de partida de la caída de Antonio López de Santa Anna  (1855) y de las reformas liberales en México.

6 Véase, supra, “En las meras narices de Porfirio Díaz estalla la Revolución.”

7 Refiérese a Juan Terrazas Cuilty. Político y comerciante chihuahuense, miembro del clan Terrazas-Creel que rigió los destinos de Chihuahua a lo largo del Porfiriato. Se desempeñó como diputado local por el V Distrito entre 1903 y 1907, y por el III Distrito, entre 1909 y 1911. Apoyó el golpe de Estado de Victoriano Huerta contra Francisco I. Madero. A finales de 1913 abandonó el país.

8 Mucio P. Martínez (1841-1920). Militar y político neoleonés. Inició su carrera militar durante la Intervención Francesa. Se sumó a la revuelta tuxtepecana.  Recibió el grado de general brigadier en 1890. Fue gobernador de Puebla de 1893 a 1911. Acusado de participar en la rebelión encabezada por Félix Díaz en contra del gobierno de Francisco I. Madero. Fue exonerado.

9  Refiérese a Florencio Jaramillo. “En Sonora, Florencio Jaramillo, un liberal, a tomado 5 pueblos, siendo que ha estado en el campo de batalla menos de un mes. Comenzó en el Valle del Yaqui y prosiguió hacia el Norte. Muchos de sus reclutas son yaquis. Los Yaquis en algunos lugares algunas guerrillas están atacando haciendas. Dicen estar bien armados.” Según crónica de William C. Owen en Regeneración, núm. 31, p. 4., del  de abril de 1911.  Para la JOPLM su columna era “una de las más fuertes con que cuenta el Partido Liberal Mexicano”. Florencio Jaramillo había comenzado su derrotero en Cuevas, en el actual municipio de Cajeme. Con unos cuantos hombres tomó los poblados de Buenavista y Cumuripa en la misma región; luego avanzó hacia norponiente y tomó las estaciones de Torres, La Dura y Cabeza de Negro, ahí se encontró con otro liberal, Rafael Oros, a quien cedió diez hombres para que atacara Lampazos, mientras se dirigía a Cucurpe, para entonces llevaba 140 hombres, dejó a 65 en San Ricardo y con el resto atacó Cucurpe y mantuvo una batalla con los federales, mismos que habrían retrocedido a Magdalena. De ahí se dirigió al Norte. Aunque anuncia hacia el 27 de abril que acababa de tomar el poblado de Sinoquipe al Oeste de Cucurpe, donde fusila al presidente municipal, Jesús Peña, al juez Gerónimo Arco y a 2 “polizontes” y quema los archivos. Al parecer su llegada a ese pueblo se debió a que, tras haberse dividido los hombres de Schwartzman, de Adolfo Duhagón y los suyos con el objetivo de tomar a Naco, el primero y sus 50 hombres fue atacado en Chinapa por los federales, Jaramillo salió en su apoyo y persiguió a los federales hasta Sinoquipe. Dijo haber le hecho 72 bajas al enemigo y haber tenido 39. Nada se sabe de él después de esa fecha.

10 Arturo López. En Fronteras existía hacia 1905, un “famoso bandido” con ese nombre, acusado entre otras del asesinato de tres comerciantes chinos, estaba vinculado al presidente municipal Miguel López F. El 26 de febrero, con 150 hombres bajo su mando, Arturo López se une a la columna de Domingo J. López y toman la población de Fronteras, en ella, Pedro, uno de sus hermanos era Jefe de Rurales. Dada la traición de este, mueren 4 liberales. Según The Los Ángeles Record, se trata de Arturo “Red” López, “bien conocido en Douglas, Ariz.” A fines de marzo, se integraron a la fuerza de López, 40 mexicanos completamente equipados provenientes de Douglas, Ariz. A la partida se unieron médicos norteamericanos con equipo quirúrgico.  López controlaba el ferrocarril a Nacozari, mismo que utilizó para  avanzar y tomar Agua Prieta  el 13 de abril, junto con Santiago Gamberos y Juan Cabral. Las tropas de López evacuaron Agua Prieta el 17 después de que se le agotara el parque.  Para estos momentos Arturo “Red” López ya era considerado maderista. Acusado de deserción por la jefatura maderista, fue condenado a 8 años de prisión por parte de una corte militar, al ser enviado a Cananea se le aplicó la Ley Fuga. RFM escribió “Red López no luchaba por los ideales del Partido Liberal Mexicano. …luchaba por encumbrar a Madero.”

11 José Salinas Martínez. Minero. Douglas, Ariz. (1905) En junio de 1905 firmó la convocatoria a la organización de un club liberal en Douglas, que en principio debía denominarse “Mariano Escobedo”, y que muy probablemente dio origen al Club “Libertad”, fundado en enero del año siguiente.

12 Ricardo López. Liberal. Operaba en la región de Tezonapa, Veracruz, donde se enfrentó, en los montes de Presidio, contra los rurales comandados por Luis Castillo Se unió al maderismo y en 1913 se levantó en Tlalicoyán, para junio de 1914, se le ubica cerca del puerto de Veracruz, cometiendo “depredaciones”.

13 Arnulfo Arroyo (186?-1897). Profirió un manotazo al general Porfirio Díaz durante el desfile militar del 16 de septiembre de 1897. Detenido en el acto, fue llevado al palacio de gobierno de la ciudad de México en el zócalo. Eduardo Velázquez, entonces Inspector General de Policía ordenó que se le diera muerte simulándose un linchamiento.

14 Francisco Huízar. Probable referencia a Francisco Huinzardt, uno de los gendarmes involucrados en el linchamiento de Arnulfo Arroyo (vid. n. anterior). Huinzardt, se hizo famoso por una frase dicha en el segundo juicio que le declararía inocente de tal crimen en 1903: “Creí que el reo era un anarquista y podía hacerse su ejecución.”

Your silence at the present moment is a crime, because it is a crime to remain indifferent when you know that an outrageous act is going to be committed. Your Government, obeying the perfidious insinuations of your executioners, the capitalists, is giving its hand to aid the bloody tyrant of the southern republic in order to save him from certain destruction. You have nothing to gain in this crazy enterprise; you are not to be happier because thousands of good Mexicans perish, mowed by your soldiers. Crime can never be a source of happiness.

Raise your hand to your heart, blind people; consult your conscience, people drugged by the dollar and by business; stop thinking of the false tranquillity that you are going to get by saving; throw away the idea of making millions, since only by means of crime can anyone become a millionaire.

Think of your future. All the world is throwing in your face the outrageous acts of your government. The Filipinos believe that you are their executioner. The Porto Ricans curse the hour that Americans planted their feet on their soil; the Colombians stoned your citizens in the streets of Bogota; the Turks insulted your consuls; in the entire world you are noted as covetous, cruel, as an abuser if your strength. Your masters are the ones who abuse and you are the ones who suffer the contempt, the that red, the universal aversion. Central America detests you cordially, South America repelis you, all on account of the leeches who drink your blood, of the vampires who work you to death in the factories, the shops, the mines the workers of the whole world.

¿What Are You Going to Do Now?

The soldiers of your masters march in great haste to the Mexican border. The war ships are sailing fully equipped to the waters of Mexico. The money that they have extracted from your pockets by means of taxes they are employing to buy war supplies to kill the majority of the people of my race, to kill my brothers who never have harmed you, whom you can’t feel hatred because they have never tried to enslave you; on the other hand they are revolutionists, fighting as you haven’t realized, to solve the same problem that you have not yet succeeded in solving. My brothers are giving the example of what ought to be done to assure economic liberty, the base of all liberties, the base of fraternity, the base of equality.

You Can’t Plead Ignorance

The existing conditions in Mexico are well know to you. You know well that the people there are victims of all kinds of infamy; you know well that slavery in its most hideous form is the rule in the case of work done in the field; you know well that the Mexican workers only earns a few cents daily for working from sun to sun; you have Sean in the magazines, in books, in dally papers photographs which can’t leave any doubt in your minds in to give a single cent for the war. But if you remain indifferent, soon you will suffer the consequences, because Japan in spying on the movements of your government, and when you have started out to conquer us, the yellow race will make you slaves. You will be the ones who will lose in this game of finance which in nothing more nor less than a move for conquest.

Ricardo Flores Magón

Baja California

Las bravatas de un esbirro.

El Coronel que manda las fuerzas federales que salieron de Ensenada para atacar a las diversas columnas liberales que operan en el Distrito Norte de la Baja California, asegura que va a aplastar a nuestros compañeros. El octavo Batallón es el que se propone verificar esa hazaña, y haciendo cuentas alegres, el Coronel dice que desde luego batirá a Luis Rodríguez y Francisco Vázquez Salinas con sus respectivas columnas liberales; después marchará sobre Mexicali, derrotando previamente en el camino a los compañeros Leyva y Berthold que van rumbo a Ensenada; después, este moderno Quijote, caerá sobre la guarnición liberal que ha quedado en Mexicali, y, por último aplastará a la guarnición liberal en Los Algodones, terminando ahí su brillante campaña.

A ese coronelillo le van a romper la boca como a Vega para que deje de echar bravatas. Sus setecientos federales serán impotentes para acabar con el movimiento liberal en la Baja California.

Escaramuza en Los Algodones.

Los oficiales federales de los Estados Unidos se muestran muy celosos de que no se violen las desprestigiadas leyes de neutralidad, cuando se trata de los insurgentes; pero se hacen, como vulgarmente se dice, de la vista gorda, cuando se trata de esbirros mexicanos.

La prueba está en el hecho de que los quince empleados federales que de miedo se pasaron a Calexico cuando nuestros compañeros Leyva y Berthold tomaron Mexicali, marcharon con no se sabe cuántos rurales, por terreno americano, rumbo a Los Algodones, donde el Partido Liberal tiene una guarnición. Desde el lado americano, los esbirros hicieron fuego sobre nuestros compañeros de Los Algodones, sin que la milicia americana molestase a esos violadores de las leyes de neutralidad.

Por fortuna, ninguno de nuestros compañeros fue herido. Los esbirros tuvieron que retirarse al ver que la resistencia que se hacía era formidable.

En marcha.

Por fin, perfectamente armados y pertrechados, salieron de Mexicali los compañeros que componen la columna liberal mandada por los compañeros Leyva y Berthold. Marchan sobre Ensenada, Puerto que estará en poder del Partido Liberal Mexicano dentro de pocos días.

Ha quedado en Mexicali una guarnición liberal para resguardar el pueblo. Dicha guarnición ha quedado al mando del compañero Francisco R. Quijada.1

La Bandera Roja en Tecate, Mexicali y Algodones.

La Bandera Roja del Partido Liberal Mexicano, ostentando como un reto a la burguesía y al autoritarismo el querido lema: Tierra y Libertad, ondea sobre tres poblaciones en la Baja California: Tecate, Mexicali y Algodones.

Ondea también, llevada por puños poderosos de libertarios en la campiña y bien pronto ondeará en Tijuana y Ensenada.

En Tecate, el compañero Luis Rodríguez, con su fuerza, espera que se aproximen las fuerzas de los compañeros Leyva y Berthold para marchar unidos a Ensenada.

Coahuila.

Combate cerca de Torreón.

Trescientos rebeldes atacaron dos veces a los federales cerca de Torreón. El primer encuentro tuvo lugar cerca de El Coyote. Muchos federales fueron muertos. El otro encuentro lo tuvieron en la Hacienda Colima, donde perecieron también muchos federales.

Gran alarma entre los esbirros de Matamoros.

Las autoridades de Matamoros están alarmadísimas por la presencia de guerrillas insurgentes que amenazan caer sobre la población.

La guarnición de esa plaza es fuerte, pero temen las autoridades ser de todas maneras derrotadas.

Un maquinista muerto.

No quiso parar el tren al ser intimado por los insurgentes, y fue muerto el maquinista que conducía el tren de Jimulco a Torreón. La correspondencia fue tomada y destruida la que no era interesante.

El jefe insurrecto Mariano López Ortiz que obra por el Partido Liberal Mexicano, es objeto de feroz persecución por las fuerzas federales. El compañero López Ortiz opera al Sur de Jimulco. Con él luchan liberales firmes que no se han vendido al maderismo corruptor, y sus hazañas son dignas de aplauso por la valentía y la bondad que al mismo tiempo muestran.

Grandes fuerzas federales han salido de Torreón para atacar al compañero López Ortiz; pero han fracasado en casi todos sus intentos de dominar a nuestros compañeros liberales.

Chihuahua.

Las guerrillas liberales pululan alrededor de Juárez.

Desde que Ciudad Juárez quedó con una guarnición de poco más de cuatrocientos federales, se ha notado una actividad grandísima de los rebeldes, quienes procuran a toda costa reclutar el mayor número que se pueda de insurgentes para atacar la ciudad.

Noticias de escaramuzas llegan a El Paso. Las tropas federales no se alejan mucho de la ciudad, temerosas de que, mientras ellas persigan alguna guerrilla, varias de éstas, combinadas, la ataquen y la tomen.

80 insurgentes sobre Guzmán.

Una fuerza de 80 revolucionarios salió de Columbus, N. M., rumbo a Guzmán.  Dijeron que iban a destruir el Ferrocarril del Noroeste para evitar que las tropas federales que salen de Ciudad Juárez lleguen a Casas Grandes cuya ciudad esperan tomar con los voluntarios que los esperan a lo largo del camino que llevan.

El hambre hizo retroceder a Pueblita.

El Coronel Pueblita, Jefe del 14 regimiento que había salido de Ciudad Juárez a perseguir revolucionarios en el oriente de esa población, no pudo llegar sino hasta Zaragoza, once millas al este de Juárez. Quiso avanzar, pero le faltaron las provisiones. No encontró en el camino ni pasturas para los caballos ni alimentos para sus esbirros. Tuvo, pues, que devolverse para tomar provisiones para volver a salir.

La derrota de Madero.

Una de las notas más sensacionales de estos últimos días ha sido la grave derrota de los maderistas en Casas Grandes. 700 maderistas al mando de Francisco I. Madero llegaron a Casas Grandes y acamparon en un rancho a tres millas de distancia de la ciudad. 200 maderistas insurrectos al mando del Mayor americano Hay, fueron mandados por Madero a sorprender la guarnición. Un combate en las sombras comenzó desde luego. Hay y sus hombres entraron resueltamente a la ciudad que estaba defendida por 400 federales y 300 “voluntarios”. Esto sucedía a las cuatro de la mañana. Una avanzada insurrecta al mando del Capitán Roque González Garza tomó posesiones en el oeste de la ciudad. El General insurrecto Soto, tomó posiciones en el Norte de la misma. El Mayor Garibaldi cubrió el sur. Madero y su Estado Mayor ocupó una eminencia cercana para dirigir el ataque.

Hay que advertir que el compañero Lázaro S. Alanís viendo a Madero en apuros, olvidó las traiciones del “Provisional” y abnegado, desinteresado, voló hacia donde los maderistas luchaban contra los federales para prestarles auxilio. Alanís y el maderista Harrington penetraron en la ciudad en medio de una lluvia de balas. Harrington quedó muerto a los primeros tiros. Alanís quedó al frente de sus valientes atacando a los federales que desde las azoteas de las casas los barrían con sus disparos. Con un puñado de valientes liberales que le quedaban, Alanís continuó el combate sin retroceder. De todas las ventanas cubiertas con sacos llenos de arena, salía un fuego nutrido así como de las azoteas. Por fin cayó también Alanís, el veterano de Las Vacas, el joven caudillo que juró derramar su sangre siguiendo las huellas que dejara nuestro hermano Praxedis G. Guerrero.

Alanís era una de las figuras más simpáticas del movimiento netamente liberal. Era valiente hasta la temeridad. No cuidaba de su vida consagrada por completo a la lucha por los principios liberales. El Partido Liberal Mexicano pierde en él a otro caudillo de la Revolución Social; el proletariado del mundo pierde a uno de sus más leales luchadores.

Al caer Alanís, el Mayor Hay, maderista, pero valiente, tomó medidas extremas.  Hizo uso de la dinamita que es la fuerza de los insurgentes que puede competir con la tremenda fuerza de los federales. Hay, con unos cuantos valientes, tiraron sus rifles y se proveyeron de bombas de dinamita y con un valor digno de aplauso, avanzaron hacia el corazón de la ciudad arrojando sus bombas a derecha e izquierda causando estragos visibles en las filas federales hasta que fueron todos muertos.

Exterminadas las columnas de Alanís y de Hay, se le ordenó al Capitán Lázaro Gutiérrez de Lara que entrara a la ciudad. La compañía de de Lara se componía de mexicanos y americanos. El fuego era nutridísimo. De Lara cayó al suelo desde luego y todos creyeron que había muerto. Uno de los americanos gritó: “Dios mío, el pobre de de Lara ha sido muerto!”, pero en realidad lo que sucedió fue que de Lara al oír el silbido de las balas se dejó caer para no ser blanco de los federales, pues poco después se le vio levantarse bueno y sano, dar media vuelta y lanzarse hacia donde podía resguardase de las balas. Después explicó que no tenía corazón para matar a sus semejantes y se dedicó a servir de enfermero en el Hospital de sangre. La columna de de Lara, abandonada por él, fue completamente destrozada por los federales. 15 prisioneros de su columna fueron fusilados en el acto.

A las seis de la mañana, los federales decidieron rendirse e izaron bandera blanca; pero la repentina aparición del Coronel García Cuéllar con 600 federales de refresco les dio ánimo, bajaron la bandera blanca y continuaron el mortífero fuego. Cuéllar envolvió a los insurgentes por tres lados. El maderista Soto, General en Jefe del maderismo, dio media vuelta y huyó con su gente lo que ocasionó un pánico general que obligó a Madero a tocar retirada.

Los insurgentes tuvieron cien bajas, entre muertos y heridos, y los federales sufrieron doscientas bajas entre muertos y heridos igualmente.

Madero perdió sus carros de transporte, —los que robó a Silva en Guadalupe,— gran cantidad de armas y municiones, doscientos caballos y a sus más valientes soldados, sin contar Alanís, que era liberal, y que solamente por generosidad fue a prestarle ayuda. La pérdida de Alanís es la que sentimos porque es difícil encontrar en estos tiempos de egoísmo hombres como el tan abnegado, tan valiente, tan desinteresado. Lázaro S. Alanís fue el que más se distinguió en la tragedia de Casas Grandes.

Francisco I. Madero ha procesado a su General en jefe por haber echado a huir y va a procesar a todos aquellos que, en lugar de dar ejemplo de valor y de audacia a sus soldados, se retiraron del campo de batalla cuando se imponía su presencia en él.

Uno de los soldados americanos de la Compañía que mandaba Lázaro Gutiérrez de Lara y que se encontró en la batalla de Casas Grandes, dice que cuando apareció la fuerza del esbirro Cuéllar, de Lara habló a sus soldados de esta manera: “Muchachos, es mejor que enarbolemos bandera blanca, porque no tenemos salida de aquí”. Los insurgentes le contestaron en seguida: “vaya Ud… al infierno; nosotros estamos resueltos a morir aquí”. Esto puede verse en El Paso Morning Times del día 12 de este mes.

Orozco no quiere unirse a Madero.

El mismo informante dice que dos días antes de la batalla, Madero mandó llamar a Orozco para que se le uniera con su fuerza. Orozco no quiso obedecer a Madero a quien no reconoce ya. Según las últimas noticias que tenemos, Pascual Orozco está resuelto a no tener nada que ver con el “Provisional”.

En contra del esbirro Luque.

José de la Cruz Sánchez se decidió por fin a tomar la ofensiva contra Luque que, como se sabe, está embotellado en Ojinaga. Sánchez ha comenzado el ataque y se dice que ha habido fuertes bajas por ambos lados. Según parece Sánchez quiere de una vez o derrotar al cobarde Luque o ser vencido, pues la actitud de Luque hace imposible el progreso de la insurrección por aquella comarca.

Una bomba.

La noche del día 15 de este mes, una bomba de nitroglicerina hizo explosión en uno de los cuarteles de Ciudad Juárez. No se sabe cuántos federales morirían reventados por la bomba, porque inmediatamente dieron órdenes las autoridades militares de que no se diera ninguna información a ese respecto. Esto, sin embargo, hace presumir que un buen número de federales perdieron miserablemente la vida como ratones, por no haberse hecho el propósito viril de matar a sus jefes y unirse a los revolucionarios que luchan precisamente por libertarlos a ellos.

Dos personas que corrían después de la explosión de la bomba, fueron muertas a balazos; pero no hay la seguridad de que ellos hubieran sido los que arrojaron la espléndida bomba.

El cuento de “nunca acabar”.

Así puede decirse de la reconstrucción de la línea del Central y de otras varias líneas en México. Los federales van reconstruyendo y los insurgentes vuelven a destruir las vías.

Como se sabe el Coronel Rábago salió de Juárez hace algunas semanas con varios centenares de soldados con el propósito de reconstruir la vía del Central. Conforme la va reconstruyendo, los insurgentes la van destruyendo.

Durango.

Actividad cerca de Gómez Palacio.

200 rebeldes han sido vistos cerca de Gómez Palacio. Estos insurgentes andan proveyéndose de armas y municiones en las haciendas y ranchos cercanos a dicha ciudad.

Otra guerrilla ha sido vista en Sacramento. En ese lugar los rebeldes obtuvieron algunos miles de pesos.

Cerca de Velardeña, otra guerrilla anda operando con buen éxito.

El dinero para la raya de los trabajadores en El Cobre, fue tomado por los insurgentes para comprar fusiles.

Todas las mujeres, ancianos y niños de Tlahualillo, han dejado el pueblo, pues se asegura que va a ser atacado por los revolucionarios.

Igualmente han salido de San Fernando todos los no-combatientes, pues se teme un ataque de un momento a otro a dicha población por los insurgentes.

En la Pima, las autoridades se preparan a resistir una fuerza de 200 revolucionarios que está a la vista.

Los revolucionarios que tomaron Topia exigieron fuertes sumas a los burgueses.

Una excelente victoria.

Una fuerza rebelde atacó y tomó Guadalupe de los Reyes. Las autoridades y los federales de esa población hicieron una desdichada resistencia; pero no pudieron rechazar a los revolucionarios. Por fin, autoridades y federales tuvieron que evacuar la población, saliendo en precipitada fuga perseguidos por los revolucionarios que deseaban atrapar a las autoridades para darles su merecido.

Guerrero.

Seria derrota de los federales.

La fuerza revolucionaria que opera en las cercanías de Iguala ha tenido un rudo combate con las fuerzas federales. Los revolucionarios atacaron con energía al enemigo y lo destrozaron por completo, emprendiendo los restos derrotados precipitada fuga. Fue necesario que la Dictadura enviase al Teniente Coronel Torrea al lugar de los sucesos para auxiliar a los esbirros, pero Torrea no se atreve a avanzar demasiado y los revolucionarios operan a su sabor por aquellas regiones.

Abajo los bandidos.

Así dijeron los revolucionarios en Huitzuco al atacar esa población que tomaron a viva fuerza. Las primeras autoridades fueron desde luego ejecutadas en desagravio de los crímenes que habían cometido con el paciente pueblo.

En Balsas, hicieron otro tanto los insurgentes con las primeras autoridades, quedando el pueblo satisfecho al ver morder el polvo a sus verdugos.

Se preparan en Chilapa.

En vista de que en Quechaltenango operan varias guerrillas insurgentes, las autoridades de Chilapa se están preparando para una formal resistencia. Han llegado muchos federales; los burgueses están dando guardia en la cárcel y algunos otros establecimientos públicos; las ventanas son cerradas con sacos de arena. En fin, se hacen los preparativos para la resistencia. Un gran número de soldados ha salido de Chilapa para Quechaltenango para ver si es posible detener a los insurgentes.

Puebla.

Una emboscada.

El asqueroso Imparcial hace continuamente mofa del consejo que Pascual Orozco daba a un amigo suyo, de que procurara coger a los federales “a la moda traicionera”. Naturalmente que los débiles tenemos que emplear muchos ardides tanto para esquivar el ser aplastados por los fuertes, como para aplastarlos si podemos. Los revolucionarios somos los débiles; tenemos pocas armas, nuestros elementos son escasos, y hay que hacer uso de la astucia para poder siquiera mal equilibrar nuestras fuerzas con las del despotismo que cuenta de sobra con elementos de todas clases. Por eso usamos la dinamita y aconsejamos su uso a discreción. Mucha dinamita se necesita para aplastar por fin al despotismo.

Pues, bien, los esbirros del tirano emplean también nuestros ardides. Ellos también pegan “a la moda traicionera”. Ciento veinte insurgentes pasaban descuidados por un cañón cerca de San Bartolito. Allí estaban agazapados los odiosos rurales, y desde sus escondites, hicieron un fuego nutrido contra los rebeldes. Éstos se defendieron heroicamente. No rindieron sus armas, no echaron a huir. A puñados caían los infortunados insurgentes, pero contestaban el fuego los que quedaban en pie, y la lucha desigual se prolongó hasta que el último rebelde cayó herido gritando “¡Viva la libertad!”. En vez de derrota, debemos contar esta jornada de la Revolución como una brillante victoria por el ejemplo tan noble que supieron darle al mundo entero esos abnegados  insurgentes que prefirieron la muerte a rendir sus armas.

Un reñido encuentro.

En Chignahuapan chocaron las fuerzas federales y las revolucionarias, quedando completamente derrotadas las federales. Los revolucionarios, sin embargo, tuvieron algunas pérdidas.

Los rebeldes quedaron dueños de Chignahuapan. Su primer acto fue expulsar de la población a los bandidos que fungían de autoridades. Luego tomaron de las tiendas lo indispensable para los luchadores y, enseguida, atendieron las necesidades de los habitantes. La población en masa felicitó a los revolucionarios y les rogó que no abandonasen la población.

Los rurales derrotados en Teziutlán.

Envalentonados los rurales por el éxito que habían alcanzado al batir dos o tres pequeñas y mal armadas guerrillas insurgentes, se echaron imprudentemente sobre una fuerza insurgente que opera en las inmediaciones de Teziutlán. El chasco que se llevaron los rurales fue soberbio, pues tuvieron que dar media vuelta y huir de prisa, no sin dejar en el campo algunos rurales atravesados por las balas de los liberales.

Popoca sale a batir y es batido.

Los revolucionarios se presentaron cerca de Izúcar de Matamoros en son de guerra. El Jefe político Popoca armó enseguida a sus esbirros, echó leva por mayor, y al frente de una improvisada tropa salió a batir a los revolucionarios.

Mala suerte tuvo Popoca porque regresó con unos cuantos de los imbéciles que se dejaron conducir por él. Los rebeldes le habían proporcionado una estruendosa derrota.

Sonora.

Los burgueses se preparan.

En vista de que las fuerzas rebeldes dominaban varios importantes puntos del Río Yaqui. Los burgueses de Guaymas están alarmadísimos. Todas las noches se reúnen esos explotadores del pueblo para discutir los planes de defensa del Puerto, cosa que en verdad es una tontería porque si los revolucionarios les iban a pedir préstamos moderados, en virtud de las medidas de defensa tendrán que exigirles más para indemnizarse del trabajo que les va a costar la toma del Puerto. Cuanto mejor sería para los burgueses dejar entrar con facilidad a los insurgentes. Siquiera, entonces, los revolucionarios les tendrían lástima.

El cosaco en acción.

Emilio Kosterlitzky, el Cosaco, se encuentra ahora en Magdalena. La tarea que le ha encomendado la Dictadura, es patrullar una parte de la frontera de Sonora para impedir el contrabando de armas y municiones. Kosterlitzky dice que, mientras esté vivo, no dejará pasar ni un contrabando de los insurgentes, pero eso no pasa de ser una vil bravata, pues en sus meras barbas se burlan de él los compañeros.

No quedó ni uno.

De los cien federales que salieron de Cananea a reparar las obras hidráulicas que habían destruido los insurgentes para rendir por sed a la guarnición de ese mineral, no regresó un solo soldado. Todos fueron muertos por los rebeldes y no se atreven a salir más federales por temor a ser también muertos. El agua, pues, seguirá faltando en Cananea.

El compañero Blanco amaga Agua Prieta.

El compañero José de la Luz Blanco cuya brillante campaña ha tenido universal  resonancia, se encuentra cerca de Agua Prieta y es probable que esa ciudad fronteriza caiga de un momento a otro en sus manos; pero el compañero Blanco no quiere luchar con unos cuantos centenares de federales. La lucha, entonces, no tendría objeto, pues pocas armas quedarían en poder del partido Liberal. El general Blanco quiere que se reúnan en Agua Prieta numerosas fuerzas federales para que el botín de guerra, entonces, sea más rico. Un representante de la prensa americana lo entrevistó en su campo y le dijo: “General, muchas fuerzas federales están marchando sobre Agua Prieta”. El valeroso revolucionario liberal contestó : “Tanto mejor:  tendremos oportunidad de capturarles mayor número de fusiles”.

Una lucha desigual.

Las avanzadas del compañero José de la Luz Blanco se acercaron a Agua Prieta para atraer a los federales al campo. Los federales vieron que eran unos cuantos hombres y salieron a su encuentro seguros de ganar. El combate comenzó. Las avanzadas de Blanco se desplegaron en tiradores y sin nada que las cubriese del fuego de los federales, lucharon heroicamente. De los doscientos cincuenta federales que pelearon con aquel puñado de insurgentes liberales, sólo la mitad pudo volver a Agua Prieta. Los demás quedaron tendidos en el campo. Las pérdidas de nuestros compañeros fueron dos muertos y un herido solamente.

Brutalidades de los federales.

Un fotógrafo fue golpeado por los federales por el “delito” de pretender obtener una fotografía de los derrotados sicarios de la Dictadura. Otras personas que como meros espectadores se encontraban entre los federales, fueron objeto de villanos ultrajes. No pudieron vencer al puñado de hombres que les arrojó encima el compañero Blanco, y se desquitaron con los espectadores. Dos de éstos fueron fusilados sumariamente. No habían entrado a terreno mexicano más que a presenciar el combate;  pero los federales, despechados por la derrota vergonzosa, se vengaron en esas indefensas víctimas.

Oficialillos heridos.

Los oficialillos federales que resultaron heridos son: Subteniente Manuel Robles y Subteniente Morales, ambos del 27 Batallón. El Coronel Villegas cayó herido también de un balazo en una pierna. Silvestre Ramírez, Capitán del 27 fue también herido.

La fuerza actual del compañero Blanco.

Las fuerzas combinadas de los compañeros Blanco y López ascienden a 700 hombres perfectamente armados y provistos de municiones de toda clase. De manera que, para ser vencidos nuestros compañeros, se necesita que el despotismo pueda disponer al menos de tres mil hombres, pues ya está probado que cada insurgente puede luchar ventajosamente contra diez federales. ¿De dónde podría sacar la Dictadura ese número de hombres?

Una mula fusilada.

La rabia de los federales puede ser comprendida al saber que una desdichada mula, único prisionero que pudieron capturar de los insurgentes, fue llevada a Agua Prieta y fusilada en presencia de un sinnúmero de curiosos que choteaban a los derrotados esbirros. La pobre mula es una de las primeras víctimas de la suspensión de garantías individuales que ha decretado el loco Dictador. Fue ejecutada sumariamente.

Los americanos indignados.

En Douglas, ciudad que se encuentra en la línea divisoria con México, reina gran excitación por los actos de salvajismo cometidos por los federales contra personas inocentes. Se asegura que los federales están ansiosos de sangre, y ya que no pueden derrotar a los liberales, se conforman con aprehender a pacíficos espectadores de sus derrotas para fusilarlos, con el fin de dar cuenta al Nerón Díaz de que están ganando… en desprestigio.

La toma de Navojoa.

200 insurgentes han capturado Navojoa. Los federales bajo mando de un tal Morales, están luchando contra ellos.

Los insurgentes han quemado los puentes que quedan al norte de la población.

Las fuerzas federales que se encontraban en Corral, han marchado sobre Navojoa a auxiliar a las fuerzas del despotismo.

Comienza la lucha en Agua Prieta.

Las fuerzas combinadas de los compañeros Blanco y López, han comenzado a batir a los federales cerca de Agua Prieta. No hay detalles del resultado de la lucha.

Los pasajeros que vienen del interior del Estado, aseguran que un gran número de yaquis marcha a gran prisa hacia Agua Prieta a unirse a los rebeldes, lo que hará que la victoria sea segura para nuestros compañeros.

La Bandera Roja en Sonoyta.

El compañero Primitivo Tinajero2 nos comunica que ha enarbolado en Sonoyta la bandera Roja del Partido Liberal Mexicano.

Tinajero tomó dicha población hace unos cuantos días. No encontró resistencia, pues las autoridades se rindieron y dejaron en manos de nuestros compañeros la plaza.

Tinajero es uno de los buenos liberales que luchan por principios. Él no cree en personalismos. Para Tinajero lo urgente en estos momentos es educar al pueblo por medio del ejemplo y de la propaganda de las buenas ideas.

Tlaxcala.

Progresa la insurrección.

En los alrededores de Apizaco, los revolucionarios muestran gran actividad.

El pueblo de Tlaxco fue visitado hace pocos días por los insurgentes, donde se hicieron de regulares elementos, prosiguiendo su marcha para Huamantla.

Veracruz.

Los obreros de Río Blanco.

Los obreros de Río Blanco se rebelaron al fin. Atacaron la fábrica, el Palacio Municipal, la Oficina de Correos y tomaron provisiones y ropa de las tiendas de Caloca y Peregrina. Se cambiaron muchos tiros con la policía primero, y después con el 15 Batallón. Varias bajas tuvieron los esbirros. Los rebeldes se retiraron al fin y se espera que de un momento a otro hagan su aparición con mejores armas para tomar la población.

Las fuerzas rurales al mando del esbirro Luis Castillo, tuvieron un encuentro con las fuerzas del insurgente Ricardo López en los Montes del Presidio.

La lucha duró varias horas y los rurales al fin no pudieron desalojar de sus posiciones a los rebeldes.

Crece el movimiento en el Estado.

Ignacio Garrido Huerta3 atacó y tomó el pueblo de Tlacolula. Fuerzas formidables han salido de Jalapa con dirección a dicho pueblo y se espera un reñido combate entre federales y las fuerzas de Huerta.

Se dice que por la Olla, Congregación situada en las Vigas y Tlacola, se ha visto una fuerte guerrilla que tal vez marcha en auxilio de la fuerza de Huerta.

Yucatán.

Verdugos ajusticiados.

En una finca del Partido de Tekax, los peones se sublevaron y mataron al mayordomo de la Hacienda.

Fuerzas federales marchan al lugar de los sucesos, pero los rebeldes desalojaron el lugar y se encuentran en campo abierto, listos para repeler cualquiera agresión.

La insurrección en el oriente de la Península.

La Revolución en el oriente del Estado ya suma proporciones colosales. Los jefes rebeldes son: Silverio Cruz, F. de Robles, y algunos otros bastante conocidos y populares en la región, lo que asegura que el movimiento yucateco será bien pronto uno de los más importantes del país.

Combate en Yobain.

Las fuerzas federales al mando del capitán Enrique Cámara Buey han sido atacadas por los revolucionarios en las inmediaciones del pueblo denominado Yobain. Esta noticia pertenece al Imparcial, quien no dice nada acerca del resultado del combate, por lo que hay que deducir que los federales fueron derrotados, pues de lo contrario, ese papelucho atronaría los aires con gritos de: los revoltosos corrieron a la desbandada y otros parecidos que el público ya sabe de memoria.

Un tren volcado.

Entre Tekax y Tunkas, los revolucionarios volcaron un tren que no fue detenido por el maquinista cuando aquellos lo ordenaron.

La vía quedó hecha pedazos y la comunicación interrumpida.

Más verdugos muertos.

La revolución en Yucatán toma un carácter de inexorable justicia. Los que han sido verdugos como autoridades están siendo ejecutados sin pérdida de tiempo. El Imparcial se indigna contra esos actos de suprema justicia; pero no se acuerda de los sufrimientos del pueblo, pasa por alto los crímenes de esos bandidos investidos de autoridad, lamenta la muerte de las autoridades a quienes pretende presentar como víctimas del desenfreno de hordas carniceras. No, Imparcial; ha llegado el día de la justicia y esas cabezas que ves rodar están cargadas de culpas.

En Peto, fueron ajusticiados el comandante del cuartel Marcos Arista, El cabo Manuel Sixto Quintero, el Comandante Fulgencio Carrillo, el Jefe político Antonio Herrera y el Secretario de la Jefatura, cuyo nombre no se consigna.

Quedó herido el tesorero municipal José D. Mena.

Los revolucionarios tomaron todos los fondos que encontraron en la población, así como los elementos de guerra que encontraran a la mano.

Un cuartel asaltado.

El cuartel de Yaxacaba fue asaltado por los revolucionarios. Muchos soldados resultaron muertos. Tomada la población fue desalojada enseguida por los revolucionarios después de tomar lo que creyeron necesario para proseguir la lucha.

Amagando Motul.

Un cuerpo de rebeldes que opera en la inmediaciones de Motul, ha pedido a las autoridades, la rendición de la plaza. Las autoridades, obcecadas, se niegan a rendirse, cosa que les dará mal resultado, como ocurrió en Peto.

Se planea un ataque sobre Temax.

Los rebeldes que actúan en Chalche, tienen pensado atacar Temax. El Coronel gobiernista Irabien ha salido de esta población con una fuerza considerable para impedir el avance de los rebeldes.

También para proteger a Temax se están reconcentrando federales en la jurisdicción de Cansahcab.

Muchos pueblos en poder de los rebeldes.

La Revolución en Yucatán se extiende rápidamente. Muchos son los pueblos que han caído en poder de los rebeldes. Las autoridades están renunciando a gran prisa para no verse en el caso de ofrecer el pescuezo a los vengadores del pueblo. Lástima que no esté allá el tuerto Molina.4

Zacatecas.

Mazapil caerá en poder de los insurrectos.

A pesar de las medidas que están tomando el despotismo, Mazapil tiene que caer en manos de la Revolución. Una fuerza de rebeldes se ha avistado y se espera un combate de un momento a otro.

El guerrillero Triana.

San Juan del Mezquital ha sido visitado por el guerrillero Triana. Las tropas federales están a la expectativa, pues no se atreven a batir a los insurgentes.

Moya pasa a Jalisco.

El insurgente Moya, después de haber operado algunas semanas en el Estado de Zacatecas, pasa ahora a Jalisco, donde la Revolución está tomando incremento.

A última hora.

Una derrota aplastante.

El 16 de este mes llegaron a Cananea unos cuantos soldados del 27 Batallón que mandaba el Coronel Anguiano, contando la historia de su desastrosa derrota.

Anguiano, al frente de sus soldados, salió a perseguir a los insurgentes. Éstos hicieron caer a los federales en una emboscada donde murieron casi todos, el Coronel Anguiano entre ellos. Pocos pudieron escapar y otros se rindieron a la fuerza insurgente.

Conclusión.

Es necesario hacer constar que no son estas las notas completas del movimiento revolucionario en México; no son siquiera las notas más salientes del formidable movimiento. Esto es solamente lo poco que puede saberse, pues conocido es que el Dictador pone particular empeño en ocultar la verdad, y si a eso se une la destrucción de las líneas de ferrocarriles y de las líneas telegráficas por los insurgentes, se comprenderá la imposibilidad de dar una información completa de lo que ocurre en todo el país. Sin embargo, lo poco que se sabe sirve para deducir el verdadero estado de cosas en el interior de México. La Revolución se ha extendido de una manera imponente y ya no es posible que sea sofocada por la Dictadura a la que no le queda otro remedio que rendirse.

Como irán notando los compañeros, la Revolución netamente liberal toma incremento. Nuevas columnas liberales están en acción y pronto se multiplicarán hasta hacer el movimiento del proletariado mexicano más fuerte.

Pero es necesario que cada uno de los simpatizadores de la causa liberal ayuden convenientemente. Aquellos compañeros luchan esperanzados en la ayuda de sus hermanos. No los dejeís perecer. ¡Ayudad!

Ricardo Flores Magón


1 Francisco R. Quijada. Cucapá. Militante del PLM y parte del grupo que tomó Mexicali, Baja California. Herido en los combates del rancho Little el 15 de febrero de 1911. Fue nombrado comandante en jefe de las fuerzas liberales cuando Francisco Vázquez Salinas abandonó ese puesto. Permaneció en Mexicali mientras las fuerzas de Carl Ap Rhys Pryce avanzaban sobre Tijuana. Sostuvo escaramuzas con las fuerzas del coronel federal Mayol hasta el 22 de mayo. Participó en los arreglos de entrega de Mexicali, y se rindió el 17 de junio del mismo.

2 Primitivo Tinajero.  Militante del PLM a partir del 3 de diciembre de 1910. A principios de 1911, se levantó en armas en Sonora como segundo capitán en jefe de José María Cardoza. El 24 de marzo de 1911 participó en la llamada batalla de Durazno en contra de las fuerzas federales comandadas por el Jefe Político de Altar, Son. Tras ella, varios soldados desertaron y se incorporaron al PLM. Firmó el 10 de abril de 1911 el llamado Plan de Caborca, que constaba de cuatro apartados: el desconocimiento del gobierno porfirista;  apoyo total a lo estipulado por el Plan de San Luis Potosí; el respeto al principio de sufragio efectivo y no reelección; y un llamado genérico a la lucha por justicia y libertad.  A pesar de ello, Antonio de P. Araujo aseguró que fue fusilado junto con Cardoza y 4 liberales más por el exliberal y converso al maderismo, Francisco R Velázquez, por negarse a reconocer a Madero como presidente.

3 Ignacio Garrido Huerta. Periodista veracruzano opositor al régimen de Porfirio Díaz. Editor de La Voz del Obrero, Órgano de la Liga de Tabaqueros. Jalapa (1906).

4 Refiérese a Olegario Molina. Empresario henequenero y gobernador de Yucatán (1902-1910).

Ha comenzado a gritar desde su madriguera el hombre más prestigiado del maderismo, Paulino Martínez.

Me viene a la memoria cierto proceso por robo que fue tramitado en el Juzgado de primera instancia de Tlalnepantla, Estado de México.

Me viene también a la memoria la traición de que fue víctima Catarino Garza2 y el crimen que se cometió en la persona del Doctor Ignacio Martínez,3 en Laredo, Texas, que, como se sabe, fue asesinado por orden de Porfirio Díaz.

Muchas otras cosas me vienen a la memoria, muchas, muchísimas. Sobre todo eso voy a escribir. Mi lema es la verdad.

Conque, ya lo sabe Paulino, pronto lo presentaré al público, el que encontrará bastante natural que para el Aquiles-Madero ninguno más digno que su Homero-Martínez.

Se me olvidaba: hay por ahí ciertos ofrecimientos de ventas de terrenos en México o en Texas, que para el negocio da lo mismo. Tengo documentos preciosos a ese respecto.

Así pues, Paulino, ve preparando los lomos.

Ricardo Flores Magón


1 Paulino Martínez. Periodista. Nace en Celaya, Gto. el 22 de junio de 1862. Participa en la conspiración del general Trinidad García de la Cadena y Mariano Escobedo contra Porfirio Díaz. En 1888 publica El Chinaco, tras la clausura y confiscación de su imprenta se refugia en Laredo, Tex. donde vuelve a sacar su periódico. Participa en el movimiento antiporfiriano de Catarino Garza, Ignacio y Cecilio Garza, Emeterio Chapa y Jesús Ruiz Sandoval y es encarcelado en San Antonio, Tex. por violación a las leyes de neutralidad.  A su salida publica La Voz de Juárez y las Memorias de Lerdo, ambas en San Antonio; 12 años después regresa a México y refunda La voz de Juárez en la ciudad homónima. EN 1906 entra a la cárcel, su fianza es pagada por Francisco I. Madero; defiende la huelga de Río Blanco y da asilo a sus dirigentes José Neira y Ramírez; publica El Insurgente en 1908. En octubre de 1909, sale de México y llega a San Antonio, Tex. En 1910 publica El Monitor Democrático, periódico político liberal, por el pueblo y para el pueblo. Cercano a Madero, quien le encarga la negociación con los Flores Magón, colabora en la fundación del Centro Antirreeeleccionista. Sin embargo, rechaza los tratados de Ciudad Juárez. Presidió la delegación zapatista a la Convención de Aguascalientes. Murió asesinado a petición de Francisco Villa el 13 de diciembre de 1914 en San Bartolo Naucalpan.

2 Catarino Garza. (¿?-1895). Periodista tamaulipeco. publicó El Libre Pensador. Desde Laredo, Texas, lanzó una proclama contra la reelección de Porfirio Díaz en 1891. Con él la firmaron Sixto Longoria, Santos Cadena, Julián Flores y Macario Ríos. Teniendo como centro de operaciones el sur de Texas, realizó diversas incursiones entre Nuevo Laredo y Matamoros, Tamaulipas, a partir del 15 de septiembre de 1891 y hasta 1892 contando con el apoyo clandestino de militares liberales como Sóstenes Rocha, Luis E. Torres, Luis Terrazas y Francisco Naranjo entre otros. Al fracasar su levantamiento viajó a Colombia donde al parecer murió en mayo de 1895. Publicó el opúsculo La Era de Tuxtepec en México.

3 Doctor Ignacio Martínez. (1838?-1891). Médico y militar tamaulipeco. Con grado de general participó en los levantamientos encabezados por Porfirio Díaz de La Noria y Tuxtepec. Editor del semanario antiporfirista y antireyista El Mundo en Brownsville, Texas. Con Catarino Garza y Paulino Martínez, estableció una junta revolucionaria en Laredo, Texas, en 1890. Murió asesinado en esa ciudad texana en 1891. Publicó: Viaje universal. Visita a las cinco partes del mundo (1886).

Entre todos los absurdos que la humanidad venera, este es uno de los más grandes y es uno de los más venerados.

El derecho de propiedad es antiquísimo, tan antiguo como la estupidez y la ceguedad de los hombres; pero la sola antigüedad de un derecho no puede darle el “derecho” de sobrevivir. Si es un derecho absurdo, hay que acabar con él no importando que haya nacido cuando la humanidad cubría sus desnudeces con las pieles de los animales.

El derecho de propiedad es un derecho absurdo porque tuvo por origen el crimen, el fraude, el abuso de la fuerza. En un principio no existía el derecho de propiedad territorial de un solo individuo. Las tierras eran trabajadas en común, los bosques surtían de leña a los hogares de todos, las cosechas se repartían a los miembros de la comunidad según sus necesidades. Ejemplos de esta naturaleza pueden verse todavía en algunas tribus primitivas, y aun en México floreció esta costumbre entre las comunidades indígenas en la época de la dominación española, y vivió hasta hace relativamente pocos años, siendo la causa de la guerra del Yaqui1 en Sonora y de los mayas en Yucatán,2 el acto atentatorio del despotismo de arrebatarles las tierras a esas tribus indígenas, tierras que cultivaban en común desde hacía siglos.

El derecho de propiedad territorial de un solo individuo nació con el atentado del primer ambicioso que llevó la guerra a una tribu vecina para someterla a la servidumbre, quedando la tierra que esa tribu cultivaba en común, en poder del conquistador y de sus capitanes. Así por medio de la violencia, por medio del abuso de la fuerza, nació la propiedad territorial privada. El agio, el fraude, el robo más o menos legal, pero de todos modos robo, son otros tantos orígenes de la propiedad territorial privada. Después, una vez tomada la tierra por los primeros ladrones, hicieron leyes ellos mismos para defender lo que llamaron y llaman aún en este siglo su “derecho”, esto es, la facultad que ellos mismos se dieron de usar las tierras que habían robado y disfrutar del producto de ellas sin que nadie los molestase. Hay que fijarse bien que no fueron los despojados los que dieron a esos ladrones el derecho de propiedad de las tierras; no fue el pueblo de ningún país quien les dio la facultad de apropiarse de ese bien natural, al que todos los seres humanos tenemos derecho. Fueron los ladrones mismos quienes, amparados por la fuerza, escribieron la ley que debería proteger sus crímenes y tener a raya a los despojados de posibles reivindicaciones.

Este llamado derecho se ha venido trasmitiendo de padres a hijos por medio de la herencia, con lo que el bien, que debería ser común, ha quedado a la disposición de una casta social solamente con notorio perjuicio del resto de la humanidad, cuyos miembros vinieron a la vida cuando ya la tierra estaba repartida entre unos cuantos haraganes.

El origen de la propiedad territorial ha sido la violencia, por la violencia se sostiene aún; pues que si algún hombre quiere usar un pedazo de tierra sin el consentimiento del llamado dueño, tiene que ir a la cárcel, custodiado precisamente por los esbirros que están mantenidos, no por los dueños de las tierras, sino por el pueblo trabajador, pues aunque las contribuciones salen aparentemente de los cofres de los ricos, éstos se dan buena maña para reembolsarse el dinero pagando salarios de hambre a los obreros o vendiéndoles los artículos de primera necesidad a alto precio. Así, pues, el pueblo, con su trabajo, sostiene a los esbirros que le privan de tomar lo que le pertenece.

Y si este es el origen de la propiedad territorial, si el derecho de propiedad no es sino la consagración legal del crimen, ¿por qué levantar los brazos al cielo cuando se sabe que el Partido Liberal Mexicano trabaja por expropiar la tierra que acaparan los ricos, esto es, los descendientes de los ladrones que se la apropiaron por medio del crimen, para entregarla a su dueño natural que es el pueblo, esto es, los habitantes todos de México?

Algunos maderistas simpatizan con la idea de entregar al pueblo la tierra; pero, conservadores al fin, quieren que el acto revista una solemnidad legal, esto es, quieren que un Congreso decrete la expropiación. He escrito mucho sobre la materia, y me admira que haya todavía quien no pueda entender lo que he dicho, pues tengo la pretensión de que he hablado con entera claridad. Ningún Congreso, he dicho, se atreverá a decretar la expropiación de la tierra, porque a los bancos del Congreso no van a ir los hambrientos, sino los hartos; porque a los bancos del Congreso no van a ir los trabajadores, sino sus amos; no van a ir los ignorantes y los pobres, sino los intelectuales y los ricos”. Es decir, en el Congreso tendrán representación las llamadas clases directoras: los ricos, los literatos, los hombres de ciencia, los profesionistas; pero no se permitirá que se cuele ahí a ningún trabajador de pico y pala, a ningún peón, a ningún obrero, y si, por un verdadero milagro, logra franquear el umbral del recinto de las leyes algún trabajador, ¿cómo podría luchar contra hombres avezados en las luchas de la palabra? ¿Cómo podría hacer preponderar sus ideas si le faltaban los conocimientos científicos que la burguesía posee en abundancia? Pero podría decirse que el pueblo trabajador enviaría personas competentes al Congreso para que lo representen. En todo el mundo están desprestigiados los llamados representantes del Trabajo en los Parlamentos. Son tan burgueses como cualquier otro representante. ¿Qué han hecho los representantes obreros del pueblo inglés en la Cámara de los Comunes? ¿Qué ventaja objetiva han obtenido los representantes obreros en el Parlamento francés? En el Parlamento alemán hay gran número de representantes obreros, y ¿qué han hecho en pro de la libertad económica de los trabajadores? El Parlamento austrohúngaro es notable por el número crecido de representantes obreros que se sientan en sus bancos, y sin embargo, el problema del hambre está en Austria-Hungría sin resolver, como en cualquiera otro país en que no hay representantes del trabajo en el Congreso.

Hay, pues, que desengañarse. La expropiación de la tierra de las manos de los ricos, debe hacerse efectiva durante la presente insurrección. Los liberales no cometeremos un crimen entregando la tierra al pueblo trabajador, porque es de él, del pueblo, es la tierra que habitaron y regaron con su sudor sus más lejanos antecesores; la tierra que los gachupines robaron por la fuerza a nuestros padres indios; la tierra que esos gachupines dieron por medio de la herencia a sus descendientes, que son los que actualmente la poseen. Esa tierra es de todos los mexicanos por derecho natural. Algunos la han de haber comprado; pero ¿de dónde sacaron el dinero para hacer la compra si no del trabajo de los peones y obreros mexicanos? Otros tomarían esa tierra denunciándola como baldía; pero, si era baldía, pertenecía al pueblo, y nadie tenía derecho de darla al que ofreciera unos cuantos pesos por ella, otros han de haber adquirido la tierra aprovechándose de su amistad con los hombres del Gobierno para obtenerla sin que les costase un solo centavo si era baldía, o por medio de chanchullos judiciales si pertenecía a algún enemigo de la Dictadura, o a alguna persona sin influencia y sin dinero. Otros más han adquirido la tierra haciendo préstamos a rédito subidísimo a los rancheros en pequeño, que se vieron al fin obligados a dejar la tierra en manos de los matatías, impotentes de pagar las deudas.

Compañeros: todos los que tenéis la convicción de que el acto que va a ejecutar el Partido Liberal es humanitario, procurad convencer a los que todavía adoran al Capital y veneran el llamado derecho de propiedad, de que el Partido Liberal está en lo justo, de que su obra será una obra de justicia, y de que el pueblo mexicano será verdaderamente grande cuando pueda disfrutar sin obstáculos de Tierra y Libertad.

Ricardo Flores Magón


1 Refiérese a la guerra de exterminio y colonización emprendida por el gobierno federal aliado con las oligarquías sonorenses en contra de las comunidades yaquis. Se inició alrededor de 1880 y no tuvo su fin sino hasta 1938. A partir de 1897, la guerra fue dirigida por el general Luis E. Torres, quien desarrolló el sistema de deportación hasta la creación de un auténtico mercado de esclavos que tuvo como destino final las plantaciones de Valle Nacional y Yucatán.

2 Guerra de castas. Refiérese al conflicto social protagonizado por los indígenas mayas de la península de Yucatán, a mediados del siglo XIX, en respuesta a la esclavitud, el vasallaje y el despojo de tierras a que se veían sometidos por parte de la oligarquía regional. La guerra, dirigida contra criollos y mestizos, se prolongó por espacio de cinco décadas concluyendo oficialmente en 1901, con la toma de Chan Santa Cruz por las fuerzas federales; sin embargo, algunos levantamientos esporádicos se registraron al menos hasta 1911.

Aguascalientes.

La toma de Calvillo.

Los rebeldes al mando de Manuel Ávila entraron a Calvillo sin que las autoridades pensasen en oponer resistencia. Lo que hicieron las autoridades fue esconderse lo mejor que pudieron.

Los rebeldes pusieron en libertad a la prisión, tomaron los fondos de las oficinas públicas y recibieron el aplauso de la población entera.

Las señoritas de la localidad invitaron a los rebeldes a una serenata que se iba a verificar en su honor; muchas familias se disputaron la satisfacción de hospedarlos en sus casas. La población entera estuvo de fiesta y se preparaban grandes festivales; pero los rebeldes prefirieron seguir su camino con el objeto de atacar otros puntos del Estado, y dando las gracias a la población de Calvillo por la simpatía que les demostró, se retiraron.

Cuando los federales llegaron, ya los revolucionarios se encontraban a buena distancia de la ciudad.

Baja California.

Hay derrotas que no afrentan.

El destacamento liberal que se encontraba en Tecate, compuesto de 19 compañeros al mando de Luis Rodríguez, sostuvo por algunas horas un desesperado combate con una fuerza del octavo Batallón compuesta de 150 federales. Esto ocurrió en la madrugada del día 17. El compañero Quirino Limón,1 con ocho valientes se encontraba apostado a cierta distancia de Tecate, rumbo al sur. Por el lado norte, prestaba sus servicios una vigilancia de tres hombres bajo las órdenes del compañero Estanislao Camacho. El enemigo dividió sus fuerzas en tres secciones. La primera, compuesta de cuarenta federales, cayó sobre el puñado que mandaba el compañero Limón. El combate que se trabó fue grandioso. Los federales atacaron con verdadera furia sabedores de que la guarnición no podría resistir. Nuestros compañeros, convencidos de que había llegado su último momento, resistieron valerosamente. Caía alguno de ellos herido y continuaba disparando su arma, no la soltaba hasta que la muerte le habría los puños para descansar de una vez. Cinco de estos abnegados compañeros perdieron la vida.

En la parte norte, los tres compañeros que hacían ahí la vigilancia fueron atacados por más de cincuenta federales;  la lucha fue corta, pues esos valientes compañeros fueron materialmente aplastados por el grueso número de esbirros. Los tres murieron dando vivas a la Bandera Roja y al Partido Liberal Mexicano.

Los compañeros Luis Rodríguez, Oscar García y la sección del compañero Lucio Ramírez, tan pronto como oyeron los primeros tiros, se dispusieron a auxiliar la sección del compañero Limón; pero una columna de caballería federal se interpuso y se trabó una reñida lucha hasta que otra columna de infantería los atacó por el oeste y acabó con casi toda la pequeña fuerza de auxilio. Ahí cayó el valeroso compañero Luis Rodríguez, quien se batió como un león, sin ceder un palmo, con aquella enorme masa de federales. En el cuerpo del compañero Rodríguez fueron halladas nueve heridas correspondientes a otros tantos balazos que el héroe recibió en esta trágica jornada.

El compañero Luis Rodríguez era un convencido de la lucha de clases. Pertenecía a la Industrial Workers of the World. Luchó como un héroe defendiendo los generosos ensueños de emancipación de la clase trabajadora. Este espléndido soldado de la Revolución Social murió en la tierra que quería conquistar para sus hermanos desheredados. Compañeros: no olvidéis el nombre de Luis Rodríguez. En vuestros escasos ratos de ocio, decid a vuestros hijos cómo murió ese trabajador defendiendo los intereses del proletariado.

Los pocos que lograron sobrevivir se internaron en las montañas donde los cobardes federales no se atrevieron a buscarlos.

Esta fue la gloriosa derrota que sufrieron nuestros compañeros en Tecate. Una derrota de esta clase, bien puede contarse entre el número de las victorias, por el alto ejemplo dado por esos 19 compañeros en su lucha contra la enorme cantidad de 150 federales.

Fusilamiento de espías del despotismo.

Felipe Ríos, un cantinero de Mexicali, estaba preparando una conspiración que iba a dar por resultado la toma de esa población por las fuerzas federales. El compañero Francisco R. Quijada, comandante de la guarnición liberal tuvo conocimiento de ese grave delito y arrestó a Ríos, en cuyos bolsillos se encontraron documentos comprometedores para Ríos y otros individuos. Por esos documentos se supo que los esbirros mexicanos que se encuentran en Calexico, tenían combinado un ataque a la guarnición liberal. Ríos confesó su delito, así como otro individuo, mexicano también. Quijada, en cumplimiento de su deber, mandó fusilar a esos sirvientes del despotismo y la orden se cumplió con la severa sencillez que el acto requería. Tomen consejo en cabeza ajena todos los miserables que por unas cuantas monedas se ponen al servicio del despotismo y en contra de la libertad del pueblo.

Un posible ataque.

Los compañeros que forman la guarnición liberal de Mexicali están convencidos de que se está preparando un ataque por parte de los esbirros mexicanos que se encuentran de este lado de la línea.

El comandante de la guarnición, Francisco R. Quijada, ha notificado a las fuerzas americanas que si se da un solo paso al interior del territorio mexicano, hará fuego sobre los asaltantes, cualesquiera que ellos sean.

Leyva y Berthold cerca de Tecate.

Las fuerzas liberales y los insurgentes al mando de los compañeros Leyva y Berthold se encuentran frente a frente. Es posible que se trabe un sangriento combate de un momento a otro. La Bandera Roja se encuentra izada en los peñascos que sirven de abrigo a la fuerza liberal. Los federales no se atreven a atacarlos a pesar de que ahora su número es considerable.

Campeche.

Los  revolucionarios que atacaron Peto.

Lla población de Iturbide se encuentra amagada por los revolucionarios al mando de los jefes insurgentes Reyes y Rivero. Estos revolucionarios fueron los que atacaron y tomaron Peto, Yucatán.

Van perfectamente armados y llevan gran cantidad de dinero y alhajas confiscadas a los esclavistas henequeneros, alhajas que, como es sabido, son producto del trabajo de los pobres esclavos de las fincas yucatecas y que sirven para que se adornen las perezosas hijas y esposas de los burgueses de aquella Península.

Coahuila.

Una espléndida victoria insurgente.

Las fuerzas de Pedro Agüero fueron batidas por los insurgentes en el Cañón del Lobo, de la Municipalidad de Arteaga, que se halla a una distancia de veinte kilómetros de Saltillo.

Los federales fueron completamente derrotados, resultando gravemente herido el Teniente Coronel Joel Carro, del octavo Regimiento.

Tan desastrosa derrota ha metido gran miedo a los federales que tiemblan apenas se les habla de tener que batirse en el Cañón del Lobo.

Chiapas.

Arde la Revolución en la frontera sur.

Sobre el Río Suchiate, en el pueblo de Tuxtla Chico, han hecho su aparición cuatro guerrillas revolucionarias.

En gran parte de la ribera del Río Suchiate, los revolucionarios operan sin resistencia, pues la población del Estado simpatiza por completo con la Revolución.

Hasta ahora ninguna fuerza federal ha atacado a los rebeldes de Chiapas cuyo número aumenta todos los días.

Un movimiento combinado de las fuerzas rebeldes opera en las cercanías del Tuxtla Gutiérrez, Capital del Estado, que es de esperarse caiga de un momento a otro en poder de la Revolución.

Un Coronel arrestado.

Los esbirros de Tapachula arrestaron al Coronel guatemalteco Domingo de León encontrándosele documentos comprometedores, dos mil cartuchos mausser y cierta cantidad de armas.

Se dice que Domingo de León tenía planeado un levantamiento general en el Estado de Chiapas.

 

Chihuahua.

Juárez amagada.

En los alrededores de Ciudad Juárez se nota la presencia de varias columnas insurgentes, algunas de las cuales cuentan con un crecido número de hombres. Todos los días salen patrullas federales a reconocer las cercanías;  pero no se aventuran a separarse mucho de la ciudad por temor a caer en una emboscada. Parece que un movimiento de reconcentración se está efectuando por parte de las fuerzas rebeldes y que un golpe sobre Juárez puede ocurrir de un día a otro.

El sitio de Ojinaga.

Las fuerzas rebeldes bajo el mando del General José de la Cruz Sánchez continúan sitiando Ojinaga, donde Luque se ha escondido temeroso de caer en manos de la Revolución.

De tiempo en tiempo, los rebeldes hacen fuego sobre los federales de la plaza; pero sin lograr que éstos salgan a batirse como hombres. Como se recordará, los federales al mando de Luque fueron los que asesinaron a sangre fría a cuatro indefensos ancianos después de su derrota en Mulato; estos mismos federales cometieron muchas depredaciones y actos de incalificable salvajismo antes de ser definitivamente cercados y reducidos a defenderse en la plaza de Ojinaga.

La moral de las fuerzas rebeldes es buena. Las mujeres se dedican a preparar los alimentos de los combatientes y reina gran entusiasmo entre todos los luchadores.

La fuerza que sitia a Ojinaga es de setecientos hombres.

San Buenaventura, Galeana y Pearson.

Estas tres riquísimas poblaciones agrícolas están en poder de los rebeldes. Las fuerzas federales que han sido enviadas a desalojarlos, no lo han logrado a pesar de que llevan ametralladoras.

En Meoqui.

José Guadalupe Hernández al frente de una columna insurgente se presentó en el pueblo de Meoqui. La guarnición federal, al mando del Capitán Francisco Sierra, fuertemente parapetada resistió a los rebeldes por algunas horas, hasta que Sierra cayó muerto. Entonces los federales echaron a huir como liebres dejando la población en poder de los rebeldes que se posesionaron de ella.

La Zona Militar envió una fuerte columna federal a atacar a los insurgentes, pero los federales fueron derrotados.

En las cercanías de Chihuahua.

En Arroyo del Cobre, cerca de la ciudad de Chihuahua, tuvieron un rudo encuentro los federales y los insurgentes. Los federales al mando del Mayor Ramón Rivero tuvieron fuertes bajas, pues no sólo la topografía del terreno favoreció a los insurgentes, sino su indiscutible valor.

Durango.

En la región de Tlahualillo.

A los ranchos de Zaragoza y Pamplona se presentó una partida de rebeldes que se llevaron buenos caballos y algunos rifles. Igualmente tomaron fondos para el fomento de la Revolución.

Varias partidas de rebeldes llegaron a los ranchos de Buen Abrigo, Chávez y Coyote.

Cien soldados derrotados.

En un combate habido en Pedernal los rebeldes lograron derrotar a cien soldados del undécimo Regimiento. Las bajas de los federales ascendieron a veinte muertos y un buen número de heridos, mientras que los rebeldes, a pesar de que su número era inferior, sólo sufrieron cinco bajas entre muertos y heridos.

Celebran el triunfo con un baile.

Los rebeldes que atacaron y tomaron la fábrica de “La Concha”, celebraron con un baile su modesta victoria. Esta guerrilla es la que está a las órdenes del compañero Mariano López Ortiz. Armas, caballos, dinero, prendas de ropa y muchas cosas útiles para los compañeros, fueron tomadas de la fábrica.

Al día siguiente, esta columna marchó hacia Tortuguillas.

Guerrero.

Los apuros de las autoridades.

El Gobierno del Estado está “echando leva” sin ningún escrúpulo, para batir con esos desventurados a los rebeldes que se han multiplicado por todas partes.

Por su parte, la Secretaría de Guerra ha enviado quinientos rifles Remington y diez mil cartuchos para las fuerzas de la Guardia nacional.

Todo esto, unido a las fuerzas federales que ya están en el Estado de Guerrero, hace un grueso cuerpo de Ejército, sin que por ello haya sido sofocada la insurrección suriana que cada vez toma mayores proporciones.

Jalisco.

Sobre Colotlán.

Varias guerrillas que operaban primeramente en Zacatecas, se han internado en el Estado de Jalisco, entre otras, la del jefe insurgente Luis Moya.

Una de esas guerrillas opera en las inmediaciones de Colotlán, ciudad de importancia que, por el hecho de encontrarse casi desguarnecida, puede caer con facilidad en las manos de los rebeldes. Las autoridades piden a gritos auxilios, pero éstos no llegan por encontrarse en las mismas circunstancias varias otras ciudades del Estado.

Un combate en Sayula.

Cerca de Sayula opera una guerrilla insurgente que se ha distinguido por su audacia, pues sin contar con buenos elementos de guerra ha hecho frente en más de una ocasión a las fuerzas del Estado y las federales combinadas. Últimamente estos guerrilleros se vieron sorprendidos por un grueso cuerpo del Ejército federal. No obstante de ser inferiores en número, presentaron combate como buenos y lucharon. Las fuerzas federales tuvieron la victoria, pero sólo consiguieron la retirada de los insurgentes después de haber tenido bajas de consideración.

Puebla.

El Jefe Político de Tetela está poniendo muchos obstáculos para salir a batirse con las fuerzas insurgentes que pululan en la Sierra que lleva ese nombre.

A pesar de que dice que las diversas partidas rebeldes que operan en las cercanías de Tetela no ascienden a unos setecientos hombres, permanece inactivo diciendo que necesita muchos barriles de agua y muchas mulas para cargarlos con el fin de hacer una buena batida a los insurgentes.

Lo que tiene el Jefe político es miedo; miedo a los valientes serranos que tienen en la historia de nuestras grandes luchas páginas hermosas conquistadas a fuerza de valor, de abnegación y de firmeza. La Sierra de Puebla siempre ha sido liberal.

San Luis Potosí.

En busca de caballada.

Una fuerte columna rebelde opera a inmediaciones de la capital del Estado, hizo su aparición hace pocos días en la hacienda de la Tapona, propiedad de la señorita María Moncada, de donde tomaron los caballos que necesitaban y se despidieron cortésmente de los habitantes de la negociación.

Esa columna opera bajo las órdenes del jefe insurrecto Maciel y todos los rebeldes van bien armados y equipados.

Sinaloa.

La actividad rebelde.

El Estado de Sinaloa continúa dando su contingente a la Revolución. Por diversas partes del Estado operan columnas revolucionarias que, no muy fuertes para sostener combates con los federales, se dedican a engrosar sus filas visitando pueblos pequeños, ranchos, haciendas y otros lugares. Las fuerzas federales las persiguen; pero no pueden darles alcance, y en esa tarea de persecución, mientras los revolucionarios se fortalecen, los federales se debilitan porque las deserciones menudean, la fatiga mata la moral de las tropas del despotismo y el disgusto se hace cada vez más intenso.

La hacienda de Jesús María fue visitada hace pocos días por los revolucionarios y de ella tomaron muy buenos elementos de guerra. Los revolucionarios caminaron después hacia el norte pasando por Ocualita y haciendo alto en Higueras de Ballaca, del Distrito de Badiraguato, hicieron después un movimiento habilísimo de despiste a los federales quienes se quedaron con un palmo de narices.

El Gobierno del Estado da atole con el dedo a sus desgraciados soldados, pues ha establecido un sistema de premios en metálico que son verdaderas limosas que cualquier hombre de vergüenza rechazaría indignado.

Sonora.

Nueva toma de Navojoa.

Este pueblo del sur de Sonora ha sido varias veces tomado y desalojado por los insurgentes. La población es pequeña, pero tiene recursos y a eso se debe que los revolucionarios la visiten con frecuencia. Últimamente, una columna de 175 insurgentes volvieron a tomarla, reclutando en ella 53 combatientes que gustosos se unieron para luchar contra la tiranía. La toma de la población se hizo a sangre y fuego, durando el combate más de tres horas. Después se retiraron los insurgentes.

Los yaquis.

Estos valerosos luchadores que por tantos años han sostenido una lucha desigual contra la burguesía y la autoridad, muestran de nuevo una actividad revolucionaria digna de aplauso. Los yaquis, como se sabe, fueron despojados de sus tierras, matados como perros en los poblados, perseguidos como fieras en los bosques, deportados al fin como esclavos a las tierras malsanas de Yucatán y de Oaxaca. Los pocos que quedan, se han levantado nuevamente con brío mayor aunque en menor número los combatientes y en estos momentos son una de tantas fuerzas y una de tantas tendencias que se hallan en juego en la presente insurrección.

Las últimas noticias recibidas dan cuenta de una ataque hecho por varias guerrillas de yaquis a varias haciendas y ranchos. Se dice que están bien armados y es de esperarse que causen a las fuerzas federales pérdidas de consideración, por ser todos ellos aguerridos, templados en la adversidad, sufridos y capaces de los más grandes heroísmos.

Rumbo a Hermosillo.

De todas partes del estado se dirigen grandes y pequeñas guerrillas insurgentes sobre Hermosillo. Puede decirse que todos los puentes del ferrocarril han sido quemados o volados con dinamita. La región del Río Yaqui se despuebla dando su contingente al movimiento revolucionario. Toda la población del Estado de Sonora está en simpatía con la Revolución y no se necesita otra cosa que armas y municiones para formar en pocos días un gran ejército revolucionario.

A las filas rebeldes.

El jefe revolucionario Aniceto Girón puso sitio a La Dura, donde se encontraba una fuerte guarnición federal. El sitio duró dos días y dos noches en los cuales no se disparó un solo tiro. La guarnición federal se rindió al ver que no podía contar con auxilio de ninguna clase, pues solamente los revolucionarios saben combatir. Girón guio a los soldados sus uniformes y les dio vestidos de paisanos. Enseguida les dijo que podían marcharse a donde quisieran, proveyéndose de salvoconductos para que no los molestasen los insurgentes; pero pocos fueron los que se aprovecharon de la franquicia, pues la mayor parte de ellos se puso bajo las órdenes del jefe insurgente.

Sonora en poder de la Revolución.

Puede decirse que todo el Estado se encuentra bajo poder de la Revolución con excepción de las ciudades de alguna importancia.

La población masculina de pueblos enteros se ha unido a los insurgentes. En San Antonio, Concentración, Onavas, Tonichi y otros muchos pueblos no se encuentra ni un solo hombre. Todos se han marchado a los campos revolucionarios ansiosos de tomar parte en la magna lucha contra la opresión.

En Hermosillo las autoridades y los soldados federales están en vela desde hace varias noches. Las tropas están acuarteladas; las azoteas y ventanas de las casas y de los edificios públicos tienen obras de defensa, sacos de arena, fardos y otros obstáculos tras de los cuales piensan los federales defenderse.

Nadie puede salir a la calle después de la puesta del sol. La actividad comercial es nula y el pueblo se muere de hambre porque la ciudad está prácticamente sitiada por los revolucionarios.

El compañero Florencio Jaramillo.

En el número 28 de Regeneración hablamos de la espléndida campaña que ha efectuado en Sonora el compañero Florencio Jaramillo, sólo que, por equivocación en lugar de Jaramillo, pusimos a Castillo.

El compañero liberal encontró en Cabeza de Negro al compañero Rafael Oros que con treinta hombres hacía campaña. Jaramillo dio 10 hombres a Oros para que atacase Lampazos, mientras él, con el resto de la fuerza se dirigió a Cucurpe. En Lampazos había 200 federales, de los cuales andaba la mitad entre Cucurpe y las Chispas y los cien restantes estaban en Lampazos y sus alrededores.  Jaramillo, al frente de 75 hombres, atacó Cucurpe, dejando 65 en el pueblo de San Ricardo. Los federales salieron al encuentro del compañero Jaramillo, pero después de un combate encarnizado, tuvieron que huir hasta Magdalena, dejando 14 muertos y perdiendo, además, 25 desertores. El resto de la fuerza de Jaramillo, los 65 que dejó en san Ricardo, acabaron con una columna federal que había quedado sin combatir.

Jaramillo, ahora, manda en una de las grandes columnas que operan en el Estado de Sonora y su intrepidez y su talento, auguran triunfos espléndidos para la causa del proletariado que es a la que sirve con lealtad y abnegación.

Veracruz.

Ignacio Garrido Huerta.

La columna liberal al mando del compañero Ignacio Garrido Huerta2 atacó y tomó a viva fuerza el pueblo de Tlacolula, de cuya Tesorería Municipal tomó los fondos. El Secretario del Ayuntamiento fue hecho prisionero, quería fugarse y hubo necesidad de amarrarlo.

La población ahora está custodiada por los revolucionarios liberales, y las autoridades de Jalapa han enviado a fuerza s a batirlos aunque hasta hoy no se sabe que se hayan acercado a Tlacolula.

Ignacio Garrido Huerta es liberal y no reconoce al llamado “Presidente Provisional”.

Rafael Tapia en acción.

Todos los periódicos gobiernistas al hablar de Rafael Tapia tratan de ridiculizar a este insurgente de diversas maneras, como en venganza de la terrible agitación que ha provocado en el estado de Veracruz.

Últimamente fue visto Tapia a la cabeza de su fuerza en Palmillitas, del Cantón de Veracruz. Los rurales que han sido enviados para atacarlo no se han atrevido a acercársele. Tapia trae bajo sus órdenes un buen número de combatientes avezados al clima veracruzano y a los azares de la guerra.

Yucatán.

Reclutando.

La columna insurrecta mandada por Crespo, y que fue la que tomó Temax, se dedica a reclutar voluntarios en las haciendas de donde sale la gente ansiosa de tomar parte en la Revolución.

Robles, el segundo de Crespo, ha emprendido también un viaje de reclutamiento.

La finca de Chacmay, propiedad de negrero Ignacio Peón, es la base de operaciones de esta fuerza insurgente.

Dos sanguijuelas perdidas.

Víctor Bencomo, Juez de Paz de Temax y Natalio Bobadilla, Vocal Cuarto del Ayuntamiento de dicho lugar que salieron huyendo cobardemente cuando los rebeldes la atacaron y tomaron, se han perdido. Nadie sabe de esos zánganos sociales.

Nuevo ataque a Temax.

Otra columna insurgente atacó Temax, fuertemente defendido ahora por una guarnición compuesta de federales y soldados del Estado. Los revolucionarios atacaron briosamente la población; la rodearon, la estrecharon hasta desalojar a los defensores del despotismo que tuvieron que retirarse, no sin haber dejado sembrado de cadáveres de esbirros el campo de la acción.

Con la vida en un hilo.

Las autoridades de Acanceh se encuentran, como vulgarmente se dice, con la vida en un hilo, pues los rebeldes yucatecos están ajusticiando a todos los bribones que han tenido en la esclavitud al pueblo de la Península. Se decía que el Jefe Político de Acanceh había sido fusilado por los rebeldes; pero todavía no le llega su hora. Lo cierto es que los rebeldes están muy cerca de esa ciudad y la tomarán de un momento a otro.

No duermen los esbirros.

En Maxcanú los federales están con el “quién vive” en la boca. No dejan las azoteas en previsión de un posible ataque por parte de los rebeldes que se agitan en los alrededores con actitud amenazadora.

Una bomba hace explosión.

A las puertas de la casa del presidente Municipal de Hactum, Avelino Arjona, fue arrojada una bomba que hizo una terrible explosión; pero como los malos tienen suerte, Arjona salió ileso.

Se sabe que los rebeldes de Ticul se encuentran actualmente en la Hacienda de Santa Rosa.

Un nuevo verdugo.

Yucatán acaba de tener un nuevo verdugo. Luis del Carmen Curiel3 ha sido enviado por Díaz como gobernador en substitución del universalmente odiado Muñoz Aristegui.4  Díaz está dando patadas de ahogado. Cree el viejo idiota que con el solo hecho de remover a los antiguos verdugos del pueblo, para poner otros en su lugar, se calmarán los ánimos.  Ahumada no fue enviado a Chihuahua con otro objeto, y sin embargo, en Chihuahua crece la agitación revolucionaria en vez de disminuir. Lo mismo pasará en Yucatán, pues lo que quiere el pueblo es el cambio del medio político y social por otro que esté en concordancia con las aspiraciones generales. Lo que necesita el pueblo es Tierra y Libertad, y eso no lo obtendrá con cambios de mandones.

Zacatecas.

Una derrota de los federales.

Por más que el despotismo se empeña en hacer creer que el Estado de Zacatecas está en paz, los hechos desmienten a cada paso tal afirmación. En el estado de Zacatecas no hay ciertamente la efervescencia revolucionaria que se observa en otros Estados, pero no deja de haber agitación  rebelde.

En la Noria, las fuerzas rurales al mando del Capitán Natividad Toro fueron derrotadas por los rebeldes, teniendo los rurales que emprender la fuga, no sin dejar en manos de los revolucionarios armas, monturas y cartuchos en regular cantidad.

El General Lojero se devana los sesos en Torreón echando planes y más planes para sofocar el movimiento por aquellas regiones, sin que ninguno de sus planes le de el apetecido resultado.

La toma de San Miguel del Mezquital.

Una fuerte columna rebelde tomó nuevamente San Miguel del Mezquital. Los fondos de las oficinas públicas fueron tomados y se exigieron préstamos de consideración a los lacayos de Porfirio Díaz.

Las fuerzas federales que fueron a atacar a los rebeldes no pudieron desalojarlos y tuvieron que dejarlos en paz dueños de la plaza.

Valiente burla.

Se mofa el desventurado Imparcial  de que muchos de los insurgentes que militan bajo las órdenes de Luis Moya vistan el humilde calzón y calcen huaraches. Sin embargo, esos hombres humildes tomaron Chalchihuites, se apoderaron de un buen número de armas y de caballos y están listos para continuar la campaña contra los ensoberbecidos burgueses que hacen burla de la pobre indumentaria que usan los trabajadores a quienes han robado, han maltratado, han vilipendiado por siglos, pero que ahora se rebelan y se disponen a conquistar lo que se les ha negado por miles de años: la libertad económica.

Otra guerrilla insurgente, la que manda Triana, visitó las haciendas de Zaragoza y Vergara.

Conclusión.

El movimiento revolucionario no decrece; va en aumento, y otra cosa mejor; va ganando en consciencia. Lo que al principio fue un movimiento ciego, sin orientación precisa, va hoy enderezando sus pasos hacia un objetivo más claro. Al principio la voz general era: ¡abajo Díaz! Ahora ya es frecuente oír: ¡abajo el sistema de explotación capitalista!

De esto debemos congratularnos los liberales que somos quienes vamos imprimiendo al movimiento insurreccional el sello de las demandas de la época.

La revolución netamente liberal se robustece y tenemos la esperanza de que con la ayuda de todos los que simpaticen con ella, acabará por predominar, acabará por ser la tendencia más importante entre todas las tendencias que están en juego en el actual movimiento.

Así, pues, compañeros, no dejéis de ayudar. Nuestros enemigos los tiranos y los burgueses tienen muchos recursos de qué echar mano en contra del movimiento de los desheredados; pero si todos los pobres nos unimos, si todos contribuimos con algo para nuestro movimiento emancipador, bien pronto podremos estar por delante de los que solamente quieren la revuelta para su personal encumbramiento.

Hay muchos modos de ayudar:  suscribiéndose a nuestro periódico, formando grupos Regeneración, inscribiéndose como miembros del Partido Liberal Mexicano para contribuir con una cuota mensual o simplemente enviando cada quien su óbolo e invitando a sus amigos a que hagan algo en favor de la causa del proletariado.

Haciendo algo en este sentido, se trabaja por la clase trabajadora. Conque, compañeros, a ayudar. Los que de ninguna de las maneras que se indican puedan ayudar, tienen en México un campo amplísimo de acción para disputar por medio de la fuerza lo que por los medios pacíficos no podrá obtenerse: TIERRA Y LIBERTAD.

Ricardo Flores Magón


1 Quirino Limón. Militante del PLM, originario de Coahuila. Participó en la campaña de la Baja California, siendo el último de los jefes militares de Mexicali. Se negó a entregar las armas a la comisión de paz formada por José María Leyva y Jesús González Monroy.  Escapó a los Estados Unidos, donde fue procesado, en 1912, por el asesinato de un espía maderista en Baja California. Al salir absuelto, se trasladó a Los Ángeles, Calif., donde formó el Centro de Estudios Racionales, junto con Blas Lara Cáceres, Nicolás  Becerra y Onofre Celaya.

2 Vid. Supra, “Cada día se hace más profundo el sepulcro de la tiranía.”

3 Luis del Carmen Curiel. (1846-1930).  Abogado y militar jalisciense. Gobernador del estado en varios periodos, hasta enero de 1903. Senador de la República en la XXVI Legislatura.

4 Enrique Muñoz Aristegui. (1856-1936). Político y comerciante emeritense, dedicado a la industria del calzado. Regidor del ayuntamiento de la capital yucateca durante el gobierno de Carlos Peón. Director del Banco Yucateco (1895-1896). En 1906, por disposición de Olegario Molina, se desempeñó como jefe político de Mérida, y sustituyó a éste cuando fue nombrado secretario de Fomento, en 1907. Ocupó la gubernatura hasta 1911, cuando en virtud de los alzamientos insurreccionales en el estado, fue nombrado Luis del Carmen Curiel como su sucesor, por órdenes de Porfirio Díaz. A la caída del régimen se retiró de la política.

La Revolución ha tomado un aspecto demasiado serio para los que creyeron que tenían en sus manos los destinos del pueblo mexicano y que podían hacer de éste lo que les viniera en gana. El aspecto serio de la Revolución consiste en que se han ido precisando, han ido perdiendo el carácter de nebulosa vaguedad las aspiraciones de los rebeldes. Las aspiraciones se van concretando, las tendencias se van precisando. El primer impulso que hizo tomar las armas fue casi un impulso ciego, el recurso desesperado del que siente al fin colmada su paciencia. Había en ese impulso, naturalmente, el deseo de librarse de un mal cierto e insoportable ya; pero la finalidad del esfuerzo heroico se perdía en la vaguedad de una palabra sonora: libertad.

¡Libertad! Cuántas distintas tendencias se amparan bajo tu nombre; qué apetitos tan encontrados buscan su satisfacción bajo tu sombra. A ti invoca el burgués para afirmar su “derecho” a la explotación del trabajo humano; el proletario a ti invoca para apoyar su protesta contra las uñas largas del Capital; el fraile echa mano de tu nombre para asegurarse la facultad de tener a la humanidad en eterna ceguera; el librepensador se apoya en ti para meter la mano entre el enjambre de soles que pueblan el Universo y apear de sus tronos a los ídolos del cielo; el gobernante se aprovecha de tu prestigio para proclamar que debe su puesto a la “espontánea y libre voluntad de la mayoría”; el rebelde se sirve de ti para dirigir la punta de su puñal hacia el corazón del tirano.

Necesario era precisar el objeto de la contienda. El revolucionario sincero no puede luchar por términos vagos sino por principios concretos. Para el maderismo, la misma vaguedad del término “libertad” cuadraba bien a sus propósitos: proclamando a voz en cuello que luchaba por la “libertad”, tenía la seguridad de reunir bajo sus desteñidos pendones a liberales y conservadores, a burgueses y proletarios, a librepensadores y fanáticos religiosos, a militares y paisanos; todas las tendencias, todos los apetitos, todas las ambiciones sentaron plaza en las filas abigarradas del payaso del “sufragio efectivo”. Los intereses más opuestos, aquellos que en las relaciones ordinarias de la vida social se enseñan los dientes y se ponen los puños debajo de las narices, se tocaban los codos y, casi, fraternizaban en las huestes policromas del famoso “Provisional”. El payaso hablaba de la “libertad” y cada quien, según su condición social, según sus costumbres, según sus ambiciones, según sus ideales aplaudía las palabras del negrero de la Laguna, porque cada uno pensaba en su propio interés, porque aquella palabra tan vaga satisfacía por igual al explotador como al explotado, a la víctima como al verdugo, y así, aunque unidos materialmente en el maderismo, libertad, para el proletario inconsciente, significaba un alivio en su condición de esclavo, mientras que para su hermano burgués, libertad, era la seguridad de seguir teniendo al proletario en esclavitud, y, por ese tenor, cada uno de los afiliados al maderismo tenía su pensamiento, cada uno de ellos creía que se trataba de la libertad de su clase o casta.

Así habrían seguido las cosas si el Partido Liberal Mexicano no hubiera tenido la oportunidad de poder definir con claridad las tendencias netamente personalistas del maderismo. Entonces fue cuando la estrella de Francisco I. Madero comenzó a declinar. Al maderismo le faltaba lo principal para poder constituir un Partido: la unidad de aspiraciones de sus miembros fundada en la existencia de un interés común. ¿Qué interés común puede haber entre burgueses y proletarios, entre explotadores y explotados?

El proletariado va uniéndose bajo su bandera, que es la libertad, y el maderismo se va quedando atrás reducido a la sola burguesía, y la Revolución, por lo mismo, va adquiriendo paulatinamente el sello y el sabor de una verdadera Revolución Social. La Bandera Roja hace prosélitos; el principio de TIERRA Y LIBERTAD forma convencidos resueltos; la presente Revolución, que a pesar de lo que digan Madero y sus lacayos tuvo su cuna en 1906 en Jiménez1 y Acayucan,2 se va radicalizando cada vez más —sobre todo ahora que los liberales saben que el maderismo es el enemigo jurado de la clase pobre—, y tendrá como fruto bien maduro la toma de posesión de la tierra por el pueblo para el uso y provecho de todos y cada uno de los habitantes de México.

Este es el aspecto serio de la Revolución. Los liberales hemos precisado el significado de la palabra libertad y hemos resuelto que es la libertad económica, esto es, la que hace de cada ser humano el amo de sí mismo y el hermano de los demás, la que garantiza a todos y cada uno el poder vivir sin estar atenido al salario.

Este es el aspecto serio de la cuestión para el maderismo. El maderismo creyó al principio que tenía en sus manos los destinos de la raza Mexicana. Iluso maderismo. Pobre niño de teta de los movimientos serios. Ahora el niño advierte que la travesura revolucionaria es más seria de lo que al principio creyó y ve con miedo que la Insurrección toma un giro que él no esperaba, giro contrario a los intereses de los capitalistas. Y, ahora, el maderismo quiere la paz.

Según telegramas de la prensa, Gustavo Madero, que representa los intereses de su hermano en Washington, donde ha estado mendigando el reconocimiento de la “Presidencia Provisional” por parte de Taft sin lograr más que desaires, tuvo varias entrevistas con José Ives Limantour para arreglar la paz. El viaje de Limantour a México ha sido hecho con el objeto de presentar a Porfirio Díaz las proposiciones de los maderistas. Gustavo Madero, instruido por su hermano Francisco, ha asegurado que los maderistas aceptarán a Limantour como Presidente Provisional mientras se arreglan unas nuevas elecciones.

Ya todo lo acepta el maderismo: la invasión americana, la férula de Limantour, todo, todo, mejor que consentir en que el proletario recobre al fin su libertad económica. No será ésta la primera vez en que la burguesía rebelde deponga su actitud y preste su apoyo al despotismo contra la rebelión del proletariado.

El maderismo pide la paz, porque sabe que tiene que ser aplastado por el Partido Liberal Mexicano.

Como quiera que sea, el Partido Liberal Mexicano no depondrá las armas. Que se rinda el maderismo ante la promesa de nuevas elecciones. El proletariado no espera su redención de esas farsas, y el Partido Liberal continuará sobre las armas hasta convertir en realidad la fórmula emancipadora: ¡TIERRA Y LIBERTAD!

Ricardo Flores Magón


1 Se refiere a la población de Jiménez, Coah., en la que tuvo lugar el levantamiento magonista del 26 al 28 de septiembre de 1906, encabezado por Juan José Arredondo y León Ibarra. Los rebeldes, en su mayoría procedente de Texas pero originarios de la región, fueron repelidos por el ejército federal. Un grupo de alzados retornó a los Estados Unidos, donde fueron perseguidos y, algunos, aprehendidos

2 Refiérese al ataque a Acayucan, Ver.,  llevado al cabo por Hilario C. Salas al frente de cerca de 300 indígenas de la región de la Sierra de Soteapan, el 30 de septiembre de 1906. Los rebeldes fueron dispersados y dos días después intentaron de nueva cuenta la toma de la población con iguales resultados.

El maderismo se ha visto forzado a lanzar una mirada sobre la clase trabajadora, una mirada misericordiosa como la que lanza todo buen señor que después de llenado el estómago se echa a la calle con el propósito de dar algunos centavos a los primeros mendigos que encuentre.

El maderismo ve con rabia que las filas del Partido Liberal Mexicano aumentan día con día, se robustecen, se hacen más compactas. El maderismo ha observado que, por el contrario, sus filas decrecen, los proletarios desertan para unirse al Partido Liberal, y ahora se pone en campaña para evitar mayores deserciones en el futuro.

Comprendió el maderismo que su causa no era simpática a los trabajadores, porque los trabajadores ya no tienen fe en la República Burguesa que tanto promete y nada cumple, y buscan una organización de su clase que los salve de la esclavitud económica que es la base de la tiranía política.

Para evitar más deserciones de sus filas, el maderismo ahora promete comprar a los ricos algunas hectáreas de terrenos para entregarselas a los que le toque en suerte sacarse esa lotería.

Dice el maderismo que comprará esa tierra a los ricos, porque no quiere atacar el derecho de propiedad, el santo derecho de los señores burgueses cuyos intereses sostiene el maderismo.

Los trabajadores deben ver con desconfianza los halagos de la burguesía. Los ricos son los peores enemigos de los trabajadores. Lo que quiere el maderismo es tener muchos soldados en sus filas para que se encumbre Madero, esto es, quiere que el pueblo trabajador sirva esta vez como ha ocurrido siempre, de carne y de cañón.

Díaz, lo mismo que el maderismo, espantado por el progreso notable del Partido Liberal Mexicano, también promete tierras. Como el maderismo, quiere también respetar el “sagrado” derecho de propiedad, y al efecto, el Tirano promete gastar ochenta millones de pesos en comprar tierras a los ricos para darlas a los que también tengan suerte en esa lotería, lotería decimos, porque no se dará la tierra a todos y cada uno de los habitantes de la República Mexicana, pues los famosos ochenta millones apenas alcanzarían para comprar unos cuantos centenares de hectáreas de terrenos insuficientes para los quince millones de habitantes que tiene México.

Los liberales no debemos cejar. La tierra mexicana debe ser para todos sin excepción de edad ni de sexo. Los liberales queremos la tierra libre para todos y tendremos que tomarla en la actual Revolución, pues si esperamos a que Díaz o Madero la den, podríamos esperar toda una eternidad sin conseguirla. Los aspirantes a gobernantes saben prometer; pero no saben cumplir. Recordad compañeros en toda ocasión la célebre frase de Clémenceau1 que fue Jefe del Gabinete francés: “Los pueblos no deben esperar ningún bien de los gobiernos; lo que hay que desear es que no hagan todo el mal que pueden hacer”.

Hay que tener confianza en los rifles. Gracias a ellos los proletarios tomarán la tierra.

El porfirismo y el maderismo lo que quieren es favorecer a determinados capitalistas comprándoles tierras malas a altos precios, y esas tierras inservibles serán repartidas entre uno que otro de sus paniaguados, si acaso llega a hacerse eso, quedando en pie el Problema Social.

No desconfiemos de nuestra fuerza. Ved que ya se asustan los burgueses y tratan de arrojarnos una migaja de pan. Rechacemos indignados esa limosna. No necesitamos los desheredados que ellos nos den: tenemos puños y fusiles para tomar lo que necesitamos.

Ahora menos que nunca debemos desistir de nuestros propósitos. Ya comienzan a acordarse los satisfechos de que hay hambrientos, y se han acordado hasta que les hemos hablado con entereza. Nuestro lema debe ser: o toda la tierra o la muerte. No queremos limosnas.

Ricardo Flores Magón


1 Refiérese a Georges Clemenceau (1841-1929). Periodista y político francés. Diputado de izquierdas en la Cámara de representantes durante la década de 1870, se mostró partidario de la separación entre la Iglesia y el Estado. Editor del periódico La Justice, desde cuyas columnas defendió a Alfred Dreyfus. Presidió el Consejo de ministros en los periodos 1906-1909 y 1917-1920. Participó en la elaboración del Tratado de Versalles.

Siempre ha sucedido lo mismo. Cuando la burguesía siente que le falta el apoyo de las masas populares para asegurar su dominio; cuando siente el vacío alrededor de ella, se decide a descender un poco, a bajar hasta donde el proletariado vegeta para sonreírle, pasarle la mano por la espalda y decirle: soy tu amigo, me preocupan tus penas, siento deseos de aliviar tus dolores. Y, regularmente, el proletariado se doblega, se adormece con el canto de las sirenas políticas y olvida la humillación de que ha sido objeto desde hace muchos miles de años por parte de sus amos orgullosos.

Todos los políticos son buenos conocedores del alma popular: el que quiere vivir sobre el pueblo, no tiene más trabajo que adularlo, aplaudir sus pasiones, festejar sus vicios, fomentar sus preocupaciones. Esto, naturalmente, se hace cuando se necesita el apoyo del pueblo, en momentos anormales en que las masas pasivas comienzan a estremecerse mordidas por la rebeldía, pues en tiempos normales las masas son tratadas a puntapiés y latigazos.

Porfirio Díaz y Francisco I. Madero sienten en estos momentos la necesidad de reunir, en torno suyo, a las masas populares. El primero ha sido una bestia salvaje que ha sostenido su dominio degollando a la raza mexicana; el segundo ha sido un negrero hacendado que ha acumulado millones y más millones explotando a los peones de sus haciendas del Estado de Coahuila. Pues bien, estos dos tipos de opresores, el opresor político y el opresor económico, tratan de arrastrar a las masas ofreciéndoles aliviar su triste condición; pero hay que fijarse en que hacen esto precisamente en los momentos en que los trabajadores comienzan a despertar y a darse cuenta de las dos iniquidades que surgen: el despotismo político y la tiranía económica. Mientras los trabajadores soñaban con la panacea del “sufragio efectivo”, mientras tuvieron fe en la bondad de los legisladores y de los gobiernos paternales, no se preocuparon, ni Díaz ni Madero, por estudiar el medio que pudiera aliviar la situación de los trabajadores. Pero el Partido Liberal ha hablado alto; el Partido Liberal ha abierto los ojos a los trabajadores, ha explicado con claridad que ningún Congreso puede trabajar en favor del proletariado, porque no son los proletarios los que forman los Congresos, sino los burgueses, y los burgueses tienen interés en que el proletariado permanezca esclavizado. El Partido Liberal ha demostrado, con la Historia, que los movimientos encabezados por las clases directoras de la sociedad, esto es, por los intelectuales y los ricos, podrán llevar al pueblo al matadero, pero no a la libertad, precisamente porque los intereses de los intelectuales y los ricos son diametralmente opuestos a los intereses de los trabajadores. Lo más que se ha obtenido con los movimientos revolucionarios que registra la Historia en todos los países, ha sido los ya bastante desprestigiados derechos del Hombre, que, como lo hemos probado en artículos anteriores, todo lo garantizan, menos lo que es esencial: la subsistencia del ser humano. Véase la Constitución política de 1857 y en ninguna parte de ella se encontrará una línea siquiera que garantice el derecho de vivir, siendo eso así porque la burguesía ha garantizado todo aquello de que puede aprovecharse ella; pero no todo aquello que puede aprovechar a la clase trabajadora, pues todo aquello que verdaderamente tienda a su emancipación y dignificación ha sido olvidado por los legisladores, y ya que los políticos se olvidan del pueblo, hora es que el pueblo trabajador, por su propia cuenta, haga un movimiento que tienda directamente a establecer la igualdad social, para tener garantizado el derecho de vivir, derecho que solamente podrá existir cuando la tierra esté en poder de todos y cada uno de los habitantes de México.

La propaganda de tan sanos ideales ha dado por resultado el robustecimiento rápido del Partido Liberal Mexicano. En un poco más de seis meses de propaganda llevada a cabo por Regeneración, se han palpado los resultados más que satisfactorios de la misma. Por centenares se cuentan las adhesiones al Partido cada mes; los cupones de adhesión son firmados todos los días por compañeros y compañeras convencidos de la necesidad de emplear la ACCIÓN DIRECTA para tomar posesión de la tierra, desconociendo el “sagrado” derecho de propiedad.

El porfirismo y el maderismo al comprobar la fuerza creciente del Partido Liberal Mexicano, se han acordado del pueblo para bajar hasta él y decirle: también nosotros somos tus amigos; vamos a darte la tierra.

Díaz ha dicho que va a emplear ochenta millones de pesos en la compra de tierra a los ricos para darla a los pobres. Madero ofrece la misma cosa; pero ya no es tiempo de que se nos engañe, compañeros. Ante la actitud de los liberales, Díaz afloja la garra y el burgués Madero hace otro tanto.

Ni Díaz ni Madero pueden cumplir su ofrecimiento de dar tierras al pueblo. Para que pudieran hacerlo, necesario sería que desconocieran el “derecho” de propiedad, porque pretender comprar la tierra es un sueño que sólo puede caber en el cerebro de un loco. No hay capital en el mundo para comprar la tierra de México, ¿cómo, pues, van a comprarla Díaz o Madero con los humildes recursos del Erario Nacional? Los presupuestos de ingresos y de egresos, en tiempos normales, siempre están en conflicto. Las entradas son inferiores a las salidas, y si esto sucede en tiempos normales, ¿cómo estarán esos presupuestos cuando el país salga de esta guerra? Los negocios paralizados, la miseria, el hambre por todas partes; ¿de dónde van a sacar recursos Madero y Díaz para comprar la tierra a los ricos y dársela al pueblo?

Si en tiempos normales no bastan las rentas del país para sostener los gastos de la administración pública y es necesario recurrir a los empréstitos para sostenerlos, menos se podrán hacer esos gastos después de la actual insurrección. Apenas habrá para que Madero o Díaz se reembolsen los gastos que han hecho. Es, pues, por lo tanto, materialmente imposible comprar la tierra a los ricos, y cuando hablan de ello los maderistas y los porfiristas, engañan miserablemente a los trabajadores porque ofrecen lo que es imposible hacer.

Lo que debe hacerse no es comprar, sino arrebatar de las manos de los ricos la tierra, y no hay que esperar a que un gobierno misericordioso lo haga, sino que debemos tomarla desconociendo el “derecho” de los ricos a retener para ellos solos la tierra que nos pertenece a todos.

Tanto los maderistas como los porfiristas ocurren al pueblo, como lo hacen todos los farsantes cuando necesitan su fuerza. Esto ha ocurrido siempre, y seguirá ocurriendo hasta que el pueblo abra bien los ojos y despache noramala a sus eternos embaucadores. “La emancipación de los trabajadores debe ser obra de los trabajadores mismos.” No esperemos a que nos den: tomemos. No alarguemos la mano para recibir una limosna. Hagámonos el propósito de deberlo todo a nuestra propia fuerza.

Con el hecho de que Madero o Díaz den alguna tierra a algunos cuantos, no se resuelve el problema del hambre. La tierra debe ser para todos, y no vendida como pretenden Díaz y Madero teniendo que pagarla el pueblo a plazos. Eso sería reconocer el pretendido derecho de propiedad. Que respeten los burgueses ese derecho: los pobres no debemos hacerlo porque es un derecho inicuo. La tierra no debe ser para unos cuantos, sino para todos.

Compañeros: este es el momento en que debemos mostrarnos más intransigentes en nuestras demandas. Ya la burguesía y el gobierno tiemblan ante la posibilidad de verse destronados. No nos detengamos, no vacilemos. Seamos ahora más enérgicos. Mientras Díaz y Madero reconozcan el “derecho” de propiedad; mientras este “derecho” subsista, no esperéis vuestra liberación. Hay que reconocerlo con entereza; no os arredréis porque los burgueses y sus lacayos nos llamen bandidos. Ellos son los bandidos; ellos, que han vivido a costa de la sangre, del sudor, de las lágrimas, del dolor, de la desesperación de mil generaciones de trabajadores. Ellos son los bandidos; ellos, que no han tenido para los trabajadores sino maltratos, desprecios, jueces, polizontes, carceleros, patíbulos. No olvidemos los agravios: la burguesía es nuestra enemiga; derribémosla. La sangre está corriendo a torrentes: que sea para redimir al proletariado y no para elevar a otro bandido.

Seamos firmes en nuestros propósitos de convertir este movimiento político en una Revolución Social. No pidamos la tierra: tomémosla.

La Revolución Liberal gana terreno. Tengamos confianza en que dentro de un año, la Bandera Roja ondeará soberana en todo México. No quiero decir con esto que la Revolución va a durar un año. Ese tiempo es muy corto para una verdadera Revolución. Díaz va a caer en menos de un año; pero la Revolución continuará su curso porque con la caída de ese tirano no ganará el pueblo su libertad: se necesita la caída del sistema económico, político y social. Que se retiren de nuestras filas los cobardes y los que esperan medrar después de un triunfo fácil; que se marchen del seno del Partido Liberal Mexicano los que quieran ser gobernadores, diputados o simplemente alguaciles. Quedémonos los que queramos la instauración de un medio que garantice a todos el Pan, la Tierra y la Libertad.

¡Adelante!

Ricardo Flores Magón

En su “decreto número 17”, pues hay que saber que ya está expidiendo decretos el histrión de la democracia, Don Francisco I. Madero, ordena que las fuerzas insurgentes deben quedar organizadas en siete, precisamente siete —no más, no menos— cuerpos de ejército de la manera siguiente:

“El primer cuerpo de ejército se forma de las fuerzas de Chihuahua, Baja California, Sonora y Sinaloa”.

Los cuerpos de ejército de la Baja California militan todas bajo la Bandera Roja del Partido Liberal Mexicano; en Sonora luchan importantes cuerpos de ejército bajo la Bandera Roja igualmente; en Chihuahua hay también cuerpos de ejército que militan bajo la gloriosa Bandera Roja del Partido Liberal Mexicano. ¿Cómo, pues, se entiende esa organización? ¿Pretenderá Madero ser el amo de la Revolución? ¿Creerá el pobre enano que los libertarios de la Bandera Roja van a respetar sus “decretos”?

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Qué de genuflexiones, qué de sonrisillas, qué de almibarados piropos está siendo objeto Teodoro Roosevelt por parte de los maderistas. No es de extrañarse esa conducta del maderismo cuando se sabe que Roosevelt es el enemigo más encarnizado de la clase trabajadora y el enemigo más encarnizado, también, de la libertad del pueblo mexicano.

Un Arturo Lazo de la Vega dice refiriéndose a supuestos honores de que fue objeto Roosevelt en San Antonio, Texas,: “Cómo debe de latir el corazón de esos merecedores de todo honor, ante la serena  revelación de una justa simpatía, conseguida a fuerza de trabajo honrado y manifestaciones de grandeza”.

El “trabajo honrado” de Roosvelt consistió en perseguir a las Uniones de Trabajadores; en procura por todos los medios posibles que fueran ahorcados tres sinceros amigos del proletariado: Moyer, Haywood y Petibone;1 en establecer la Ley Marcial en Colorado, cuando los valientes mineros estaban en huelga;2 en perseguir a todos los radicales de los Estados Unidos; en encarcelar a los revolucionarios que llegamos a este llamado país de las libertades en busca de refugio.

Después de todo, no está malejo Teodoro para idolillo de los maderistas.

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Un Adrián Aguirre Benavídez dice más inflado que un sapo: “Y la insurrección, Sr. Gral. Díaz, no terminará hasta que dé al traste con vuestra Dictadura, y sustituya la afanosa ignominia científica, con el flamante pendón de: Sufragio Efectivo y No-reelección”

Te equivocas, Benavídez; el pueblo trabajador no se conforma con tu desabrido “sufragio efectivo”. El pueblo trabajador quiere conquistar algo mejor que eso durante el presente movimiento. Sábelo de una vez: el pueblo trabajador va a tomar posesión de la tierra, inclusive la de tu amo Madero.

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El Dictador provisional, en otro de sus “decretos” habla de que “los tribunales de su gobierno provisional procederán contra los que circulen esa publicación infame (Regeneración)”

Antes de ser verdugo efectivo, cuando apenas lo es provisional, madero “decreta” la persecución de un periódico honrado. Él, Madero, que se dice luchar por las libertades políticas entre las cuales está la de imprenta, “decreta” desde ahora la muerte de un periódico amigo del pueblo. ¿Qué sería de las libertades públicas si ese tiranuelo llega a ser Presidente? Está en pañales su gobierno y ya es como todos los gobiernos: enemigo de la libertad.

Abran los ojos, babosos maderistas.

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Los compañeros de Seguin, Texas, dieron una regular vapuleada al lacayo de Madero, Paulino Martínez, quien contesta furioso como un toro puntal diciendo: “No hay un solo hecho en mi vida pública y privada que pueda presentarme como un criminal o delincuente contumaz”.

Flaca es la memoria de Paulino. Acuérdese de aquel proceso por robo que se le siguió en Tlalnepantla, Estado de México, República Mexicana.

Y a propósito: ¿por qué él, que se precia de respetar el “sagrado” derecho de propiedad, se olvidó de respetarlo entonces? Paulino nos llama criminales a los liberales que estamos resueltos a arrebatar la tierra de las manos de los ricos.

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“La arrogante personalidad de Francisco I. Madero”, dicen unos maderistas de Douglas, Arizona, al injuriarme por haber desnudado a su idolillo. Cualquiera que haya visto el retrato del “Provisional” se habrá convencido de que será todo lo chato que sea posible, pero no arrogante.

Dicen también los mismos maderistas, que Madero no es un soñador, sino un hombre práctico. En efecto:  es bastante “práctico” pretender el poder para aumentar la fortuna personal; pero de lo práctico a lo honrado hay un gran paso.

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Los Ministros del Dictador han renunciado en masa y nuevos Ministros han ocupado el puesto de los antiguos. Los gobernadores de los Estados también están renunciando, y nuevos gobernadores están siendo nombrados por el infeliz tiranuelo.

Se dice, además, que el Dictador se prepara para marcharse a Europa.

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Instrumento de opresión o de libertad es su fusil, según lo empuñe un esbirro o un revolucionario.

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El robo, para el pobre, es un delito; para el burgués es habilidad en los negocios.

Ricardo Flores Magón


1 Charles Moyer, presidente de la Western Federation of Miners; William “big Bill” Haywood, secretario general de la misma organización y George Pettibone, activista laboral, fueron acusados de conspirar para asesinar a Frank Steunenberg, gobernador del Estado de Idaho. El asesinato se llevó al cabo el 30 de diciembre de 1905 y los cargos contra los tres dirigentes mineros se basó en una declaración escrita del supuesto asesino material, Harry Orchard, un informante de las compañías mineras de la región y obtenida por un agente de la agencia de detectives Pinkerton. El juicio se llevó al cabo en Boise, capital del Estado y adquirió fama nacional entre otras cosas por que el fiscal era el senador William Borah y la defensa estaba encabezada por Clarence Darrow. Los imputados fueron declarados inocentes.

2 Refiérese a la imposición, el 23 de marzo de 1904, de la Ley Marcial en la región de las minas de carbón en el sur de Colorado  por el gobernador Peabody. Los líderes mineros fueron deportados, encarcelados y golpeados, entre ellos Charles Moyer y Bill Haywood. Con la explosión de una bomba, el 6 de junio, en la estación de Cripple Creek en el que mueren 13 rompehuelgas, la represión contra los mineros se recrudece, la milicia mata a seis de ellos y expulsa del territorio a decenas. El 12 de octubre se declaró rota la huelga.

Paulino Martínez y Francisco I. Madero se han confabulado para sacar dinero de los bolsillos de los trabajadores por medio de un negocito que no huele bien.

Paulino Martínez, en connivencia con Francisco I. Madero, ha tendido una telaraña para que caigan las moscas. La telaraña se llama gran Confederación de Hijos del Trabajo. He aquí las bases constitutivas del “negocito”:

BASES CONSTITUTIVAS.

Primera.— Se establece en la ciudad de San Antonio, Tex., una Gran Confederación de los Hijos del Trabajo, con el fin exclusivo de regresar a la Madre Patria, en el año próximo de 1911. Para el efecto, el señor Paulino Martínez se compromete a conseguir del nuevo Gobierno que se establezca, los terrenos baldíos suficientes en los Estados de Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas, para formar con todos los mexicanos que formen esta Gran Confederación, Colonias Agrícolas e Industriales.

Segunda.— Todo mexicano que quiera formar parte de estas colonias, se inscribirá desde luego como socio de la Gran Confederación de los Hijos del Trabajo, pagando CINCO PESOS por derecho a inscribirse y UN PESO CADA MES, hasta el día que cruce la línea divisoria y tome posesión del terreno que le corresponda.

Tercera.— Habiendo cumplido fielmente los requisitos de la segunda Base, todo socio tiene derecho a que se le de posesión de 50 acres de tierra, en la primera colonia que se forme, y cuya tierra pagará en el término de diez años, al precio mínimo que le asigne el Gobierno. Tiene derecho, además, a que se le pasen libres de toda gabela, los implementos agrícolas que lleve, sus animales y muebles o menaje de casa.

Cuarta.— Queda entendido desde ahora, que ningún colono podrá introducir fraudulentamente otros efectos que no fueren aquellos que necesite para establecerse en la colonia y sean de su exclusiva propiedad.

Quinta.— Todos los gastos que se originen de la medición de los terrenos y toma de posesión de los colonos, excepto los gastos de transporte, serán por cuenta del Director de las colonias, Don Paulino Martínez.

Sexta.— Los terrenos a donde se les lleve, serán de buena calidad para la agricultura, sanos y en las mejores condiciones posibles para el progreso de la nueva colonia. No habrá preferencia en el reparto de las tierras, sino que serán numeradas por lotes, echados estos números en una ánfora y cada colono sacará a la ventura el número que le toque.

Séptima.— La primera colonia se fundará, a más tardar el 30 de junio de 1911; pero el socio que por algún motivo justificado no quisiere registrarse, después de firmar estas Bases, tiene derecho a que se le devuelva lo que haya dado, menos el 10 por ciento que quedará a beneficio de la GRAN CONFEDERACIÓN DE LOS HIJOS DEL TRABAJO.

Octava.— Si no hubiere un cambio de Gobierno en México, dentro de seis meses, contados desde el día 1o. de enero de 1911, el fundador de las colonias, Don Paulino Martínez, se compromete a fundarlas en Texas dándole a cada colono 50 acres de tierra virgen, para que cada mexicano las cultive en propiedad, pagando dicha tierra en el mismo plazo de diez años. Pero en este caso, los gastos de medición e instalación en los terrenos, serán por cuenta del colono.

Artículo Transitorio.

El socio que no sea puntual en el pago de sus cuotas, no tiene derecho a ninguna reclamación. Oportunamente se dará a conocer a los socios el lugar donde se establezca la primera colonia.

San Antonio, Texas, noviembre 24 de 1910.

Paulino Martínez.

 

Este documento habla por sí solo. ¿De qué nuevo Gobierno va a conseguir Paulino los terrenos para los colonos?. Sin vacilar se puede decir: del de Francisco I. Madero. Por eso no es aventurado que Martínez y Madero se han confabulado para apropiarse los ahorros de los trabajadores.

¿Qué seguridad tienen esos negociantes de poder vender la tierra a las pobres personas que paguen CINCO PESOS como primera y exhibición y UN PESO cada mes hasta el día que crucen la línea y tomen posesión de la tierra que les corresponda? y eso tiene que hacerse a más tardar para el 30 de junio de este año, cuando el desventurado Madero todavía ande a salto de mata y no sea dueño más que del terreno que pisan sus pies.

Como en México va a ser imposible el arreglo del “negocito” para el mes de junio de este año, supongo que ya tendrá Paulino lista la tierra de Texas para dar los famosos 50 acres de tierra virgen a las personas que hayan caído en las redes.

No hay tales carneros, o sea, la tierra virgen que va a dar Paulino. Con sólo leer las famosas Bases Constitutivas se descubre que no se trata sino de uno de tantos “negocios” hábiles en que el pueblo trabajador es quien paga el gasto.

Compañeros:  nada de pensar en comprar tierra. La tierra es un bien natural al que tenemos derecho todos los seres humanos.

Bajo la Bandera Roja del Partido Liberal Mexicano tendréis toda la tierra si tenéis el valor de desconocer el “derecho” de propiedad. Ese derecho, como os lo he dicho muchas veces, tuvo por origen el robo, la violencia, el fraude. Los que poseen la tierra son los descendientes de los ladrones que se la apropiaron y pasaron después por herencia a sus descendientes. Muchos de los que la poseen actualmente no la heredaron; pero se la robaron de varios modos. ¿Váis a dar dinero a los que os arrebataron la tierra? Tomadla, compañeros, por medios de la fuerza, y dad la espalda a Paulino y a Madero que sólo tratan de escarbar en vuestros bolsillos haciéndoos víctimas de timos vergonzosos.

Paulino Martínez no cuenta con ninguna tierra en México ni en los Estados Unidos, y los pobres que hayan dado su dinero a ese explotador pueden irse despidiendo de él, porque ese dinero y el que Madero le ha regalado a ese lacayo, ha servido para que se comprase una casa, adquiriese muebles lujosos y sacase la tripa de mal año.

Las famosas Bases Constitutivas del timo son tan vagas unas, y otras tan absurdas, que sólo los muy cerrados de entendederas podrán tragar el anzuelo.

Ésta es la gran reforma agraria que tienen en proyecto los maderistas.

Ricardo Flores Magón

Tenemos el gusto de informar a nuestros compañeros que se ha iniciado un espléndido movimiento en la prensa obrera a favor del Partido Liberal Mexicano.

Muchos periódicos, entre los cuales recordamos St. Louis Mirror,1 L’Era Nuova,2 La Unión Industrial,3 The People’s Paper,4 Cronaca Sovversiva,5 La Comune,6 Cultura Proletaria,7 ¡Tierra!,8 The Agitator,9 The Public,10 se ocupan en el movimiento netamente liberal, el de los trabajadores mexicanos, recomendando la ayuda material y moral para los defensores de la Bandera Roja.

Bien pronto, este movimiento se extenderá por todo el mundo y el Partido Liberal Mexicano contará con el apoyo solidario de todos los desheredados de la tierra.

Ánimo, compañeros;  no estamos solos en la lucha. Nuestros hermanos de cadena de todo el mundo nos ayudarán para convertir en hecho nuestra bella aspiración: TIERRA Y LIBERTAD.

En San Francisco, en Oakland, en Alameda, en Berkeley y otras importantes ciudades de California se están efectuando mítines por los elementos avanzados y radicales en favor de la Revolución del proletariado mexicano. Los camaradas John Kenneth Turner y Antonio de P. Araujo11 toman participación en esos actos como oradores asociados a otros oradores de fama como Austin Lewis,12 el conocido historiador. Los fondos que se reúnen en esos mítines son para el Partido Liberal Mexicano.

Agitadores de nervio en diversos Estados de esta nación hacen esfuerzos poderosos por llevar la agitación en favor del proletariado mexicano a todos los países del mundo.

El Manifiesto que publicamos en este número de Regeneración13 está siendo traducido al francés, al alemán y al italiano, de manera que, por lo pronto, circulará en cinco importantes idiomas y tenemos la esperanza de que será traducido al hebreo, al ruso, al portugués y a otros muchos idiomas por nuestros camaradas de todo el mundo.

Todo este movimiento de simpatía proviene del hecho de haber demostrado con entereza que no estamos ligados con el burgués Madero, que luchamos exclusivamente por la redención de la clase pobre mexicana y no por llevar a un nuevo trono al vulgar ambicioso que quiere llegar al poder para pagarse con réditos enormes el dinero que ha gastado en su revuelta meramente política en la que los pobres, como siempre ha ocurrido, habrían hecho el gasto de su sangre en provecho de sus verdugos: los ricos y los tiranos.

Si no hubiéramos deslindado los campos, si no hubiéramos expuesto con claridad qué es lo que quiere Madero y qué lo que el Partido Liberal demanda, nuestros compañeros del mundo habrían continuado indiferentes y la Bandera Roja habría perecido aplastada por sus formidables enemigos.

Ahora están ya convencidos de que nuestra causa es la causa de todos los oprimidos de la tierra y se aprestan a darnos la mano, cosa que asegura el triunfo de nuestros ideales.

Conque, compañeros, no desmayar. Madero cuenta con sus millones; el Partido Liberal cuenta con el apoyo de los trabajadores del mundo. Y si los gobiernos de todos los países quisieran aplastarnos, los proletarios de esos mismos países se levantarían en armas para detenerlos.

No dejéis de ayudar a la Junta. Redoblad vuestros esfuerzos.

Ricardo Flores Magón


1 Saint Louis Mirror News. Saint Louis, Missouri (1893-1913). William Marion Reedy, editor. Revista semanal de crítica y literatura de tendencias liberales. A partir de 1913 cambió su nombre por el de Reedy’s Mirror, hasta el fin de su publicación en 1920.

2 L’Era Nuova. Settimanale anarchico. Paterson, N. J. (1908-1917) Sucesor de La Questione Sociale. Llevaba la divisa “A newspaper devoted to the interests and welfare of the working class”. Publicado por L’Era Nuova Publishing Club. Editores: Camillo Rosazza, Ludovico Caminita, Franz Widmer, entre otros. Entre sus colaboradores habituales destacan: Alexander Berkman, Jay Fox, Saverio Merlino y Pedro Esteve. Se convirtió en uno de los más importantes portavoces de los trabajadores italianos en la costa este de la unión americana. Suprimido por orden gubernamental, cuando Estados Unidos entró a la primera guerra mundial.

3 La Unión Industrial. Semanario independiente: órgano de la Unión 272 I. W. W. Mexican Branch 2. Phoenix, Arizona (1911-1915). M. R. Cuellar, redactor responsable. En sus páginas, a lo largo de 1911, encontraron cabida algunos escritos del Club Regeneración de Phoenix, Ariz.

4 Se refiere probablemente al New York People’s Paper (New Yorker Volkszeitung). Nueva York (1878-1932). Diario socialista escrito en alemán, editado por la Socialistic Co-operative Publishing Society.

5 Cronaca Sovversiva. “Ebdomario anarchico di propaganda rivoluzionaria”. Lynn, Mass., y Barre, Vt. (1903-1919). Luigi Galleani, editor. Redactores: Andrea Salsedo, Carlo Valdinoci, Constantino Zonchello. Colaboradores: Umberto Colarossi, Raffaele Schiavina, entre otros. Publicó diversos artículos de Luigi Galleani sobre la Revolución Mexicana, en los que exponía puntos de vista adversos al PLM. Sus posiciones fueron retomadas por E. Rist, corresponsal del parisino Les Temps Nouveaux.

6 La Comune. “Organo di difesa proletaria”. Filadelfia (1911-1915). Semanario escrito en italiano, publicado por el Circolo Francisco Ferrer de Filadelfia. Asumió una postura abiertamente antimilitarista durante la primera guerra mundial, lo que le costó la clausura por orden del gobierno norteamericano.

7 Cultura Proletaria. “Órgano de la Sociedad Solidaridad Obrera”. Nueva York (1911). Fundado por Pedro Esteve y Jaime Vidal. Posteriormente cambió su nombre por Cultura Obrera (1911-1925). Se ocupó de la situación de México desde 1907 y se solidarizó con la causa del PLM a partir del año siguiente.

8 ¡Tierra! “Periódico anarquista”. La Habana, Cuba (1902-1915). Editores fundadores: Feliciano Prieto, Arturo Juvanet, Manuel Cendolla, Juan Aller, Manuel Martínez Abello, Rafael Cusidó y Pedro Soteras. Sostenido inicialmente por la Sociedad de Torcedores, este semanario fungió como portavoz de las demandas de los trabajadores españoles y cubanos asentados en Cuba y Florida. Desde 1906 se ocupó con frecuencia de la situación de México y se solidarizó con la causa del PLM a partir del año siguiente. Este apoyo provocó que sus redactores fueran perseguidos, por orden del gobierno mexicano, acusados de “injurias al presidente de México”, en 1908. A partir de 1911 se constituyó como un importante portavoz de la lucha del PLM en los medios anarquistas de habla española. Se le considera el más importante periódico anarquista del Caribe de principios del siglo XX.

9 The Agitator, “A bi-monthly advocate of the Modern School, industrial unionism and individual freedom” (1910-1912) Home, Washington. Jay Fox, William Z. Foster, editores. Periódico publicado por la Agitator Publishing Association, en la colonia libertaria de Home, en Lakebay, Washington. Órgano propagador de las doctrinas anarquistas y defensor del naturismo, el nudismo y el amor libre. La defensa de estas prácticas le valió a los editores el acoso constante de las autoridades locales. Trasladado a Chicago en 1912, cambió su nombre por The Syndicalist.

10 The Public. Chicago (1898-1919). Semanario liberal. Director: Louis F. Post. Editores asociados: Bolton Hall, Lincoln Steffens y C. E. S. Wood. Acérrimo defensor de la libertad de expresión ante las políticas represivas del gobierno estadounidense.

11 Antonio de Pío Araujo. Periodista. Editor. Se vinculó al PLM hacia 1905, cuando residía en Cananea, donde publicaba El Azote y repartía Regeneración.   En una lista de 1906 aparece radicando en  Ciudad Porfirio Díaz (Piedras Negras, Coah.).Ese mismo año se trasladó a Douglas, Arizona donde formó el club liberal Libertad con mineros mexicanos de la región. Al año siguiente se trasladó a Texas y como delegado especial de la JOPLM buscó vincular a los grupos liberales del sur de ese estado norteamericanos con vistas a las jornadas insurrecionales de ese verano. A decir del cónsul mexicano en Río Grande City, Texas, a mediados de 1906, Juan Flores, Juan de la Rosa y Araujo eran los principales cabecillas de la llamada junta que trabaja entre Waco, San Antonio, Laredo, Eagle Pass y El Paso, Texas. Su ficha era esta:“Como entre 23 y 24 años de edad, de estatura regular, Trigueño ligero en sus movimientos fogoso para hablar, tiene pelo negro y usa bigote y es delgado de cuerpo.” A fines de 1906 formó la Junta Defensora de Liberales y publicó El Progreso, en San Antonio, Texas. A mediados de 1907 recorrió México como agente de la Junta. Perseguido, regreso a Texas donde publicó Reforma y Libertad y Justicia en la ciudad de Austin, Texas. El 14 de septiembre de 1908 fue arrestado en Waco, Texas y acusado de violación de las leyes de neutralidad, por su participación en los preparativos de la incursión liberal a Las Vacas, Chihuahua. Purgó su condena en Leavenworth, Kansas. A su salida se trasladó a Los Ángeles, California y se integró a la JOPLM. Fue presidente de la comisión de gobierno del PLM en  Tijuana, B. C. Desde esa población, en mayo de 1911, lanzó un  manifiesto, invitando a los mexicanos residentes en California a ir a Baja California a tomar posesión de la tierra. Al ser derrotado el ejército liberal en esa península y ser perseguido por las autoridades norteamericanas se trasladó al Canadá. En marzo de 1911 se integró a la mesa de redacción de Regeneración y entre esa fecha y agosto de 1914, publicó cerca de 300 artículos. A fines de 1914, se separó del PLM. Trabajó como funcionario del gobierno de Venustiano Carranza en la región zapatista.

12 Austin Lewis (1865?- 1944). abogado e historiador y orador radicado en San Francisco, Calif. Promotor de las libertades civiles. Participó en casos como el de Tom Mooney y Warren Billings. Organizó la sección del Norte de California de la Unión Americana de Libertades Civiles. Participó como orador en una serie de mítines en San Francisco, Berkeley y Oakland a favor de la revolución mexicana (1911) en compañía de John Kenneth Turner y Antonio de Pío Araujo.

13 Véase JOPLM, “Manifiesto a los trabadores de todo el mundo”, suscrito el 3 de abril de 1911, en Regeneración, núm. 32, abril 8, 1911.

Aguascalientes.

No son perseguidos los rebeldes.

En los Partidos de Calvillo, Rincón de Ramos y Asientos, los revolucionarios operan a su antojo. Los federales temen salir en su persecución y dejar solas las ciudades.

Puede decirse que casi todo el Estado está dominado por la insurrección, siendo las simpatías por ella, general[es].

En los ranchos, en las haciendas, los rebeldes reclutan voluntarios ansiosos de tomar las armas.

Baja California.

Las bravatas de Mayol.1

El Jefecillo militar que la Dictadura envió a la Baja California, un tal Mayol, habla mucho y obra poco. Desde que se puso al frente de los federales para batir a nuestros compañeros, no ha cesado de vociferar y de lanzar torpes bravatas; pero a eso se ha reducido todo. Dijo que iba sobre Mexicali a hacer pedazos la guarnición liberal de esa plaza, y todavía no llega.  Dijo que iba a tomar el Álamo, y los compañeros lo están esperando.

Bueno sería que Mayol se diera prisa, pues más pronto quedaría la Baja California en poder del Partido Liberal Mexicano. Nuestros compañeros no desean otra cosa sino entablar con los federales una batalla decisiva, final, que resuelva de una vez la situación; pero Mayol no quiere ir muy de prisa. Sabe que los compañeros de la Baja California tienen ánimo y deseos de luchar, y eso es lo que no lo hace decidirse a tener un encuentro formal.

Se ofrece dinero para matar a Salinas.

El compañero francisco Vázquez Salinas, nuevo Jefe de las armas liberales en la Baja California está amenazado de muerte. La Dictadura le teme porque es hombre hábil y resuelto. Fue por muchos años jefe de los federales y su reputación como organizador militar hace temblar a Mayol y sus esbirros.

El Coronel Vega, por cuenta del Dictador, ha ofrecido una buena suma de dinero para el que mate a Salinas, según refiere la prensa. Salinas ha retado a Vega a batirse con él;  pero la respuesta no ha llegado.

Refuerzo para Berthold.

Veinticinco compañeros bien montados y armados, bajo la dirección del compañero Pedro R. Caule,2 salieron de Mexicali a reforzar la columna del compañero Simón Berthold que se encuentra aún en el Álamo, donde como se recordará3 tuvo una espléndida victoria.

El compañero Berthold está herido en una pierna de una bala que le alcanzó en el ataque que efectuó sobre el Álamo.

Stanley4 listo para el combate.

El compañero Satnley, que tiene a su cargo la guarnición liberal en Algodones está listo para entrar en acción contra las fuerzas de Mayol. Los compañeros que componen la columna de Stanley se encuentran, como los demás, en excelentes condiciones para la campaña.

Esbirros de Ensenada en aprietos.

Como es segura la toma de Ensenada por las fuerzas liberales, pues para la defensa del Puerto no cuenta el despotismo más que con el cañonero “Guerrero”, los esbirros están alarmadísimos. Prueba de ello la tienen los viajeros que llegan a San Diego donde ya no caben las familias burguesas que han salido de la ciudad mexicana; esos viajeros aseguran que la guarnición de la plaza es escasísima; que la moral de los federales es lamentable; que si Mayol es derrotado, como es seguro, Ensenada quedará a merced de los liberales, pues no habrá resistencia seria.

Los liberales en los Picachos.

Este paso está en poder de una fuerte guarnición liberal que será indudablemente la primera que luche con las fuerzas de Mayol.

Todo está listo por parte de nuestros compañeros para batirse con las fuerzas federales.

Una visita a la Baja California.

En vista de que está próximo a efectuarse un encuentro decisivo entre las fuerzas liberales y las de la Dictadura en la Baja California, la Junta acordó que pasara el compañero Antonio de P. Araujo a la Península a verificar una visita de inspección.

El compañero Araujo visitó el campamento de los Algodones que está bajo la dirección de Satnley y de López. Estos compañeros recibieron a Araujo cordialmente, hicieron pasar revista a la fuerza liberal, le mostraron los importantes elementos de guerra que tienen en su poder así como el depósito de víveres y vestuario.

Todos los compañeros que componen la fuerza liberal muestran una moral muy levantada y están resueltos a conquistar la Baja California para los pobres. La Bandera Roja, con su lema, Tierra y Libertad, está izada en lugar prominente y es saludada con entusiasmo por los bravos de la guarnición liberal.

Como el ferrocarril Transcaliforniano está en las manos del Partido Liberal Mexicano, Araujo lo tomó para marchar a Mexicali. Lo acompañaron los compañeros Stanley, López y una escolta.

En Mexicali conferenció con el compañero Francisco Vázquez Salinas, jefe de las armas liberales en la Baja California, y juntos, Stanley, Salinas, López y Araujo como representante de la Junta, discutieron los planes de ataque y de resistencia llegando a un feliz acuerdo con la fraternidad que caracteriza a los verdaderos libertarios.

Fueron enviados correos a Berthold y a los compañeros que guardan los puntos estratégicos, dándoles cuenta de la conferencia y de los planes.

Araujo encontró en muy buen estado la fuerza liberal de Mexicali, pasó revista, inspeccionó los almacenes del ejército libertario quedando bastante complacido de la simpatía de que goza el compañero Vázquez Salinas.

En la Estación de Hechicera, Araujo y sus acompañantes fueron objeto de una grata recepción por los habitantes del lugar. Por todas partes ocurrió lo mismo en esta importante visita.

El compañero Araujo regresó a esta ciudad sumamente complacido de su visita a la Baja California.

Coahuila.

Se generaliza el movimiento.

La revolución está generalizándose en el Estado de Coahuila. Castaños fue atacada por una fuerza de rebeldes.

En el Distrito de Río Grande, la lucha en incesante.

Lo mismo ocurren en la región de la Laguna. Torreón está amagado. La Sierra de Múzquiz está ocupada por varias bandas revolucionarias que se preparan a atacar Múzquiz.

La guarnición de Las Vacas espera de un momento a otro ser atacada por los liberales.

En las goteras de Saltillo hay casi todos los días escaramuzas entre rebeldes y federales.

Chiapas.

Más guerrillas en acción.

En Comitán, Tuxtla Gutiérrez y otros Departamentos se han visto numerosas bandas revolucionarias.

Cerca de Tapachula es donde el movimiento revolucionario ha adquirido mayores proporciones.

En la frontera con Tabasco se observa igualmente una gran actividad rebelde. La Dictadura ha arrestado a muchos guatemaltecos a quienes se considera como complicados en el movimiento revolucionario.

El Gobernador del Estado pide a gritos que se le envíen soldados; pero no se le ha podido ayudar en vista de que el movimiento se ha extendido en todo el país de una manera formidable.

Chihuahua.

Más bombas en Ciudad Juárez.

La guarnición de Ciudad Juárez no tiene un momento de tranquilidad. El estallido de bombas de dinamita arrojadas por manos misteriosas hace temblar a los soldaditos de la Dictadura. Hace pocas noches, tres bombas hicieron explosión en la calle del Diablo. Se cree que los revolucionarios intentaban poner en libertad a los presos, pues la explosión ocurrió muy cerca de la cárcel. Varios esbirros se lanzaron al interior de una casa en cuya azotea se veían dos hombres maniobrando de una manera sospechosa. Dos bombas recibieron a los esbirros, uno de los cuales, Francisco Sonora, fue estrellado contra una de las paredes del patio por la fuerza de la explosión. Otro de los esbirros, Máximo Vázquez, resultó tan mal herido que morirá sin remedio. Al Capitán Arnulfo Ortiz se le quebraron los huesos, mientras Rafael Sorcini, un empleado de Correos quedó también herido.

Un gran cordón de esbirros sitió las calles adyacentes a la cárcel. Muchos individuos fueron arrestados hasta llenar la cárcel de sospechosos, y, en suma no se ha podido averiguar quiénes hayan sido los autores de esas explosiones.

A ocho millas de la ciudad de Chihuahua.

Las fuerzas insurrectas se encuentran ya a ocho millas solamente de la ciudad de Chihuahua. Todavía no se efectúa ningún combate; pero la guarnición federal de la ciudad se preparaba resistir el ataque de los rebeldes. Las personas que viven en los barios han sido notificadas de que deben cuanto antes internarse a la ciudad y fuertes guardias federales han sido colocadas en las colinas cercanas. Las avanzadas rebeldes y federales están a la vista unas de las otras y son frecuentes las escaramuzas.

La toma de Guazapares.

Hace dos meses que los rebeldes dominan el Distrito de Rayón ocupando varias de las principales poblaciones. No habían tomado Guazapares por encontrarse esa plaza fuertemente guarnecida; pero al fin cayó en sus manos. Once individuos que se habían distinguido por su crueldad mientras fungieron de autoridades, fueron pasados por las armas. Entre los fusilados se encuentra Isidoro Almada, burgués universalmente odiado por su rapacidad.

Madero en Bustillos.

Francisco I. Madero se encuentra en Bustillos. Su fuerza es de mil quinientos hombres, contando con la ayuda que han ido a darle otros maderistas. El plan de Madero es tomar Chihuahua y establecer ahí su gobiernillo provisional para seguir expidiendo decreto tras decreto que es ahora su manía.

El movimiento en el estado de Chihuahua es extensísimo. Santa Rosalía está amagada nuevamente. Lo mismo ocurre con Coyame y Santa Bárbara.

Luque continúa embotellado en Ojinaga, impotente de romper el sitio.

En los alrededores de Ciudad Juárez las guerrillas insurgentes son numerosas.

Distrito Federal.

En las barbas del viejo Díaz.

En la Prefectura de Cuajimalpa, Distrito Federal, opera una guerrilla insurgente que tiene alarmadas a las autoridades de la ciudad de México. No han salido fuerzas del Gobierno a perseguir a esos revolucionarios.

Guerrillas rebeldes han sido vistas a inmediaciones de Tacubaya que es un barrio de la ciudad de México.

El miedo ha desaparecido; sólo falta orientar el movimiento y esa es la tarea del Partido Liberal Mexicano.

En la Hacienda del Rosario.

A inmediaciones de la Villa de Tacuba, en la hacienda del Rosario, opera una columna insurgente. Las autoridades, temerosas de que se alarme el vecindario, dicen que esta columna es la misma que opera en Cuajimalpa; pero ha quedado probado que son fuerzas distintas.

Pueblos enteros a merced de los insurgentes.

Los pueblos de Contadero, Cuajimalpa, San Juanico, San Joaquín y las haciendas del poniente de la ciudad de México son visitados diariamente por grupos rebeldes bien armados y montados.

El Dictador ve con espanto que la lumbre se le acerca; pero no puede echar sobre esos rebeldes las fuerzas que guarnecen la Capital, pues teme que la insurrección surja en la ciudad.

La insurrección en el Distrito Federal es seria, pues no solamente en el poniente de la ciudad de México hay actividad revolucionaria, sino también en el lado sur, en la Prefectura de Xochimilco.

Un héroe.

Como un hombre murió el revolucionario Prisco Xolapa en el pueblo de San Gregorio Atlapulco, de la Prefectura de Xochimilco.

Xolapa ayudaba a los revolucionarios que operaban en el sur del Distrito Federal y las autoridades de Xochimilco determinaron arrestarlo. Al efecto, destacaron cincuenta esbirros para que fueran a verificar la aprehensión, pues Xolapa era famoso como hombre resuelto.

Al llegar los esbirros a la casa de Xolapa, éste se encontraba en la puerta de su casa y como no lo conocían le preguntaron por él. Xolapa dijo que iba a buscarlo y se internó en las habitaciones de las que salió minutos después armado de dos pistolas, una carabina terciada al hombro y un machete fajado en la cintura y encarándose con los esbirros les dijo: “aquí está Xolapa”, y comenzó a hacer fuego sobre ellos. Varios esbirros cayeron muertos y otros resultaron heridos; pero al fin cayó también el valeroso Xolapa, quien gravemente herido, hizo entonces uso del machete hiriendo a los que trataron de sujetarlo hasta que una lluvia de balas lo dejaron sin vida.

Pocos mueren como este gran revolucionario. La raza humana se prestigia con hombres como Xolapa. Benditas sean las madres que pueden dar a la humanidad hombres del temple de Prisco Xolapa.

Ciudad de México.

Ha sido descubierta desgraciadamente una seria conspiración para volar todos los cuarteles, la Penitenciaría y la Cárcel de Belem después de haber dado libertad a todos los presos.

Esta conspiración estaba encabezada por estudiantes valerosos.

El Palacio Nacional iba a ser volado igualmente cuando estuvieran en él el Dictador y sus Ministros para que no quedara ni uno solo de esos bandidos.

Desgraciadamente fracasó el plan.

Una guerrilla de cincuenta rebeldes atacó un tren en donde iban rurales en la Colonia Valle Gómez, a unas dos millas de distancia del centro de la ciudad de México. El objeto de esa guerrilla era detener el tren y acabar con los rurales para apoderarse de sus armas.

Es verdaderamente consolador ver que se está perdiendo el miedo, que el espíritu de rebeldía crece y con ello la audacia de los revolucionarios.

El maquinista dio todo el vapor a la máquina y sólo de esa manera pudieron salvarse los rurales que son los cosacos de Porfirio Díaz.

Noches pasadas corrió por toda la ciudad la noticia de que iba a ocurrir un levantamiento. Los comerciantes cerraron sus tiendas apresuradamente y encerraron los valores en las cajas fuertes.

Durango.

Sin disparar un tiro.

Trescientos insurgentes se apoderaron del importante Mineral de Peñoles sin necesidad de disparar un solo tiro, pues las autoridades y la guarnición de la plaza emprendieron la fuga al acercarse los revolucionarios.

Abrieron las puertas de la prisión e invitaron a los presos a unírseles, cosa que hicieron de buena gana.

Las oficinas públicas fueron registradas convenientemente, recogiéndose el dinero que en ellas había. Los papelotes fueron quemados con gran regocijo de todos los que presenciaron el acto, pues al fuego fueron a parar los archivos judiciales y municipales.

No ha podido el Gobierno mandar tropas para batir a los rebeldes.

Todavía en poder de la insurrección.

A pesar de los esfuerzos de las autoridades, Topia continúa en poder de los rebeldes.

Topia es un Mineral de gran importancia, cuenta magníficos recursos para la insurrección y no será fácil a los federales volver a ocupar la plaza.

Topia fue tomada a sangre y fuego  por los rebeldes. La lucha ahí fue encarnizada, pues las autoridades estaban preparadas y habían armado a los vecinos; pero los revolucionarios lucharon heroicamente hasta capturar la plaza.

Encarnizada lucha en Indé.

La columna del jefe rebelde Triana sostuvo un combate bastante serio en Indé. Las autoridades, preparadas, resistieron el ataque de los rebeldes. La lucha fue verdaderamente desigual, pues Triana no contaba con fuerza suficiente para tomar la población. Sin embargo, los revolucionarios lucharon con bravura hasta que se llegó la noche emprendiendo entonces la retirada.

Los federales no quisieron perseguirlos temerosos de una emboscada.

¡Auxilio, auxilio!

Este es el grito de los esbirros de Santiago Papasquiaro, y los auxilios no llegan por ninguna parte. Los revolucionarios, entre tanto, marchan decididos sobre la población que indudablemente quedará en su poder.

En Catalina, el burgués Agustín Aranda tuvo el mal gusto de resistir a los rebeldes, quienes en castigo le quitaron todo lo que tenía, dejándolo como vulgarmente se dice, en un petate.

En la región del Nazas hay multitud de guerrillas rebeldes. Hace pocas noches un polizonte fue muerto cerca de Nazas por andar espiando los movimientos de los rebeldes.

En el Mineral de Avino las fuerzas federales fueron derrotadas por completo.

Guerrero.

Se volvieron sin luchar.

Así son los federales: salen decididos a comerse a medio mundo, como el famoso Mayol de la Baja California; pero al avistarse con los insurgentes, dan media vuelta y se regresan a sus cuarteles.

El Capitán del segundo Batallón, Víctor C. Preciado, a la cabeza de cien federales, salió de Iguala rumbo a Estación Vista, completamente decidido a acabar con una guerrilla rebelde que opera por aquellos contornos. Preciado no se atrevió a llegar y presentar batalla. Vio a los rebeldes; pero ordenó a su gente dar media vuelta y emprendió precipitada fuga hacia Iguala.

Jalisco.

Muy cerca de La Barca.

Se asegura que cerca de la Barca se está efectuando una reconcentración de diversas guerrillas revolucionarias con el fin de efectuar un ataque sobre esa importante ciudad del Estado de Jalisco.

La Revolución se ha extendido rápidamente en Jalisco y como la población del Estado es numerosa, no es exagerado predecir que de allí saldrán legiones de luchadores cuando se cuente con miles de fusiles y millones de cartuchos.

En la Sierra de Colotlán se encuentran muchas guerrillas a las que tienen mucho miedo las autoridades.

México.

Toluca está siendo fortificada.

Con precipitación está siendo fortificada la ciudad de Toluca, capital del importante Estado de México.

Los revolucionarios merodean muy cerca de la bella ciudad y el Gobierno del Estado teme un ataque de un momento a otro.

El importante Mineral del Oro está siendo asediado por los insurgentes y es probable que pronto quede en poder de la Revolución.

En los Distritos del sur del Estado abundan las guerrillas que molestan y hostilizan a cada paso a los federales.

Morelos.

Jojutla en manos de los rebeldes.

Trescientos insurgentes entraron a Jojutla sin disparar un tiro, pues las autoridades pusieron pies en polvorosa tan pronto como supieron de su llegada.

Los presos fueron libertados; los papelotes de las oficinas públicas fueron debidamente quemados; el dinero que había en las mismas fue justamente confiscado.

Después, sin precipitaciones y en completo orden, hicieron su retirada los rebeldes con rumbo a San Nicolás Obispo.

Axochiápan.

Esta población fue tomada por los revolucionarios. Los archivos fueron quemados en la plaza pública. Algunas armas fueron capturadas, pero muy poco fue el parque que encontraron los revolucionarios.

Después, estos revolucionarios marcharon hacia el cerro de San Miguel donde probablemente se entablará un reñido combate con las fuerzas federales mandadas por el esbirro Rojas.

Sigue la insurrección su marcha ascendente.

Tlaltizapán fue tomada por los revolucionarios. En esa ciudad encontraron buenos elementos de guerra. Los archivos del Ayuntamiento fueron quemados y los fondos decomisados.

Los vecinos recibieron con los brazos abiertos a los revolucionarios. Se celebraron fiestas en su honor y se tomaron en seguida las debidas precauciones para evitar una sorpresa por parte de los federales que por ahí abundan.

Una finca asaltada.

La Hacienda de Chamica, del Distrito de Cuautla, cayó en poder de los rebeldes. El Administrador de la Hacienda, un tal Enrique Carriles, se opuso a que fueran entregadas las armas a los rebeldes. Éstos lo amarraron, pues se puso furioso como un loco.

Ciento cincuenta trabajadores de los plantíos de caña de azúcar se unieron gustosos a los revolucionarios.

Cuautla y Jonacatepec.

Estas importantes plazas del estado de Morelos han caído en poder de los revolucionarios.

Este triunfo espléndido se debe a las armas liberales. Las guarniciones federales se defendieron obstinadamente; pero al fin nuestros compañeros pudieron apoderarse de ambas poblaciones capturando elementos de consideración.

Muy pronto el estado de Morelos estará en poder de la Revolución, pues los progresos que ha estado alcanzando el movimiento ahí lo aseguran.

Oaxaca.

El miedo se apodera de los esbirros.

Armados hasta los dientes salieron de Silacayoapan rurales para ir a batir a los revolucionarios que se encuentran acampados en Zapotitlán.

Los esbirros llevan gran cantidad de parque y han jurado acabar con la insurrección en el Estado.

A pesar de la orden que recibieron los Jefes Políticos de que con los elementos que pudieran salieran a batir a los rebeldes que hicieran su aparición en sus respectivos Distritos, los rebeldes no son molestados por las amedrentadas autoridades.

Puebla.

Actividad rebelde.

Otatlán fue tomada por los revolucionarios que encabeza Márquez. Francisco Cruz, Jefe de la guardia federal, fue fusilado sin pérdida de tiempo, pues ese esbirro era bastante peligroso.

Una buena cantidad de armas fueron capturadas por los rebeldes.

En la Sierra de Puebla es muy importante el movimiento insurreccional. Los rebeldes dominan una gran extensión territorial. En Zapotitlán, otro grupo revolucionario se apoderó de buenos elementos de guerra y una buena suma de dinero para comprar armas.

En Necatlán, otros rebeldes capturaron armas y municiones.

En Hueytlalpan, Distrito de Zacatlán, se levantaron en armas los vecinos, haciendo otro tanto los de Otlutla, Huechetla y otros.

Todo un Distrito alarmado.

Reina grande alarma en todo el Distrito de Chajautla, donde han aparecido numerosas guerrillas revolucionarias que han penetrado a los pueblos de Tulcingo, Jolalpam, Mitepec, Huachinantla y Tecotlalco. En todos esos pueblos ardieron los archivos de las oficinas públicas.

Derrota de federales.

Acatlán fue tomada valientemente por los revolucionarios. Esta es la segunda vez que Acatlán cae en poder de la Revolución. Los federales fueron completamente derrotados y dispersados en todas direcciones. Después los revolucionarios marcharon sobre Tehitzingo. Es seguro que la plaza haya sido ganada igualmente por los rebeldes.

Magdaleno Herrera es el jefe de esos revolucionarios.

San Luis Potosí.

Ciudades amagadas.

Los revolucionarios han enviado intimaciones a las autoridades de Matehuala, Cedral, Catorce, La Paz y Villa de Guadalupe para que se rindan.

Por lo visto, el movimiento revolucionario en el Estado de San Luis Potosí va en aumento.

En la Hacienda de San Pablo, Municipalidad de Cedral, hay acampados muchos revolucionarios.

Ya no hubo serenata.

Las autoridades de San Luis Potosí no tienen un solo momento de tranquilidad. Las fuerzas rebeldes se muestran muy activas en las cercanías de la ciudad y los esbirros están con el “quién vive” en la boca.

Hace pocas noches, el Gobernador ordenó que no hubiera serenata en la Alameda, una serenata que se iba a dar en su honor. Esto sucedió porque el vecindario entero está contra la tiranía y no asistió una sola persona a la función.

Se han recibido noticias de que en la Huasteca potosina se han presentado numerosas guerrillas rebeldes capitaneadas por un conocido revolucionario.

La Hacienda del Peñuelas fue asaltada por los rebeldes.

Los Jefes Políticos creen que la situación está perdida para el despotismo y ponen sus renuncias, pero no se las acepta el Gobernador.

Sinaloa.

Cae Badiraguato.

Ciento cincuenta insurgentes cayeron de improviso sobre Badiraguato. Los esbirros no tuvieron tiempo más que para echar a correr. Algunos de ellos que se encontraban entregados a un apacible sueño, tuvieron que volar en paños menores y algunos hasta sin paños.

Lo risible del asunto es que, el Coronel Morales, con cuarenta federales, pretende batir a los insurgentes.

Una banda de rebeldes tomó Boquillas, cerca de Mocorito, y allí se le unieron otras tres bandas que dirige Gregorio L. Cuevas. Estas bandas unidas presentaron batalla a los federales de Antonio Rojo. Escasos de parque los revolucionarios no pudieron sostener por mucho tiempo el combate y tuvieron que retirarse para hacerse de nuevos elementos.

Sonora.

Se acabó el parque.

Dos días de lucha incesante agotaron el parque de los revolucionarios que iban a tomar la importante ciudad de Ures. Los soldados de la Dictadura recibieron refuerzos de gente y parque, y los revolucionarios se retiraron. De no haber sucedido eso, los revolucionarios habrían triunfado.

Ya ven los compañeros cuán importante es que ayuden al fomento de la Revolución.

Ninguno quiso ayudarlo.

Francisco Morineau, Presidente Municipal de Caborca, quiso rechazar el ataque de doscientos revolucionarios “echando leva”; pero al aproximarse la fuerza revolucionaria, los “voluntarios” no quisieron pelear y la ciudad cayó en poder de los insurrectos.

Morineau pidió auxilio a sus piernas y jadeante y azorado llegó a Nogales a referir su derrota.

Huyen hacia Cananea.

El Prefecto Pico, de Arizpe, con sus doscientos federales, dejó la ciudad en vista de la aproximación de seiscientos rebeldes.

Trescientos federales salieron de Imuris a encontrar a Pico. Se dice que Pico ha planeado batir a los rebeldes cuando éstos hayan tomado posesión de Arizpe; pero no es de creerse tal cosa, pues los rebeldes, fuertemente atrincherados en las casas de Arizpe estarán en aptitud de rechazar cualquier ataque de los federales.

Se volvió loco de miedo.

Pablo Rivera, Presidente Municipal de Fronteras, está loco. Los rebeldes hicieron una visita a esa población, arrestaron a Rivera, hicieron todos los preparativos para fusilarlo y cuando se iba a efectuar la ejecución, Rivera se volvió loco. Los rebeldes, entonces, lo pusieron en libertad.

Rivera salió de la ciudad y no se le ha vuelto a ver.

Los rebeldes quemaron los archivos del Ayuntamiento y del Juzgado. Todos los títulos de tierras fueron igualmente reducidos a cenizas.

Tlaxcala.

Pobre Próspero.

Próspero Cahuantzi5 no puede terminar con la insurrección en ese Estado. Las guerrillas se multiplican. Hombres armados con azadones, palas y picos a falta de otros elementos de combate se ven por todas partes siguiendo a las guerrillas insurgentes para tomar un fusil en la primera oportunidad.

Veracruz.

No desmayan los veracruzanos.

A pesar de la especial persecución que la Dictadura ha ordenado hacer a los rebeldes vercruzanos, éstos continúan batiéndose casi todos los días con los federales en distintos puntos del Estado.

En Altotonga y Jalacingo, la actividad revolucionaria es grandísima.

Por Papantla, igualmente, las fuerzas insurgentes operan con grande actividad.

En las cercanías de Córdoba han sido vistas importantes columnas insurgentes.

El Cantón de Orizaba ha dado buen contingente a la Revolución. A los habitantes de ese importante Cantón es a quienes más teme la dictadura porque son casi todos obreros de las fábricas de hilados y tejidos, hombres de levantados ideales y sanas aspiraciones.

Yucatán.

Alarma en Progreso.

Las autoridades de Progreso, el importante puerto yucateco, están alarmadas por la proximidad de una fuerte columna rebelde que ha sido vista en las cercanías del Puerto.

Se cree que esos rebeldes se preparan para efectuar un ataque.

Combate en Temax.

Ciento cincuenta revolucionarios sostuvieron un recio combate con los federales en las cercanías de Temax.

La prensa gobiernista no da cuenta del resultado del combate, por lo que es de suponerse que los federales fueron derrotados, pues si hubieran triunfado no dejarían de hacer alarde de su victoria.

Zacatecas.

Arde el sur del Estado.

En las cercanías de Villanueva y la Quemada han sido vistas varias partidas rebeldes. Se asegura que en el sur del estado, en los límites con Aguascalientes, dominan los revolucionarios.

El Gobernador del Estado asegura que no prosperará la Revolución en Zacatecas pero los hechos vienen probando lo contrario.

El norte arde igualmente.

Mazapil y Concepción del Oro están en poder de los rebeldes.

Hay esperanzas por parte de las autoridades de poder recobrar esas plazas.

Por el lado de la frontera con Jalisco, Luis Moya y su columna operan con buen éxito. El plan de Moya es internarse a Tepic, reclutar voluntarios ahí y en seguida dirigirse sobre Guadalajara, ciudad que espera tomar contando con la brava gente de Tepic.

La Revolución progresa.

Una fuerza rebelde atacó Río Grande que cayó en su poder. No quedó libre ningún comerciante de pagar su contribución para el fomento de la Revolución.

Otra fuerza rebelde se apoderó sin resistencia de Cañitas. Desgraciadamente huyó con los fondos de la Oficina el Administrador de Correos y los rebeldes no pudieron hallar cosa de valor en el poblado.

Un ardid.

Los revolucionarios que tomaron Tlaltenango se retiraron de la población con el objeto de que los federales se posesionaran de ella otra vez y sitiarlos, como lo han hecho. La condición en que se encuentran allí los federales es bastante crítica y no podrán resistir por mucho tiempo. La rendición de esos federales será de mucho provecho para la Revolución por la captura de sus buenos fusiles y de parque.

Conclusión.

Ya no sólo en las goteras de la ciudad de México, sino en el seno de la ciudad misma arde la llama de la rebeldía.

En las barbas del viejo Dictador se traman hermosas conspiraciones contra el despotismo que, aunque fracasada la primera, pueden tener buen resultado algunas otras.

La Dictadura se desmorona.

Está en sus últimos momentos.

La Bandera Roja, firmemente sostenida, hace progresos casi maravillosos. ¿Qué será cuando los revolucionarios liberales recibamos el apoyo de todos los desheredados del mundo?

Ayudad todos. La revolución marcha.

Ricardo Flores Magón


1 Refiérese al coronel Miguel Mayol. Jefe militar de Baja California en 1911,  al mando del 8º batallón de línea del ejército porfirista. Comisionado por el gobierno mexicano para vigilar las obras de irrigación efectuadas por la  Colorado Land Company, propiedad de Harrison Gray Otis. Combatió a las fuerzas del PLM en aquel territorio.

2 Pedro Ramírez Caule. Minero. Originario de Sonora. Participó en la huelga de Cananea de junio de 1906. En 1908, fue nombrado por la JOPLM, jefe de la segunda zona del norte, en sustitución de Manuel M. Diéguez, entonces preso. En septiembre de 1910 prepara el terreno para la insurrección en B. C. y  junto con Fernando Palomares y Camilo Jiménez organiza la toma de Mexicali, B. C., misma que se realiza el 29 de enero de 1911. A principios de abril, al mando de 25 hombres, marchó a El Álamo para reforzar las fuerzas de Simón Berthold. En Tijuana formó parte de la comisión de gobierno designada por la JOPLM. En junio de 1911 narró sus experiencias de campaña para Regeneración: “Diré algo del paseo de la Bandera Roja hasta el Puerto de San Quintín. Estuve incorporado en la guerrilla liberal que dirigía el compañero Emilio Guerrero. Esta guerrilla recorrió una buena porción de la Baja California, hasta que se unió á la 2a División del Ejército Liberal en Tijuana. Por todas partes dejamos sembradas las buenas ideas. En todos los pueblitos y rancherías se nos recibía con los brazos abiertos al saber cuales eran nuestras ideas: Pan, Tierra y Libertad para todos. A todos los tratamos como buenos hermanos y nos suplicaban que no nos fuéramos, que estuviéramos con ellos; pero las necesidades de lucha nos hacían alejarnos de aquellas gentes sencillas y buenas que esperan con ansía nuestro regreso. Allá vamos, hermanos. Pronto nos daremos un abrazo.” En octubre de 1912 participa en la integración del Grupo Regeneración Ignacio Zaragoza de Bisbee, Ariz. y trabaja en la organización de los mineros de la Cooper Queen Co. en los campos de Placeritos y Pilares de Nacozari, Son. En este periodo escribe artículos para Regeneración sobre la situación de las minas.

3 Remitir artículo sobre victoria de Berthold en el Álamo.

4 William Stanley (¿?-1911). De origen canadiense, obrero y miembro de Industrial Workers of the World. En 1910 participó en las campañas a favor de la libertad de expresión promovidas por aquella organización en ciudades de la costa oeste de los Estados Unidos. Participó en la campaña liberal en Baja California. A esa península se internó el 5 de febrero de 1911. Tomó parte en la batalla del rancho Little. Formó un cuerpo auxiliar integrado en su mayoría por extranjeros. Participó de manera autónoma a las fuerzas comandadas por José María Leyva y Simón Berthold. El 22 de febrero de 1911 asaltó la aduana de Algodones, lo que derivó en un conflicto con Leyva y Berthold. Su política militar agresiva fue bien vista por los miembros de la JOPLM frente a la pasividad mostrada por José María Leyva. Viajó a Los Ángeles, Calif. para entrevistarse con la junta, la que le nombró comandante de la legión extranjera. Regresó a Baja California, con el objetivo de defender,  desde el oriente, a Mexicali entonces asediada por las tropas federales del coronel Miguel Mayol. Herido de muerte en la batalla del 8 de abril, falleció al día siguiente.

5 Próspero Cahuantzi (1834-1915). Militar tlaxcalteca. Destacó en la batalla de Tecoac contra las tropas leales a Lerdo de Tejada. Amigo cercano de Porfirio Díaz. Gobernó Tlaxcala de 1885 a 1911. Murió en la cárcel de Chihuahua.

No cabe duda de que Francisco I. Madero está ya loco de remate. No se pasa un solo día sin que aparezca un nuevo “decreto” en las páginas de los organillos maderistas. En el “decreto” numero 20 dice el “Provisional” que se declarará reo del delito de robo a todo aquel que impida el goce o ejercicio del derecho de votar, o defraude o suplante uno o más votos en una elección. ¡Reo del delito de robo! Está perdiendo el poco seso que tiene el nuevo dictador.

Y a los burgueses que roban al trabajador casi todo el producto de su trabajo ¿no los clasifica entre los ladrones?

. . .

Dice el “Provisional” en otro de tantos “decretos” que los Ayuntamientos deben combatir la vagancia. Ya lo sabéis, trabajadores, cuando el trabajo sea escaso bajo el paternal gobierno de Don Francisco, tendréis que ser perseguidos por vagos.

La vagancia no es más que un producto de la mala organización social. Estando en poder de unos cuantos ricos los medios de producción y de distribución de la riqueza, la producción no está sujeta a las necesidades de la humanidad sino al provecho de los capitalistas, y éstos sacan mayor provecho cuando con el auxilio de la maquinaría moderna pueden dejar de emplear a un gran numero de trabajadores que, necesariamente, tienen que ingresar en las filas de los “vagos”. Cuántos hombres no quisieran otra cosa sino trabajar; pero se ven forzados a permanecer ociosos porque los capitalistas con sus obreros de acero, las máquinas, dejan sin trabajo a centenares de miles de obreros de carne y hueso, quienes después son perseguidos por la autoridad y arrojados a la cárcel por vagos. Esa será la ventaja que obtendrían los trabajadores si por desgracia no lograse triunfar el Partido Liberal Mexicano.

. . .

Después de besarle los pies al Papa, Bernardo Reyes se marchó a Módena desde donde anuncia que la Revolución terminará dentro de dos meses.

Tal vez quiso decir que Díaz será derribado dentro de dos meses; pero la Revolución seguirá su marcha natural hasta que las demandas del proletariado sean un hecho.

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La utopía de hoy es la verdad de mañana. Sin los utopistas la humanidad no habría pasado de la Edad de Piedra. Colón fue un utopista para los que creían que la tierra era plana; Fulton1 fue un utopista para los que creían que solamente con velas podía caminar un barco.

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Ramón Corral se larga a Europa, Porfirio Díaz se prepara a hacer lo mismo. Para las sanguijuelas del pueblo llegó el momento de gritar: ¡sálvese el que pueda!

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Para ser diplomático hay que comenzar por ser hipócrita.

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¡Magnífico! Paulino Martínez llena columnas y más columnas para insultarme porque no quiero traicionar a mis hermanos los proletarios uniéndome a Madero.

Ya le tengo preparado otro articulejo a tan digno señor.

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El pobre de Filomeno Mata2 dice que no es posible que los pobres de México quiten la tierra a los ricos porque apenas si han corrido unos cuantos meses desde que se cumplió el primer centenario de la independencia nacional.

¿Podría decirme el buen Filomeno que relación hay entre una cosa y la otra?

No cabe duda de que necesitan sesos nuevos los pobres maderistas.

Ricardo Flores Magón


1 Refiérese a Robert Fulton  (1765-1815). Ingeniero, inventor del barco de vapor.

2 Filomeno Mata Rodríguez (1845-1911). Periodista potosino. Se opuso a la reelección de Benito Juárez y al gobierno de Sebastián Lerdo de Tejada, al que combatió desde las páginas de El Ahuizote y El Monitor Republicano. Inicialmente simpatizó con el proyecto de Porfirio Díaz, por lo que tras el triunfo del Plan de Tuxtepec dirigió el Diario oficial y fundó El Monitor Tuxtepecano. Distanciado del gobierno porfirista, inició la publicación del Diario del Hogar, en 1881, periódico que llegaría a ser considerado un emblema de la lucha periodística contra el régimen. Estuvo preso en la cárcel de Belén en múltiples ocasiones. Mantuvo una estrecha relación con Ricardo y Jesús Flores Magón cuando éstos publicaban Regeneración en la ciudad de México (1900-1901). En 1909 secundó la lucha antirreeleccionista de Francisco I. Madero.

Este es el grito de los impotentes, este es el aullido de los reaccionarios, así exclama el burgués cuando se le delinea el cuadro de la sociedad futura: ¡imposible, imposible, imposible!

Hablad de que nadie tiene derecho a tomar parte de la riqueza que produce el trabajador, hablad de que la tierra es un bien natural que debe pertenecer a todo ser humano; hablad de que los polizontes, los soldados, los jefes y empleados de las oficinas públicas no son otra cosa que meras sanguijuelas que viven sin producir nada útil que contribuya a hacer más agradable la existencia; hablad de que los miles y miles de seres humanos que están encerrados en las cárceles no son sino víctimas de la mala organización social, y se os llamará blasfemos, malvados, criminales y otras cosas por el estilo.

Y, sin embargo, lo que decimos es la verdad, y, convencidos de ello, dirigimos nuestros golpes directamente al corazón de la vieja sociedad. No nos detenemos a atacar la superficie: vamos al fondo de la cuestión.

Lo que parece imposible es que los trabajadores hayan vivido tanto tiempo sin darse cuenta de que eran esclavos. Lo que parece imposible es que los trabajadores no se hubieran hecho antes el propósito de romper el yugo.

Pero no ha sido de ellos la culpa, al menos no ha sido de ellos toda la culpa: los culpables han sido los políticos, los que han adormecido a los proletarios con la esperanza de un porvenir risueño conquistado por la sola virtud del voto popular. El tiempo ha demostrado que si algo es verdaderamente imposible, es alcanzar la libertad económica por medio de la boleta electoral.

Recórrase la lista de las naciones en las cuales el pueblo tiene derecho a votar, e investíguense las condiciones económicas en que viven sus habitantes. Desde luego se verá que ninguna influencia ha ejercido el voto en mejorar dichas condiciones. Por el contrario, cada año quedan sin empleo miles de trabajadores; cada año aumenta la población de los presidios en una proporción espantosa; cada año la mujer da un contingente mayor a las casas públicas; cada año aumentan los suicidios; cada año se hace más dura y trágica la lucha por la existencia, la humanidad es más desgraciada cada año, a pesar del voto electoral, a pesar de los gobiernos representativos, a pesar de los progresos de lo que se llama democracia. Así es que lo imposible es que la humanidad sea feliz por el solo hecho de votar.

El Partido Liberal Mexicano está plenamente convencido de la falacia de las medidas o reformas políticas. Como nuestro Partido no está compuesto de politicastros ni de cazadores de empleos, sino de proletarios que no tienen otra ambición que verse libres de la esclavitud del salario, ahora  que se presenta la oportunidad va derecho a su objeto: la emancipación económica de la clase trabajadora por medio de la expropiación de la tierra y de la maquinaria.

Si no tuviera esa finalidad el Partido Liberal Mexicano, sería un Partido de farsantes y embaucadores.

¡Adelante!

Ricardo Flores Magón

Todavía hay personas que nos urgen a que hagamos los liberales causa común con Francisco I. Madero. Creemos que algunas de esas personas obran de buena fe, y, por eso, escribimos este artículo.

Todos los pueblos de la tierra están divididos en dos clases forzosamente antagónicas: la clase rica y la clase pobre, la clase que tiene bienes de fortuna y la clase que no cuenta más que con sus brazos y su cerebro para proporcionarse la vida. Hay, pues, verdadera desigualdad social en todos los pueblos de la tierra, y esta desigualdad es provechosa solamente a la clase rica, que es la que de hecho gobierna a los pueblos.

A la clase rica le conviene que haya pobres, porque el trabajo de éstos asegura a esa clase una existencia descansada, libre de sobresaltos y humanamente dichosa. Si no hubiera pobres, o, mejor, si los pobres no tuvieran necesidad de alquilar sus brazos, sino que pudieran trabajar para ellos mismos, los ricos se verían forzados a trabajar, a empuñar igualmente la herramienta, a regar con sudor los campos, a encallecerse las manos en los talleres. El interés, pues, de la clase rica, es que haya pobres, esto es, esclavos que trabajen por un determinado salario, para que ella pueda seguir viviendo en la holganza.

El interés de la clase pobre es completamente distinto del interés de la clase rica. La clase pobre quiere independizarse de la clase rica, quiere trabajar para sí misma, quiere gozar del producto íntegro de su trabajo. La clase pobre entiende ya que si la maquinaria y la tierra no estuvieran en poder de la clase rica, sino en poder de todos los que quisieran trabajar, los beneficios del trabajo quedarían exclusivamente a favor de los trabajadores, y no habría ya miseria, no habría ya crimen, moriría la prostitución.

El interés de la clase rica es que continúe la humanidad dividida en dos clases; el interés de la clase pobre es que termine esa división de clases y no quede más que una: la de los trabajadores, y esto solamente se conseguirá cuando los pobres tomen posesión, por medio de la fuerza, de la tierra y de la maquinaria que tienen en su poder los ricos.

Hay, pues, dos clases sociales: la de los ricos y la de los pobres, cuyos intereses son completamente antagónicos. El pueblo mexicano, como cualquier otro pueblo de la tierra, está dividido en dos clases sociales: la de los ricos y la de los pobres. Cada clase tiene interés en hacer triunfar sus principios, pues de ello depende el bienestar de los individuos que la componen. Los ricos tienen interés en que triunfe el principio de la propiedad individual; los pobres tienen interés en que triunfe el principio de la propiedad colectiva o de todos.

No se puede imaginar siquiera la fusión de estos dos intereses, no pueden darse la mano; una alianza entre ellos sería igual a una alianza entre el lobo y el cordero. El triunfo de uno de esos intereses significa la derrota del otro.

Ahora bien: el partido maderista representa los intereses de la clase rica, porque no quiere otra cosa que la caída del tirano Díaz, poner en vigor la Constitución política de 1857; en una palabra, dar al pueblo la libertad política. El pueblo tendría entonces la libertad de votar, de reunirse, de manifestar sus pensamientos; pero la miseria quedaría en pie, porque ¿qué ley puede abolir la miseria?

La libertad política, como lo hemos probado con anterioridad, no aprovecha a la clase trabajadora, porque la dirección de los trabajos políticos no está en las manos de esa clase, sino en las manos de la clase rica o de los políticos profesionales, cuyo interés es idéntico al de la clase rica. Los políticos se acuerdan del pueblo solamente en tiempos de elecciones. Entonces, para conquistar los votos de la clase trabajadora hacen a ésta ofrecimientos que no han de realizarse; pero que dan el resultado apetecido: una curul en la Cámara de Diputados, un puesto en algún Ayuntamiento, el puesto de juez o de magistrado, o bien la gobernación de algún Estado, o del mismo sillón presidencial.

Las masas obreras votan por el que les presenta el programa más halagüeño, que siempre se reduce a reformas, pero sin tocar el fondo de la cuestión, que es la abolición del derecho de propiedad individual, derecho que, mientras se le deje en pie, constituirá el fundamento sólido del pesado edificio de la tiranía política.

Se engañan los que creen que Díaz es el verdadero tirano que ha hecho la desgracia de los mexicanos. Porfirio Díaz es el representante de la clase rica, como lo es todo gobernante; pero se me dirá: si Díaz es el representante de la clase rica, ¿por qué Madero que es rico, está contra Díaz? Es fácil contestar a esa pregunta.

Bien sabido es que un determinado número de individuos lograron acaparar en México todos los mejores negocios. Esos individuos son designados con el nombre de los “científicos”. Por ese hecho se verificó en el seno de la burguesía misma una división. Los burgueses, a quienes no tocaron ningunos negocios o les tocaron los más malos, se rebelaron contra los burgueses que habían atrapado los mejores, que son los llamados “científicos”.

Mientras los “científicos” no habían hecho el monopolio de los grandes negocios, Madero y todos los burgueses que están con él en el actual movimiento revolucionario no habían pensado siquiera en hacer una oposición pacífica a Porfirio Díaz, que es el instrumento de los “científicos”. Madero explotaba tranquilamente a los desdichados peones de sus haciendas; Vázquez Gómez1 vivía a sus anchas explotando su profesión de médico y obteniendo sueldos del dictador; Sánchez Azcona2 disfrutaba de sueldo como diputado; Carranza explotaba a la clase trabajadora de Cuatro Ciénegas y hasta era senador, y por el estilo, los burgueses maderistas pasaban vida tranquila explotando a la clase trabajadora, ora como dueños de fábricas, minas o haciendas, ora como comerciantes o como simples sanguijuelas del Erario de la Nación y de los Estados; pero como los “científicos” no solamente acapararon los mejores negocios sino que gracias a la influencia que ejercían sobre el dictador, acapararon para sus favoritos los mejores puestos en la administración pública de la Federación y de los Estados, la burguesía y los políticos que no podían medrar a sus anchas rechazaron los huesos que se les tiraban e hicieron la oposición primeramente a los “científicos” y, sin tocar para nada al dictador, a quien, por el contrario, colmaban de adulaciones, muchas de ellas las más bajas. Le rogaban al dictador Díaz que se desembarazase de esa gavilla de ladrones de frac —así llamaban a los “científicos” en sus periódicos— que lo tenían dominado. Desconocían los prohombres del ahora maderismo, que fue en un tiempo reyismo, una verdad que sólo conocemos los libertarios: que los gobernantes no son otra cosa que el juguete de los capitalistas. Madero mismo, en su mamarracho conocido con el nombre de La Sucesión Presidencial,3 adulaba rastreramente al viejo mentecato, contra el cual está ahora en abierta rebelión.

Díaz, naturalmente, no les hizo aprecio, y los “científicos” continuaron dominando los negocios y la política. Entonces, despechados los burgueses que no lograban las mejores tajadas en el desbarajuste dictatorial, la emprendieron también contra Díaz. Recuérdese que todavía en 1906, cuando el compañero Prisciliano G. Silva fue a ver a Madero en su casa de San Pedro de las Colonias para que le facilitase armas con qué tomar a Torreón, Madero se espantó y habló acerca de Díaz en términos encomiásticos, diciendo además, que le repugnaban los derramamientos de sangre. Es que todavía entonces abrigaba la esperanza de que Díaz diera un puntapié a los “científicos”.

Esto demuestra que los maderistas no se están sacrificando por el bienestar del pueblo, sino por el bienestar de su clase: la rica. Mientras tuvieron negocios e influencia sobre el dictador, eran sus perros más fieles. Los “científicos” les arrebataron de los hocicos las lonjas más ricas, y no tuvieron otro recurso que la rebelión. Es la historia de todas las revoluciones netamente políticas: una parte de la burguesía que se vuelve contra la otra parte más privilegiada.

Y la burguesía, en todos los tiempos, se ha aprovechado del descontento que siempre existe entre la clase pobre, para arrastrarla a los campos de batalla. La burguesía se cuida bien de decirle a la clase pobre: tú sufres. No lo dice sino cuando tiene necesidad de la sangre y del sacrificio de los humildes. Pero si dice a los humildes que sufren, no presenta, en cambio, una fórmula clara de redención. La burguesía habla en general de libertad, de tiranía, de injusticia, de felicidad; pero no dice a las pobres masas populares que su sufrimiento proviene de la desigualdad social, esto es, del hecho de que haya ricos que tienen todo lo necesario para la vida y aun lo que no es necesario, en abundancia, mientras los pobres carecen de lo más indispensable para satisfacer las necesidades más imperiosas. Eso sí no lo dice la burguesía, sencillamente porque lucha por el beneficio de su clase y no por el beneficio de la clase trabajadora.

La clase pobre no debe seguir a Madero. La clase pobre debe unirse bajo la bandera roja del Partido Liberal Mexicano. Si los trabajadores se unen a Madero, no hacen otra cosa que sacrificarse por el interés de la clase rica. El Partido Liberal Mexicano es el único que lucha por el interés de la clase pobre, porque es el único que está resuelto a arrebatar la tierra y los instrumentos de trabajo de las manos de los ricos para dárselos a los pobres.

Muchos dicen: tiremos a Díaz, que ya después, bajo un gobierno bueno, iremos conquistando mejoras para la clase trabajadora. Esos individuos o son unos ignorantes de marca mayor, que no conocen lo ilusorio de las mejoras o unos charlatanes a quienes hay que dar la espalda.

Para alcanzar una mejora, por ejemplo el saneamiento de las fábricas, talleres, minas y otros lugares de trabajo, se necesitan largas campañas por medio de la prensa, en el Congreso, en el club, y, al ponerse en vigor las mejoras, los burgueses se dan maña para sobornar a los inspectores que envíe el gobierno para darse cuenta del estado de esos lugares de trabajo, y resulta que todos están en el más perfecto orden; pero suponiendo que los inspectores fuesen honrados, cosa difícil de realizarse entre los funcionarios públicos, y que los burgueses tuvieran por fuerza que sanear sus antros de explotación, entonces se vengarían de sus obreros rebajándoles los salarios para no perder lo que hubieran gastado en cumplimiento de la ley.

¿Se consigue un decreto sobre alza de salarios y disminución de las horas de trabajo? Entonces los burgueses se desquitan subiendo el precio a las mercancías. ¿Se decreta la rebaja de los precios de las mercancías? Entonces lo adulteran todo para sacar ventaja. Y así, contra cada decreto paternal, se opondrían la astucia y la voracidad de la burguesía.

Las leyes económicas no pueden ser destruidas con decretos gubernamentales. Mientras se reconozca el derecho de propiedad individual, el proletariado será esclavo de las clases ricas e intelectuales.

Hay, pues, que ir directamente al objeto: tomar la tierra y los instrumentos de trabajo para que sean de todos. Y hay que comprender, además, que ningún gobierno podrá verificar ese milagro, porque los gobiernos son los representantes de la burguesía. Tenemos, los desheredados, que tomar posesión de lo que nos pertenece por medio de la fuerza.

Ricardo Flores Magón


1 Refiérese a  Francisco Vázquez Gómez (1860-1933). Médico tamaulipeco. Realizó estudios de posgrado en Europa. Médico personal de Porfirio Díaz.  Políticamente cercano al general Bernardo Reyes. Se afilio al antirreeleccionismo. Acompaño a Francisco I. Madero como candidato a la vicepresidencia en 1910.  En el exilio, junto con su hermano, Emilio intervino en las negociaciones de paz, promoviendo el distanciamiento de los “científicos” de las mismas. Secretario de Relaciones Exteriores del gobierno provisional y de Educación con Francisco León de la Barra. Durante el huertismo volvió al exilio. Publicó sus  Memorias Políticas (1933).

2 Juan Sánchez Azcona (1876-1938). Periodista y político capitalino. Hijo del diplomático Juan Sánchez Azcona, realizó estudios de ciencias políticas en París, donde conoció a Francisco I. Madero. Colaborador de El ImparcialEl Mundo y El Partido Liberal, entre otros. Diputado federal en 1904 y 1908. Director de El Diario, que mantuvo una relación ambivalente con el gobierno de Porfirio Díaz. En 1907, junto con Rafael Reyes Spíndola, se ocupó de neutralizar la propaganda internacional contra el régimen que efectuaban desde Estados Unidos los dirigentes del PLM. Afiliado a la causa antirreeleccionista, colaboró en la redacción del Plan de San Luis y se desempeñó como representante de Madero en Washington. Fundador de los periódicos Nueva Era México Nuevo.  Tras el golpe de Estado de Huerta se unió al constitucionalismo, al triunfo del cual fue nombrado representante del nuevo gobierno en Europa. A causa de su oposición a la reelección de Álvaro Obregón, se exilió en La Habana. Retornó a México a comienzos de la década de 1930.

3 Refiérese al libro de Francisco I. Madero, La Sucesión Presidencial en 1910. El Partido Nacional Democrático, San Pedro de las Colonias, 1908. En esta obra, Madero expuso los principios de su ideario político, destacando a la vez, a partir de una extensa reseña histórica, algunos aportes del régimen de Porfirio Díaz al desarrollo del país.

Leo en el periódico El Paso del Norte: “El Sr. Antonio I. Villarreal que antes pertenecía al Partido Liberal, ha salido de aquí para el campo revolucionario con una partida de 175 voluntarios y VAN A UNIRSE CON MADERO”.

Ese solo hecho basta para probar que Villarreal no puede ser un soldado del proletariado, sino un esbirro del capitalismo.

Antes de salir escribió una especie de Manifiesto en que me colma de injurias, me hace víctima de las más groseras calumnias que no perderé el tiempo en refutar.

Si me pusiera a refutar todas las majaderías que echan a volar los organillos maderistas, o sea la prensa burguesa, no habría espacio en Regeneración para la propaganda de nuestros principios.

De tiempo en tiempo iré flagelando a todos los defensores de la burguesía.

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En recientes telegramas procedentes de la ciudad de México, se dice que el Dictador tiene fuertemente resguardado el camino de México a Veracruz para poder transportarse sin ser molestado a dicho puerto, y de ahí tomar un barco y largarse para Europa.

Es que el desdichado Dictador ha de ver en sueños la tragedia del Cerro de las Campanas.1

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Evaristo Madero, el patriarca de la familia Madero, dejó a la familia la friolera de TREINTA MILLONES DE PESOS. Evaristo Madero acaba de morir.

Treinta millones son bastantes para comprar fusiles; sin embargo, los organillos maderistas, entre ellos el periodiquito de Paulino Martínez, se desgañitan pidiendo dinero para el fomento de la  insurrección de Madero.

Los liberales pedimos dinero a gritos también; pero somos los pobres, somos la plebe, no contamos con millones, pero ni siquiera con miles de pesos. ¿Quiénes son los explotadores del pueblo? ¿Los millonarios que después de haber acumulado tanto dinero explotando a los peones y a los obreros piden todavía dinero para la Revolución a los pobres que no tenemos ni en que caernos muertos?

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El trabajador es un limón: cuando el burgués lo ha dejado sin jugo, lo arroja a la basura.

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Porfirio Díaz, por no decir otra cosa a los pobres esclavos que está enviando al matadero por sostenerse en el poder, manifiesta en el informe que rindió a las Cámaras Legislativas el primero de abril: “Se complace el Ejecutivo en aprovechar esta ocasión para tributar un público homenaje a la lealtad y al valor del soldado mexicano.”

¡Lealtad! Cuando se pasan a las filas insurgentes aprovechando la primera oportunidad. ¡Valor! Cuando un puñado de liberales inflige derrotas vergonzosas a los soldaditos del gobierno.

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Dice un periódico que al entrar a Mezquital del Oro, Zacatecas, una fuerza maderista, lanzaba con furia estos gritos: ¡Viva nuestra señora de Guadalupe! ¡Viva Madero! Agrega el mismo periódico que, después de haber oído misa la fuerza maderista se retiró de la población.

Esto indica que Madero está apoyado por el clero, e indica, también, que sólo pueden seguirlo las turbas más ignorantes, las que están dominadas por el fraile, las que sienten miedo delante de la autoridad, las que creen que los ricos son los segundos padres de los pobres.

Ricardo Flores Magón


1 Refiérese al fusilamiento del archiduque Maximiliano y de los generales conservadores Miguel Miramón y Tomás Mejía, en el Cerro de las Campanas, Querétaro, el 19 de junio de 1867. Este acontecimiento marcó el final del segundo imperio mexicano y la restauración de la República, por lo que ocupó un lugar destacado en el calendario cívico liberal.

Casi a última hora hemos recibido telegramas y cartas anunciando una nueva traición de Francisco I. Madero, el burgués aventurero que hace pocas semanas traicionó al compañero Prisciliano G. Silva, en Guadalupe, Chihuahua.1

Una nueva traición, un nuevo atentado del cobarde tiranuelo que se ensaya en el arte de oprimir, que se presenta como vulgar ambicioso.

Alanís no ha muerto;2 Alanís vive, pero cargado de cadenas. El noble libertario Alanís, el veterano de Las Vacas, el héroe de Casas Grandes que interpuso su pecho para librar al enano Francisco I. Madero de una muerte segura, está recibiendo el pago de su abnegación y su grandeza de alma. Los reptiles no saben comprender la grandeza de las águilas.

Alanís y siete liberales más se encuentran presos, con centinelas de vista en las ergástulas de Madero, porque no quisieron reconocer la autoridad del payaso del “sufragio efectivo.”

Alanís, Salazar,3 Luis García,4 Zapata,5 José Parra,6 Dionisio y Cipriano que se encontraban a la cabeza de una fuerza liberal de más de doscientos compañeros fueron hechos prisioneros por Francisco I. Madero en Guzmán, Chihuahua, el sábado 15 de este mes porque se rehusaron a hacer traición a la clase trabajadora abrazando el maderismo.

Se recordará que la columna liberal de Alanís, acudió en auxilio de Madero en Casas Grandes, siendo nuestros compañeros los más valientes, los más dignos, los más arrojados, los que pusieron el ejemplo de su valor a los cobardes maderistas que se tiraban al suelo fingiéndose muertos para escapar a las balas federales, a los que con José de la Luz Soto dieron la espalda al enemigo en los momentos más aflictivos, a los que abandonaron al idolillo Madero cuando García Cuéllar hizo su aparición con una nube de esbirros del despotismo.

Alanís voló en auxilio del “Provisional” no porque fuera él un maderista, sino porque es un HOMBRE. Sí, Alanís es un hombre, un hombre bueno, un hombre abnegado que salvó la vida al que hoy lo humilla. Silva salvó la vida de Madero cuando las columnas de Navarro daban ya casi alcance a este desdichado: el pago que recibió Silva fue su arresto y el desarme de su columna. Alanís salvó la vida a Madero en Casas Grandes, luchando como no luchó ahí ningún mentecato maderista, pues el mismo Madero ha hecho públicos los actos de arrojo de nuestro compañero: el pago lo ha recibido bien pronto Alanís, quien con los siete jefes liberales se encuentra en poder del negrero de la Laguna, con centinelas de vista y tal vez próximos a ser fusilados por no querer hacer traición a la causa del proletariado.

Ciento cuarenta y siete compañeros fueron desarmados por Madero cuando más descuidados se encontraban.

He aquí como fueron los hechos: la fuerza liberal dirigida por el compañero Inés Salazar y algunos otros jefes liberales logró reunirse con la fuerza del compañero Alanís en Madera, Chihuahua, llegando el numero de compañeros liberales a quinientos. Esto ocurrió después de la batalla de Casas Grandes. Nuestros compañeros dijeron ahí a Madero que iban a separarse de él, para continuar luchando aparte por los ideales del Partido Liberal Mexicano. Madero, como siempre falso, como siempre desleal, como siempre cobarde y artero, suplicó, rogó, imploró a nuestros compañeros que no lo abandonasen, que le dieran la mano para tomar a Juárez y ofreció dar uno de los cañones a los liberales. Confiados como siempre nuestros compañeros en cuyos pechos puros no cabe el engaño, en cuyos corazones nobles sólo alientan sentimientos de probidad, de desprendimiento, de abnegación, de honradez, decidieron prestar su apoyo al lobo traidor. Al chacal que tendría que traicionarlos bien pronto. Madero maduró su plan de exterminio de los soldados del proletariado. Al día siguiente de este incidente, Madero dispuso que una parte de la fuerte columna liberal marchase con todos los cañones; un día después, mandó otra parte con la caballada y el resto de la columna, unos doscientos compañeros, tomaron el tren para Casas Grandes, y sin esperar a los demás compañeros siguieron hasta Guzmán. En este lugar dio orden Madero a los liberales que marchasen sobre Ciudad Juárez. Los nuestros dijeron al “Provisional” que tan pronto como se reuniera todo el grueso de la columna liberal, que como se ha dicho era de quinientos hombres, marcharían hacia Juárez; pero para hacer esto último, esto es, para cooperar con los maderistas en el ataque a Juárez, nuestros compañeros dijeron terminantemente al farsante millonario que, si no reconocía al Partido Liberal Mexicano, no le prestarían más ayuda, sino que lo considerarían tan enemigo del pueblo como a Díaz. Madero no contestó inmediatamente, sino que dijo a los nuestros que iba a pensar sobre el asunto… Cuando más confiados estaban los nuestros, cuando menos esperaban la traición que ni siquiera imaginaban, Madero mando llamar a su presencia a los ocho jefes liberales, a quienes procedió a desarmar cuando los compañeros de nuestra fuerza no estaban a la vista. En seguida, cuadrándose en medio de sus esbirros y pretendiendo dar a su vocecilla de afeminado una entonación varonil, dijo el miserable: “reconózcanme ustedes como su Presidente y como la cabeza de la Revolución.” Nuestros compañeros, altivos, replicaron: “Nosotros luchamos por principios salvadores y no por elevar a ningún amo a la Presidencia de la República. Nosotros queremos para todos la tierra que detentan los capitalistas. Nuestro lema es Tierra y Libertad.” Acto continuo, Alanís y los demás jefes liberales quedaron bajo arresto y están incomunicados, con centinelas de vista. Fueron recogidas todas las armas de nuestros compañeros, quienes no se habían dado cuenta del atropello criminal de que acababan de ser víctimas Alanís y los demás jefes.

He aquí otro acto vandálico del miserable embaucador Francisco I. Madero, el ídolo de los idiotas que no pueden vivir sin que el yugo les apriete el pescuezo.

Francisco I. Madero es un tirano más odioso aún que el mismo Porfirio Díaz, porque siquiera a este monstruo no disfraza su actual opresión con la vestidura de la libertad. Madero proclama que está luchando por la libertad del pueblo mexicano y es el más encarnizado enemigo de los liberales que somos los que de veras trabajamos por la libertad del pueblo, desde el momento en que nos esforzamos por derribar el Capital, origen de todas las tiranías, origen del dolor de los humildes, fuente del hambre, ave negra que enluta la dicha de vivir, vorágine en la que perecen el porvenir, la salud, el bienestar de la especie humana. Preguntad a la prostituta por qué vende su cuerpo y os contestará: porque tengo hambre. Preguntad al prisionero por qué se encuentra aherrojado como bestia peligrosa, y os contestará: porque el hambre me empujó a tomar lo que necesitaba para vivir. El ladrón, el asesino, el fraudista, el camorrista no son otra cosa que víctimas irresponsables de la desigualdad social, de la inquietud y de la cólera que se apodera del ser humano al verse despreciado por los de arriba, al verse obligado a someterse a las leyes de hierro de la sociedad burguesa, tan blandas para los poderosos, tan duras para los humildes. El hombre que trabaja, merecedor de toda dicha, de toda atención, de todo cariño, es tratado a puntapiés por la orgullosa burguesía que solamente dedica sus sonrisas a los pobres, cuando necesita su sangre y su sacrificio para sostener su dominio.

Abrid los ojos, hermanos desheredados. Arrancad resueltamente la venda que vuestros amos os han puesto. Comparad vuestra situación con la de los vampiros millonarios que os roban en los campos, en las fábricas, en los talleres, en las minas, y después, reclaman todavía el sacrificio de vuestras vidas y el porvenir de vuestras familias, para que los ayudéis a seguir sosteniendo el sistema opresor que impera en todo el mundo.

Abrazad resueltamente la bandera liberal. Venid a nosotros que somos de vuestra clase y luchamos por la total liberación de los pobres que sólo se conseguirá cuando tomemos posesión de la tierra y de la maquinaria.

Dad la espalda a Madero el vil negrero, el cobarde burgués, el mentecato aventurero que lleva al pueblo hacia un abismo. Madero está solicitando la intervención de los Estados Unidos, porque cuenta con el apoyo de los grandes financieros americanos, los mismos que han apoyado a Díaz y que hoy, al ver a aquel viejo idiota próximo a caer, están listos a ayudar a Madero porque este burgués garantiza a las aves de rapiña del Capital, la explotación y la esclavitud del pueblo mexicano.

Madero quiere el total exterminio del Ejército Liberal. No lo permitamos, hermanos de infortunios y de pobrezas.

Ricardo Flores Magón


1 Véase supra RFM, “Francisco I. Madero es un traidor a la causa de la libertad”, Regeneración, núm. 26, febrero 25, 1911.

2 Véase supra RFM “Cada día se hace más grande el sepulcro de la tiranía”, Regeneración, núm. 29, marzo 18, 1911.

3 José Inés Salazar. Casas Grandes, Chih. Miembro del club liberal Santos Degollado de Metcalf. Ariz., en diciembre de 1907. Participó en el ataque a Palomas, Chih., el 1 de julio de 1908 con el grupo de Praxedis G. Guerrero. De nuevo con él,  se levantó en diciembre de 1910. A la muerte de Guerrero, el 29 de diciembre de ese año en Janos, Chih., Salazar se convirtió en el jefe de la partida revolucionaria. Se incorporó a la fuerzas de Francisco I. Madero el 5 de marzo de 1911, participando en la batalla de Casas Grandes, Chih.  A mediados de julio, con otros jefes de antigua filiación liberal, como Lázaro Alanís, Luis A. García, José C. Parra, Leonides Zapata y Tomás Loza, decidió romper con Madero, alegando “la poca voluntad” que se había mostrado con ellos y pidió su separación del ejército. La respuesta de Madero fue desarmarlos y encarcelarlos por conducto de Orozco y Villa. Los argumentos del presidente provisional fueron que ellos hacían proselitismo para un partido “socialista” y que por ello merecían que se les celebrará consejo de guerra. Cuando se les trasladaba a la cárcel de Ciudad Guerrero, Alanís y Salazar escaparon en Estación Mata Ortiz. Tras lo cual, Salazar desconoció los tratados de Ciudad Juárez y con Alanís y Jesús M. Rangel atacó Ojinaga en junio de 1911 y tomó Boquilla de San Antonio y El Sabinal, Chih. A principios del año siguiente, Salazar, Alanís, Campa, Demetrio Ponce y Antonio Rojas, encabezaron el grupo conocido como “Los colorados”, mismo que todavía se asumía como guerrilla del PLM. En febrero de 1912, las fuerzas de Salazar se unieron a las de Pascual Orozco, y cuando el JOPLM se deslinda de éste, no sólo desconoce tal decisión sino que proclama a Orozco jefe del ejército libertador. En marzo de 1913, Salazar reconoció la presidencia de Victoriano Huerta y defendió Chihuahua de las fuerzas villistas. Cuando intenta reclutar en sus filas a antiguos militantes del PLM de la franja fronteriza, Regeneración lo denuncia, acusándolo de haberse vendido al los Terrazas, “señores feudales de Chihuahua”, por 12 mil pesos. En las páginas del órgano del PLM, Araujo escribe: “Salazar, Campa y Alanís son tan criminales como lo fue Madero, como lo es Félix Díaz, y por lo tanto, hay que combatirlos sin piedad […] Compañeros liberales: Hacemos constar clara y terminantemente que Emilio P. Campa, Inés Salazar y Lázaro S. Alanís no tienen ningún acuerdo con esta Junta ni pueden pertenecer al Partido Liberal Mexicano, por sus traiciones y su reconocimiento á las instituciones gubernamentales”. Tras la toma de Ojinaga por las fuerzas de la División del Norte, en enero de 1914, Salazar se refugió en Estados Unidos, donde fue apresado y acusado de violación de las leyes de neutralidad. En marzo del mismo año, y mientras estaba en prisión, el gobierno de Huerta le otorgó el grado de general de división. Regresó a México en 1916 para combatir a Carranza y fue hecho prisionero en Chihuahua. En septiembre de ese año, fue liberado por Pancho Villa. Se refugio otra vez en Estados Unidos, donde nuevamente fue aprehendido. En agosto de 1917 ingresó por última vez al país; se unió al villismo y murió asesinado en agosto en las cercanías de la Hacienda de Nogales, Chih.

4 Refiérese a Luis A. García. Miembro del núcleo del PLM de Bachiniva, Chih. que participó en la conspiración insurreccional de 1906 bajo el liderazgo de Heliodoro Olea. Junto con este tomó Bachiniva, Distrito de Guerrero el 20 de noviembre de 1910. Ahí Olea firma su adhesión al maderismo. No se sabe si García hace lo mismo. Como quiera que sea, abandona ese pueblo y se dirige, con su tropa que se estima entre 150 y 8000 hombres, hacia el norte uniendo sus tropas a las de José de la Luz Blanco, a mediados de enero; la unión dura poco y mientras Blanco se dirige hacia la zona limítrofe con Sonora, García, acosado por el general Navarro avanza hacia el norte y toma San Buenaventura. A principios de febrero, une sus tropas, a las de Pascual Orozco en las márgenes de Ciudad Juárez, lugar al que llegaron el 7 de ese mes. Dado que Madero y González no pudieron proveerlos de bastimentos García regresa a su región natal, Bachiniva. Sabiendo que Madero se encuentra ya en la zona de Casas Grandes, avanza hacia ese punto al que llega un día después de la derrota de los maderistas en la batalla de esa población, el 5 de marzo. Como sea, ese día, 6 de marzo, se une al maderismo en la hacienda terraceña de San Diego, lugar donde se reconoció por vez primera a Madero como presidente provisional.  A lo largo de ese mes y el siguiente acompaña a las fuerzas de Madero por su derrotero que se inició rumbo al poblado de Laguna, al norte de la ciudad de Chihuahua, continuó hacia Bustillos, al suroeste de la capital y que, finalmente, tomo el rumbo a Ciudad Juárez. García tuvo en esos días conflictos con los jefes militares cercanos a Madero, en especial con Giuseppe Garibaldi. Dicha postura la compartía con otros miembros de la columna de procedencia liberal como Lázaro Alanís, el mismo Olea, Tomás Loza, Leonides Zapata, Leonides Vázquez, José Inés Salazar, Prisciliano Silva, etc. A pesar de ello, Antonio I. Villarreal le convence de firmar el llamado antimagonista, “Manifiesto a los liberales”  del 8 de abril, hecho que le valió ser nombrado “proveedor general de las fuerzas revolucionarias.” Pero la actitud favorable a sus viejos correligionarios se convierte de inmediato en un conflicto con el Presidente Provisional, quien los cesa 6 días después. El 11 de agosto, por órdenes Abraham González fue arrestado en la ciudad de Chihuahua y enviado al Distrito Federal. Una vez libre, y de vuelta a Chihuahua , García formará parte del grupo que, al lado de Lázaro Alanís, y otros magonistas, que tienen acuerdos de coordinación con Pascual Orozco, y que participarán en la rebelión antimaderista que se desata con el Pacto de la Empacadora (1912).

5 Probable referencia Leonides Zapata.  Minero. Considerado, junto con Tomás Loza, las cabezas del sector más radical de las fuerzas liberales en Chihuahua y autores de la carta a Madero del 1 de marzo de 1911, en el que se le exige el reconocimiento del PLM y un trato militar conducente.

6 Probable referencia a José C. Parra. Residente de Casas Grandes, Chih.  Firmó junto a Lázaro Alanís , Luis A. García, José Inés Salazar, Leonides Zapata y Tomás Loza, una carta fechada el 15 de abril de 1911   dirigida a Francisco I. Madero, solicitando su separación del ejército comandado por este, misiva que originó su desarme y encarcelamiento. El primero de marzo, habían firmado otra carta exigiendo el reconocimiento del PLM y un trato militar conducente.

Proletario: duélete de tu propia condición. Tus hijos anémicos, canijos, mugrientos, reclaman tu atención. Tu compañera sufre, casi siempre en silencio, las consecuencias de tu docilidad para tus verdugos.

Tú eres el culpable de que tus hijos tengan hambre; sobre tu conciencia deben pesar el dolor y la desventura de los tuyos.

Sí, tú eres el culpable porque desprecias a los de tu clase y admiras y sigues y aplaudes y vitoreas a los ricos, a los que brillan por el oro que han amontonado con tu sudor. Es de esa manera como tú mismo forjas las cadenas que te hacen esclavo.

Rebélate, proletario; pero rebélate con los tuyos; con los que, como tú, tienen las manos encallecidas por el trabajo y las espaldas encorvadas por las duras tareas. Mas no te rebeles así como quiera: no seas fuerza ciega, sino esfuerzo consciente, esto es, ataca, incendia, derriba, destruye, reparte la muerte; pero llevando en tu cerebro la idea de que luchas por tu clase, de que vas a emancipar a tu clase, de que vas a destruir el derecho de propiedad individual para que la riqueza no siga por más tiempo siendo el patrimonio exclusivo de los ricos y de los intelectuales, esto es, de los hombres de estudios.

Únete a las filas del Partido Liberal Mexicano. Rechaza indignado a todos aquellos que traten de inducirte a que sigas a Madero, porque, óyelo bien: Madero es tu verdugo, es el verdugo de tu clase. Madero es rico y no piensa sino en aumentar su riqueza. Ayer hizo millones explotando a tus hermanos en sus haciendas. Ahora quiere hacer millones con la sangre de los humildes.

Despierta, proletario: llama a la vergüenza en tu auxilio. ¿No te sientes humillado ante la altanería del rico? Te roba el producto de tu trabajo y se mofa de tu mugre y de tus andrajos. Para el rico no eres el creador de la riqueza y del lujo que él goza, sino un “pelado”. Tú haces sus palacios, y si te atreves a llegar a ellos, llamará a la policía para que te lleve a la cárcel; tú levantas sus cosechas, mas debes cuidarte de rondar por los almacenes porque puedes morir de un balazo o ir a parar a la cárcel; tú fabricas las ricas telas y los confortables muebles y tapices que no son para tu compañera ni para tus hijos, tú haces todo lo que contribuye a que la vida sea más agradable, arreglas los parques, construyes y pules las carreteras, compones las calles, tiendes los rieles, haces las casas para tener que pagar tú mismo por habitarlas; en fin, lo haces todo, todo sale de tus manos creadoras y, sin embargo, no ganas más que lo estrictamente necesario para que medio repongas las fuerzas perdidas para seguir creando riquezas, riquezas, riquezas y obteniendo, para ello, el desprecio de los que te explotan; pues para ellos no eres otra cosa que un “plebeyo”, un ser de condición inferior, perteneciente al populacho y a la canalla.

Rebélate indignado, hermano. Ve a tomar las armas; pero no con tus verdugos, no con Madero, sino con tus hermanos los miembros del Partido Liberal Mexicano. Madero quiere que sigas trabajando como hasta aquí, pues la revolución de él solamente beneficia a los hombres de las clases encumbradas.

Rebélate con la resolución inquebrantable de tomar posesión de la tierra y de los instrumentos de trabajo, para el beneficio de todos. Recuerda que la tierra vino a quedar en poder de unos cuantos por medio de la conquista, esto es, de la violencia, y por otros medios más o menos malos como el robo, el fraude, la astucia, el agio. Los que no la obtuvieron por alguno de esos medios, la compraron o la recibieron por herencia. Si la compraron lo hicieron con el dinero que representaba el sudor de la clase trabajadora.

No es un robo lo que vamos a cometer los liberales mexicanos, sino un acto de justicia, el más hermoso que han contemplado los siglos, el más sublime de que han sido testigos las edades.

Compañeras: empujad a vuestros compañeros a que trabajen por la felicidad de la familia. Es una vergüenza que en este siglo haya pobres y ricos. La ciencia ha venido a descubrir que todos somos iguales; que todos, por lo mismo, tenemos derecho a vivir. Para conquistar este derecho debemos tomar posesión de la tierra y de la maquinaria y no trabajar más para los amos.

Ricardo Flores Magón

Continúa el movimiento mundial obrero a favor del Partido Liberal Mexicano que es el que ha tenido el valor de desconocer el llamado derecho de propiedad con el que la burguesía ampara sus robos y sus crímenes.

En San Diego, California, los elementos radicales preparan otro mitin, cuyos resultados pecuniarios van a ser puestos a disposición de la Junta.

En San Francisco, California, y en otras importantes ciudades californianas, socialistas, anarquistas, librepensadores y liberales organizan en estos momentos demostraciones de simpatía a favor del Partido Liberal Mexicano.

Los compañeros italianos de Barre, Vermont, han enviado ya su primer óbolo para los revolucionarios de la Bandera Roja, y nos ofrecen continuar agitando y ayudando pecuniariamente.

Los compañeros italianos y españoles de Tampa, Florida, se han constituido en Grupo Pro-Revolución Mexicana,1 para trabajar igualmente en pro del movimiento liberal.

Los compañeros editores de nuestro querido colega Cultura Proletaria, 314 West St., New York, N. Y., hacen un llamamiento a todos los que amen la causa de la emancipación económica del proletariado, para que envíen dinero a Cultura, de donde será enviado a esta Junta para los gastos de la Revolución.

La Unión de Panaderos, de San Francisco votó por unanimidad un primer gasto de veinticinco pesos para ayuda del Partido Liberal Mexicano y va a continuar ayudando.

La “Liberal League” de San Francisco, compuesta de elementos radicales obreros trabaja empeñosamente porque sean conocidos los principios igualitarios del Partido Liberal y se nos apoye de todas maneras en nuestros trabajos a favor del proletariado mexicano.

En Cuba, Habana, nuestros compañeros han comenzado a enviar su óbolo para el fomento de la Revolución Social.

De Panamá recibimos la primera ayuda de los libertarios de aquel país.

Los periódicos obreros de Estados Unidos, Habana y Europa agitan a favor del movimiento del Partido Liberal. Esa agitación aumenta y promete hacerse formidable, como debe ser, pues la clase trabajadora de todo el mundo no debe dejarnos solos en nuestra lucha contra nuestro enemigo común: el Capital.

La Unión Industrial, de Phoenix, Ariz., inserta nuestro Manifiesto. Un apretón de manos, queridos compañeros de Phoenix.

Solidaridad Obrera,2 de Barcelona, España; La Justicia Social,3 de Reus, España; Tierra y Libertad,4 de Barcelona, España, y otros muchos periódicos socialistas, anarquistas y unionistas de España, Francia, Cuba y Estados Unidos hablan con entusiasmo de la Revolución Social que ha aparecido en México acaudillada por el Partido Liberal Mexicano.

Compañeros: ayudad, ayudad, ayudad.

Ricardo Flores Magón


1 También llamado Grupo Independiente Pro Revolución Mexicana. Agrupación conformada por tabaqueros cubanos, italianos y españoles. Pedro Esteve, secretario. Conformado por Antonio Candelas, Victorio Casals, Ciro Bruno, Gaetano Favata, Marcelo Salinas, Juan Casas, Alfonso Leto, Luigi Levita, Giuseppe, Filippo y Antonio Di Bona, Angelo Martellaro, Pietro Seaglione y Agustino Angelo. Desempeñó labores de propaganda a favor de la lucha emprendida por el PLM en, al menos, 28 fábricas de Tampa, organizando mítines, realizando colectas y distribuyendo la prensa afín al PLM. En 1912, cambió su nombre por el de Grupo Regeneración. Mantuvo una relación cercana con el periódico anarcosindicalista El Internacional, editado en Tampa.

2 Solidaridad Obrera. Periódico sindicalista. Órgano de las Sociedades Obreras. Barcelona (1907-1939). Director fundador: Jaime Bisbe. Redactores: José Casasola, José Grau, Miguel V. Moreno, Enrique Ferrer, Tomás Herreros, Anselmo Lorenzo, Vicente García, entre otros. Semanario de orientación anarcosindicalista desde cuyas columnas se pugnaba por el encauzamiento de las luchas obreras en la península ibérica hacia el sindicalismo revolucionario. Desde su fundación fungió como portavoz de la Federación Local “Solidaridad Obrera”, de la que surgiría la Confederación Nacional del Trabajo (CNT) en 1910. Se ocupó de darle difusión a las movilizaciones obreras internacionales, sobre todo las de Francia, Inglaterra, Estados Unidos, Argentina y México. Desde marzo de 1911 empezó a ocuparse de la lucha revolucionaria emprendida por el PLM, abriendo en sus columnas la sección “La Revolución en Méjico”, elaborada a partir de textos tomados de Regeneración; a partir de junio de ese mismo año, y hasta fines de 1912, promovió la colecta de fondos a favor de los revolucionarios mexicanos entre las asociaciones obreras afiliadas a la CNT. Publicación insignia del anarcosindicalismo español, dio nombre a gran cantidad de órganos impresos que se publicaron después de la guerra civil, en diversas partes del mundo a iniciativa de exiliados españoles.

3 La Justicia Social Reus (1911-1914). Semanario socialista, vinculado a la Unión General de Trabajadores (UGT), partidaria de un sindicalismo moderado.

4 Tierra y Libertad  Madrid (1902-1906), Barcelona (1906-1923) Director fundador: Federico Urales (Juan Montseny). Redactores fundadores: Soledad Gustavo (Teresa Mañé), Fermín Salvochea, Federico Urales, Antonio Apolo y Julio Camba.  Colaboradores: Tomás Herreros, José Grau, Vicente García, Abelardo Saavedra, Francisco González Sola, entre otros. Semanario anarquista de carácter doctrinario. A partir de 1906 fungió como portavoz y enlace de los grupos ácratas españoles. Desde 1907 se empezó a ocupar de la situación de México, manifestando su solidaridad con la causa del PLM. Durante 1910-1911, la difusión de la revolución mexicana, y la defensa de su carácter libertario, se convirtió en un elemento central de la agenda internacional del semanario. En marzo de 1911 abrió en sus columnas una suscripción a favor de los revolucionarios mexicanos, misma que cosechó resultados alentadores al menos hasta principios de 1912. A partir del inicio de la primera guerra se convirtió en depositario de la ortodoxia ideológica del anarquismo ibérico.

Madero está fusilando por mayor a sus correligionarios. Así lo aseguran los cientos de desertores que llegan a El Paso procedentes de los campos maderistas. Dicen esas pobres personas que es insufrible el tratamiento que los jefes y oficiales maderistas dan a los pobres ilusos que se les unen.

El flamante maderista Villarreal está ya fusilando también a sus correligionarios. La prensa habla de varias personas que fueron asesinadas por él. Esas personas fueron de las que salieron con él del El Paso, Texas, para ir a unirse con los maderistas de Ojinaga.

Buen pago para los que prefieren servir en las filas maderistas, en lugar de unirse a las falanges liberales de la Bandera Roja.

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Parece mentira que los porfiristas estén resultando más revolucionarios que los infelices maderistas. Las reivindicaciones de los liberales sostenidas tan enérgicamente, están poniendo a pensar a los hombres de la Dictadura. El Licenciado Benito Gómez Farías, uno de los que hicieron la Constitución de 1857, habla ya de la necesidad de que gocen de la tierra millones de seres humanos para evitar nuevas revoluciones.

No desmayemos, camaradas; ya tiemblan los burgueses; pero no nos conformemos con promesas. Tomemos posesión de la tierra sin esperar a que nos la dén.

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Los Maderos creen que ellos encarnan la Revolución; por eso es por lo que tienen trataditos secretos con la Dictadura para que termine la agitación revolucionaria. ¡Pobres niños de teta! La Revolución no es obra de los Maderos, sino el resultado de la desesperación popular que han aprovechado en parte los ambiciosos maderistas para encumbrarse sobre el pueblo.

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Un individuo conocido con el nombre de “Cara de Hígado” y un manojo de negreros a quienes el pueblo designa bajo la denominación de “re-enganchistas”, empujados por el Cónsul Mexicano y por el clero, son los defensores de Madero en la ciudad de Los Ángeles.

Aparte de eso, los que eran antes porfiristas rematados, son ahora maderistas furibundos. Como que porfirismo y maderismo son la misma cosa: azote de la clase trabajadora.

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Paulino Martínez estuvo preso por robo en la cárcel de Tlanepantla, Estado de México, y se salvó, no porque fuera inocente, sino porque había prescripto la acción legal en contra de él. La ley penal mexicana otorga la gracia de indulto a todo delincuente que se haya sustraído a la acción de la misma ley por determinado lapso de tiempo que varía según el carácter del crimen.

Martínez se dio maña para esquivar a los polizontes durante largos años, y cuando cayó en la manos de ellos, ya había pasado el término que fija la ley para perseguir a los delincuentes; pero eso no quiere decir que el robo haya dejado de cometerse.

Este es el individuo que me llama chacal, bandido y otras lindezas porque aconsejo a los trabajadores que tomen posesión de la tierra con las armas en la mano.

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El 30 de junio se acerca a pasos agigantados y las tierritas que ha vendido Paulino Martínez en combinación con el Excelentísimo Presidente Provisional de los Estados Unidos Mexicanos Don Francisco I. Madero no aparecen.

Es bueno que se despidan de su dinero los que hayan hecho esa compra.

Y, a propósito de dinero, ¿por qué piden dinero los maderistas para el fomento de la Revolución? ¿Por qué si es rico Madero, necesita que lo ayuden los pobres?

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Cualquiera que sea el giro que tomen los acontecimientos, los trabajadores no deben entregar sus armas a nadie: deben guardarlas. Si Díaz y Madero llegan a entenderse, como es fácil que suceda por el miedo que tienen a la acción reivindicadora del Partido Liberal Mexicano, los trabajadores que militen en las filas maderistas deben imitar el ejemplo de los liberales no deponiendo las armas ni aún cuando se haya tomado posesión de la tierra, pues las armas en las manos de los trabajadores será la mejor garantía de su libertad y de su bienestar.

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El Gobernador de Arizona, Sloan, se quejó con Taft de que algunas balas habían herido a varios vecinos de Douglas, cuando insurrectos y federales lucharon en Agua Prieta. Taft dijo que nada se podía hacer, porque si mandaba tropas americanas a territorio mexicano para impedir nuevos combates, los mexicanos se indignarían y la vida de los miles de americanos que residen en México peligraría.

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Los maderistas se enojan porque los liberales queremos despojar de las tierras a los ricos por medio de la violencia. Dicen ellos que deberíamos esperar a que un Congreso, “representante del pueblo”, decretase la explotación. Pero si a nosotros nos insultan porque empleamos la violencia, ellos en cambio encuentran bastante cómodo emplear la violencia para conquistar dos babosadas: “Sufragio Efectivo y No-reelección.”

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Los burgueses dicen que el trabajo es sano y moralizador. ¿Por qué no trabajan ellos?

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El hospital, el hospicio y la fosa común; eso es lo que gana el hombre que se ha pasado la vida trabajando para enriquecer a los “honorables” señores capitalistas.

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Con simples aplausos no triunfarán los liberales en su lucha contra el capitalismo y el autoritarismo: se necesitan fusiles y cartuchos.

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Los pobres pagan polizontes y soldados para que velen por los intereses de los ricos. ¿Se puede pedir mayor absurdo?

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¡Dar la vida para conquistar la felicidad; qué tontería! dicen algunos. Y sin embargo, son los que esperan que después de la muerte irán derechitos a pastar en la verdes praderas de algún paraíso.

Ricardo Flores Magón

La Unión numero 422 de maquinistas de San Francisco, California, envió su primer donativo para ayuda de la causa, y se prepara un mitin que producirá aproximadamente cien pesos.

El Grupo Independiente Pro-Revolución Mexicana, de Tampa, Fla., envía doce pesos como anticipo por venta de ejemplares de Regeneración y se prepara para activar sus generosos trabajos en favor de la Revolución Social que ha emprendido el Partido Liberal Mexicano. Compañeros italianos y españoles componen este importante Grupo del que es Secretario el infatigable camarada Pedro Esteve.1

Los compañeros Obispo, Sierra,2 Guanter, Celeste, Pujol,3 Guardiola4 y Cayo Graco,5 de Cuba, Habana, nos enviaron once pesos, ochenta centavos para el fomento del movimiento libertario.

Los compañeros tabaqueros de San Francisco, han lanzado la excitativa a todos los trabajadores para declarar la Huelga General tan pronto como el primer soldado del Ejército Americano pise tierra de México. Esperamos que tan simpática idea será aprobada por los trabajadores de todo el mundo.

Solidarity,6 de New Castle, Pensilvania, reproduce íntegro nuestro Manifiesto a los trabajadores de todo el mundo.

Nuestro estimado colega El Internacional,7 de Tampa, Fla., reproduce el llamamiento a la solidaridad que hacen nuestros queridos compañeros de Milwaukee, Wis., y que nosotros reproducimos igualmente en este numero.8 Trae también un espléndido artículo en el que se demuestra que el Partido Liberal Mexicano es el único digno de ser ayudado por la clase trabajadora, porque es el único que está resuelto a rescatar la tierra para los campesinos y los útiles de trabajo para los obreros.

El último numero de L’Era Nuova,  de Patterson, N. J., ocupa más de una página en pro del movimiento del Partido Liberal Mexicano que tiene por lema: Tierra y Libertad. En el mismo colega vemos el anuncio de un mitin en pro de la Revolución del Proletario Mexicano.

John Kenneth Turner prepara otra gira de propaganda para celebrar mítines en San Francisco, Oakland, Berkeley, Alameda y otras importantes ciudades californianas. Dará conferencias, exhibirá vistas mexicanas en las que se demuestra el estado de miseria y de abyección en que se encuentra el proletariado por la avaricia del rico y la maldad del gobierno.

Los operadores de la San Elmo Cigar Co., de esta ciudad, nos enviaron con nuestro apreciable compañero Félix Vivas,9 trece presos, setenta y cinco centavos para los trabajos del Partido Liberal Mexicano.

Mother Earth,10 de Nueva York, publicado por los compañeros Emma Goldman11 y Alexander Berkman,12 trae en su numero correspondiente a este mes importantes trabajos en pro de la causa que sostiene el Partido Liberal Mexicano.

Cultura Proletaria¡Tierra!, The Jewish Worker,13  L’Era Nuova,  y otros muchos periódicos obreros hablan en favor de nuestra causa.

Hemos recibido cartas de compañeros ingleses, españoles, cubanos, americanos, judíos y de otras razas, alentándonos en nuestra obra de verdadera redención para el proletariado mexicano, y ofreciendo hacer un extensa agitación en todo el mundo en favor del trabajador mexicano en la actual Revolución.

Conque, compañeros mexicanos, arriba. No estamos solos.

Ricardo Flores Magón


1 Pedro Esteve. Catalán. Tipógrafo. Militó en el Arte de Imprimir barcelonés, grupo al que representó en el congreso madrileño del Pacto de Unión en 1891. En ese año realizó una gira por España con Enrico Malatesta. Marchó a Nueva York y asistió a la Conferencia Anarquista Internacional  de Chicago en 1893, donde presentó el trabajo “Apuntes sobre la situación española”. En 1901 se refugió en Tampa, Fla., de donde poco después  huyó por la represión patronal a una huelga tabacalera.  En marzo de 1911 publicó el folleto Reflexiones sobre el movimiento revolucionario de México y, en ese mismo año, organizó el Grupo Regeneración Pro-Revolución Mexicana de Tampa, Fla., que agrupaba sobre todo a españoles e italianos. Esteve organizó diversas colectas entre  los obreros de las fábricas de tabaco de Tampa, Fla. (como la Philadelphia, Rosa Española, El Carmen, la Flor de Cuba, La Trocha, El Naranjal y otras), en las que reunió fondos importantes para la causa del PLM (Tan sólo en julio de ese año juntó 360 dólares) En mayo de 1911, Esteve escribió el artículo “A los revolucionarios”, en el que hizo “un formal llamamiento á la solidaridad de los trabajadores conscientes en pro de la Revolución Mexicana.” El artículo se publica en L’Era Nuova de Paterson, N. J. y Cultura Proletaria, de Nueva York, y lo reproduce La Escuela Moderna de Valencia, España. Y en ese mismo año, Esteve publica en El Internacional de Tampa, un llamado a todos lo trabajadores para contribuir con la “revolución social” que se desarrolla en México. En ese momento mantiene una estrecha relación con Rafael R. Palacios, administrador de Regeneración, quien se distanciará de los hermanos Magón en 1914. A fines de 1911, Pedro Esteve se convierte en el editor del nuevo periódico Cultura Obrera, de Nueva York, órgano de la Unión de Fogoneros del Atlántico, agrupación de la que es secretario el español Jaime Vidal. Este periódico viene a sustituir a Cultura Proletaria, que desaparece en noviembre de 1911. Regeneración saluda efusivamente la aparición de Cultura Obrera, que “se ocupa ampliamente de la Revolución Social de México.” En 1912, Esteve emigró a Patterson, N. J., donde colaboró de manera anónima con L’Era Nuova. En ese año, Esteve polemiza con Luigi Galleani, el editor de Cronnaca Suvversiva acerca del carácter del movimiento revolucionario en México. Mientras el italiano sostiene que en México sólo se está dando una lucha por el poder y no una verdadera revolución igualitaria, Esteve apoya las tesis magonistas que afirman que el país está viviendo una auténtica revolución social.  El Grupo Editor de la Biblioteca La Internacional de La Coruña, España, edita el follero “Reflexiones” de Pedro Esteve. También fue colaborador del Boletín de la sociedad de impresoresMother EarthEl Despertar y Doctrina anarquista socialista, entre otros, y autor de: A los anarquistas de España y Cuba (1893); Reformismo, dictadura, federalismo (1922) I congresi internazionali (1900); Socialismo  anarquistaLa leyLa violenciaEl anarquismo y La revolución Social (Paterson, 1902).

2 Probable referencia a J. Serra, militante anarquista radicado en La Habana, colaborador cercano del grupo editor de ¡Tierra!, editado en la capital cubana. Participó en diversas colectas para el sostenimiento de la prensa ácrata internacional.

3 Se refiere probablemente a José Pujal Yllá. Anarquista catalán nacido hacia 1868. Dirigió temporalmente ¡Tierra! entre finales de 1911 y mediados de 1912. Mantuvo una estrecha relación con la JOPLM y emprendió labores de propaganda a favor de la revolución mexicana en Cuba, entre 1911 y 1914. Organizador del Grupo Regeneración Humana (La Habana), en 1913. El órgano impreso del PLM publicó una veintena de artículos suyos sobre la lucha revolucionaria, así como llamamientos a la solidaridad con el movimiento magonista. En 1914, promovió la causa de los liberales presos en Texas, desde las páginas del semanario El Dependiente (La Habana), y se encargó de remitir a la JOPLM los fondos recaudados por los periódicos Fiat LuxEl Dependiente y El Obrero Industrial.

4 Refiérese a José Guardiola. Militante anarquista y librero de origen catalán. Establecido en La Habana a comienzos del siglo XX. Desde 1906 se ocupaba de la distribución internacional de publicaciones ácratas, principalmente procedentes de España, en diversos puntos del continente americano. Asimismo, por su conducto se remitían libros y periódicos libertarios editados en Cuba a la península ibérica.

5 Cayo Graco, seudónimo inspirado en Cayo Graco Babeuf, empleado por un anarquista hispanocubano (aún no identificado) activamente involucrado en las labores solidarias con el movimiento magonista en Cuba. Entre 1911 y 1913 se dedicó a organizar mítines, conferencias y veladas en las que se propagaban las posturas políticas del PLM y se recaudaban fondos para el sostenimiento de Regeneración. Sus escritos de apoyo a la revolución mexicana fueron reproducidos por El Trabajo (Buenos Aires). Fue uno de los principales impulsores de la apertura de la suscripción en pro de Regeneración en las páginas de ¡Tierra! En 1913 se pierde el rastro de sus vínculos con la causa magonista.

6 Solidarity. New Castle, Pennsylvania; Cleveland, Ohio; Chicago, Illinois (1909-1917). Ben H. Williams, Ralph Chaplin, editores. Órgano de las asociaciones locales de la IWW. En 1918 fue reemplazado por el Defense News Bulletin.

7 El Internacional. Tampa (1906-1912). José Gil, director. Órgano de la Asociación Internacional de Tabaqueros de Tampa, vinculada a la American Federation of Labor.

8 Véase Rafael Romero Palacios, Artemio García Gallardo, Luciano López, Manuel Morero et al., “Solidaridad. A los revolucionarios y a los trabajadores de todo el mundo”, en Regeneración, núm. 35, abril 29, 1911.

9 Se refiere probablemente a Feliú Vivas, tabaquero y militante libertario de origen catalán establecido en California. Entre 1910 y 1912  participó en veladas y conferencias de propaganda a favor de la causa del PLM, organizadas por el Grupo Regeneración de Los Ángeles. En 1916 figuraba aún entre los contribuyentes habituales de Regeneración.

10 Mother Earth. “Monthly magazine devoted to social science and literature”.  Nueva York (1906-1917). Editores: Emma Goldman, Max Baginsky, Alexander Berkman, Hippolyte Havel. Entre sus colaboradores destacan: Leonard Abbot, Voltairine de Cleyre, Jay Fox, Harry Kelly. Se solidarizó con la lucha del PLM desde 1907, convirtiéndose en una importante plataforma para la difusión del magonismo en los medios ácratas de los Estados Unidos. Se trata de una de las más prestigiosas publicaciones anarquistas de la unión americana.

11 Emma Goldman (1869-1940). Militante ácrata y escritora feminista de origen lituano. Se estableció en Estados Unidos hacia 1885. A raíz de la tragedia de Haymarket, en 1886, se afilió al anarquismo. En Nueva York frecuentó los grupos libertarios en los que tenía gran influencia el anarquista alemán Johan Most. Desde comienzos del siglo XX destacó como oradora y se perfiló como una de las más influyentes figuras del anarquismo en Estados Unidos. En 1901 se le culpó de inspirar el atentado que le costó la vida al presidente William McKinley. Fundó la revista ácrata Mother Earth (Nueva York), en cuyas páginas expuso las principales preocupaciones políticas y doctrinarias del anarquismo; desde 1907, se solidarizó con la causa del PLM, defendiendo el carácter libertario de la misma. En el contexto del llamado red scare, en 1917, fue procesada por hacer propaganda contra la guerra y el servicio militar obligatorio. Expulsada de los Estados Unidos un par de años después, se estableció brevemente en la naciente Unión Soviética junto con su compañero sentimental, Alexander Berkman. Se refugió en Francia y posteriormente en Canadá. En 1936 hizo propaganda en favor de los anarquistas que combatían en la guerra civil española. Murió en Toronto.

12 Alexander Berkman (1870-1936). Militante anarquista de origen lituano. Emigró a los Estados Unidos en 1888, estableciéndose en Nueva York, donde se vinculó estrechamente con la comunidad ácrata alemana. En 1892, en represalia por el asesinato de obreros con que se resolvió la huelga de Homestead, atentó contra el empresario siderúrgico Henry Clay Frick. Fracasó, pero fue condenado a 22 años de prisión. Al salir de la cárcel participó en la fundación de la revista Mother Earth, junto con Emma Goldman. En 1916 fundó el periódico anti militarista The Blast (San Francisco). Fue deportado a Rusia en 1919 donde permaneció hasta 1922. Huyó posteriormente a Francia, perseguido por el incipiente régimen bolchevique. Se quitó la vida en 1936.

13 The Jewish Worker. Se refiere probablemente al periódico Der yudisher arbayter. Viena, Austria. (1903-1925), principal exponente del socialismo sionista en el imperio Austro-Húngaro.  Puede referirse también al periódico homónimo fundado en Vilna, Lituania en 1896; órgano de la General Jewish Labor Bund.

Nada hay tan respetable como la ley para los patrioteros maderistas. Bueno, pues si son tan respetuosos de la ley ¿por qué no arrojan noramala a Francisco I. Madero?

Madero no es mexicano y no puede ser, conforme a esa ley que tanto aman los pobres maderistas, Presidente de la República. Madero, según confesión de su hermano Gustavo en Nueva York, nació en París, Francia.

Según la ley mexicana, todo aspirante a verdugo del pueblo debe ser mexicano de nacimiento.

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Cuatro gatos de los que acompañaron a Antonio I. Villarreal a reunirse con los maderistas de Ojinaga dicen muy ufanos: “Si los antirreleccionistas (maderistas) triunfan habremos triunfado asimismo liberales, socialistas y todos los amantes del progreso…”

Esos pobres diablos deberán decir: si los anti-reeleccionistas triunfan, todos los que queremos vivir haciéndola de Diputados, Jueces, Gobernadores y demás canallas, triunfaremos también.

Allá ellos. Los que no queremos puestos públicos, nos conformamos con ganar para todos Pan, Tierra y Libertad.

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Hemos descubierto que son ya doce los hombres que ha fusilado Antonio I. Villarreal. Que dé Villarreal los nombres de esos infortunados.

Hay vehementes sospechas de que los asesinados por Villarreal, fueron liberales. Pero que no firmen como testigos los esbirros que lleva bajo sus órdenes, pues el testimonio de esos individuos nada vale, desde el momento en que hacen causa común con el maderismo.

Simplemente necesitamos los nombres de las víctimas.

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Victoriano Agüeros, el dueño del periódico clerical El Tiempo , es maderista. Queda probada una vez más la ayuda que el clero da a Madero, quien se ha comprometido en actos públicos de gran importancia, a proteger al clero.

Recuérdese que el clero de Puebla celebró misas a favor del “Provisional”.

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Un corresponsal americano pasó al campamento de Francisco I. Madero cerca de Ciudad Juárez. Allí encontró al bandido Francisco Villa, a Orozco, al filibustero Garibaldi,1 a la mujer del “Provisional”, al padre de éste y a sus hermanos Alfonso, Gustavo y Raúl. Después de hablar con tan interesantes personajes, volvió a El Paso el dicho corresponsal a hablar horrores del tal Francisco Villa. Este individuo declara abiertamente que no lucha por ningún ideal, que él lucha por hacerse rico y nada más. Este bandido es, según veo en un mensaje que tengo a la vista, el mejor apoyo que tiene Madero, quien le consiente todas sus tropelías. Por eso se ve qué gentecilla anda con Madero.

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¡Paz! Está gritando Madero al darse cuenta de que el elemento liberal gana terreno.

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Varios de nuestros compañeros que fueron villanamente desarmados por Francisco I. Madero en Guzmán, Chihuahua, dicen que cuando ya estaban desarmados se presentó ante ellos el dictadorcillo  y les dijo con su vocecilla de marimacho: “ustedes los liberales no son más que unos bandidos, que no quieren otra cosa que quitarnos la tierra a los ricos; pero de hoy en adelante declararé la guerra a todos Uds.”

Poco a poco, Maderillo: los verdaderos bandidos son los burgueses. Los liberales no somos otra cosa que el brazo de la justicia que dará a los desheredados lo que es de ellos.

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“Cara de Hígado” y los negreros que el pueblo conoce con el nombre de “re-enganchistas” están con el rabo entre las piernas porque ya se descubrió que reciben dinero del Cónsul Mexicano para atacar al Partido Liberal.

Se dice que “Cara de Hígado” debe una muerte en México y que no ha sido extraditado porque cuenta con el apoyo del Gobierno.

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Muchos de los que firmaron protestas contra la Junta Organizadora del Partido Liberal Mexicano, están ya arrepentidos de  haberlo hecho.

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El maderista Licenciado Martín Casillas y otros muchos, entre ellos el tránsfuga Villarreal, andan diciendo que son liberales para arrastrar a los inconscientes. Casillas tiene la manía de los Manifiestos en los que siempre habla del “Gran Partido Liberal,” de la necesidad de unirse con el maderismo para que, palabras textuales, “sean una verdad jurídica el Sufragio Efectivo y la No Reelección.”

¿Conque para tan poca cosa hay que unirse al déspota Madero? Francamente ya chocheas, Casillas. Sólo los ratones, las cucarachas y las polillas pueden alimentarse con boletas electorales.

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Los maderistas se están entregando a toda clase de excesos en algunas de las poblaciones que desgraciadamente caen en su poder. En cambio, los liberales tratan a las mujeres, a los ancianos y a los niños con toda corrección, como que los liberales luchan por redimir a la humanidad de los dolores que la atormentan, mientras los maderistas no son otra cosa que esbirros del segundo tirano de México, el chato Madero.

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Que salga un payaso y diga: elevadme y os haré dichosos y ahí tendréis a los hombres rompiéndose la crisma por ponerse el yugo. Que salga un hombre sincero y diga: ¿qué hacéis rompiéndoos la crisma? Con el mismo esfuerzo y el mismo sacrificio con que ponéis sobre vuestras nucas el yugo de un nuevo amo, podéis arrebatar de las manos de los ricos la tierra y maquinaría para que sean de todos: ¡manos a la obra! Entonces el rebaño volteará los lomos… y seguirá al payaso.

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El apreciable compañero Gregorio Rodríguez,2 de Corona, California, nos dice “Compañeros, hay una nueva por aquí que creo no ha llegado a sus oídos. Se dice que Paulino Martínez va a hacer un viaje por el espacio en ‘burroplano’ con el fin de descubrir otro mundo para darles la tierra a los que se las ha vendido.”

En efecto, tal vez estén en el planeta Marte las tierras que tiene que entregar Martínez al vencerse el 30 de junio del corriente año.

Ricardo Flores Magón


1 Refiérese a Giuseppe Garibaldi (1879-1950). Hijo del unificador de Italia. Tras una estancia en Panamá, se estableció en Chihuahua donde se unió a la rebelión maderista, en cuyas filas alcanzó el grado de coronel. En 1912 se desempeñó como agente de Madero en el extranjero, y se ocupó a su regreso de combatir la rebelión orozquista. Tomó parte en la guerra greco-turca de 1913 y al año siguiente se unió al ejército italiano que combatía en la primera guerra mundial. Opositor de Mussolini, se exilió en Estados Unidos, donde murió.

2 Gregorio R. Rodríguez. Residente de Corona, California Miembro del PLM. Mantuvo vínculos con Regeneración de1911 a 1918. Promovió la defensa de Margarita Ortega y Rosaura Gortari.

El sábado 22 de este mes pusimos telegramas a todos los Grupos Regeneración solicitando fondos. La oficina de telegramas nos informa que algunos de los telegramas no fueron entregados porque no se encontraban los destinatarios en los lugares a donde fueron dirigidos.

El Partido Liberal Mexicano necesita fondos con urgencia, y por eso los hemos solicitado por telégrafo.

Madero flaquea; Madero está ya en componendas con el enemigo; Madero trata de rendirse.

En estos momentos, a los liberales nos corresponde hacer un esfuerzo supremo para avivar la tremenda contienda. Que se rinda Madero y su gentecilla: los liberales debemos quedar en pie, activos, desafiadores, formidables, resueltos a llevar esta lucha hasta el fin; la expropiación de la tierra y de la maquinaria, para que todos y cada uno de los habitantes de México gocen de verdadera libertad. No hay que olvidar que no habrá justicia, no habrá paz sino hasta que los pobres hayan tomado posesión de la tierra y de la maquinaría.

Compañeros: responded al llamado. Enviad fondos para activar el movimiento netamente liberal, el de la Bandera Roja.

Mientras Madero y los suyos celebran sus conferencias de paz, los liberales deben seguir la contienda. Nosotros no reconocemos ni reconoceremos esos tratados de paz. Los desheredados no podemos entrar en componendas con nuestros verdugos. Todo o nada, debemos decir. Tierra y Libertad o muerte, debemos gritar.

Y que nuestro grito llegue a todas partes, que nuestro grito sea oído por todos los pobres de la tierra, que nuestro esfuerzo no sólo merezca el aplauso de los desposeídos de todo el mundo, sino la ayuda material de los mismos.

Madero ve con espanto que el Partido Liberal hace progresos y prefiere hacer causa común con el despotismo de Díaz para aplastar al Partido Liberal.

Según parece ya se conforma Madero con ser Vicepresidente, y Vázquez Gómez, el mocho, tiene ofrecida la cartera de Gobernación. Se están ya repartiendo lo empleos los pro-hombres del maderismo en combinación con Díaz.

En vista de todo esto, enviamos los telegramas a los Grupos “Regeneración.” Urge la ayuda de todos, pertenezcan a Grupo o no.

Madero está haciendo uso libremente del telégrafo y del Correo con el consentimiento del Dictador, para invitar a la paz a todos los que andan con las armas en la mano.

No hay que dar treguas; no admitamos armisticios. Esas treguas solamente sirven para dar fuerza al enemigo.

Compañeros mexicanos y compañeros de todo el mundo: apresuráos a ayudarnos. La Revolución Social necesita vuestro apoyo.

Ricardo Flores Magón

Un atentado que merece la más enérgica censura ha sido cometido en la persona del compañero Antonio de P. Araujo, Secretario de la Junta Organizadora del Partido Liberal Mexicano. El mismo atentado ha sido cometido en la persona del compañero Norberto Amador,1 vecino de Calexico, California.

La Junta tuvo conocimiento por medio de la prensa americana, de que se habían cometido algunos abusos por los rebeldes liberales de la Baja California. A investigar lo que hubiera de cierto en lo dicho por la prensa, salió el compañero Araujo. Se decía que esos abusos habían sido cometidos en el Rancho de L. Little, del cual es administrador el Sr. W. W. McCarty, y que los que cometieron los abusos eran compañeros de los que componen la Segunda División del Ejército Liberal en la Baja California.

Araujo llegó a Calexico y pidió una entrevista al apreciable editor del periódico Calexico Daily Chronicle. La hora de la cita era las once de la mañana del sábado 29 de abril, Araujo, guiado por el valeroso y sincero compañero Norberto Amador, llegó en un carruaje a las oficinas del simpático colega, pero viendo que faltaban algunos minutos para que se llegase la hora de la entrevista, pues serían las diez y cuarenta minutos de la mañana, dejó el carruaje a puertas de la oficina y dio algunos pasos adelante con el compañero Amador para matar tiempo. Poco habían andado nuestros compañeros, cuando fueron alcanzados por el cabo O´Dell, de la guarnición americana de Calexico, quien los arrestó y los condujo ante un tal Wm. Shunk que parece que es quien capitanea los soldados del gobierno americano. Shunk dijo a nuestros compañeros que estaban arrestados y serían detenidos por diez o quince horas por haber violado una orden dada por el General americano Bliss. Cuál sea esa famosa orden, no se sabe; lo que se sabe es que se cometió un atentado con nuestros compañeros. Sí, se ha cometido un atentado que no tiene nombre, porque nadie tiene derecho para impedir que una o dos personas den un paseo a cualquiera hora del día o de la noche.

El compañero Amador salió en libertad el día 2 de este mes; pero Araujo está aún en la cárcel, porque dicen los soldados, “es un revolucionario”.

La Constitución de este país declara que nadie debe ser molestado sin razón, y, dice algo más la ley: que para arrestar a alguna persona, es preciso obtener previamente de algún juzgado una orden de arresto.

Ninguna orden de arresto fue sacada para detener a nuestros compañeros. Se les arrestó, pues, pisoteando la ley. Y fueron los soldados, esto es, los que se dicen sostenedores de las leyes, los que la pisotearon.

Abrid los ojos, adoradores de la ley: la ley es un trapo del suelo para los gobernantes y sus esbirros. La ley burguesa es instrumento de opresión y no lábaro de libertad como lo creen los ciegos.

El compañero Araujo no ha cometido delito alguno. Llevaba una misión de amistad y de concordia. Iba a investigar si era cierto que se habían cometido atentados como decía la prensa, atentados que, por lo demás no se han cometido, como lo declara solemnemente el Sr. W. W. McCarty, quien alaba la decencia con que nuestros compañeros tratan a los habitantes de la región conquistada por las armas liberales.

De hoy en adelante, no sabemos qué ocurrirá en la Baja California. Los liberales que están sobre las armas se muestran sumamente indignados con el mal comportamiento de la milicia americana, y es tiempo de evitar algún disgusto con los residentes americanos de la Baja California, poniendo a Araujo en absoluta libertad. ¿O es que se intenta, persiguiendo a los miembros de la Junta, provocar el enojo de las fuerzas liberales para que traten mal a los americanos residentes en México y encontrar en ello un pretexto para que los soldados de los Estados Unidos intervengan en nuestros asuntos?

Hacemos esfuerzos poderosos para apaciguar los ánimos de los compañeros de México tan justamente indignados por los atropellos de los que somos objeto los miembros de la Junta Organizadora del Partido Liberal Mexicano; pero parece que las autoridades americanas están provocando conflictos que darían malos resultados para todos.

Piense bien Taft en lo que hacen sus servidores los soldados, los detectives, las autoridades federales, y aun los Cónsules mexicanos que son los que intrigan para que los revolucionarios no podamos trabajar con desahogo contra la opresión del Gobierno y del Capital en México. Hay muchos residentes americanos en México, cuyas vidas se verían en peligro si se provocase una indignación general en todo el país por los ultrajes de que se nos hace víctimas a los revolucionarios.

El deber de Taft es ser neutral en esta contienda. Que retire sus tropas de la frontera mexicana y que ordene a sus sirvientes que se nos trate con decencia a los revolucionarios.

Araujo continúa preso, a pesar de que se le dijo que estaría arrestado solamente diez o quince horas. Se le tiene en un indecente calabozo, verdadera mazmorra donde abundan los piojos, y está absolutamente incomunicado.

La burguesía no quiere que seamos libres; pero lo seremos a pesar de todo. La burguesía de los Estados Unidos es la que empuja a Taft a cometer esas barbaridades.

Y este es el país de las libertades. Y todavía se dice que el gobierno es el encargado de velar por el orden. Vanas palabras; no habrá orden, sino hasta que todos sin excepción, tengan asegurado el derecho de vivir.

Ricardo Flores Magón


1 Norberto Amador. Residente de Mexicali, B. C. Arrestado por soldados norteamericanos junto con Antonio de Pío Araujo en Caléxico, California, el 29 de abril de 191 cuando se dirigían a entrevistarse con el director del Calexico Daily Chronicle. Fue liberado el 2 de mayo. Mantuvo contacto con  Regeneración hasta septiembre de 1914.

Mientras los valientes se baten, Madero y Díaz regatean como dos mercachifles el precio de la paz. Veinte millones de pesos pide Madero para rendir las armas, aparte de empleos y posiciones más o menos encumbradas para sus favoritos. En cuanto a los simples soldados maderistas, se les refundirá en los cuarteles de la Dictadura.

¿Pero qué sucede que no se levanta una tempestad de protestas contra ese criminal tráfico de la libertad y de la vida de los hombres? ¿Qué se espera para no dirigir las bocas de los fusiles contra Díaz y contra Madero igualmente? ¿Ha hecho bancarrota la vergüenza? ¿Se ha declarado en quiebra la dignidad?

Miles de tumbas, frescas aún, guardan los mortales despojos de los que empuñaron el rifle para conquistar el bienestar y la libertad. Pensad, mexicanos, en que esos hombres se han sacrificado para romper las cadenas que os hacen esclavos. ¿Permitiréis que toda esa sangre, que el dolor de las viudas y el hambre y desamparo de los huérfanos sirvan para que Francisco I. Madero se embolse veinte millones de pesos? ¿Tendréis todavía fe en la honradez de la burguesía?

Cansado estoy de repetiros, mexicanos, que los intereses de la clase capitalista y los intereses de la clase trabajadora son diametralmente opuestos. Cansado estoy de repetiros que si es necesario que haya derramamientos de sangre, como no cabe duda de que lo es, hay que sacar de esos sacrificios la mejor ventaja posible, y esa ventaja no debe aprovechar a unos cuantos sino a todos y cada uno de los habitantes de México, hombres y mujeres.

Pero os deslumbra el dinero de la burguesía; se os ha educado para admirar a los que por su instrucción, por su dinero y por sus artimañas logran convertiros en escalera para aplastaros después con su peso. Abrid los ojos.

Cuando indignado por las maldades del ambicioso Francisco I. Madero, llamé a ese bandido traidor de la causa de la libertad, llovieron sobre mí insultos, calumnias, amenazas de muerte… El tiempo se ha encargado de darme la razón; los hechos mismos han venido a demostrar que de mi parte estaba la verdad y que mis ataques contra Madero y la burguesía son justos.

¿Qué tenéis que decirme ahora? ¡Abrid la boca, miserables insultadores si todavía tenéis palabras con qué defender a vuestro amo!

Mexicanos, aún es tiempo de salvarnos todos. Conquistemos la libertad económica, que esa es la base de todas las libertades. Levantémonos como un solo hombre contra Díaz y contra Madero, representantes netos del capitalismo y del autoritarismo y no depongamos las armas, tengámoslas en nuestros puños hasta que el reinado de la igualdad social sea un hecho, esto es, hasta que hayamos acabado con el llamado derecho de propiedad individual.

La traición de Madero es manifiesta: los generalillos maderistas y los soldados del llamado Ejército Libertador, que es el de Madero, están ya recibiendo paga de Díaz, así como provisiones. El General Navarro da las provisiones para los hombres que están con Madero. ¡Veneno les había de dar ya que no saben ser dignos!

La Bandera Roja, entretanto, continúa la lucha. La Bandera Roja no admite componendas. Agrupáos, hermanos desheredados, alrededor de nuestra querida enseña que lleva inscriptas estas bellas palabras: ¡Tierra y Libertad!

Ricardo Flores Magón

La importante revista socialista que se publica en Chicago, The International Socialist Review,1 en su edición correspondiente al presente mayo, trae traducido al inglés el llamamiento2 que figura a la cabeza  de los cupones que estamos distribuyendo para que los firmantes los que deseen ayudar al Partido Liberal Mexicano.

¡Tierra!, de la Habana, en su último número reproduce nuestro Manifiesto a los trabajadores de todo el mundo,3 y la mayor parte de sus columnas hablan de la lucha de clases emprendida por el Partido Liberal Mexicano. Además, el Grupo ¡Tierra! organiza con actividad un mitin de solidaridad en favor de los revolucionarios mexicanos que luchan por Tierra y Libertad. ¡Tierra! ha abierto en sus columnas una subscripción a favor de los revolucionarios mexicanos. Este ejemplo debería ser imitado por toda la prensa obrera.

La Voz del Dependiente,4 periódico sindicalista de La Habana, abre una subscripción en sus columnas a favor de los revolucionarios liberales de México.

— The Prolocutor,5 de Garden City, Kansas, publica una enérgica protesta contra el envío de tropas americanas a la frontera de México, y reclama que sean retiradas esas tropas. Un gran número de personas de Garden City firmaron ese importante documento.

— La Batalla,6 es el nombre de un nuevo colega. Se publica en La Habana, en su número dos, pues el primer número no lo vimos, hace un llamamiento a la solidaridad de la clase trabajadora para que nos ayuden en la ardua empresa de hacer tabla rasa con toda clase de privilegios en México y podamos los liberales establecer el imperio de la verdadera igualdad. Bueno sería que el apreciable colega correspondiese al cambio que hemos establecido con él, y que abriese también una subscripción en sus columnas.

— Solidarity,  órgano I. W. W., de New Castle, Pa., habla de la traición del ambicioso Madero y dice: “Los trabajadores mexicanos deben preferir morir cuanto antes en las trincheras, que morir de hambre y de excesivo trabajo en su condición de esclavos. Una “elección honesta” es la mejor solución del actual conflicto armado en México para los intereses la Compañía de Wall Street Díaz-Madero; pero es la más peligrosa ilusión de los rebeldes.”

— L’Era Nuova,  trae bastante material dedicado a la Revolución. Este colega se distingue entre los buenos amigos del Partido Liberal Mexicano.

— Cultura Proletaria, como siempre simpático, reproduce el Manifiesto de la Junta.

—La Liberal League for Mexican Freedom, cuya dirección es 2124 California St., San Francisco, California, celebra sus mítines a favor del Partido Liberal Mexicano el segundo y cuarto martes de cada mes, a las ocho de la noche, en el Jefferson Hall. El lema de esta simpática liga es: “Tierra y Libertad para todos.”

—La Unión de Pintores, de San Francisco, ha dado veinticinco pesos para la causa.

— The Industrial Worker,7 órgano I. W. W., de Spokane, Wash., está listo para ayudar a la causa.

—El Circolo de Studi Sociali, de Vancouver, Columbia Británica, Canadá, trabaja activamente por arreglar un mitin en favor del movimiento liberal. Este importante Círculo, en combinación con las Locales inglesa y rusa de la I. W. W., hacen los arreglos necesarios.

—Los compañeros de Montreal, Provincia de Quebec, Canadá, responden al llamamiento que hicimos en nuestro Manifiesto, y nos envían la suma de ocho pesos, diez centavos, ofreciendo seguir ayudando para la Revolución Social. El compañero E. Méndez, envió el dinero en nombre de los demás.

—Los compañeros de Barre, Estado de Vermont, nos envían la suma de veintinueve pesos, cuarenta y cinco centavos, de una colecta que se hizo del modo siguiente: Isidoro Arnáiz, $5; Primitivo Esterán,8 $4; José Dieguez, $1; Joaquín Barquín, $1; Basilio Barquín, $1; Nicanor Aja, $.50c; Valentín Usle, 50c; Segundo Barquín, 50c; A. Langre, 50; J. Langre, 50c; M. Gómez, 50c; A. Sanguinetti 50c; Luigi Cassi, 50c; Frutoso, 50c; Antonio Labraña, 50c; A. Aja, 50c; Juan Canales, 25c; M. F. Canales, 25c; Francisco García, 25c; Luciano Peña, 25c; Secundino Lavín, 25c; E. Alonso, 25c; Miguel Gómez, 25c; Aurelio Gómez, 25c; Gerardo Gómez, 25c; Emilio Acevedo, 25c; Manuel Diego, 25c; C. Concha, 25c; Pedro Mier, 25c; Antonio Diez, 25c; Aniceto Puente, 25c; A. Vila, 25c; (todos estos compañeros son españoles) Los compañeros que siguen, son italianos: D. P. Peduzzi, 25c; E. Semprebo, 10c; Serrjevi, 25c; B. Bussolni, 25c; P. Diregibus, 25c; Attilio F., 25c; Giuseppi Pusset, 25c; G. Yerrar, 25c; C. Bordozoto, 25c; G. B., 25c; A. Bermemt, 25c; C. Biarch, 25c; C. Affuito, 25c; V. Comolt, 25c; G. Toszi, 25c; A. Cerdini, 25c; A. Pedurzi, 25c; S. Calvi, 25c; L. Rirolto, 25c; E. Eunop, 25c; Yare Teh, 25c; Joaquín Gonz, 25c; F. Sassi, 25c; G. Dinso, 10c; G. Manluth, 10c; E. Guanzini, 15c; S. Ttoct, 10c; Efisio N., 15c; Antonio Rivone, 20c; G. Vicart, 15c; b. Berardo, 15c; R. Gómez, 5c; C. Boltl, 10c; Anselmo F. 10c; Jacinto Palte, 10c; G. Rill, 15c; C. Antonitti, 15c; I. Gionon, 10c; El apreciable compañero Primitivo Esterán nos explica que por un error en la suma dejó de enviar 45 centavos que los enviará en una próxima remisión.

—Nuestros compañeros italianos, españoles y cubanos, de Tampa, Florida, nos enviaron la suma de sesenta y cuatro pesos. Dichos compañeros se han propuesto enviarnos semanalmente tanto como pueda cada uno, hasta que cada uno haya donado la cantidad necesaria para comprar un solo y excelente rifle para los compañeros que andan en la guerra, siendo los compañeros contribuyentes los que siguen: V. Scaglione, $14; G. Scaglione, $6; G. Perricone, $1; G. Pensato, $1.25; Ciro Bruno, $3; F. Fernández, 25c; P. Scaglione, $4; G. Canamo, $4; F. Navas, $1; Juan Hernández, $1; S. Guerrieri, $3; G. Cagnino, 50c; G. Castellano, 50c; D. Lupo, $1.50; P. Bonino, $1; F. Castellano, $1; A. Folki, $2; F. D. Bono, $2; R. Vilchis, $1; A. Candelas, 75c.; G. Di Bona, 50c; G. Favata, $1; A. Mortellaro, $1; A. Letto; $1; Juan Torres, $1; M. Suárez, $1.50; A. D’Angelo, $1; P. Ficarrota, $2.50; A. Di Bona, $1; G. Costo, $1.50; V. Ferrer, $2; Victorio Casals, 25c.

—John Kenneth Turner ha comenzado a dar sus conferencias en pro de la Revolución Mexicana. La primera conferencia ha sido celebrada en Berkeley, California, el día 4 de este mes.

Como ven los compañeros mexicanos, no estamos solos en nuestra guerra contra el Capital y la Autoridad. De nuestro lado están todos los oprimidos del mundo, de nuestro lado están todos los asalariados que pueblan la tierra, porque nuestra causa es la causa de todos los desheredados del universo.

No son los capitalistas los que nos ayudan: son los pobres de todas las razas los que nos dan la mano poque el Problema que vamos a resolver en México los mexicanos, es el mismo Problema que van a resolver en muy poco tiempo en todas las naciones del mundo los trabajadores. Ese Problema, oídlo bien, es el del Hambre.

Conque, compañeros mexicanos haced esfuerzos inauditos por ayudar también, ya que todas las razas se unen para ayudar al proletariado mexicano a conquistar su libertad, libertad que no depende de la boleta electoral, sino del hecho de tener la tierra y la maquinaria para el disfrute de todos, de todos sin excepción.

Ricardo Flores Magón


1 The International Socialist Review. Chicago, Ill. (1900-1918) Charles H. Kerr, editor. Colaboradores: Charles Abbot, Clarence Darrow, Eugene V. Debs, Jack London, Upton Sinclair, entre otros. Revista mensual. Publicación señera del radicalismo norteamericano, le dio seguimiento a los avatares del movimiento obrero en los Estados Unidos, mostrándose a favor del sindicalismo revolucionario encarnado por la IWW. Le dio cobertura a la situación de México y a las luchas contra la dictadura desde 1908. En sus páginas se publicó por entregas, en 1909, el reportaje Barbarous Mexico, de John Kenneth Turner. Dejó de publicarse debido al acoso ejercido por el gobierno de Woodrow Wilson, a partir del ingreso de Estados Unidos a la primera guerra mundial.

2 Véase, “Cupón de adhesión a la Junta Organizadora del Partido Liberal Mexicano”, en Regeneración, núm. 26, febrero 25, 1911, entre otras fechas.

3 Véase JOPLM “Manifiesto a los trabajadores de todo el mundo”, suscrito el 3 de abril de 1911, en Regeneración,  4ª época, núm. 32, abril 8, 1911. Reproducido en el semanario anarquista ¡Tierra! (La Habana), núm. 393, abril 22, 1911.

4 La Voz del Dependiente. “Órgano defensor de los dependientes de café, fondas, restaurantes, hoteles y cocineros de la isla de Cuba”. La Habana (1907-1911). Fue continuado por El Dependiente.

5 The Prolocutor. Garden City, Kansas. (1909-1911). S. Oakford, editor. Semanario de orientación socialista.

6 La Batalla. “Periódico anarquista de propaganda revolucionaria”. La Habana (1911). Semanario anarquista del que, al parecer, sólo salieron a la luz dos números.

7 The Industrial Worker. “The voice of revolutionary unionism”. Jolliet, Ill., Spokane, Wash., (1906-…) Principal órgano de la IWW en la costa oeste de los Estados Unidos. Editor fundador: A. S. Edwards. Colaboradores: Eugene V. Debs, Daniel DeLeon, Jack London, Covignton Hall, Bill Haywood, entre otros. A partir de 1909 empezó a publicarse en Spokane. Defensor de la libertad de expresión y promotor del sindicalismo revolucionario, se involucró en la propaganda a favor del PLM entre 1910 y 1913, en virtud del impacto que tuvo la lucha magonista entre los afiliados a la IWW en el suroeste de Estados Unidos.

8 Primitivo Esterán. Español. Residente en Barre, Vermont. Agente de Regeneración en esa población de 1911 a 1917. Contribuyó con fondos para el periódicos, a través de colectas entre los obreros de Barre y poblaciones aledañas.

Francisco I. Madero está perdiendo la chaveta. Disgustados sus soldados de los sucios arreglos que el Chato está celebrando con la Dictadura, están desertando en gran número y pasándose a este lado de la frontera. Espantado el Chato, ha expedido la siguiente “orden”, que por lo curiosa, la reproduzco. Oído al parche:

“A los soldados del Ejército Libertador: He sabido que algunos han pasado al lado americano, lo cual es una grave falta, puesto que desertan de la filas del Ejército Libertador, en momentos de suprema importancia. Además de la falta de patriotismo que esto significa, quiero llamarles la atención sobre los perjuicios que les resulta por la razones siguientes:

“1º Como desertores del Ejército Libertador, no podrán volver a México al triunfo de la  revolución, sin sufrir la pena de cinco años que tienen los desertores.

“2º Ya sea que triunfe la revolución o que se celebre algún tratado de paz, con desertar pierden derecho para los haberes que les corresponden por el tiempo que han andado en la guerra, según mi decreto núm. 1.

“3º A muchos de los que han pasado al lado americano los han recogido en la oficina de inmigración, y como no cumplen con los requisitos que exige la ley en Estados Unidos, van a ser devueltos a territorio nacional, pero los devolverán por C. Juárez, así es que serán hechos prisioneros por el Gral. Navarro, o bien tendrán que aceptar servir en las filas federales.

“Les ruego a todos  los soldados tomen en consideración las anteriores cláusulas, a fin de que en cumplimiento de sus sagrados deberes no se muevan de su campamento ni pasen al otro lado.

“SUFRAGIO EFECTIVO. NO REELECCIÓN.

“El Presidente Provisional de los Estados Unidos Mexicanos.

FRANCISCO I. MADERO.”

Conque, ya lo saben los desertores maderistas: quedan desterrados de México, a menos que se resignen a sufrir un encierro de cinco años en San Juan de Ulúa o en algún otro presidio que mande edificar el “amigo” de la libertad Don Francisco I. Madero.

¿Qué diferencia hay ente un “voluntario” maderista y un “voluntario” federal?

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Dice un periódico que por noticias que llegan de la ciudad de México, la paz será un hecho, porque habrá tres Ministros maderistas y 14 Gobernadores de los Estados no menos maderistas que los tres Ministros, y agrega el periódico: “Ojalá fuese verdad tanta belleza”.

Resultado: que el pueblo habrá servido una vez más de carne de cañón para darse el gustazo de tener tres Ministros maderistas, y catorce Gobernadores también maderistas.

Pero no, compadres; la clase trabajadora está abriendo los ojos y no terminará esta contienda sino hasta que los campesinos se hayan apoderado de la tierra y los obreros, de la maquinaria.

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¡LISTA NEGRA! Con esto amenaza Paulinillo a los que no paguen la subscripción de su papasal democrático.1 Los pobres deben dejar sin pan a sus familias para darle dinerillos, y si no lo hacen así, aparecerán sus nombres en la LISTA NEGRA y serán tratados como a desdichados fulleros.

No se conforma el explotador con los miles de pesos que le regala su amo “Provisional” para que me insulte, me difame y me calumnie: mete las uñas mugrosas en los bolsillos de los pobres, y si no halla los deseados centavos, ahí está la “lista negra”.

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Dice Madero a un reportero: “Decid al pueblo de los Estados Unidos que nuestro triunfo (de los maderistas) será completo. Los intereses monetarios de los Estados Unidos nada tienen que temer… y los americanos que tienen capitales invertidos aquí (en México) Recibirán MAYORES UTILIDADES.”

En resumen, México seguirá siendo una jauja para los explotadores del trabajo humano, pues RECIBIRÁN MAYORES UTILIDADES que las que han obtenido bajo el dominio de Porfirio Díaz, y como esas utilidades se sacan pagando salarios de hambre a los trabajadores, valiente lucha hacen los que se están descrismando por llevar a la Presidencia al “amigo del pueblo, el Ciudadano Madero”.

Nada; ¡a reunirse todos los desheredados bajo la Bandera Roja del Partido Liberal Mexicano!

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Dijo también Madero al mismo reportero: “Nuestra amistad con los Estados Unidos es bastante intensa y desearíamos que se conservase en las condiciones en que se encuentra actualmente.”

Actualmente México se encuentra tutoreado de hecho por el Gobierno de los Estados Unidos. Nada se puede hacer en México, sin contar con el consentimiento de los grandes banqueros americanos. ¡Y a esta humillante situación la llama amistad el payaso de la boleta electoral!

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La mamá de Juan Sarabia2 no se fue a México, porque los imbéciles artículos de Antonio I. Villarreal poniendo en los cuernos de la luna al pobre Juanito y dando a entender que Sarabia era el elemento más importante con que contaba la Revolución, para de ese modo captarse la estimación del héroe, dieron por resultado que Díaz tuviese miedo de dejar al mártir en libertad y le negó la libertad preparatoria. La mamá de Juan ya no tuvo a qué ir, y el dinero que por medio de Regeneración se recaudó para ella,3 le ha estado sirviendo para mantenerse y mandar, ella misma, mensualidades a Juan. Todo el dinero que se recaudó para ella fue a dar a su poder, como ella misma puede decirlo a las personas que tengan a bien preguntárselo.

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La verdad ante todo, Juanito Sarabia redactó el Programa del Partido Liberal; muy cierto es eso. Pero lo escribió cuando ya habíamos discutido sus puntos el mismo Juanito, mi hermano Enrique y yo, en la cárcel de Belem, México, el año de 1903 cuando estuvimos presos por haber atacado a los Magistrados del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal y por nuestra vieja irreverencia a los poderosos de la tierra.4

Después escribí un artículo en el periódico El Colmillo Público,5 de la ciudad de México, firmado con uno de mis seudónimos, Anakreón, excitando a los liberales a secundar lo dicho en ese artículo en que exponía yo los principales puntos del Programa.6 La excitativa fue secundada. Centenares de compañeros enviaron su adhesión y sugirieron nuevos puntos, y así fue como se hizo el Programa.

No me quiero ganar la gloria: simplemente aclaro hechos, ya que por ahí andan queriendo hacer aparecer como autor del Programa a Juanito, y los que echan a volar esas noticias son los encarnizados enemigos de la causa y míos.

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Nada, Paulinito, confiesa que estuviste preso por robo. Te daré más señas por si acaso es flaca tu memoria: acuérdate que fracturaste la puerta que daba para la sacristía de una iglesia católica y que te armaste con todo lo que encontraste a la mano; copones, vestiduras de clérigos, custodias y algunos otros objetos.

Esta refrescadita de memoria es necesaria, olvidadizo Paulinito.

Paulinito: te quedan dos meses escasos para que entregues esos famosos acres de tierra virgen, que has vendido en combinación con tu amo Madero. El 30 de junio se vence el plazo. Te lo recuerdo porque eres bastante olvidadizo. Pero acércate y dime al oído: ¿dónde demonios están esos terrenitos?

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El periodiquín de Paulinito regala a sus pocos lectores una caricaturilla en que se ve al Excelentísimo Chato a caballo, hecho un charro. Tiene lazado un tronco en que se lee: Díaz-Dictadura, y se ve el tronco quebrantándose, pero dejando gruesas raíces. Al pie del mamarrachito pone Paulinín esto, que para él debe ser muy chistoso: “¡Ay! reata no te revientes que es el último jalón.”

¿El último jalón? No; quedan las raíces y esas son las que vamos a arrancar los liberales, esas raíces son: el capitalismo y el autoritarismo.

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El terrorista, el anarquista Magón, me llama una damita desde un minúsculo periodiquillo que sale a la luz con los dineritos del Excelentísimo y Reverendísimo Presidente Provisional de la República Mexicana, Don Francisco I. Madero.

Gracias, damita, gracias. Te doy las gracias porque sin quererlo, llamándome anarquista me elevas ante el concepto de todos los hombres y de todas las mujeres que piensan con su cabeza. ¿No sabes que el anarquismo es el ideal filosófico más alto, más noble, más puro que ha alcanzado la inteligencia humana?

¡Terrorista! Y bien, acepto el término, porque mi pluma aterroriza a todos los opresores, a todos los malvados, a todos los que hacen sufrir a la humanidad, y también a todos los farsantes politicastros, como tu amo.

El traidor Antonio I. Villarreal se dio maña para robarse de estas oficinas nuestras listas de subscriptores y cambios, y las envió a la damita, para que enviase su papasalillo a todos nuestros amigos, pensando que de ese modo iba a acabar con el Partido Liberal.

La damita nunca ha sido Delegada del Partido Liberal Mexicano, por más que ella así lo asegure: que exhiba el documento por el cual conste que tenía ese cargo de confianza.

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Payasadas, meras payasadas son las que está haciendo Madero. El otro día reunió a toda su gente, unos mil hombres porque ya los demás se le desertaron, y con todo el aparato de una ópera bufa se puso a distribuir nombramientos a algunos de sus favoritos, a quien de general, a quien de Coronel, y así por el estilo, y a todos les dijo que esos nombramientos serían reconocidos por Díaz si se hacía la paz, esto es, cuando Díaz diese a Madero los veinte millones de pesos que el Chato pide por su rendición.

De modo que, de soldados de la libertad, como ampulosamente se llaman los maderistas, se convertirán en esbirros.

Muy bien; ya los colgaremos los liberales.

Ricardo Flores Magón


1 Probable referencia a El Monitor Democrático. San Antonio, Texas (1910-1911). Paulino Martínez, redactor.

2 Juan Sarabia Díaz (1881-1920). Minero, poeta y periodista, originario de San Luis Potosí. Editó El Demócrata (1889-1902). Secretario del Club Ponciano Arriaga en 1901. Participó en el primer Congreso Liberal. Con Camilo Arriaga publicó el semanario Renacimiento. Aprehendido junto con Arriaga y Librado Rivera, por sedición y ultrajes a funcionarios públicos, fundó con ellos El Demófilo en la cárcel. Libre en septiembre de 1902, emigró a la ciudad de México, donde colaboró en El Hijo del Ahuizote y reinstaló, con Arriaga, Rivera y otros, el Club Ponciano Arriaga. Fue arrestado de nuevo en abril 16 de 1903, junto con Manuel Sarabia, Alfonso Cravioto, Santiago R. de la Vega, Enrique y RFM por la campaña antirreeleccionista emprendida en Excélsior y EHA. Al salir de Belén emigró a Estados Unidos junto con Enrique y RFM y se incorporó a la redacción de Regeneración. Al establecerse la JOPLM en la ciudad de Saint Louis, fue nombrado vice-presidente de la misma. Redactó parte del programa del PLM de 1906. Estuvo preso por la acusación de Manuel Esperón y de la Flor de octubre a diciembre de 1905. Fue arrestado en Ciudad Juárez en 19 de octubre de 1906, mientras preparaba la toma de dicha ciudad. Procesado en Chihuahua en enero de 1907, fue sentenciado a siete años de prisión en San Juan de Ulúa. Salió de ese lugar en junio de 1911. Distanciado ya de la JOPLM, al lado de Antonio I. Villarreal, formó la Junta Iniciadora de la Reorganización del PLM en la ciudad de México. En 1912, fue elegido diputado por el primer distrito de su estado natal. En  octubre de 1913, al disolverse las cámaras federales por orden de Victoriano Huerta fue encarcelado. Al salir en abril de 1914, se refugió en El Paso, Texas. A su regreso en México trabajó en la Biblioteca Nacional. En 1917 fue candidato a gobernador de su estado natal. Murió de tuberculosis en la ciudad de México.

3 Véase “La madre de Juan Sarabia”, en Regeneración, 4ª época, núm. 3, septiembre 17, 1910; “A favor de la madre de Juan Sarabia”, en Regeneración, 4ª época, núm. 5, octubre 1º, 1910; “En pro de una madre”, Regeneración, 4ª época, núm. 7, octubre 15, 1910; así como la columna “Para la madre de Juan Sarabia”, en Regeneración, 4ª época, núm. 6, octubre 8, 1910; núm. 8, octubre 22, 1910; núm. 9, octubre 29, 1910 y núm. 13, noviembre 26, 1910.

4 En abril de 1903, Juan Sarabia, Santiago R. de la Vega, Alfonso Cravioto, Ricardo y Enrique Flores Magón, quienes se desempeñaban como redactores de El Hijo del Ahuizote, fueron arrestados bajo la acusación de “ultrajes a la autoridad” por considerar que un artículo de aquel semanario, sobre el proceso contra Timoteo Andrade, contenía frases injuriosas a los Magistrados del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal. El proceso judicial acarreó el cierre definitivo de El Hijo del Ahuizote.

5 El Colmillo Público “Semanario humorístico de caricaturas” (1903-1906); México, D. F. Director, Jesús Martínez Carrión; administrador. Federico Pérez Fernández. Ilustraciones, Jesús Martínez Carrión.

6 Véase la serie de artículos titulada “El Programa del Partido Liberal”, suscrita con el seudónimo Anakreón, en Ricardo Flores Magón, Obras completas. Vol. V, Artículos políticos seudónimos, pp. 246-252, 294-297 y 324-327.

Antes de irse nuestra estimada compañera Emma Goldman1 nos dijo: estoy con ustedes en favor de la verdadera Revolución en México: la que se ha emprendido por Tierra y Libertad.

Emma Goldman dedicó dos noches a favor de los revolucionarios liberales de la Bandera Roja. La noche del sábado pasado se celebró bajo sus auspicios una reunión social en el Burbank Hall. Casi todas las razas humanas estaban representadas en la simpática fiesta de los iguales. Con gusto vimos que no faltaron representantes de nuestra raza.

Hubo cortos discursos en diferentes lenguas a favor del Partido Liberal Mexicano y en contra del maderismo y del porfirismo. Explicaron los oradores en inglés, italiano y hebreo la diferencia que hay entre una revolución netamente política y una revolución social. La de Madero es una revolución política porque no trata más que de un cambio de amos, quedando el proletariado en la misma condición en que se encuentra actualmente. Por el contrario la Revolución que representa el Partido Liberal Mexicano, es una Revolución Social porque tiende a aniquilar el llamado derecho de propiedad con el fin de que todo lo que existe quede en poder de todos y cada uno de los habitantes de México, comenzando por desconocer a los ricos y el derecho de retener para ellos la tierra y tomarla virilmente junto con la maquinaria para que ya no haya brazos que se alquilen.

Emma Goldman no estaba preparada para hablar, pues se trataba simplemente de pasar unas cuantas horas de alegría; pero invitada a que lo hiciera, accedió gustosa. En su notable discurso a favor de la Revolución Social en México, criticó duramente la actitud de ciertos socialistas que permanecen indiferentes en estos momentos en que hay libertarios que enarbolan gallardamente la Bandera Roja del proletariado en los campos de batalla de México. Espléndida estuvo Emma y fue aplaudida con entusiasmo.

En esta fiesta hubo música, hubo baile, hubo recitación de poesías. Los simpáticos compañeros I. W. W. cantaron coros obreros que hacían vibrar de entusiasmo a todos los asistentes. El nombre de William Stanley, el soldado del proletariado que tan heroicamente supo morir en Mexicali, fue saludado con aplausos. Botoncitos con el retrato del héroe Praxedis G. Guerrero, eran arrebatados de las manos de las niñitas mexicanas que los vendían.

Compañeras mexicanas atendieron a los que tenían apetito y se acercaban a las mesas a saborear los ricos tamales y el espléndido café con que se contaba, o bien a apurar algunos vasos de buena cerveza. Unos bailaban, otros platicaban, comían y bebían. La mejor armonía reinó durante la fiesta que produjo para la causa la suma de treinta y dos pesos, treinta y un centavos.

El domingo en la noche, en el Mammoth Hall, habló Emma Goldman sobre “El Espíritu Eterno de la Revolución.” Sentimos no disponer de espacio suficiente para dar una idea siquiera de esta notable conferencia. El salón estaba lleno a reventar. El Grupo Regeneración de esta ciudad, suspendió su sesión ordinaria en el Labor Temple, para asistir al Mammoth Hall a oír a la camarada Emma. Nunca se había pronunciado un discurso a favor de la Revolución Mexicana, como el que Emma dijo esa memorable noche. El negrero Madero fue tratado de ladrón al igual que Díaz, logrando convencer la compañera al auditorio de que la verdadera Revolución en México es la que está representada por la Junta Organizadora del Partido Liberal Mexicano y que tiene por lema: Tierra y Libertad, las dos grandes necesidades del pueblo mexicano.

Emma excitó a la concurrencia a que se contribuyera para el fomento de la Revolución en México, y la colecta que se hizo arrojó la suma de cincuenta pesos, sesenta centavos que nos fue entregada en el acto. La compañerita Lucía Norman2 vendió tres pesos, cincuenta centavos de ejemplares de Regeneración.

Felicitémonos, compañeros: la causa generosa del Partido Liberal Mexicano, cuenta ahora con la valiosa ayuda de la talentosa anarquista Emma Goldman. Esta brillante oradora, cuyo talento es reconocido en todo el mundo aun por los enemigos de la causa del proletariado, nos ha ofrecido una ayuda y lo está cumpliendo. No sólo va a hablar en favor de la Revolución, sino que va a reunir fondos para el fomento de la misma. En su periódico Mother Earth (Madre Tierra) que se publica en Nueva York, va a abrir una subscripción para los rebeldes de la Bandera Roja, y, por dondequiera que ella vaya, con su voz prestigiosa, ensalzará los sacrificios de nuestros hermanos que luchan en México por Tierra y Libertad.

No estamos solos en la lucha. Con nosotros están todos los corazones bondadosos de la tierra.

Ricardo Flores Magón


1 Luego de las conferencias de los días 6 y 7 de mayo de 1911, aquí reseñadas, Emma Goldman continuó su gira de propaganda en pro de la causa del PLM en San Diego. En esa ciudad ofreció una charla sobre la campaña magonista de Baja California en el Germania Hall.

2 Lucía Norman. Los Ángeles, California (¿?-1923). Hija de María Brousse Talavera y de Martin Norman, quien murió ejecutado, según afirmó ella misma, al iniciarse la Revolución Mexicana. Al unirse su madre con RFM, éste la adoptó como su hija. En 1911 Lucia participó en la discusión entre los editores de Regeneración y el dirigente del Partido Socialista Norteamericano Eugene Debs, con un texto sobre la pertinencia de la “Acción directa” como arma del movimiento obrero. Participó activamente en la defensa de su padre adoptivo durante los juicios de 1912 y 1918. Forma parte del grupo de obreras residentes en Los. Este grupo protestó en julio de 1911 por la aprensión de los hermanos FM, AIV y LR. y, en septiembre del mismo año, por la represión que sufren los anarquistas cubanos Chacón, Vieytes y Saavedra, así como el periódico “Tierra”, por parte de los gobiernos de España y Cuba.  En junio de 1916, durante una de las sesiones de juicio a RFM, Lucía Norman abofeteó a Peter Martin (Pedro Martínez), espía-agente del gobierno mexicano y testigo del fiscal. Lucia destacó como participante en las protestas y motines que se desarrollaron tras la sentencia de un año cuatro meses de prisión en el penal de McNeil dictada contra los dirigentes del PLM. En 1916 Regeneración publica algunos textos de carácter doctrinario escritos por Lucía, como “Todos somos iguales” en el que la hija adoptiva de RFM escribe: “Abramos los ojos. La Naturaleza nos ha hecho a todos iguales, tanto a los opresores como a los oprimidos. Sentimos  y tenemos cerebro como los criminales que nos oprimen con los nombres de jueces, gobernantes, policías, burgueses y embaucadores, y así como ellos nos asesinan, tenemos el derecho de arrancarles la cabeza.” En ese mismo año, cuando RFM y EFM vuelven a ser arrestados acusados de violación a las leyes de neutralidad, se niega el permiso a Ricardo para que su hija adoptiva lo visite en prisión. En los primeros días de junio, el fiscal Walton intentó infructuosamente que Lucía declarará contra su padre y fue interrogada frente al jurado. Fue secretaria de la Workers International Defense League de Los Ángeles, que preside Edgcumb Pinchon. En 1917 Lucía está en el centro de los conflictos interpersonales que se desatan en la comuna de Silver Lake: EFM, su esposa Teresa y otros integrantes del grupo exigen a RFM que la eche por su conducta disipada. Para entonces ella tiene un hijo, Carlos, y tiene una relación amorosa con Raúl Palma.  Los conflictos terminan con la separación, en 1918, de EFM, su esposa Teresa, Trinidad García, Ralph García y José Flores del Grupo editor de Regeneración. Quedarán RFM, LR, María Brousse, Raúl Palma y Lucía Norman. Lucia contrajo matrimonio con Raúl Palma y fue presa de una severa crisis nerviosa cuando, en 1918, Palma fue acusado de asesinato y arrestado en Los Ángeles, lo que impidió que ella se hiciera cargo de la sección en inglés de Regeneración, como estaba planeado. Lucía murió en la ciudad de México en 1923, poco después de los funerales de RFM.

¡Ah, el orden! Así gimen en estos momentos, todos los partidarios de lo que se llama orden. El orden, para esas pobres gentes, sólo puede subsistir estando la humanidad sometida a la férula del polizonte, del soldado, del juez, del carcelero, del verdugo y del gobernante.

Pero eso no es el orden. Yo entiendo por orden: armonía, y la armonía no puede ni debe existir mientras haya sobre la superficie del planeta seres humanos que tienen qué comer en abundancia, y seres humanos que no tienen un pedazo de pan qué llevarse a la boca.

Si todas las cosas estuvieran bien arregladas, si toda criatura humana tuviera qué comer, tuviera dónde resguardarse de la intemperie sin tener que pagar alquileres de casas, en una palabra, si todos, con un rato de saludable trabajo al día tuvieran lo necesario para vivir con decencia y sin incertidumbre por el porvenir, entonces no habría nadie que se atreviera a decir: yo soy más que tú, ¡obedéceme!

Entonces habría orden porque habría armonía. Nadie tendría qué disputar a otro, nadie tendría que disputar a otro, nadie tendría envidia de nadie. Todos seríamos hermanos y saldrían sobrando el polizonte, el soldado, el juez, el carcelero, el verdugo y el gobernante. Saldrían sobrando, porque conquistada la armonía entre los seres humanos por la conquista de la libertad económica el parasitismo de los funcionarios públicos no tendrían ya razón de ser.

Los funcionarios públicos no son, como se cree, los guardianes del orden. El orden, que es la armonía, no necesita guardianes, precisamente porque es orden. Lo que sí necesita guardianes es el desorden, y desorden escandaloso, vergonzoso y humillante para los que no nacimos para esclavos, es el que reina en la vida política y social de la humanidad.

Desorden es que una clase social pese sobre otra clase social, pues no debe existir más que una sola clase: la de los productores, esto es, la de los trabajadores. La humanidad se convertirá en clase trabajadora, cuando la tierra y la maquinaria pertenezcan a todos, pues entonces todos tendrán que trabajar para comer.

Para mantener el desorden, esto es, para mantener la desigualdad política y social, para mantener los privilegios de la clase alta y tener sometida a la clase baja, es para lo que se necesitan los gobiernos, las leyes, los polizontes, los soldados, los carceleros, los jueces, los verdugos y toda una caterva de altos y pequeños funcionarios que chupan las energías de los pueblos de la tierra. No es para proteger a la humanidad para lo que existen esos funcionarios, sino para tenerla sometida, para tenerla esclavizada en beneficio de los que se han dado maña para retener hasta hoy la tierra y la maquinaria.

¡Ah, el orden! Así gimen en estos momentos los partidarios del desorden, esto es, los partidarios de la desigualdad social y política de la especie humana.

No; el orden no es la esclavitud de una parte de la humanidad por otra parte de ella, sino la libertad de toda la especie humana. Al orden burgués, los mexicanos contestamos con nuestra rebeldía. Contra ese orden gritamos: ¡muera el orden! Porque es un orden que maniata la libre iniciativa del ser humano, porque es un orden de cuartel o de presidio. ¡Muera el orden!

Ricardo Flores Magón

Las cobardes negociaciones de paz1 entre Madero y el Dictador fueron a dar al cesto de los papeles inútiles; pero no por la altivez de Madero, sino por el valor y la energía de los soldados.

Ciudad Juárez está en poder del movimiento revolucionario y el primer paso que deben dar esos rebeldes, es poner a Francisco I. Madero de este lado de la línea, para que no se apropie ese triunfo que no se debió a él, sino a la saludable desobediencia de sus tropas.2

Como es bien sabido, Madero regateaba con Díaz la suma de veinte millones de pesos. Esos veinte millones de pesos iban a parar a los bolsillos del farsante politicastro, dando por resultado que todos los sacrificios que el pueblo había hecho, toda la sangre derramada, todas las lágrimas vertidas por las viudas de los héroes desaparecidos ya, y el hambre y desamparo de los niños, todo ese sufrimiento, todo ese dolor, estaban a punto de ser convertidos en monedas contantes y sonantes, no para llevar un pedazo de pan a las boquitas de los huérfanos ni para hacer obra alguna de redención, sino para hacer más rico a Francisco I. Madero.

Este verdadero regateo de mercachifles, llevó el ampuloso nombre de negociaciones de paz. Este indecente chalaneo de dos bandidos, Madero y Díaz, suspendió las hostilidades contra Ciudad Juárez, hasta que indignados los soldados insurgentes, avergonzados esos dignos luchadores de la indecisión y la cobardía y la mala fe del llamado “Presidente Provisional de la República Mexicana”, le dieron la espalda, y, desobedeciendo la orden de suspensión de las hostilidades, se avalanzaron como leones contra las trincheras de Juárez a perder la vida o a conquistar la plaza. La plaza cayó en sus manos después de fuerte lucha, durante la cual dormía dulce siesta el payaso de la boleta electoral, según los telegramas de la prensa.

Este notable triunfo sobre las fuerzas de la Dictadura es no sólo un triunfo material, sino un triunfo moral. Por él se ve, que el pueblo no necesita amos o mandones para rebelarse y aplastar la tiranía. Madero dijo a sus soldados que no disparasen un solo tiro sobre Juárez. Los soldados dispararon sobre Juárez y tomaron la plaza, a sangre y fuego, contra la voluntad del negrero, y esto quiere decir que el espíritu de rebeldía va echando raíces en las masas populares.

La vergonzosa actitud de Madero ha sido criticada severamente por la prensa americana.

Ya nadie, en Ciudad Juárez, grita ¡Viva Madero! Ahora se grita ahí: ¡Viva Orozco! o ¡Viva Blanco! Bien pronto, al orientarse las conciencias, se lanzará en esa ciudad este grito formidable: ¡Viva Tierra y Libertad! que es el grito de los liberales.

Rebeldes de Ciudad Juárez: no vale la pena perder la vida por un cambio de amos. No esperéis que ningún gobierno haga la felicidad del pueblo mexicano, porque la felicidad no se obtiene por medio de decretos gubernamentales. Cualquier hombre, por bueno que sea, no puede hacer nada en beneficio de la humanidad cuando llega al poder, y, tiene, por fuerza, que ser malo, desde luego que, como gobernante, está obligado a velar por los intereses de la clase capitalista, y, esos intereses, oídlo bien, rebeldes, son absolutamente antagónicos respecto de los intereses de la clase pobre. Así, pues, si deseáis luchar para el beneficio de la clase pobre, no luchéis por echaros encima un nuevo gobernante, sino por conquistar, durante esta rebelión, beines materiales y eso se consigue arrebatando, oídlo bien, arrebatando de las garras de los ricos, la tierra y la maquinaria para el uso y disfrute de todos y cada uno de los habitantes de México, sin distinción de sexo. De ese modo es como se da muerte a la miseria y no por medio de la boleta electoral. La boleta electoral solamente sirve para elevar tiranos y mantener a ese ejército de holgazanes que se llaman funcionarios o empleados.

Abrazad resueltamente la bandera igualitaria del Partido Liberal Mexicano, que es la hermosa Bandera Roja, la bandera de todos los desheredados del mundo, y en cuyos pliegues pueden leerse estas hermosas palabras: Tierra y Libertad.

Es necesario que comprendáis que lo que necesita el pueblo mexicano es matar la miseria, matar la ignorancia, matar el despotismo. Los gobiernos, desde hace muchos miles de años, no han podido matar ni la miseria ni la ignorancia, porque los gobiernos son los sostenedores de este despotismo: el Capital, que se os ha enseñado a ver con religioso respeto. Pues bien, sabedlo, el Capital es el producto del robo. El Capital está formado de vuestro trabajo. Vosotros sudáis en los campos, en las fábricas, en los talleres, en las minas, no para enriqueceros, sino para enriquecer a vuestros patrones. Es preciso que ahora lo hagáis para enriqueceros todos, pues siendo el Capital el producto de los esfuerzos de los trabajadores de todos los tiempos, debe pertenecer a todos los trabajadores del presente y pasarlo después a los trabajadores del futuro.

No sé si habré hablado con entera claridad para que me entendáis; pero si no he logrado hacerme entender desde luego, leed con toda atención el contenido de este articulejo, y creo que así, lograréis entenderlo. He escrito esto, para que abráis los ojos. La humanidad ha tenido muchas revoluciones, y, sin embargo, es todavía esclava, y eso se debe a que no se ha atrevido a reducir a cenizas las leyes y todos esos papelotes en que se prescribe que hay que respetar el Derecho de Propiedad individual. No aspiréis a haceros ricos individualmente, sino a que ya no haya pobres, pues no habiendo pobres, todos serán ricos, y los capitalistas se verán entonces forzados a ganarse la vida como lo hacéis vosotros, trabajando.

Conque, poned a Madero de este lado de la línea, porque no quiere otra cosa que llegar a ser Presidente para que las cosas sigan lo mismo de siempre: el trabajador sudando para que los ricos se den la gran vida. Nada de eso; ahora, que suden también ellos para que mantengan a sus familias.

Enarbolad sobre los edificios de Ciudad Juárez la Bandera Roja y gritad ¡Viva Tierra y Libertad!

Ricardo Flores Magón


1 Se refiere a las negociaciones entabladas entre el gobierno mexicano y los líderes maderistas, entre el 23 de abril y los primeros días de mayo de 1911, mientras las fuerzas rebeldes amagaban Ciudad Juárez. El gobierno porfirista ofreció a los representantes de Madero la renuncia del vicepresidente Ramón Corral, así como la posibilidad de designar algunos ministros del gabinete y el nombramiento de gobernadores interinos en Chihuahua, Coahuila y Sonora.

2 El ataque a Ciudad Juárez se llevó a cabo del 8 al 10 de mayo de 1911, por iniciativa de las tropas comandadas por Pascual Orozco, Pancho Villa, José de la Luz Blanco y Giuseppe Garibaldi, que pasaron por alto la prohibición de atacar la ciudad expedida por Madero.

—Nuestro colega I. W. W., The Industrial Worker, de Spokane, Wash., reproduce nuestro Manifiesto a los trabajadores de todo el mundo.

—Los compañeros I. W. W., de Detroit, Mich., celebraron un mitin en pro de la Revolución, protestan contra el envío de tropas americanas a la frontera de México, y excitan a todos los amantes de la libertad económica a que nos ayuden para el fomento del movimiento por Tierra y Libertad.

—Nuestro colega Les Temps Nouveaux,1 de París, Francia, habla de la traición del negrero Madero a nuestros compañeros.

—El colega Il Proletario,2 de Nueva York, inserta en sus columnas de una manera llamativa nuestro Manifiesto a los trabajadores de todo el mundo, en italiano.

—El colega La Voz del Dependiente, de Habana, Cuba, reproduce el llamamiento que los compañeros de Milwaukee, Wis., hicieron a la solidaridad de los trabajadores de todo el mundo, para que ayuden a esta Junta en sus trabajos revolucionarios. Trae, además, una lista de la subscripción que ha abierto para el fomento de la Revolución Social en México.

—El colega La Comune, de Filadelfia, Pa., trae un resumen de nuestro Manifiesto, en italiano, y una excitativa del compañero Vittorio Cravello3 para que se reúnan fondos y se envíen a esta Junta. El Círculo “Francisco Ferrer”, hace un llamamiento a la solidaridad en favor de la Revolución Social en México y abre una subscripción en las columnas de La Comune, al mismo tiempo que protesta contra la intervención de los Estados Unidos en México. El 3 de este mes, el mismo Círculo celebró un mitin en favor de nuestro movimiento.

— The Chicago Dailly Socialist,4 de Chicago, aunque con algunas inexactitudes trae un artículo en que habla de los trabajos del Partido Liberal Mexicano.

—Nuestro colega I. W. W., Solidarity, de New Castle, Pa., trae una poesía de la estimada compañera Laura Emerson,5 de San Diego, California,  sobre la Revolución Social en México. Da, además, la noticia del arresto del compañero Kaspar Bauer,6 de San Diego, también, por haber hablado en la calle contra la intervención de los Estados Unidos en México.

— Revolt,7 nuevo periódico socialista de San Francisco, California, se burla del pobre Madero, y declara que el verdadero movimiento revolucionario es el que está representado por la Junta Organizadora del Partido Liberal Mexicano.

— ¡Tierra!, de la Habana, Cuba, habla con entusiasmo de los verdaderos revolucionarios mexicanos, los sostenedores de la Bandera Roja. El Grupo editor del querido colega celebró un mitin en el Campo de Marte en que hicieron uso de la palabra los compañeros Tortella, Campos, Lucena, Sola,8 Merquiades y Aller9 que supieron conmover al auditorio.10 Un camarada mexicano, emocionado dio las gracias a nuestros generosos hermanos de la Habana. Regeneración fue objeto de numerosas muestras de simpatía durante el acto. Gracias, gracias. Semanariamente recibimos los fondos que se están colectando por medio de las columnas de ¡Tierra!

— La Escuela Moderna,11 de Valencia, España, reproduce el notable artículo del inteligente y activo compañero Pedro Esteve, titulado “A los revolucionarios” y que apareció en Cultura Proletaria y L’Era Nuova,  en que hace un formal llamamiento a la solidaridad de los trabajadores conscientes en pro de la Revolución Mexicana.

— The Coming Nation,12 de Girard, Kansas, trae un artículo de Charles Edward Russell13 contra la intervención de los Estados Unidos a México.

— Cultura Proletaria, de Nueva York, no deja de hablar en pro de la Revolución Social en México, y tiene abierta una subscripción en sus columnas a favor de la misma.

— L’Era Nuova,  de Patterson, N. J., no se cansa. Una buena parte del estimado colega está dedicado a popularizar los fines que persigue el Partido Liberal Mexicano en su lucha contra el Capital y la Autoridad.

—Los compañeros italianos del Círculo de Estudios Sociales, de Vancouver, Canadá, reimprimieron nuestro Manifiesto y lo distribuyeron por miles.

—El compañero L. Sousa, de Phoenix, Ariz., envía cinco pesos para la causa.

—Los compañeros italianos del Círculo de Estudios Sociales, de Seattle, Wash., nos envían siete pesos que colectaron a favor de la causa y nos avisan haber reimpreso el Manifiesto y distribuido en buen número.

—El Grupo “Juventud Libertaria” y la Sociedad “Minatori”, de Coalgate, formados en su mayoría de compañeros italianos, entregaron al infatigable y abnegado propagandista de la Nueva Idea, Tomás Labrada,14 la suma de veinte pesos, noventa y cinco centavos para la causa. Tomás nos envió el dinero que recibimos ya.

—Por conducto del Grupo Independiente “Pro-Revolución Mexicana,” de Tampa, Florida, recibimos la suma de setenta y un pesos, sesenta centavos. De esta suma, diez pesos corresponden a la colecta hecha entre los operarios de la Fábrica Tabaqueria Filadelfia, y sesenta y un pesos, cincuenta centavos, a la colecta hecha entre los operarios de la Tabaquería de Calixto López.

—Un compañero de Big Harbor, Wash., envía un peso para la causa. No da su nombre.

—El activo camarada Cayo Graco, nos envía dieciocho pesos de la subscripción que ha abierto ¡Tierra!

—Los compañeros de Newark, N. J., protestarán contra el envío de tropas americanas a la frontera de México.

 

.  .  .

Compañeros esta información del movimiento de solidaridad a favor de los revolucionarios de la Bandera Roja no es completa. No tenemos a la mano todos los periódicos que se ocupan en el importante movimiento liberal, y la ayuda monetaria llegada a última hora, no puede ser publicada en este número por falta de espacio.

Ahora, os toca demostrar que también vosotros, los mexicanos, os preocupáis también por vuestra redención. Enviad vuestro óbolo sin pérdida de tiempo. Si ya habéis enviado algo, enviad más, que la guerra necesita dinero y más dinero. No os canséis de ayudar. Sería penoso que dejaseis a los compañeros de otras partes la carga de vuestra redención.

Ricardo Flores Magón


1 Les Temps Nouveaux (París, 1895-1914). Semanario anarquista, heredero de La Révolte (París, 1887-1894) de Piotr Kropotkin, bajo la dirección de Jean Grave. Publicó colaboraciones del propio Kropotkin, Elisée Reclus, André Girard, Marc Pierrot, Bernard Lazare, Malatesta y Octave Mirbeau, entre otros. Publicación señera del anarquismo francés, difundió posturas cercanas al comunismo anárquico. Dejó de aparecer a causa de las crecientes dificultades financieras, al inicio de la primera guerra mundial. A finales de 1911 entabló una agria polémica con Regeneración (y otros periódicos afines al PLM) sobre el contenido social de la Revolución mexicana.

2 Il Proletario. Nueva York. (1902) Giacinto Menotti Serrati, director. Semanario socialista.

3 Vittorio Cravello. Anarquista de origen italiano. Hacia 1904 forma parte del Gruppo Diritto all’Esistencia de Paterson, NJ. En 1911 trabaja en la oficina de Regeneración de Los Ángeles. El 26 de marzo de 1911 presidió el mitin de protesta por  la intervención del gobierno de los Estados Unidos en México, celebrado en el Italian Hall de esta ciudad. En mayo de ese año, participa en la formación del Comité Internacional del Partido Liberal Mexicano, organismo integrado por Cravello, Ludovico Caminita y Andrea la Morticella (italianos), W. C. Owen (norteamericano), Rudolph Wirth (alemán),  A. P. Cherbak, P. H. Leiffert (rusos), K. Jozefoski, W. Lazicki (polacos) y por los mexicanos Ricardo Flores Magón, Anselmo I, Figueroa, A. M. Ojeda, F. Velarde y Francisco Martínez. Este comité se propuso difundir internacionalmente la postura del PLM frente al gobierno de Francisco I. Madero y su primera acción es publicar un “Llamamiento a los Trabajadores del Mundo”.  En este año, Cravello comienza a publicar diversos artículos en la Sección Italiana de Regeneración que dirige Ludovico Caminita. También envía a Italia notas y artículos sobre la revolución mexicana que se publican en periódicos como L’Avvenire Anarchico, de Pisa.  En 1913 fue miembro fundador de e la Junta Consultiva de la «Casa del Obrero Internacional» de Los Ángeles. En ese mismo año se hace cargo de la secretaria del Fondo de Defensa Rangel-Cline. Cuando José María Rangel y Charles Cline se encontraban amenazados de ser condenados a muerte, el Fondo de Defensa se propuso no sólo reunir fondos para los presos de Texas, sino encargarse de difundir su asunto y organizar las defensas jurídica y pública de los detenidos. La necesidad de reunir los 15 mil dólares que solicitaron los abogados para la defensa de los presos de Texas obligó a Cravello y la JOPLM a organizar una intensa campaña. Cravello insiste en que el Congreso Anarquista que se celebra en Londres del 29 de agosto al 6 de septiembre de 1914, aborde el caso de la Revolución Mexicana, ya que muchos “anarquistas honestos” del mundo “todavía no creen que se trate de un movimiento libertario. Debemos ver que los anarquistas del mundo entiendan de una vez por todas que la lucha que se está dando en México es vital.”

4 The Chicago Dailly Socialist. Chicago, Ill. (1904-1912) A. M. Simons, editor. Sucesor de The Workers’ Call (1899-1902). Portavoz, en sus inicios, del Socialist Labor Party, editado por la Workers’ Publication Society. A partir de 1909 se aproximó a las posturas reformistas de la AFL.

5 Laura Emerson. Miembro de la Liga Anti-intervención de San Diego, mismo que convocó a un mitin en el Germania Hall el domingo 26 de febrero de 1911, con el objeto de reunir fondos para los insurrectos de Baja California. En esa reunión estuvo presente Simón Berthold. A la reunión llegaron cerca de 1500 personas, y a decir de los informantes del gobierno mexicano, 800 eran americanos y el resto mexicanos, «habló solamente un mexicano y todos los demás que tomaron la palabra fueron americanos y entre ellos una mujer poniendo de oro y azul a nuestro gobierno; hablaron de anexión y del proyecto que tenía Berthold de asaltar esta plaza, y es un hecho que se encuentra en San Diego».

6 Kaspar Bauer. Miembro de la Liga Anti-intervención de San Diego. Otto Kaplin, en carta a RFM afirma que Bauer fue “sobornado” para abandonar dicha liga.

7 Revolt. “The voice of the militant worker”. San Francisco, California (1911-1912) Tom Mooney, director. Editores: Austin Lewis, William McDewitt y Nathan L. Griest. Semanario socialista, órgano de la sección californiana del Partido Socialista de Estados Unidos.

8 Se refiere a Francisco González Sola (1870-1934). Tipógrafo, militante y propagandista ácrata andaluz. Formó parte del Grupo 4 de Mayo que se encargó de la edición del periódico Tierra y Libertad (Madrid) en 1904. Se estableció luego en Barcelona. Hacia 1908 viajó a La Habana, donde se unió a los trabajos del grupo editor de ¡Tierra!, y tomó parte en giras de propaganda donde adquirió fama de elocuente orador. Promotor de la educación racionalista. Entre abril y junio de 1911 participó en actos propagandísticos en pro de la revolución mexicana. En septiembre de ese año fue expulsado de Cuba. Continuó con sus labores de agitación ácrata en Sevilla. A fines de la década de 1920 montó un negocio de fotografía en Canarias.

9 Refiérese a Juan Aller. Militante y propagandista ácrata cubano. Miembro fundador del grupo editor del semanario ¡Tierra! (La Habana), desde 1907 se destacó como orador y conferencista. Participó en varios mítines en pro de la revolución mexicana entre abril y julio de 1911, auspiciados por el periódico habanero.

10 El mitin a que se alude se celebró la noche del miércoles 26 de abril de 1911, y se publicó la reseña correspondiente bajo el título “Por la Revolución Mejicana. Gran mitin de Solidaridad”, en ¡Tierra! (La Habana), núm. 394, abril 29, 1911.

11 Escuela Moderna. “Semanario racionalista. Publicación consagrada a la enseñanza ferrerista: defensora de los oprimidos, elevadora de la dignidad y preparadora de un amplio régimen de equidad y justicia,” Valencia, (1910-1911). Colaboradores: José Casasola, Francisco Forcada, Vicente García, José González Pinto, Luis Jacolliot, Emilio Gante, Fernando Tárrida del Mármol, Anselmo Lorenzo, Sebastian Faure, entre otros. Reprodujo también algunos escritos de Francisco Ferrer Guardia. Se solidarizó con la causa del PLM, reproduciendo con frecuencia escritos tomados de Regeneración.

12 The Coming Nation. Girard, Kansas (1910-1914) Charles Edward Russell, editor. Periódico socialista, continuador del semanario homónimo suspendido en 1903. En 1911 empezó a publicar noticias sobre la situación de México, a partir de las colaboraciones periodísticas de John Kenneth Turner. Entre aquel año y 1913, algunos escritos tomados de este periódico se reprodujeron y debatieron en la sección en inglés de Regeneración.

13 Charles Edward Russell (1860-1941). Político, periodista y escritor socialista norteamericano. En 1908 se afilió al Partido Socialista de Estados Unidos, del que fue candidato a gobernador de Nueva York en 1910 y 1912. Rompió con el partido al apoyar abiertamente las políticas de Woodrow Wilson y la participación de Estados Unidos en la primera guerra mundial. Ganó el premio Pulitzer en 1928.

14 Refiérese Tomás Sarabia Labrada. ( 18??- 1912) Periodista originario de la ciudad de México.  Se vinculó a los liberales en 1903, a través del club liberal Ponciano Arriaga, donde militaban sus primos, Juan y Manuel Sarabia.  . En 1906, aparece en lista viviendo en Sabinas y San Felipe de las Minas, en Coahuila.  Se exiló en San Antonio, Texas, donde trabajó activamente en los preparativos insurreccionales de 1906 y 1908 a lado de Praxedis G. Guerrero. Con Antonio de P. Araujo, publicó, de junio a septiembre de 1908, el semanario, Reforma, Libertad y Justicia. Escribió artículos para The Border. Con José Ma. Rangel fue arrestado el 10 de agosto de 1909, acusado de violación de las leyes de neutralidad. Permaneció preso hasta 1910. En julio del año siguiente se incorporó a la redacción de Regeneración. Murió de tuberculosis adquirida en la cárcel.

La Junta maderista de El Paso, Tex., dice que si se firman al fin los tratados de paz entre Madero y Díaz, y los liberales no rinden igualmente las armas, los maderistas se encargarán de someterlos al “orden.”

Aceptado; solo que, diremos a esa “respetable” Junta, que los liberales tienen ya en cartera luchar contra Maderito, pues los liberales no quieren amos.

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¡Ah; ya sé qué tierritas ha vendido Paulinín! Son las tierritas que se desprenden de los zapatos de Madero cuando Paulinín le da “shine.”

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Los maderistas de San Diego, California, enviaron a Tijuana a unos cuantos borrachos a gritar ¡Viva Madero!, después del espléndido triunfo de nuestras armas allí. El compañero Pryce1 hizo callar a los borrachines en vista de que, indignados nuestros compañeros, ya se aprestaban a dar unos cuantos bofetones a esos degradados esclavos.

Para otra vez, bajen los calzones a esos maderistas y popínenles unas cuantas nalgadas en la plaza pública.

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Un animal desata su rabia contra nuestro querido colega ¡Tierra!de la Habana, y con especialidad contra el compañero Cayo Graco que tanto se esfuerza por popularizar el movimiento libertario del Partido Liberal Mexicano. En uno de sus arranques dice el animal: “Ahorcado quiero ver al último socialista con las tripas del último anarquista… estilo Magón.”

Para tu coche, animalillo, pues no sería difícil que tú fueras el ahorcado con las tripas de Madero, si te llegases a dar una paseadita por México.

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Otro animalito dice: “Los Magones no son revolucionarios, ni oposicionistas, ni anarquistas: son caballeros de industria.”

Te quedaste sin sesos, compadre pero ¿estás seguro de lo que dices? Yo creo que te equivocaste y escribiste esa cosilla cuando viste en la prensa que Madero le pedía al Dictador veinte millones de pesos para rendirse.

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Se me estaba pasando dar las gracias a The Los Angeles Times por haber reproducido la parte mejor de nuestro Manifiesto a los trabajadores de todo el mundo.

Lo hiciste, Otis, con malsana intención; pero propagaste las doctrinas y por eso te doy las gracias.

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A propósito del Times; esta sucia hoja está pidiendo a voz en cuello la intervención de los Estados Unidos en México, pues ya están todos convencidos de que el pobre diablo de Madero no es la Revolución y que, la tierra va a ser tomada por el pueblo a punta de bala.

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Ya Díaz despachó al extranjero la friolera de diez millones en oro, para que no caigan en poder de los rebeldes. Eso es algo de la ganancia que tuvo durante los años de paz. ¡Pobre viejo! Te equivocas si crees que vas a darte la gran vida en el extranjero con esos milloncejos. ¿No sabes que la Revolución Social está para estallar en todo el mundo? ¿No sabes que entonces tus monedas no valdrán un cacahuate porque es eso precisamente lo que se trata de destruir?

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Cástulo Juárez2 y otros muchos que militaban con Antonio I. Villarreal con los maderistas de Ojinaga, lo abandonaron al convencerse de que tenía mucho miedo, de que no era liberal y de que era un déspota de buena cuenta. Me escriben los que fueron con Villarreal quejosísimos de la conducta de este maderista.

A un pobre loco lo mandó matar Villarreal con bombas de dinamita y una tempestad de balas. El pobre quedó hecho jigote.

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Dice un papelucho: “Calzada por numerosas firmas de mexicanos prominentes y amantes de su patria que hoy viven al otro lado del Bravo (Estados Unidos) se va a elevar una solicitud, si no se ha elevado ya, al Gobierno de los Estados Unidos y al de México, para que de alguna manera se aprehenda a los Flores Magón y se les aplique ejemplar castigo, por los gravísimos males que están procurando al país olvidándose por completo de que son mexicanos”.

¡Dios nos coja confesados!

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La prensa anuncia que en El Paso y Ciudad Juárez ya no gritan las borregadas ¡Viva Madero!

Te hundiste Chato.

Dice el maderista Licenciado Luis Cabrera:3 “Es urgentísimo establecer en la Constitución Federal y en las de los Estados el principio de no-reelección absoluta, que con él, se cerrará la puerta a futuras revoluciones.”

Tal vez será de harina ese “principio” y con él podrá hacer pan el pueblo.

Vamos: son cosas de los leguleyos.

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Dice un papasal maderista; “Uno de los más grandes orgullos de la familia Madero es que su fortuna la adquirió en la ruda labor…”

Pero no dice que los de la ruda labor no fueron los Madero, sino sus pobres peones. ¿O acaso es cierto el dicharacho ese, de que sufre más la soga que el ahorcado?

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“Cara de Hígado” está de capa caída. A tirones le saca al Cónsul los diez centavos o la peseta que dilapida en la cantina que halla a la mano; pero como es una esponja, no se sacia, y allá va otra vez a pedirle los centavos al amo que cada vez se muestra más reacio a aflojar la “mosca.”

Trabaja, holgazán; toma el pico y la pala, para que sepas cómo sufren los trabajadores y te dejes de andar haciendo propagandilla porfirista y aun maderista, porque al atacar al Partido Liberal Mexicano no haces otra cosa que servir a los burgueses y a los tiranos.

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Los maderistas me colman de ultrajes porque digo que no hay ni puede llegar a existir un gobierno que sea bueno.

Como que todos los maderistas aspiran a ser gobernantes, o al menos, lacayos de gobernantes.

Ricardo Flores Magón


1 Carl Ap Rice Pryce Nació en Gales, Reino Unido. Participó en la Guerra Boer en Sudáfrica. Formó parte de la policía montada del Canadá. Se incorporó en febrero de 1911 a las fuerzas de Leyva y Berthold en Mexicali, Baja California. Fue elegido comandante de la legión extranjera tras la muerte de William Stanley. Capturó Tijuana el 9 mayo. Después de entrevistarse con la JOPLM en Los Ángeles, se retiró de la contienda. El 19 de ese mismo mes fue arrestado en San Diego, California, su juicio de extradición fue suspendido. Recibió el apoyo de la comunidad inglesa en California y de los IWW, y RFM dio su testimonio a pedido de la defensa. Su juicio por violación a las Leyes de Neutralidad, junto con Jack Mosby y los dirigentes de la Junta, comenzó el 4 de junio de 1912. En él fungió como testigo del fiscal. Regeneración, en su crónica del juicio lo llamó excompañero y declaró que su testimonio con todo fue favorable para la defensa de los miembros de la junta. Sin embargo, su declaración fue considerada suficiente para obtener su libertad, al igual que otros testigos de la fiscalía, igualmente encarcelados, como Francisco Vázquez Salinas y Dick Ferris. En realidad Pryce mantuvo siempre una relación ambigua ante las distintas fuerzas e intereses confrontados en Baja California: el PLM, y el anexionismo de Dick Ferris, y el potentado ferrocarrilero D. J. Speckels  Durante la primera guerra mundial se alistó en el ejército canadiense y luchó en Francia con el grado de mayor.

2 Cástulo Juárez. Lector de Regeneración, al menos desde 1906.  Inicialmente radicado en Valentine, Texas. Secretario del Grupo Regeneración de Roswell, N. México (1910), y vicepresidente del Club Praxedis G. Guerrero, de El Paso, Texas, (1911), vinculado al grupo de Antonio I. Villarreal, se separó de este en Ojinaga, Chih., tras un enfrentamiento de las fuerzas de aquél con las del general Escudero Gordillo.

3 Luis Cabrera (1876-1954). Abogado, periodista y político poblano. Partidario del maderismo, fue nombrado director de la Escuela Nacional de Jurisprudencia en 1912. Tras la caída de Madero se adhirió a la revolución constitucionalista. Se desempeñó como agente de Venustiano Carranza ante el gobierno de Estados Unidos, y posteriormente como Secretario de Hacienda. Fue diputado en dos periodos legislativos. Se exilió en Guatemala durante la presidencia de Pascual Ortiz Rubio. Es considerado uno de los principales ideólogos del constitucionalismo.

Dice el Sr. M. R. Díaz, desde las columnas de un periodiquín maderista, que estoy loco porque he dicho que los terratenientes son negreros y bandidos; pero al mismo tiempo dice que le agradaría saber por qué merecen esos tratamientos los honorables señores de la burguesía. Pues, a saberlo, Sr. Díaz.

La Tierra, el planeta que habitamos, no es el producto del trabajo de los que la han acaparado. La tierra es el producto de la condensación de los vapores cósmicos, hasta formar, por el enfriamiento, durante millones y millones de años la costra sólida que pisamos. Cuando se formó esa costra sólida, comenzó la vida orgánica en su forma rudimentaria: el protoplasma. El tiempo, el medio, el clima y otras circunstancias hicieron que ese protoplasma diera origen a formas diversas de la vida orgánica animal y vegetal, que a su vez, con el tiempo, el medio, el clima y otras circunstancias dieron origen a nuevas y nuevas formas de los dos ordenes: animal y vegetal, saliendo la especie hombre de una de las formas de la vida animal. La ciencia ha llegado a demostrar que el orgulloso Rey de la Creación, el Hombre, tuvo el mismo humilde origen que todos los demás animales, y ha pasado por una serie de formas desde el protoplasma sencillísimo hasta el animal inteligente y bello que es hoy.

Así, pues, todos los hombres tenemos el mismo origen. Nacimos en el fondo de los mares, siendo primero una substancia gelatinosa, sin forma, substancia que fue adquiriendo formas diversas en el transcurso de millones y millones de años. Conocedores de ese origen los libertarios, consideramos a todos los hombres como hermanos nuestros y como nuestros iguales sin distinción de razas. Fundados, igualmente, en ese origen común y convencidos de que la Tierra es nuestra madre puesto que de ella nacimos, consideramos que nadie tiene derecho a apropiarse, para su provecho exclusivo, parte de esa Tierra que nos dio la vida y de la cual tenemos que sacar los elementos indispensables para nuestra subsistencia, asegurando de ese modo la subsistencia de la raza humana.

Reconocido el origen de la Tierra y del Hombre nadie puede decir: “Esta extensión territorial es exclusivamente mía” puesto que todos tenemos el derecho de aprovechar los productos de la Tierra, con una sola condición: que la trabajemos personalmente.

¿No nos asiste justicia a los libertarios para llamar bandidos y negreros a los que se han apropiado de la tierra y tienen a la humanidad sometida a la esclavitud del salario? ¿Cómo han obtenido la Tierra esos señores terratenientes? Despojando de ella a los campesinos que la trabajaban en común y se repartían los productos según las necesidades de cada familia. Las guerras de conquista hicieron dueños de vastas extensiones territoriales a los jefes conquistadores, quedando los habitantes de esas tierras sometidos a trabajar, ya no para ellos, sino para los vencedores. Esas tierras han venido pasando de generación en generación a los descendientes de los conquistadores, y los descendientes de los despojados las han seguido trabajando para el provecho de los descendientes de los conquistadores, quienes inventaron la Ley que ordena se respete el derecho de propiedad y crearon el ejército para que sostuviera esa ley inicua que condena a la inmensa mayoría de los seres humanos a la esclavitud y al hambre.

Conque, Sr. Díaz, creo que esto es bastante para que comprenda usted que hay justicia en llamar bandidos y negreros a los señores burgueses.

Ricardo Flores Magón

Madero y Díaz se están entendiendo perfectamente. Díaz anuncia que se retirará del poder antes del primero de junio, y que ocuparán la Presidencia el Licenciado Francisco L. de la Barra y Francisco I. Madero, teniendo este último el carácter de consejero o algo por el estilo. En resumen: de la Barra y Madero la harán de dictadores, formarán un gabinete, teniendo Madero derecho a nombrar algunos ministros (ahora es tiempo, Cara de Hígado, a ver si te la dan de Ministro), algunos gobernadores, etcétera. En resumen, quedará lista para oprimir la misma maquinaria gubernamental que oprime a los pueblos todos de la tierra.

Los Jefes, Oficiales y tropa maderistas, ingresarán al Ejército Federal, y se encargarán, según Madero, de acabar con cuanto liberal se encuentren enfrente de las narices, simplemente porque los liberales no queremos la paz infame en que el trabajador es el esclavo del capitalista. Queremos la emancipación económica de todos y cada uno de los habitantes de lo que se llama República Mexicana con lo que se fundará la verdadera patria de los libres y de los felices.

Mientras se arregla el negocito, Madero ha firmado una tregua de cinco días que termina el 22 del corriente a las once de la mañana.

Parece que el fatídico Bernardo Reyes va a ser el Ministro de la Guerra.

Juegos de niños. Madero no es la Revolución. ¿La prueba? La prueba nos la dan los mensajes de la prensa en que se anuncia que el movimiento revolucionario toma mayores proporciones cada día, cada hora, cada minuto. Madero está haciendo uso libremente del telégrafo y del correo con permiso del Dictador para que ordene a todos los grupos rebeldes que cesen las hostilidades, y los rebeldes maldicen a Madero y a Díaz y hacen esfuerzos poderosos en todo México por continuar la lucha.

La Ciudad de México está a punto de caer en las manos de los rebeldes. Los Estados de Guerrero, Chiapas, Morelos, Durango, Zacatecas, Sinaloa, Sonora, Coahuila, San Luis Potosí, Aguascalientes, Jalisco, Hidalgo, Veracruz, todos, todos los Estados están envueltos en las llamas de la hermosa Revolución. Se ha hecho el caos, el apetecido caos del que saldrá la libertad.

Puede Madero firmar la paz. La Revolución continuará desarrollándose cada vez más imponente. 3,000 rebeldes en las cercanías de Torreón han declarado enfáticamente que no se rendirán. Nuestros compañeros de Baja California han declarado lo mismo. Los insurgentes de Chiapas, Guerrero y Morelos, según últimos despachos, declaran que odian a Díaz tanto como odian a Madero. La mayoría de las fuerzas revolucionarias que operan en Sinaloa, Tepic, Jalisco y Michoacán, han declarado ya que no rendirán las armas aunque Maderito firme la paz. Las fuerzas liberales que operan en el interior de la República, han declarado lo mismo.

Muy poca cosa es Madero para esta Gran Revolución que tendrá que aplastarlo a él, que tendrá que aplastar a Díaz, que tendrá que aplastar a todo aquel que quiera estar por encima de sus hermanos. De esta Revolución tiene que salir forzosamente la emancipación política y económica del proletariado.

Ricardo Flores Magón

Por falta de espacio no se publican esta semana las notas de solidaridad. El movimiento de solidaridad se robustece día a día. La prensa radical y la obrera en general, reproducen el Manifiesto de la Junta, artículos o párrafos tomados de Regeneración o bien publican artículos entusiastas hablando del movimiento esencialmente económico que está llevando a cabo el Partido Liberal Mexicano. Y esto se hace en todos los idiomas y en todas partes del mundo.

Entradas de dinero, debidas a ese espléndido movimiento de solidaridad internacional a favor de la emancipación económica del proletariado mexicano han sido satisfactorias, pero los gastos de la guerra crecidísimos y cada día hay que hacer mayores gastos para el fomento de la Revolución, y esperamos que todos redoblarán sus esfuerzos para que no falte nada ni hombres, ni armas, ni municiones, ni dinero.

Ricardo Flores Magón

Así debe haber gritado la población entera de Metepec, Estado de Puebla, el día 7 de este mes. Este ha de haber sido el grito formidable de los desheredados al entrar a saco en la fábrica de hilados y tejidos de esa población.

Veamos lo que dice a este respecto El País periódico ultraclerical de la Ciudad de México:

“Servicio excl., de El País.

“Atlixco, 7 de mayo.— Un grupo como de trescientos rebeldes han caído sobre la fábrica de Metepec, la más importante de la República en su género, dando origen a un espantoso saqueo, el más grande que se ha efectuado no sólo en el transcurso de esta revolución, sino en el de todos los que siguieran a la guerra de Independencia.

“A reserva de ampliar con detalle mis informaciones por correos, he aquí el resumen de lo acaecido:

“En rigor de verdad, los rebeldes no pidieron ni se llevaron más que armas y dinero, el cual sumó la cantidad de dos mil quinientos pesos, con lo cual terminaron sus exigencias y se dieron por satisfechos; pero aprovechando su presencia en la fábrica, las mujeres azuzaron a muchos hombres del pueblo para que entraran a saco en ella, y así lo verificaron.

“La escena fue espantosa. Una gran multitud invadió los almacenes arrebatando cuanto en ellos existía, con furor verdaderamente macabro. Hombres y mujeres, en confusión horrible salían cargados de piezas de telas y de toda clase de artículos existentes en los almacenes.

“¡Y esto acontecía en el corazón de una República, y de un Estado, que no cesaron durante largos años de proclamar enfáticamente toda clase de garantías al capital!

“El saqueo asciende sin duda a más de trescientos mil pesos, y amenazaba seguir con devastaciones más espantosas, cuando una fuerza de cuarenta rurales enviados de aquí, puso término a tan salvaje atentado, aunque no logró recuperar la enorme suma de mercancías robada.

“Los dependientes, a quienes la muchedumbre buscaba ansiosamente para matarlos, lograron escapar con grandísimo trabajo.

“Hay verdadero espanto en la comarca, porque hechos como este prueban, que el acto tercero va a ser la más horrenda anarquía.

“Todo este comercio suplica decirme luego por telégrafo si definitivamente no hay esperanzas en negociaciones de paz. No quieren esperar hasta la llegada de El País de mañana.

“El Corresponsal.

.  .  .

“Luego que recibimos la noticia anterior, entrevistamos a uno de los principales socios de la fábrica de Metepec, residente en esta capital, con el fin de adquirir las noticias que sobre el caso tuviera la ‘Compañía Industrial de Atlixco,’ y en tal caso, si las nuestras eran exactas. El honorable entrevistado nos manifestó que desgraciadamente esos informes son exactos, si bien debido al laconismo telegráfico, resultan pálidos junto a la realidad. Convino en que el mínimum de la perdida ha sido de trescientos mil pesos, si bien convino en que los rebeldes sólo tomaron dos mil quinientos pesos.

“Agregó que mañana, lunes, la compañía en que figura mucho capital extranjero pediría formalmente garantías al Gobierno.

“Las reflexiones de nuestro interlocutor coincidieron con las del corresponsal de El País.

“De modo que para salir de la tiranía vamos a caer en la anarquía.

“¡Apiádese Dios de esta pobre nación!” —El País.

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¡Qué hermoso espectáculo! Por fin, después de siglos de hambre y de esclavitud los desheredados se ensoberbecen y sacian su hambre ¿Robo? No, no es robo eso. Es ¡¡¡reivindicación!!!

Espántese El País, espántense los hartos, espántense los que hasta aquí han llevado una vida regalada a costa del sufrimiento de los pobres. La obra reivindicadora ha comenzado. ¡Adelante! ¡Muera el hambre!

Me imagino el grandioso acto: las mujeres llevando prendidas del seno flacas criaturitas empeñadas en la inútil tarea de sacar algo de substancia vital que no podían obtener por la falta de alimentación de las madres, empujando a los buenazos de los hombres a tomar, a agarrar de donde había en abundancia. Me imagino el soberbio saqueo: los hombres y las mujeres y los niños, jadeantes, desmelenados, —la desesperación y el hambre hechos carne,— entrando en los almacenes y saliendo de ellos cargados con lo que necesitaban en sus hogares, con lo que ellos mimos habían producido y habían acaparado los burgueses. Me imagino a esas simpáticas hormigas humanas haciendo pedazos la ley, aplastando con su rebeldía el tradicional respeto a la cadena: el Capital, y dando a todos los desposeídos, a todos los hambrientos, a todos los humillados, al resto de la humanidad estropeada y envilecida, el saludable ejemplo de no pedir, la trascendental enseñanza de TOMAR.

Asústense los mentecatos: la especie humana se hace irrespetuosa y altanera. ¡Viva la rebeldía!

Ricardo Flores Magón

Un tal Horacio E. López, porfirista, está reclutando gente en San Diego, California, para echarla sobre los liberales. Dicho individuo ofrece pagar los pasajes de los que deseen ir a sostener a Porfirio Díaz. Pues bien, conozco personalmente al dicho sujeto; sé que no tiene en qué caerse muerto, y no puedo menos que preguntarme: ¿quién paga los gastos? Y me respondo: el Dictador.

Compañeros: acepten el pasaje y ya sobre el terreno y con las armas en la mano, griten: ¡viva Tierra y Libertad!

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Uno de tantos frailes que hay en San Gabriel, California, está empeñadísimo en acabar con sermones y con rezos la formidable Revolución Mexicana. Dice su señoría a las humildes ovejas; “Hijos míos: elevad vuestras plegarias al cielo, para que Dios se ‘desenoje’ y acabe con la revolución.”

De modo que para el fraile en cuestión, Dios está enojado con los mexicanos. ¿Pues no dicen los curitas que Dios es todo misericordia, todo bondad, todo abnegación? ¿Cómo puede estar enojado con los pobres que tratan de emanciparse?

No hay que olvidar que la clerigalla es la peor enemiga de la libertad y el apoyo más fuerte de toda tiranía.

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No, lacayos de Porfirio Díaz y de Madero, no tratamos los liberales de disgregar la Baja California del resto de México.1 No nos conformamos con tan poca cosa. La Baja California será la base principal de nuestras operaciones para llevar la Revolución Social a todo México y a todo el mundo.

Sépanse los señores porfiristas y maderistas que hay fuerzas netamente liberales en Sonora, en Chihuahua, en Coahuila, en Durango, en Zacatecas, en Puebla, en Veracruz, en Morelos, en Jalisco y otros Estados, y esas fuerzas hacen una enérgica propaganda de nuestras doctrinas, y a la vuelta de unos cuantos años, las ideas libertarias predominarán en todo el país.

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Unos perros porfiristas y maderistas se desgañitan todas las noches y domingos por la tarde, en la esquina de las calles 5ª y J, en San Diego, California, invitando a los mexicanos a enlistarse en las filas madero-porfiristas, para desalojar a los camaradas liberales de la Baja California.

No dejen de ir, perrillos que no quedará uno solo de los que vayan a medir sus fuerzas con las de los liberales.

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Cara de Hígado, escucha: tu amo, el pobre “Provisional”, pude ser fusilado de un momento a otro por sus mismos soldados. ¿Por qué no te llevas a Ciudad Juárez a todos esos babosos que te aplauden y formas con ellos una guardia especial para proteger al Chato?

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Y tú, Paulinillo, ve devolviendo las platitas a los que te compraron el becerro antes de que lo diera a luz la vaca, o sea a los que les vendiste aquellas tierritas en combinación con el Chato, tierritas que tenías que entregar el 30 del próximo, ¡ay, bastante próximo junio!

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Oigan ustedes tronar: “¡Atrás, Asesino maldito del Pueblo Mexicano! Tu presencia en el poder y aun en el territorio nacional, es altamente nociva para el bienestar de la República. Tú y tu Partido son la Anarquía.”

Quien dice esto, es nada menos que el famoso Paulinillo desde la columna de su papasalillo. ¿Sabrá este pobre diablo lo que es la anarquía?

Anarquía, Paulinillo, es orden, fraternidad, apoyo mutuo. Estudia, hombre, estudia, para que no digas tantos disparates. Eso de decir que el tirano es la Anarquía, es como decir que lo negro es blanco.

Ricardo Flores Magón


1 Alude a la campaña, orquestada desde los periódicos de Harrison Gray Otis y William Randolph Hearst, para desprestigiar la lucha del PLM afirmando que la intención de ésta era separar de México el territorio de Baja California.

El compañero Pryce fue arrestado ayer, 17, de este lado de la línea por soldados americanos. El compañero Pryce había ido a San Diego a arreglar asuntos particulares, y, cuando regresaba a Tijuana fue arrestado, antes de llegar a territorio mexicano.

Este es un nuevo atentado que se comete con nuestros compañeros, y revela la inquina que los millonarios americanos profesan a la Revolución. Los millonarios americanos saben perfectamente que el Partido Liberal Mexicano ha emprendido un movimiento que tiene por objeto aniquilar el privilegio del Capital, y como quienes han sido más favorecidos por el despotismo mexicano son esos capitalistas, tienen, naturalmente, que ordenar a Taft que se cometan atropellos contra los liberales.

A los maderistas no los persigue Taft, porque Madero ha declarado enfáticamente que, en caso de que él sea Presidente, nada tendrá que temer el capital americano invertido en México, pues, por el contrario, recibirá mejores beneficios. Madero se compromete a seguir sosteniendo la esclavitud económica de los mexicanos  en favor de los millonarios americanos y de otras naciones que se han apoderado de todas las fuentes de riqueza haciendo imposible la vida de los pobres que por centenares de miles se salen de México cada año.

Los compañeros de San Diego están luchando por obtener la libertad de Pryce, así como la de Celestino Aldana, buen compañero a quien no han querido soltar las autoridades federales de San Diego y lleva ya casi cuatro meses de estar preso contra toda justicia.

El compañero Salinas aguarda aquí, en la Cárcel del Condado, a que llegue el 7 de junio que es el plazo dado por el Gobierno Mexicano para que justifique el estúpido cargo que se le hace de haber asesinado y robado en México el primero de julio del año pasado, cuando a todos los residentes de Belvedere y Tiburón, California, les consta que Salinas no salió de esos lugares en todo el año de 1910.

El compañero Bernardo Mota1 que fue herido en la batalla de Mexicali, está igualmente preso en esta ciudad, sin causa ninguna, pues vino a curarse de las heridas que sufrió. No se le da asistencia médica ni se le pone en libertad para que la Junta lo ponga en un hospital.

El compañero Francisco Pacheco2 está preso en Potrero bajo la vigilancia de los soldados americanos. Pacheco no ha cometido ningún delito, y, sin embargo, no se le pone en libertad a pesar de las gestiones que se han estado haciendo en su favor. El compañero Pacheco fue arrestado por haber pasado a este lado de la línea a comprar provisiones de boca para la fuerza que estaba bajo su dirección.

Compañeros: no olvidar que se necesita la ayuda de todos no sólo para los gastos de la guerra y de la propaganda, sino para atender en lo posible a nuestros presos.

Ayudad, ayudad sin cansaros que esta Revolución va a durar buen número de años; pero en medio de ella debemos ir poniendo en práctica nuestros ideales, debemos continuar sembrando las ideas modernas.

Enviad dinero, compañeros. Estamos atravesando por circunstancias verdaderamente difíciles. La guerra consume mucho dinero, y sería una lástima que por la apatía de los pobres, fuesen aplastadas nuestras fuerzas en México.

¡Fusiles y municiones! Este es el grito que hiere nuestro oído a cada momento. Ayudad, compañeros.

Ricardo Flores Magón


1 Bernardo Mota. Minero. Residente de Bisbee, Ariz. Participó en la Campaña de Baja California de 1911. Tras ser herido en Mexicali el 15 de febrero se refugia en los Estados Unidos para curar sus heridas, donde es aprehendido y encarcelado en San Diego, junto a Carl Ap Rhys Pryce. Al ser liberado, regresa a México; se convierte en agente maderista y colabora con la subprefectura de Mexicali delatando a sus antiguos compañeros de armas. Gracias a una de sus delaciones, Carlos Orozco es detenido en la  frontera en agosto de ese año. En enero de 1913 reaparece en la zona minera de Bisbee, Ariz. “…ponemos en guardia á los compañeros de ese y otros lugares de Arizona -advierte Reg.– para que lo traten como se merece. … En Bisbee, debe estar el traidor Mota desempeñando alguna comisión secreta del bandidaje maderista, pues desde hace tiempo hace su vida de esbirro.”

2 Francisco Pacheco. Kiliwa o pai-pai. Proveniente del Distrito de El Álamo, B. C. Participa en la toma de Mexicali, B. C. el 29 de enero de 1911 y en la segunda toma de Tecate el 5 de mayo. Dirigió una partida de indígenas  de Jamalu  compuesta por kiliwas y pai-pais, inicialmente integrada al grupo de Emilio Guerrero.  Ordenó la muerte de Concepción y Jorge Mason y de Plácido Mata, rancheros de Tecate. Así como de los indígenas Jorge González y José María Cañedo de la ranchería de San Miguel, por haber disparado a Berthold, a quien sucedió temporalmente en el mando tras su muerte. Fue apresado  junto con Carl Ap Rhys Pryce, entre otros, por autoridades americanas y liberado el 26 de mayo. Fue asesinado, al parecer, tras una disputa por la administración de una cantina, en Tijuana el 30 de julio, por Tony Vega, soldado de fortuna, mismo que fue fusilado días después.

Es un error creer que da buen resultado el trabajo de la tierra con parcelas o lotes. Un hombre puede trabajar diez, quince o veinte acres solo; pero tiene que deslomarse tanto o peor que si estuviera trabajando a salario. Esto lo han de comprender bien todos los que han trabajado pequeñas porciones de tierra.

Para que el trabajo de la tierra dé el resultado apetecido por la clase trabajadora, esto es, trabajar menos y tener de todo en abundancia, nada mejor que hacer ese trabajo en común, pues así se reunen todos los esfuerzos y se puede trabajar una gran extensión territorial con el auxilio de la maquinaria agrícola. Con unas tres o cuatro horas de trabajo al día se pueden levantar cosechas espléndidas. Así será un hecho la abundancia.

Como buenos hermanos, los que trabajen la tierra en común, deberán aprovechar los productos, no por partes iguales, sino que cada quien debe tomar según sus necesidades.

Esto es un consejo de hermano. Cada quien tiene derecho a hacer lo que quiera en la Baja California. Pero hay que pensar en que para que el trabajo se ennoblezca, para que el hombre y la mujer ya no sean bestias de carga, es preciso que se reúnan todos los esfuerzos para la producción, pues eso dará por resultado la abundancia mediante un pequeño esfuerzo de cada uno.

Cada trabajador debe tener su fusil para que defienda su bienestar y su libertad en caso de que cualquiera quisiera imponerse de alguna manera. La mejor garantía para la libertad es el arma. Ninguno debe dejar las armas por ningún motivo. Con el arma terciada se puede trabajar la tierra.

Ricardo Flores Magón

La prensa ha ocultado cuidadosamente lo ocurrido en Ciudad Juárez el sábado de la semana pasada.

Madero, de acuerdo con Porfirio Díaz, condujo en un automóvil al General Navarro a la orilla del Río Grande y lo hizo pasar a territorio americano. Navarro ha sido el esbirro más cruel, más sanguinario , más desalmado con que ha contado el despotismo. Navarro es el famoso general que después de terminado un combate, ordenaba a los soldados rematar a bayonetazos a los heridos insurgentes como todo mundo sabe. La prensa de este país habló mucho sobre esas crueldades.

Pues bien, Navarro, que debió haber sido fusilado inmediatamente por Madero, al caer en sus manos, está libre.

Esta traición infame a la causa revolucionaria, indignó al General Pascual Orozco y al Coronel Francisco Villa, quienes pidieron a Madero una explicación. El ensoberbecido enano dijo a esos jefes revolucionarios que no tenía que dar cuenta de sus actos a nadie y que él haría lo que se le antojase.

Indignado Villa, tomó al mequetrefe por el pescuezo y lo arrojó al suelo dando vueltas como un monigote. El llamado Gobernador Provisional del Estado de Chihuahua, Abraham González, echó mano del revolver y trató de asesinar a Villa; pero no contaba con que ahí estaba Orozco listo. Orozco arrebató el arma de la mano de González y propinó a éste un bofetón que lo tendió “patas arriba” y lo habría matado, si González no le hubiera rogado con las lágrimas en los ojos: “No me mates, Pascual, por la vida de tu padre; mira que tengo una numerosa familia.” Orozco, de lástima, le perdonó la vida.

En seguida, pusieron a Francisco I. Madero bajo arresto y despacharon al demonio al “Gabinete Provisional”, pues hay que saber que Madero ya tenía su Gabinete de Ministros. Los Ministros echaron a volar a El Paso, Texas.

De rodillas y con lágrimas en los ojos, pidió Madero a Orozco y a Villa que lo pusieran en libertad, diciendo que iba a ser bueno con ellos, e iba a dar de comer a los soldados. Orozco y Villa lo pusieron en libertad.

Como se ve, Madero es solamente un muñeco y no el “Jefe” de la Revolución, como a sí mismo se llama. Hasta aquí el incidente del sábado; ahora, veamos cuáles pueden ser sus consecuencias.

Madero debe estar ofendido en su orgullo, no solamente por este incidente, sino también, por la rebeldía de Orozco y Villa de no haber respetado la orden de Madero de no atacar Juárez.

Madero debe estar meditando algún plan para asesinar a Orozco y a Villa, y no sería extraño que de la noche a la mañana aparecieran en la prensa los despechados anunciando la muerte de esos revolucionarios.

Lo que deben hacer Orozco y Villa es poner de este lado de la línea al famoso payaso del “sufragio efectivo” e izar virilmente sobre los edificios de Ciudad Juárez la Bandera Roja de los liberales, con la inscripción: Tierra y Libertad.

Ricardo Flores Magón

¡Mentira que ondee la bandera americana en los edificios de Tijuana!

¡Mentira que la intención del Partido Liberal Mexicano sea entregar esa tierra a los Estados Unidos!

Esas viles falsedades han sido echadas a volar, desde el principio de nuestra campaña, para que los patrioteros se exalten y aplasten a nuestros hermanos.

Los Cónsules mexicanos, los agitadorcillos maderistas y porfiristas pagados por los Cónsules, y toda una caterva de burgueses que han echado a volar de México temerosos de caer bajo el poder de sus peones ahora en rebelión, están procurando por cuantos medios pueden soliviantar a las masas inconscientes contra los liberales, hablándoles de “patria”, de “honor nacional” y de otras muchas cosas que saben que producen buen efecto entre personas sencillas que han sido educadas para soportar el yugo del capital, de la autoridad y de la iglesia.

No os dejéis engañar, desheredados. Los que os hablan de patrias ultrajadas, de honor nacional pisoteado y todas esas cosas, para que os echéis sobre los nuestros, son los burgueses, son los representantes del tirano que pagan a algunos miserables para que nos deis la espalda y vayáis a luchar por los intereses de la burguesía, del clero y del gobierno.

No nos conformamos los liberales con la conquista de la Baja California. No nos conformamos con tan poco. Estamos sosteniendo la guerra en la Baja California tanto como en muchos Estados de la República lo estamos haciendo, y hecha la Revolución Social en México, se hará en todo el mundo.

La tierra que estamos conquistando es para que la gocen todos por igual, en común. No la vamos a vender. Id a poblarla y armáos de un buen fusil, pues el trabajador debe estar siempre armado para evitar que le arrebaten el bien común: la tierra. No hay que rendir nunca las armas. Cada hombre debe tener siempre la suya, para que no permita ninguna clase de amos.

Id a la Baja California, desheredados, pero no a luchar contra nuestros hermanos, sino a tomar posesión de la tierra para que la trabajéis en común.

En Tijuana ondean cinco banderas rojas y ninguna bandera americana.

El compañero Antonio de P. Araujo se encuentra en Tijuana y él nos anuncia que es vil mentira lo que andan diciendo los patrioteros de que la bandera americana está izada en aquella plaza conquistada por los nuestros.

El trabajo del compañero Araujo es espléndido. Mexicanos, id a ayudarlo.

Ricardo Flores Magón

Hemos corrido la palabra a nuestros hermanos de las diferentes tribus indígenas que habían sido despojados de sus tierras, que tomen inmediata posesión de ellas. Nuestras fuerzas los apoyarán en su obra reivindicadora; pero no basta esto. Es preciso que cada varón indio se arme para que de hoy en adelante nadie se atreva a arrebatarles lo que les pertenece. Nunca hay que deponer las armas.

Todas las tribus indígenas de la Baja California, todas las de Sonora, Chihuahua, Durango y demás Estados de la nación mexicana, han sido despojadas de sus tierras por aventureros americanos, por los millonarios de este país que tienen en sus garras las fuentes de riqueza de México. Necesario es que comience la obra verdaderamente revolucionaria: la toma de posesión de la tierra.

No solamente los capitalistas americanos habían despojado de sus tierras a los mexicanos al amparo del Dictador Porfirio Díaz. Burgueses de todas las nacionalidades habían acaparado para sí toda la tierra de México y reducido a los mexicanos a la esclavitud.

Pero no olvidar, hermanos desheredados, que la garantía de vuestra libertad y de vuestro bienestar, no es la autoridad, sino el fusil. No rindáis nunca las armas.

Compañeros: a tomar posesión de la tierra. Pero no la dividáis, no os concretéis a trabajar una determinada extensión de tierra individualmente, porque, creedlo, vais a deslomaros más tal vez que si la trabajáse bajo la férula de algún amo. Trabajadla en común para obtener mejores resultados.

Por supuesto, cada uno que quiera tener su casa y un buen solar, para sembrar en él lo que sea de su agrado, o para criar algunos animales útiles, puede tenerlo; pero para que haya abundancia mediante un insignificante esfuerzo, el resto de la tierra debe ser cultivado en común.

Con la huida de Mayol,1 y sus esbirros, el Partido Liberal Mexicano ha quedado dueño de una vasta extensión territorial en el norte de la Baja California, desde Río Colorado hasta la costa del Pacífico. Esa región pude dar de comer a millones de seres humanos y tener todavía un sobrante para cambiarlo por otros artículos o géneros que se necesiten, de manera que no se carezca de nada.

Nuestros hermanos del interior de México, deben imitar este ejemplo para dar un más fuerte impulso a la Revolución Social. No hay que pensar en que la tierra pertenece a determinado personaje: hay que tomarla resueltamente, no para el beneficio de uno solo, sino para el beneficio de todos y cada uno de los habitantes de México, hombres y mujeres.

Tal vez temáis, hermanos desheredados, que intervengan los Estados Unidos. No temáis. No fuísteis vosotros los que llámasteis a los capitalistas extranjeros para que os pusieran el yugo. Ellos solos fueron en busca de lucro. No fueron a haceros ningún servicio, sino a aprovecharse de vuestro trabajo teniéndoos a salario desde hace cuatro siglos en que os despojaron de la tierra los conquistadores españoles. Nuestros padres indios no llamaron a esos conquistadores, ni sus descendientes hemos llamado a los capitalistas de las otras nacionalidades. Simplemente fueron a hacer negocio, nos explotaron cuanto pudieron y es necesario no consentir más explotaciones ni de mexicanos ni de individuos de otras razas. Ha llegado el momento en que los pobres debemos tomar para todos lo que a todos pertenece.

No temáis la intervención de las potencias extranjeras. A un pueblo rebelde no lo somete nadie. No temáis la intervención, que nuestros hermanos desheredados de todo el mundo se levantarán en armas si algún gobierno se entromete en nuestros asuntos, y, si no nos defienden los desheredados de todo el mundo por egoísmo y por falta de solidaridad, no importa: perezcamos aplastados como valientes, que es preferible a soportar esta vida de esclavitud y de vergüenza.

Ricardo Flores Magón


1 Véase supra, RFM “La marcha ascendente de la Revolución. La Bandera Roja próxima a entablar una batalla decisiva en la Baja California”, Regeneración, núm. 32, abril 8, 1911.

Varias compañeras, dando un alto ejemplo de valor y de inteligencia, arengaron al pueblo y a los soldados de Madero en Ciudad Juárez, invitándoles a que abandonasen la desabrida bandera del “sufragio efectivo” y abrazan resueltamente la Bandera Roja para luchar por Pan, Tierra y Libertad para todos sin excepción.

La conducta de estas compañeras es digna de aplauso. La mujer debe ser la primera interesada en hacer que los hombres se adhieran al Partido Liberal Mexicano, porque nuestros principios no excluyen a la mujer. La mujer tiene los mismos derechos y prerrogativas que el hombre. Adelante, bravas compañeras.

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Madero prepara su Dictadura. Dice Madero a un corresponsal de la United Press Association: “La Constitución de México es muy parecida a la de los Estados Unidos; pero los mexicanos no están familiarizados con las prácticas democráticas.”

Ya comienza a decir Madero lo que todos los tiranos: Díaz y su círculo, por ejemplo, negaron por décadas que el pueblo estuviera apto para la democracia. Y Madero vociferaba que era un gusto, que el pueblo estaba perfectamente preparado para ello. El lema de Madero es “Sufragio Efectivo y No-reelección.” ¿Pero cómo puede haber sufragio efectivo si los mexicanos no están familiarizados con las prácticas democráticas?

¿No hay razón para llamar a Madero el Payaso de la boleta electoral? Primero decía que estaba apto el pueblo. Eso lo hizo para que el pueblo lo siguiera. Ahora que ha hecho traición a la Revolución y está de acuerdo con Díaz para que maderistas y federales se unan para aplastar a los liberales, dice lo contrario.

Nada; que se traguen Madero y sus partidarios las boletas electorales. Para tomar posesión de la tierra y de la maquinaria, no necesitamos boletas, sino fusiles en los brazos y altos principios en los sesos.

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Dícese que Madero ha dispuesto enviar una fuerte columna de sus esbirros a la Baja California y otra a Sonora, para acabar con los liberales. Como nuestros compañeros ya saben lo que son los maderistas están resueltos a atacarlos lo mismo que a los porfiristas.

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Un viejo liberal, Germán López,1 fue quien desarmó a Navarro cuando la toma de Ciudad Juárez; pero los maderistas atribuyen esa hazaña a Garibaldi. Conste, pues, para que queden las cosas en su lugar, que Germán fue el héroe.

Madero ha enviado a la Baja California al General bóero Viljoen,2 con no sé que tantos esbirros, dizque a aplastar a los liberales.

También en las panzas de los bóeros entran las balas.

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¿Qué decís ahora, agitadorcitos maderistas y porfiristas? La tierra conquistada por los liberales está siendo puesta en manos de nuestros hermanos indios que habían sido despojados de ellas, y en manos de todos los que tienen voluntad de trabajarlas y regarlas con su sudor, sin distinción de sexo.

¿Harán vuestros amos Díaz y Madero cosa parecida?

Y a propósito de tierras: Paulinín, busca otro negocito mejor que el de venta de tierras en México, porque ya no habrá quien te las compre, desde el momento en que el Partido Liberal Mexicano las está poniendo en las manos de los pobres sin negociar con ellas, pues nosotros no somos comerciantes: somos reivindicadores.

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¿Dónde están esas cuotas?, pregunta cierta damita3 desde las columnas de un periodiquín, el de Paulinín, por cierto.

Esta damita me adulaba, me ponía por las nubes, me declaraba el hombre de más sesos de todos los mundos habitables, ponía en su periodiquito y en tarjetas postales mi retrato, me llamaba abnegado, valiente, apóstol, azote de tiranos y la mar de cosas.

Esto sucedía cuando todavía no echábamos de la Junta y a patadas al burgués Antonio I. Villarreal, hermano de la misma.

Ahora resulta con que la mantenía yo con frijoles y nada más que con frijoles. Pero damita, acuérdate que andaba yo a salto de mata, trampeando trenes, durmiendo a la intemperie para evitar el ser sorprendido por los señores guardianes del “orden” que no me dejaban en paz. ¿Qué podías esperar de un pobre vagabundo? Y, sin embargo, tú misma confiesas que te daba frijoles, que con sacrificios enviaba dinero a tu hermano, y a tí y a muchos liberales les consta que en el período a que te refieres, que fue del 19 de octubre de 1906 hasta el 3 de agosto de 1907,4 fecha en que por fin caímos en las garras de los detectives, muchas veces estuve sin comer más de dos días, y en todo ese período de persecución tenaz por parte de los dos gobiernos combinados, el de Díaz y el de Roosevelt, tú te regalabas con los frijoles que te enviaba porque eras la hermana de Villarreal.

Nada, nada; déjate de niñadas, ¿por qué antes no te habías preocupado por sacarme los colores a la cara? Porque creías tal vez que me iba a aliar a Madero para oprimir al pueblo, y tú te darías la gran vida participando de los gajes que obtuviera tu hermano como Ministro o cualquiera otra clase de sanguijuela. Pero desde que ves que renuncio con energía a ser mandón, el despecho te hace decir esas barbaridades.

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Madero cumplió ya su ofrecimiento: decomisó en Ciudad Juárez todos los ejemplares de Regeneración que vendían los muchachitos papeleros, y puso a los muchachos de este lado de la línea, desterrándolos de México.

El negrero decomisó dos mil ejemplares del número pasado de Regeneración. Ya ha de haber mandádolos quemar.

Madero dice que está luchando por libertad de palabra, libertad de imprenta, libertad de no sé qué tantas cosas y desde hoy condena al destierro a inocentes muchachitos que se ganan la vida vendiendo periódicos.

¡Fíense los pueblos de las promesas de los que quieren oprimirlos!

Resueltamente, desheredados, agrupaós alrededor de la Bandera Roja y tomad desde luego posesión de la tierra y de todo cuanto existe para el provecho de todos. Esa es la salvación.

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Paulunín brama desde su papasal, con el objeto de exaltar el patriotismo de las personas sencillas contra nosotros, que tenemos extranjeros en nuestras filas. Paulinito: Madero trae más de quinientos extranjeros en sus filas. Los otros jefes maderistas que operan en los Estados fronterizos, traen americanos por centenares. Los Generales maderistas Garibaldi y Viljoen, son extranjeros. Abre ahora ese hermoso hocico para atacarnos. Y fíjate en una cosa importante: los extranjeros que están en nuestras filas son proletarios que piensan lo mismo que los liberales que la causa de los trabajadores de un país, es la causa de los trabajadores de todos los países, porque el capitalismo está unido internacionalmente y los proletarios deben estar unidos de la misma manera. Los extranjeros que andan con los liberales son obreros de ideales avanzados, que saben que no va a haber gajes para ellos, mientras los extranjeros que andan con Madero son soldados de fortuna que buscan el provecho personal y no el de todos.

Pero para que te quedes espantado: la prensa del día 13 de este mes, anunció la deserción de mil doscientos soldados americanos que cruzaron la línea para incorporarse en las fuerzas de Madero, no en las liberales. Lee la prensa, baboso, y ya que eres tan patriotero, di a Madero que se deshaga de toda esa gringada.

Ricardo Flores Magón


1 Germán López. Residente de El Paso, Tex. En junio de 1908, tras el cateo de la casa y arresto de Prisciliano G. Silva y el fracaso de la incursión a Ciudad Juárez en la segunda intentona insurreccional del PLM su casa sirvió de refugió a Praxedis G. Guerrero y Francisco Manrique.

2 Benjamin Johannes Viljoen. (1868-1917). Militar sudafricano, nacido en Woodhouse, al este de Colonia del Cabo. A los 18 años emigró junto a su familia a Transvaal. Segundo general en jefe del Ejército Boer durante las Guerras de los Boers. Comandó sus fuerzas al noreste de Transvaal. Al término de la guerra emigró a Nuevo México, donde se estableció junto con otros excombatientes. Con el apoyo del presidente Roosevelt y el general Luis Terrazas, intento formar una colonia de boers en la hacienda terraceña de Humboldt. Se unió a las tropas maderistas y participa en la toma de Ciudad Juárez, tras la cual Madero lo convirtió en su asistente militar y miembro de la junta estratégica de su estado mayor. En otoño de ese año Madero le nombró comisionado oficial para las negociaciones de paz con  el pueblo yaqui. En 1912, le nombró cónsul mexicano en Breslau, entonces parte de Prusia, y del Imperio Alemán. Murió de neumonía el 14 de enero de 1917.

3 Se refiere a Andrea Villarreal, hermana de Antonio I. Villarreal, quien junto con su hermana Teresa, formó parte del núcleo liberal en exilio desde 1905. Ambas editaron los periódicos de La Voz de la Mujer (El Paso, Tex.), 1907 y de Mujer Moderna (San Antonio, Tex.), 1909 y El Obrero (San Antonio, Tex.), 1907-1909, apegados a las directrices del PLM.

4 A raíz de que el gobierno porfirista desarticuló el intento insurreccional del PLM en El Paso, RFM se vio obligado a mantenerse en la clandestinidad. El 20 de octubre salió de aquella población llegando a Los Ángeles, California, al día siguiente donde permaneció hasta el 18 de enero de 1907. Las semanas siguientes radicó en San Francisco, y de ahí partió a la vecina ciudad de Sacramento el 25 de febrero, regresando a Los Ángeles el 28 de junio donde fue arrestado, junto con Librado Rivera y Antonio I. Villarreal, el 23 de agosto del mismo año.

El telégrafo nos anuncia que Díaz y Corral han renunciado a la Presidencia y a la Vicepresidencia, respectivamente, de la República Mexicana. Esto ocurrió antier, 25 de mayo.

Ha quedado de Presidente Provisional, el Licenciado Francisco León de la Barra, quien espera a Francisco I. Madero, el que fungirá de “consejero” de de la Barra. De la Barra convocará al pueblo a elecciones “honestas,” que tal es la palabra de los que todo lo esperan de la boleta electoral; pero antes de convocar a elecciones, de la Barra y Madero harán uso de las fuerzas federales y maderistas, combinadas, para aplastar a los liberales.

Así, pues, la lucha continuará. Los liberales esparcidos en toda la República, están resueltos a no deponer las armas bajo ninguna circunstancia. Ni a Madero ni a de la Barra reconocen los liberales, porque los liberales luchan por la toma de posesión inmediata de la tierra y de la maquinaría de producción para entregarla al pueblo, y mientras esto no se consiga en toda la extensión de lo que se llama República Mexicana no habrá paz.

Con elecciones y esas mojigangas no come el pueblo. Con cambio de capataces en el gobierno, no se mata el hambre. Los estómagos continúan vacíos, y sólo se indigestan de tanto comer los burgueses y los gobernantes.

No hay que dejar las armas. Los soldados de Madero deben desconocer desde luego a ese ambicioso y a todos los jefes y oficiales de las fuerzas maderistas que no entreguen desde luego, inmediatamente al pueblo productor, la tierra y la maquinaria de producción.

Se ha derramado sangre en abundancia. Que no sirva esa sangre para que se gane Madero VEINTE MILLONES DE PESOS que es el precio que puso a la paz.

Abrid los ojos, desheredados, y volved vuestros fusiles sobre vuestros jefes y oficiales que se nieguen a dar al pueblo trabajador lo que le corresponde.

Madero está anunciando que vosotros, los soldados maderistas, en unión con los federales, váis a sofocar  el movimiento del Partido Liberal Mexicano. Se os va a convertir en esbirros para que matéis a vuestros mejores hermanos, a los que luchan por sacaros de la miseria y de la humillación en que vivís.

¿Qué os garantiza Madero? Teneros en los cuarteles para que sostengáis los privilegios de las clases elevadas y evitar que los pobres tomen posesión de todo cuanto existe y lo disfruten fraternalmente.

Díaz cayó; pero no cayó con él el privilegio que tienen los ricos de poseer la tierra y la maquinaria. Las cosas seguirán peor que antes, porque habrá más miseria por la paralización en que han estado los negocios de todas clases y los pobres no encontrarán trabajo y las familias perecerán de hambre, mientras sus nuevos amos se darán la gran vida.

No, no hay que deponer las armas. Hay que continuar esta lucha hasta su fin: la toma de posesión de la tierra y de la maquinaria para el disfrute de todos y cada uno de los habitantes de México. Entonces no habrá más miseria ni tiranos.

Ricardo Flores Magón

— L’Era Nuova, de Paterson, N. J., inserta nuestro Manifiesto a los trabajadores del mundo,1 y da abundantes detalles del grandioso movimiento revolucionario en México.

— Il Libertario,2  de La Spezia, Italia, inserta igualmente nuestro Manifiesto en sus columnas y hace un entusiasta llamamiento a la solidaridad de los desheredados para que ayuden al Partido Liberal Mexicano.

— Il Proletario, de Nueva York, excita a todos los trabajadores a que no permitan que Taft envíe tropas americanas a México.

— Cronaca Sovversiva, de Barre. Vt., inserta nuestro Manifiesto.

— Revolt, de San Francisco, California, habla indignado del infame tráfico de la vida y del porvenir de los trabajadores mexicanos, que no otra cosa que un vil arreglo de negociantes, son los famosos tratados de paz entre Díaz y su compinche Madero.

— El compañero Cravello nos informa que L’Agitatore,3 de Bologna, Italia, está publicando largos artículos en favor de la Revolución que fomenta el Partido Liberal Mexicano. Nos informa que otros muchos periódicos obreros de Italia hablan con entusiasmo de nuestro movimiento.

— L’Avvenire,4 de New Kensington, Pa., trae un hermoso artículo de Carlo Tresca5 en que se invita a todos los trabajadores a ayudar pecuniariamente y como puedan a los liberales mexicanos.

— La Voz del Pueblo,6 de Tarrasa, España, excita a todos los trabajadores españoles a ayudar con dinero y con toda clase de elementos a los liberales mexicanos. Pide que todos los trabajadores españoles protesten contra el Gobierno Americano, si éste quisiera intervenir en nuestros asuntos. Desde luego abre el colega una subscripción pública a favor de los liberales mexicanos.

— El Internacional, de Tampa. Fla., publica una excitativa del Grupo Pro-Revolución Mexicana, del que es Secretario el compañero Pedro Esteve, para que los operarios de todos los talleres contribuyan para el fomento de la Revolución Social en México. Además, publica el discurso que el activo compañero Rafael R. Palacios,7 en Milwaukee, Wis., pronunció ante los compañeros trabajadores de la Fábrica “Mi Carmen,” con tan buen éxito, que desde luego se colectaron cien pesos que por telégrafo nos situó el mencionado compañero.

— Solidarity, órgano I. W. W., de New Castle, Pa., se ocupa con interés y entusiasmo en lo relativo al movimiento del Partido Liberal Mexicano, y aconseja a los soldados americanos no atacar a los revolucionarios.

— The Industrial Worker, órgano I. W. W., de Spokane, Wash., protesta contra el atentado de que fue objeto nuestro compañero Araujo en Calexico,8 excita a todos los trabajadores a protestar y pide que todos los trabajadores envíen dinero a las oficinas de la Junta para los gastos de la Revolución.

— Cultura Proletaria, de Nueva York, lucha con brío por despertar entre la clase trabajadora el interés por el movimiento del Partido Liberal Mexicano. Continúa abierta la subscripción a favor de la Revolución Social en México en las columnas del colega.

— Tierra y Libertad, de Barcelona, España, inserta nuestro Manifiesto en sus columnas y excita a todos los desheredados del mundo a que contribuyan para el fomento de la causa del Partido Liberal Mexicano. Desde luego abrió el colega una subscripción.

— ¡Tierra! de La Habana, Cuba, continúa su espléndido trabajo de agitación en favor de la Revolución Social en México. Continúa abierta la subscripción en las columnas del colega.

— The Agitator, de Home, Wash., publica la protesta de los I. W. W., de Detroit, Mich., contra la intervención de las tropas de Taft en México y excitando a que se  dé a los revolucionarios mexicanos toda clase de ayuda.

— La Unión Industrial, órgano I. W. W., de Phoenix, Ariz., habla  con brío a favor del movimiento liberal, el de la Bandera Roja, el que proclama la expropiación de la tierra y de la maquinaria para que la usen libremente todos y cada uno de los seres humanos que pueblan México.

— Por noticias de compañeros, muchos otros periódicos obreros de diversas partes del mundo están agitando en favor del movimiento liberal. Sentimos no tenerlos a la vista para referirnos a ellos.

— El compañero Gabino Yejo, de Río-Piedras, Puerto Rico, envía un peso para el fomento de la Revolución.

— La compañera A. Kossowsky, de Ibor City, Fla., nos envía cinco pesos para el fomento de la Revolución. A la vez, protesta contra la intervención de los Estados Unidos en México.

— El compañero A. Wilbers, de Lake Bay, Wash., envía quince pesos setenta y cinco centavos con que contribuyeron para el fomento de la Revolución Social los compañeros que siguen: Gustave Teltsch,9 $1.00; A. Wilbers, $1.00; N. I., 30c; N. N., 50c; Nathan Levin, 50c; A. Cohn, 25c; John Buchie, $1.00-, Wm. Heine, 25c; A. S., 50c; B. Haiman, 20c; M. V. Bek, 50c; Jessie Brewster, 50c; K. Commander, 50c; G. Vose, 25c; J. Manley, 25c; Anna Falkhoff, 50c; Ersilla, $4; Coppele, 50c; B. Alt, 50c; Ph. Falkoff, 25c; Ostroff, 25c; V. Koreshov, 25c.

— El compañero Pedro Esteve nos envía cien pesos y seis centavos que el Grupo Pro-Revolución Mexicana ha colectado en los talleres de Tampa y de Ibor City, Florida. He aquí la lista; La Trocha, $18.16; Calixto López, $12.25; Bustillo, $8.25: El Sidelo, $14.l60; Flor de Cuba, $7.10; Rosa Española, $4.10; Martínez Hoz, $7.05; Filadelfia, $8.70; A. Kossowsky, $1.

— Un compañero que no da su nombre, envía un peso para el fomento de la Revolución. El envío fue hecho de Big Harbor, Wash.

— El compañero Caffarri Francesco, de Yohoghany, Pa., nos envía $1.49 con que contribuyen él y otros compañeros para el fomento de la Revolución.

— El compañero Primitivo Estarán, de Barre, Vt., nos envía $11.40 de la colecta hecha entre los compañeros de Westerville y Graniteville, del modo siguiente: Indalecio Baldor, 50c; Leo Clome, 50c; Agustín Acebo, 10c; Angel Lavín, 50c; José Lavín 50c; Rogelio Cacicedo, 25c; Claudio Fernández, 25c; José Peña, 25c; Gerónimo A. 50c; Leandro Misones, 50c; Pedro Lavín, 10c; Gerónimo Gandara, 25c; Fabián Cantera, 25c; Paolo Nunzio, 25c; Linares Michele, 10c; Allonzo Primavere, 15c; Antonio Portillejo, 25c; José Gómez, 25c; N. García, 25c; Manuel Suárez, 25c; Casimiro Campo, 25c; Rufino Loreñes, 25; C. Cortina, 25c; Luis Lavín, 25c; Santiago Borolas, 25c; A. Araniz, 50c; D. Hario, 50c; Manuel Serna, 25c; E. de la Hoz G., 25c; Miguel Maza, 25c; Eduardo Bolado, 25c; Ricardo Peral, 25c; Juan Aranáiz, 50c; I. García, 25c; M. Usle, 25c; José García, 25c.

— El compañero Jaime Vidal,10 nos envía la suma de $27.35 recaudados por medio de Cultura Proletaria, de Nueva York.

— El compañero J. Barra, de Roanoke, III., envía la suma de $3.55. De esta cantidad, $2.30 fueron recaudados en una fiesta de los miembros del Círculo F. F., y el resto fue conseguido entre los compañeros siguientes: Jules Moquet, 25c; Maurice, 25c; Maquet, 25c; Henry Mezurier, 25c; Agustín Boldaine, 25c.

— El compañero Cayo Graco, de la Habana, Cuba, aparte de las anteriores cantidades con que hemos dado cuenta ya,11 nos ha enviado las nuevas que siguen: En 26 de Abril, $17.60; en 5 de Mayo, $10.70; y en 12 de mayo, $22.50. Este dinero se ha colectado por medio de las columnas de ¡Tierra!

— La compañera Emma Goldman nos envía $70.00 que colectó en San Francisco y Oakland.

— Solidaridad Obrera de Barcelona, España, inserta en sus columnas nuestro Manifiesto a los trabajadores de todo el mundo,12 y habla con entusiasmo de la Revolución Mexicana.

Como veis, compañeros, el movimiento de solidaridad crece y dentro de pocas semanas, se habrá hecho universal. ¿Qué significa esto? La respuesta brota espontáneamente: esto significa que el verdadero movimiento revolucionario en México, el de los desheredados, es simpático a todos aquellos que conocen que el interés de la clase capitalista es distinto del interés de la clase proletaria, y que tiene que existir una guerra constante entre las dos clases, hasta que el proletariado triunfe.

Todos los Grupos Regeneración deben redoblar sus esfuerzos para dar un vigoroso impulso al movimiento del Partido Liberal Mexicano. El desprestigio de Madero va cundiendo, ahora es tiempo de redoblar nuestros esfuerzos.

Los miembros del Partido Liberal Mexicano no deben olvidar de pagar sus cuotas, siempre que puedan hacerlo, por supuesto.

Personas que no estén inscriptas al Partido, pero que sientan simpatía por la redención de los pobres, deben ayudar también en la medida de sus fuerzas, enviando su óbolo a esta oficina.

Compañeras y compañeros, no desmayéis, no os canséis. Adelante, siempre adelante.

Ricardo Flores Magón


1 Véase “Ai lavoratori di tutto il mondo”, en L’Era Nouva (Paterson), no. 149, mayo 20, 1911.

2 Il Libertario. “Giornale anarchico”. La Spezia, Italia. (1903-1922). Director fundador: Pasquale Binazzi. Administrador: Vittorio Cautarelli. Semanario anarquista, consagrado a la propaganda doctrinaria y a la difusión de las movilizaciones obreras en Italia. Asimismo, siguió de cerca los movimientos sociales internacionales, sobre todo los que tuvieron lugar en Argentina y España. Se mostró solidario con la causa del PLM y mantuvo estrecho contacto con Regeneración, al menos hasta finales de 1913.

3 L’Agitatore. “Periodico settimanale di azione rivoluzionaria”; “Periodico settimanale anarchico”. Bolonia, Italia. (1910-1913). Colaboradores: Armando Borghi, María Rygier, Giuseppe Sartini, D. Zavattero, entre otros.

4 L’Avvenire. New Kensington, Pa. (1909-1917). Carlo Tresca, director.

5 Carlo Tresca (1879-1943). Italiano. Periodista y ferrocarrilero.  Fue secretario de la Unión de trabajadores del ferrocarril italiano y editor del periódico Il Germe. Con el fin de evitar una condena por sus actividades políticas emigra a los Estados Unidos en 1904. En Filadelfia asume la redacción de Il Proletario, órgano oficial de la Federación Socialista Italiana. Por sus ideas cada vez más cercanas al anarquismo lo llevan a renunciar, en 1906, publicación para publicar su propio periódico La Plebe. En 1908, se estableció Pittsburgh, y desarrolló un intenso trabajo de propaganda entre los obreros y mineros del carbón italianos del oeste de Pensilvania, provocándole numerosas multas, encarcelamientos e inclusive un intento de asesinato. A partir de mayo de 1911, publica diversos artículos a favor del PLM, en L’Avvenire de New Kensignton, Pa., a pesar de tener viejas diferencias con el redactor de la sección italiana de Regeneración, Ludovico Caminita, quien se negó, tras el arresto de Tresca ese mismo año, a hacerse cargo de L’Avvenire, por diferencias con Tresca a quien acusa de apoyar a miembros de la colonia italiana, comerciantes y burgueses, chantajista, etc. Lo que lleva a la ruptura. En 1912, invitado por la Industrial Workers of the World (IWW) a Lawrence, Massachusetts realiza una campaña entre los trabajadores italianos en busca de la libertad para los líderes huelguistas Joseph Ettor y Arturo Giovannitti, acusados falsamente de asesinato. Tresca continuó su labor de agitación en las huelgas de los trabajadores textiles en Little Falls en Nueva York (1912), de los trabajadores de los hoteles de Nueva York (1913), de los trabajadores de la seda en Paterson, Nueva Jersey (1913), entre otras.  Para 1916, Tresca reanudó la relación con los editores de Regeneración. Y participa el 18 de marzo de ese año, como orador en un Mitin internacional, llevado al cabo en el Labor Temple, “para protestar contra la persecución de que son víctimas los luchadores anarquista Ricardo y Enrique Flores Magón”. En julio, Tresca, junto con  F. H. Little y Schmit y otros siete wobblies es arrestado, por su participación en la huelga de los mineros en Mesabi Range en Minnesota. En este último lugar escapa de un intento de linchamiento pero fue acusado de asesinato. “como resultado de un choque armado habido entre mineros huelguistas y una fuerza de esbirros en Biwabick, en el cual resultaron dos hombres muertos”.El juicio se lleva al cabo en diciembre de 1916. En Los Ángeles se organiza un mitin internacional, el 3 de diciembre “a favor de los hermanos Magón, Tresca, Rangel, Schmidt, Caplan y tantos más perseguidos en esta nación por la hidra capitalista”. RFM fue el orador en español.  En su discurso “La Rusia americana” de RFM, le llama  “generoso poeta.”Para no interceder por él El gobierno de Italia, acusaba a Tresca de ser espía alemán. Fue declarado inocente y liberado, para meses después ser de nueva cuenta encarcelado, junto con la Gurley Flynn, Giovanniti, Hayword y más de 160 wobblies. A lo largo del resto de su vida fue un activo opositor al fascismo y al estalinismo y de la infiltración de la mafia en los sindicatos norteamericanos. Fue asesinado por esta última en la ciudad de Nueva York, el 11 de enero de 1943.

6 La Voz del Pueblo. “Órgano de los sindicatos obreros de Tarrasa”. Tarrasa (1907-1908, 1910-1914) Periódico bisemanal. Difundió los pormenores de la revolución mexicana, insertando en sus páginas escritos tomados de Regeneración; mantuvo una postura solidaria hacia el PLM al menos hasta mediados de 1913.

7 Rafael Romero Palacios. Originario de Puebla. Obrero tabacalero y activista de filiación anarquista.  Residió en El Paso, Tex. (1905?), y San Francisco, Calif. (1906-1908), Milwaukee, Wis. (1910-1911), Los Ángeles (1911-1912), Tampa, Fla. (1913)  y New York, N. Y. (1913). Se desconoce la fecha de su vinculación con la JOPLM. Desarrolla una fuerte campaña de recolección de fondos para Regeneración en Milwaukee, Wis., a principios de 1911. En julio de ese año se integra al grupo editor de Regeneración, dedicándose de la administración del mismo. Cuando RFM, LR y AIF, son encarcelados en junio de 1912 fue designado “director” del periódico, puesto en el que permaneció hasta el 13 de octubre de ese mismo año, después de ser acusado de haber publicado en el periódico que “los compañeros presos estaban contentos con su sentencia,” de robo, malversación de fondos y autoritarismo  por el resto de los encargados del periódico, mismos que fueron respaldados por los editores presos. Para esos momentos mantenía ya contacto con el consulado mexicano. Palacios emigró, junto con Francisca Mendoza a Tampa, Flo. Desde ahí publicó un libelo en contra de los miembros de la JOPLM. RFM, publicó una serie en contra del mismo en 1914. Francisco Mendoza se deslindó de la publicación del libelo. Posteriormente marchó a Nueva York, donde se vinculó al grupo de Cultura Obrera dirigido por Pedro Esteve. Luego regreso a México.

8 Véase supra RFM, “Araujo prisionero”, Regeneración, núm. 36, mayo 6, 1911.

9 Gustave Teltsch. Anarquista de origen austriaco, al parecer estuvo en la Penitenciaría Federal de McNeil Island al mismo tiempo que RFM. Mantuvieron una intensa correspondencia desde 1919 hasta la muerte de RFM.

10 Jaime Vidal. Propagandista ácrata catalán. Junto con Pedro Esteve, editó Cultura Obrera Cultura Proletaria en Nueva York, principales órganos de expresión de los anarquistas españoles en los Estados Unidos. Tras los acontecimientos de la semana trágica de Barcelona, promovió la formación de un Comité Pro Revolución Española en Nueva York. Entró en contacto directo con la dirigencia magonista al menos desde mediados de 1907. Editor de la revista Brazo y Cerebro (Nueva York, 1912) y Fuerza Consciente (San Francisco, 1913). Autor del folleto Historia de la revolución económica de México, 1912. Se mantuvo cercano a la causa magonista.

11 Véase supra RFM, “Movimiento de solidaridad”, Regeneración, núm. 35, abril 29, 1911; “Movimiento de solidaridad”, Regeneración, núm. 37, mayo 13, 1911.

12 Véase “La Revolución en Méjico. A los trabajadores de todo el mundo. Manifiesto.”, en Solidaridad Obrera, núm. 65, mayo 5, 1911.

Hoy, 2 de junio, anuncia el telégrafo que se están recibiendo mensajes en la ciudad de México, dando cuenta de innumerables levantamientos en toda la extensión del territorio mexicano.

La sangre está corriendo a torrentes en todo el país, y esto demuestra con toda claridad que el pueblo rechaza indignado el cobarde pacto de paz celebrado por Díaz y por Madero.

Los gobernadores de muchos Estados están renunciando a sus puestos y poniéndose a salvo con el dinero que robaron durante la opresión.

Los artículos alimenticios son escasos en todo el país, y los precios a que están siendo vendidos son altísimos. El hambre asoma su faz lívida. ¡No respetéis la propiedad desheredados! Echáos sobre los graneros, abrid los almacenes y comed y vestíos.

Los gerentes de las compañías ferrocarrileras, han recibido noticias de sus empleados en todo el país, de que los revolucionarios no les permiten reparar las vías.

Los soldados maderistas, están respondiendo al llamamiento que les hemos hecho los liberales de no dejar las armas, y a pesar de los esfuerzos que hacen los jefecitos de Madero, se marchan en grupos más o menos fuertes a llevar la guerra a otros lugares en contra de Madero.

La Revolución continúa su marcha saludable.

Liberales de todo México: ¡no dejéis salir a los ricos!

¡No dejéis salir a los ricos, compañeros de miseria!

Los ricos están saliendo en parvadas y traen sus dineros al extranjero, con el objeto de fomentar un movimiento de la clase rica contra la clase trabajadora que es la que lucha bajo la Bandera Roja del Partido Liberal Mexicano.

Que no escape ya ni un solo rico, de hoy en adelante.

Hay que comprender que los ricos, son los peores enemigos de la humanidad.

Ricardo Flores Magón

Noticias telegráficas que aparecieron esta mañana, 2 de junio, en la prensa, refieren que varios centenares de compañeros indios yaquis, perfectamente armados, se están reconcentrando en Cócorit, cerca de Corral, Sonora, ya pidieron a las guarniciones maderistas y federales de los pueblos del Río Yaqui, que se rindan, pues de lo contrario las tomarán a sangre y fuego.

Entre las poblaciones amenazadas, se encuentran Esperanza, Bácum, Jori, Torin, Lancho y Pótam. Han dado tres días a los maderistas y federales para que se rindan y les entreguen las poblaciones y todas sus tierras.

Las tierras que van a ocupar nuestros hermanos indios, son riquísimas, y de ellas habían sido despojados por la tiranía y vendidas a los capitalistas pero ahora nuestros compañeros van a tomar posesión de ellas, porque a ellos pertenecen.

Esto mismo van a hacer los compañeros indios cucapás de la Baja California a quienes las fuerzas liberales han enviado mensajeros para que tomen desde luego posesión de la tierra.

Los pimas, los papagos, los tarahumaras y todas las demás tribus indígenas, deben imitar el ejemplo de los yaquis y los cucapás. Los liberales los auxilian en su obra reivindicadora. Pero no deben olvidar nuestros hermanos indios que es preciso que siempre tengan terciado el fusil al hombro, para no volver a ser víctimas de un nuevo despojo. Se puede trabajar la tierra con el fusil terciado.

En cada pueblo deben enarbolar nuestros hermanos la Bandera Roja, con esta inscripción: Tierra y Libertad.

No olvidar todos, que el Partido Liberal Mexicano no quiere otra cosa, que ver a todos los habitantes de México libres y felices, por medio de la adquisición de la tierra y de la maquinaria de producción para el libre uso y disfrute de todos.

A unirse a las huestes liberales. ¡Muera Madero!

Ricardo Flores Magón

Muy lejos está todavía el día de la paz. El arreglo Madero-Díaz solo ha venido a demostrar dos cosas: que Madero no es el jefe de la Revolución y que el pueblo no se conforma con el cambio de tiranos.

El pueblo quiere una cosa bien definida: la abolición del hambre, y como la boleta electoral no es de harina sino de papel, quiere algo más substancioso: Pan.

Esto en cuanto a las aspiraciones de los trabajadores.

Por lo que respecta a la burguesía, se ha dividido en diferentes banderías: reyistas, maderistas, obregonistas, “científicos”, figueroistas,1 orozquistas y así por el estilo.

El clericalismo, por su parte, levanta la cabeza y se presenta osadamente como Partido Católico Nacional.

El caos se ha hecho; el deseado caos del que saldrá algo bueno para el pobre pueblo mexicano.

Los que esperaban que esta Revolución sería una revuelta de ópera bufa que terminaría con el encumbramiento de un nuevo tirano, están ahora espantados. La anarquía reina en México, dicen esos pobres de espíritu, sin saber que la anarquía es orden basado en el apoyo mutuo.

Lo que hay en México en estos momentos es el desbordamiento de todas las ansias, buenas y malas: las malas ansias de los caudillitos de llegar al poder y oprimir a su vez; las buenas ansias de los libertarios de acabar con los privilegios para establecer la igualdad sobre la firme base de la emancipación económica del proletariado.

Madero es un simple madero flotando sin rumbo en ese mar encrespado.

Madero es el payaso que da la nota alegre en esta formidable tragedia.

Díaz, es un náufrago que se agarró del “madero” para no perecer ahogado en ese océano de aplastantes pasiones.

¡La paz! Pobre paja en medio del torbellino revolucionario.

El Partido Liberal Mexicano lucha sin tregua  enarbolando su Bandera Roja por todas partes y sosteniendo con vigor su generoso principio: Tierra y Libertad.

El triunfo será para los desheredados si resueltamente se adhieren al Partido Liberal Mexicano.

Ricardo Flores Magón


1 Se refiere a los partidarios de Ambrosio Figueroa (1869-1913). Militar guerrerense afiliado al maderismo. Combatió a los zapatistas como gobernador de Morelos, y se alzó luego contra Madero. Reconoció al gobierno huertista, aunque después se rebeló contra él, al lado de sus hermanos Francisco y Rómulo.

Madero se aprovechó de la circunstancia de encontrarnos presos y perseguidos a los miembros de la Junta Organizadora del Partido Liberal,1 para engañar a los nuestros diciéndoles que estábamos de acuerdo con él.

Madero desarmó al compañero Prisciliano G. Silva, en Guadalupe, Chih.,2 por el simple motivo de rehusarse a reconocerlo como Presidente Provisional de la República Mexicana.

Madero desarmó al compañero Lázaro S. Alanís3 y a siete jefes de columnas liberales en Guzmán, Chih., por rehusarse a reconocerlo como Presidente Provisional de la República Mexicana.

Gabriel Márquez, jefe maderista, desarmó al compañero Miguel B. González en el norte de la Sierra de Chihuahua, por haberse rehusado a reconocer a Madero como Presidente Provisional de la República Mexicana. Márquez había dicho a González que luchaba por los principios igualitarios del Partido Liberal Mexicano.

Estos desarmes significan más de mil armas secuestradas por Madero y sus esbirros solamente en el Estado de Chihuahua. Esas armas  habían sido compradas con el dinero que difícilmente ganan nuestros hermanos desheredados, y de instrumentos de libertad que eran en las manos de los nuestros, se convirtieron en instrumentos de opresión en las manos de la gente de Madero.

En Sonora, el traidor Francisco R. Velázquez, un verdadero bandido que la dragonea de Jefe Político maderista del Distrito de Altar, engañó a nuestro compañero José María Cardoza,4 y a otros seis Jefes liberales que tenían ya dominado el importante y extenso Distrito de Altar, diciéndose liberal lo que comprobó con una credencial de Delegado Especial que mañosamente sacó a esta Junta para que no se le tuviera desconfianza. Velázquez gozaba de la confianza de la Junta por haber sido uno de los más viejos amigos de la causa liberal, por lo que había sufrido persecuciones y había demostrado firmeza; pero corrompido por el oro de Madero, se puso al servicio de éste.

Velázquez desarmó a Cardoza y a los demás jefes y compañeros que militaban bajo su dirección. Puso en prisión a los siete jefes, y el sábado pasado, por la mañana, mandó una escolta para que los condujera a otro lugar. Habían caminado una milla fuera de la ciudad de Altar, cuando fueron fusilados, sin más delito que el de rehusarse a reconocer a Madero como Presidente Provisional de la República Mexicana. Los esbirros que asesinaron a nuestros compañeros regresaron con el parte de que las víctimas habían pretendido huir, y tuvieron que aplicarles la ley que tan odioso hizo al despotismo de Porfirio Díaz: ¡la Ley Fuga!

No es esto todo. El compañero Fortunato Vázquez,5 Delegado Especial de esta Junta, operaba en las cercanías de Ojinaga, sin otro propósito que el de introducir Regeneración a territorio mexicano y hablarles a los trabajadores de los ideales del Partido Liberal Mexicano. Vázquez fue sorprendido por el maderista José de la Cruz Sánchez y se le aplicó la Ley Fuga.

Antonio Carrasco6 dirigía una columna liberal en las inmediaciones de Ojinaga. Fue sorprendido por el mismo José de la Cruz Sánchez, y asesinado de la misma manera.

Fuerzas federales, unidas a fuerzas maderistas, marchan sobre Las Vacas, Coahuila, donde el compañero Emilio P. Campa7 tiene enarbolada la Bandera Roja.

Sobre las fuerzas liberales que operan en los alrededores de la ciudad de Chihuahua, y que pretenden tomar, avanzan a marchas forzadas maderistas y federales.

Contra los compañeros de la Baja California, marchan igualmente federales y maderistas.

La dificultad de encontrar medios de comunicación rápidos y directos, nos imposibilita de saber lo que ocurre en estos momentos a nuestros compañeros del centro y del sur de México; pero por los datos vagos que publica la prensa capitalista, se deduce que nuestros compañeros se baten heróicamente en aquellas regiones contra federales y maderistas aliados.

En Mexicali y sus alrededores, los maderistas, auxiliados por los federales que están de este lado de la línea desde que dicha población está en manos de nuestros compañeros, están planeando disparar desde territorio mexicano sobre el cuartel de los soldados de los Estados Unidos, de modo de excitar a estos a que pasen a Mexicali y en venganza asesinen a toda la guarnición liberal que dirige el compañero Francisco R. Quijada. Este plan va a ser puesto en práctica por la noche; pero nuestros compañeros están listos para aniquilar a cuanto maderista se halle por esos contornos. Por esto se ve claro, que los maderistas quieren provocar la intervención de las fuerzas americanas, disparando desde territorio mexicano sobre el cuartel de los soldados de esta nación.

Madero tiene prohibida la entrada de Regeneración a México. Varios niños vendedores de periódicos, fueron arrestados en Ciudad Juárez, sus periódicos decomisados en número de dos mil ejemplares, y ellos fueron desterrados a los Estados Unidos.

Varias compañeras vecinas del El Paso Tex., pasaron a Ciudad Juárez a distribuir el Manifiesto que la Junta Organizadora del Partido Liberal Mexicano dirige a los soldados maderistas y a los mexicanos en general.8 Una de esas dignísimas compañeras y una niñita, fueron arrestadas por orden de Madero y después de ultrajarlas cobardemente de distintos modos y de haberlas amenazado con fusilarlas si volvían a pasar a México, las pusieron de este lado de la línea, sin sentir vergüenza los cosacos de Madero del valor demostrado por esas heroínas que al ver los fusiles emboscados contra ellas, gritaron: “Mátennos, ¡viva Tierra y Libertad!” Esto gritaron cuando fueron arrestadas.

¿Qué significa todo esto? Esto significa que Madero es un tirano más odioso que Díaz, y que es preciso deshacerse de ese tirano.

Pero hay más: Madero protegió la fuga del Gral. Navarro, cuyas víctimas claman venganza. Madero protegió la fuga de Porfirio Díaz, cuyas víctimas, el pueblo entero, piden su cabeza.

Navarro ordenaba a sus soldados que rematasen a bayonetazos a los insurgentes heridos. No quiero prisioneros, era su grito. Y a ese grito fúnebre respondían sus esbirros con el degüello de los indefensos heridos que pedían agua para refrescar sus resecos labios.

Una fuerza liberal salió al encuentro del convoy que conducía a Díaz a Veracruz. La fuerza liberal pretendió arrestar y ajusticiar en el acto al monstruo que por más de treinta años había hecho desgraciado al pueblo mexicano; pero una fuerte columna maderista se abalanzó sobre nuestros compañeros con tanta rabia, con tal encarnizamiento, que los nuestros perecieron en gran número. Murieron hombres buenos que querían hacer un acto de justicia.

Y como si no bastase todo esto, Madero acepta a De la Barra, individuo que está entregado en cuerpo y alma y a los peores vampiros que chupan las energías del pueblo trabajador: los “científicos”.

¿Qué es todo esto, sino traición simple y llana?

Columnas y más columnas sería necesario escribir para dar cuenta de las infames traiciones de Madero y los suyos.

Ahora bien; ¿por qué se persigue al Partido Liberal Mexicano?

Se le persigue, porque desea la emancipación económica de la clase trabajadora; se le persigue porque quiere acabar con la miseria haciendo que la tierra y la maquinaria de producción ya no estén en poder de un puñado de holgazanes ricos, sino en poder de todos y cada uno de los habitantes de México.

Los desheredados deben unírsenos. Este es el momento en que debemos hacer un poderoso esfuerzo. No debe dejar ningún pobre de enviar su óbolo. Madero se rindió, pero los liberales continuamos la lucha por nuestra cuenta hasta conquistar para todos lo que a todos pertenece.

Trabajadores mexicanos: tomad las armas y reforzad el grandioso movimiento del Partido Liberal Mexicano.

Ricardo Flores Magón


1 RFM, Librado Rivera y Antonio I. Villarreal, principales dirigentes del PLM estuvieron tres años en prisión, entre agosto de 1907 y agosto de 1910. Acusados de violación a las leyes de neutralidad, purgaron su pena en la cárcel del condado de Los Ángeles y en las penitenciarías de Yuma y Tombstone, Arizona.

2 Véase supra RFM, “Francisco I. Madero es un traidor a la causa de la libertad”, Regeneración, núm. 26, febrero 25, 1911.

3 Véase supra RFM “Francisco I. Madero,  escupe a la faz del proletariado”, Regeneración, núm. 34, abril 22, 1911

4 José María Cardoza. (¿?- Desierto de Altar, Sonora, junio de 1911) Cucapá. Residente en Willow Springs. Calif. En 1910 solicita a la JOPLM su incorporación al grupo de la Baja California, y es aceptado y nombrado delegado especial por la Junta. Participa en la campaña del PLM en Baja California. Recluta a sus hombres entre los trabajadores indígenas de las obras de irrigación del Río Colorado. Participa en la toma de Mexicali, donde toma partido por William Stanley y el grupo de extranjeros que se confrontan por la dirección con el grupo dirigido por José María Leyva y Simón Berthold. Junto con Primitivo Tinajero y otros ocho compañeros se separa de grupo, el 5 de marzo de 1911, para incursionar en Sonora. El cruce del río Colorado y del desierto entre las dos entidades, implica  un esfuerzo heroico de la partida magonista, por lo que, Cardoza y Tinajero, los jefes naturales, ceden el mando a Francisco I. Reina a principios de abril, un sonorense que conoce bien el terreno. El grupo finalmente establece su cuartel en la Sierra del Durazno, en el distrito de Altar, donde se les une una veintena de rebeldes. El 24 de ese mes, el grupo tiene su primer enfrentamiento con una partida de más de cien rurales, al mando de Antonio Ogazón, prefecto político de Altar. Tras el combate, los liberales reportan la muerte de dos rurales y ningún revolucionario, así como la incorporación voluntaria de once desertores del ejército federal que solicitaron su ingreso al Partido Liberal. En junio, el grupo  magonista de Altar cae en una celada que les tiende el Jefe Político maderista Francisco R. Velázquez, quien los desarma y detiene a Cardoza y otros seis jefes, a quienes aplica la ley fuga. Otra versión afirma que los revolucionarios fueron asesinados luego de ser obligados a cavar sus propias tumbas. Regeneración acusa a Madero del asesinato y, a partir de entonces, el nombre de Cardoza aparecerá reiteradamente en la lista de los mártires liberales asesinados por el Apóstol de la democracia.

5 Fortunato Vázquez. Originario de Chihuahua. Residente de Marathon (1907) y Terlingua (1910), Tex. Sostuvo vínculos con la  JOPLM al menos desde 1907. Regeneración, después de referir que al ser sorprendido por el general maderista José de la Cruz Sánchez repartiendo dicho periódico entre los trabajadores en la región de Ojinaga, se le aplicó la ley fuga; rectificó esta información señalando que Vázquez, repartía propaganda entre los soldados del general Sánchez. Denunciado, fue reducido a prisión y fusilado por órdenes del mismo. Un grupo Regeneración con su nombre fue organizado en Terlingua, Tex., (1912).

6 Antonio Carrasco. Bandolero en la región de Ojinaga. Antirreeleccionista. Se incorporó a las filas del liberal Lázaro S. Alanís, en enero de 1911, en la región de Ciudad Juárez. Carrasco y sus hombres se unieron después  a las fuerzas de José de la Cruz Sánchez y con ellas participó en el asedio a Ojinaga. El 24 de marzo informó al general que “tomaba el rumbo donde está el gobernador” Abraham González. Fue apresado y fusilado. En enero de 1912, en Carlsbad, N. Méx. Se formó un grupo Regeneración con su nombre.

7  Emilio P. Campa. Originario de Nazas, Durango. Militó en el PLM de 1906 a 1911. Residió en Cameron, Tex., donde participó en la creación de un grupo afiliado al PLM. Formó parte de grupo magonista de 45 hombres comandado por Praxedis Guerrero que incursionó en el país el 19 de diciembre de 1910. A principios de  1911 fue nombrado Delegado General de la JOPLM y Jefe de la Armas en Coahuila. En mayo estableció su cuartel general en La Vacas, Coah., y lanzó una proclama firmada el día 20 en el “Campo de operaciones en la Sierra del Burro”, invitando a la población a unirse al levantamiento que no tenía más consignas que “tierra para todos, pan para todos, libertad para todos”. En junio, con una fuerza que Regeneración calculaba en 600 hombres controlaba once pueblos de Coah. Fue en esos días que Valeriano Pérez y Calixto Guerra lo invitaron a unirse al maderismo a lo que Campa se negó. Esta negativa suscitó enfrentamientos entre ambas fuerzas según los informes que envió a la JOPLM. Sin embargo, para julio, Campa ya realiza gestiones a través de Jesús Flores Magón para sumar al maderismo sus fuerzas militares, que para entonces suman 160 hombres. Para mediados de agosto la JOPLM lo considera ya un traidor, junto con Lázaro S. Alanís y José Ines Salazar y denuncia su colusión con Antonio I. Villarreal (entonces ya escindido del magonismo y enfrentado a la JOPLM) para presentar supuestas pruebas de que la causa liberal estaba siendo financiada por “científicos”, como Luis del Toro. Así mismo, afirma que Campa fue expulsado por sus compañeros en la  sierra del Burro por ladrón y cobarde. El 18 de febrero de 1912, en Casas Grandes, Chih., firmó junto con Inés Salazar y Demetrio Ponce un manifiesto desconociendo al gobierno de Madero por traición al Plan de San Luis y reconociendo Pascual Orozco primer insurgente y general en jefe del ejército libertador. Campa tomó Ciudad Juárez el 27 del mismo mes en unión de José Inés Salazar. RFM le acusó de recibir dinero de Luis Terrazas. Combatió al gobierno de Madero en Chihuahua. Los antiguo liberales empezaron a ser llamados “Los Colorados” por periódicos de Texas, ya que enarbolan una bandera roja, lo que enfureció a RFM y a la JOPLM que se indignaron por el uso del emblema libertario. Campa fue derrotado en Hidalgo del Parral por Francisco Villa. Se unió al general Benjamín Argumedo en Durango. Fue derrotado por las fuerzas al mando de Aureliano Blanquet en Avilés y Sabinos, Durango. Se refugió en la Sierra de San Joaquín, Chih. Para octubre de 1912, cruzó la línea fronteriza, fue aprehendido y enviado a la cárcel de Tucson, Ariz. En 1913 reconoció el gobierno de Victoriano Huerta, y, en marzo, este lo nombró general brigadier. Tomó parte en la segunda e infructuosa defensa de Torreón frente a Francisco Villa el 1 de octubre de ese año. Pocos días después de que Huerta lo ascendiera a general de división, el 6 de marzo de 1914,  y le encargara la toma Matamoros, Tams., Campa se exiló en los Estados Unidos. Regreso a México amnistiado por Carranza y ofreció sus servicios para combatir a Villa, pero murió repentinamente en 1919.

8 Véase “La Junta Organizadora del Partido Liberal Mexicano a los soldados maderistas y a los mexicanos en general”, suscrito el 24 de mayo de 1911, en Regeneración, 4ª época, núm. 39, mayo 27, 1911.

Madero está confesando sus pecados. Sus tratados de paz fueron celebrados para proteger a los capitalistas americanos y tener sometidos en la esclavitud a los trabajadores mexicanos.

He aquí lo que Gustavo Madero, hermano de Francisco I. Madero, hizo público el día primero de junio a un representante de la United Press:

“Cuando Limantour volvió de Europa hace tres meses, paró en Nueva York con el propósito de discutir la situación financiera en México en conexión con los capitalistas americanos. Limantour residió aparentemente en el Plaza, pero pasó la mayor parte del tiempo en el Astor. Fue en su cuarto del Astor donde se hizo el más efectivo trabajo revolucionario.

“Mi padre y yo fuimos tres veces a Nueva York a conferenciar con Limantour. Le dijimos que los hombres MÁS RICOS de México nos apoyaban y le aconsejamos que informara a todos los grandes financieros del mundo, que nosotros íbamos a derribar a Díaz.”

Sigue diciendo Gustavo Madero que Limantour se convenció, y en consecuencia, aseguraron a los millonarios de todo el mundo, que iban a ser respetados en México y que, bajo el gobierno de Madero, los capitales americanos y de otras naciones tendrían MEJORES BENEFICIOS que bajo el gobierno de Díaz.

Conque, compañeros, ya lo sabéis. ¿Tenemos razón para estar en contra de Madero?

Compañeros: estamos VERDADERAMENTE apurados de dinero. El movimiento netamente liberal es más grande cada día y se necesita mucho dinero para fomentarlo. Enviad cuanto antes todo lo que podáis. Este es el momento en que más se necesita la ayuda de dinero, pues ahora es cuando podemos tomar ventaja sobre Madero y sobre las ambiciones para llegar a realizar nuestros grandes ideales.

Ricardo Flores Magón

En un mal escrito mensaje dice el Chato: “Sr. Francisco León de la Barra, Presidente Interino de la República Mexicana. Felicito a usted por el cargo de Presidente de la Nación de acuerdo con ambas partes. Hoy, en un Manifiesto Público, renuncio a la Presidencia Provisional reconociendo a Ud. como Presidente Interino de la República. Como un simple ciudadano tengo el honor de ponerme a las ordenes de usted yo y la Revolución.— Francisco I. Madero.”

¡Se acabó la Revolución!

Pobre Chato. Te pusiste en ridículo porque la Revolución continúa a pesar de haberte sometido al gobierno.

De la Barra es “científico”. Contra los “científicos” se levantó en armas Madero diciendo que eran unos bandidos, unas aves de rapiña, unos piratas y quién sabe qué más. Lo curioso es que ahora esté el mismo Madero en las manos de los “científicos”.

No hay tal enredo, sino traición simple y llana. Madero es traidor por haberle perdonado la vida al sanguinario y cruel General Navarro, Madero es traidor por haber salvado la vida de Díaz, y haber mandado asesinar a los liberales que dispararon sobre el convoy en que iba Díaz de huida para Veracruz.1 Madero es traidor por ponerse a las órdenes de de la Barra que está apoyado por los hombres que sostuvieron a Díaz: los “científicos”. Madero es traidor porque se ha unido a los federales para que aplasten a los liberales.

“La Revolución acaudillada por Don Francisco I. Madero, ha triunfado.”. Así están gritando los maderistas.

En efecto ya esa revuelta maderista pasó a la historia, desde el momento en que ha hecho causa común con los tiranos; pero la verdadera Revolución está en pie: la de los desheredados.

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Por fin el 30 de junio está a la mano; pero las tierritas que vendió Paulinín no lo están.

A propósito de Paulinín, nos están lloviendo cartas de las personas amenazadas con ponerlas en la lista negra, dándonos las gracias por haber evitado que sufrieran la vergüenza de ser expuestas ante el público como fraudistas, porque no pudieron arrebatar el pan de las boquitas de sus pequeños para enviar fondos al negociante democrático.

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Que el gobierno de México está en manos de los “científicos,” es un hecho que nadie puede negar. De la Barra es “científico,” y prueba de ello es que no ha mandado arrestar a Rosendo Pineda, el Jefe del llamado Partido Científico.

Según telegramas, Pineda y otros individuos tienen tramada una conspiración para hacer picadillo al famoso Chato. Uno de esos individuos, un tal De Villieres, está preso en El Paso, Tex., mientras otro, un tal Dunn está encalabozado en Monterrey. El Chato pidió por telégrafo a de la Barra que arrestase a Pineda: pero ahí fracaso su poder; de la Barra no lo ha arrestado. ¿Que hará ahora el Chato? Tragarse su vergüenza.

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Rodolfo Reyes,2 el hijo del asesino Bernardo Reyes, es Subsecretario de Justicia. Todos están ya teniendo su tajada, menos el pobre Cara de Hígado.

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“No puedo ver morir una flor,” dice levantando los ojos al cielo el pobre Lázaro Gutiérrez de Lara, y añade: “por eso aconsejé a mis compañeros que lancen bandera blanca en Casas Grandes.” ¡Qué corazón tan tierno!

Pero si este tío no puede ver morir una flor, en cambio se presta a ayudar al dictadorcillo Madero para que se desarme a los liberales.

. . .

Los maderistas que con ayuda del Cónsul Mexicano en San Diego, California, estaban llevando gente a la Ensenada, fueron enchironados, y aunque después fueron puestos en libertad caucional, mediante el depósito de cien pesos por cabeza, están ahora con el rabo entre las piernas.

Ricardo Flores Magón


1 Véase supra, RFM, “Las infamias de Madero y sus secuaces”, Regeneración, núm. 40, junio 3, 1911.

2 Rodolfo Reyes Ochoa, (1878-1954). Abogado tapatío, hijo del general Bernardo Reyes. Promotor político de su padre por medio del periódico La protesta (1902). Ministro de Justicia en el gobierno de Victoriano Huerta (1913). A partir de 1914, vivió en el exilio en España. Miembro de la Real Academia de Jurisprudencia de Madrid. Escribió De mi vida (1929).

Este artículo va dirigido a los liberales constitucionalistas, a los que aman la obra del insigne indio Benito Juárez, para demostrarles que los liberales radicales de hoy no hacemos otra cosa que continuar la obra de ese grande luchador, aunque empleando métodos distintos de los que él empleó para procurar la emancipación de la clase trabajadora.

Empapados en las ideas del siglo, y convencidos, por las lecciones de la Historia, de la ineficacia de la acción política para conseguir la libertad económica, los liberales radicales de México ya no confiamos en la ley, sino en la acción. Continuamos la obra de Juárez; pero con táctica distinta.

Juárez creyó que, por medio de la ley, lograría el trabajador su libertad económica, y por eso defendió y sostuvo la Constitución política de 1857, que en sus artículos relativos a la libertad de trabajo dice: Artículo 4º.- “Todo hombre es libre para abrazar la profesión, industria o trabajo que le acomode, siendo útil y honesto, y para aprovecharse de sus productos. Ni uno ni otro se le podrá impedir sino por sentencia judicial cuando ataque los derechos de tercero, o por resolución gubernativa, dictada en los términos que marque la ley, cuando ofenda los de la sociedad.” Artículo 5º.- Nadie puede ser obligado a prestar trabajos personales sin la justa retribución y sin su pleno consentimiento, salvo el trabajo impuesto como pena por la autoridad judicial.”

Cincuenta y cuatro años hace que se promulgó la Constitución política de 1857, y en todo ese tiempo el trabajador ha seguido siendo esclavo del salario, sencillamente porque se confió a la ley y al Gobierno lo que los trabajadores deben hacer por sí mismos. El artículo cuarto declara terminantemente que el trabajador es libre para aprovecharse del producto de su trabajo, y el quinto dice bien claro que el trabajador debe obtener la justa retribución a sus faenas.

¿Cómo puede obtener el trabajador el producto de su trabajo? Tomando posesión de la tierra y de la maquinaria de producción pues sólo de esa manera podrá obtener la justa retribución de que habla el artículo quinto.

La justa retribución de que habla la Constitución no puede ser el salario, porque éste no representa sino una pequeña parte de lo que el trabajador produce. Si un zapatero que hace un par de zapatos, recibe de su patrón un peso, no ha recibido la justa retribución, porque el patrón venderá después esos mismos zapatos por cuatro o cinco pesos o más, y no al precio de un peso que dio a su esclavo. El patrón, en este caso, viola la Constitución en sus artículos 4° y 5º al impedir que el trabajador aproveche, por medio de una justa retribución a sus afanes, lo que ha producido, y se le ha robado descaradamente porque si, después de haber hecho el par de zapatos, sólo ha obtenido un peso y tiene que comprárselos al patrón por cuatro, cinco o más pesos cuando los necesite, no se sabe qué nombre aplicar a esa acción que no sea el de robo, el más cobarde y artero.

El patrón no puede alegar, en su defensa, que es útil y honesto lo que hace, porque no se le necesita para nada en lo que a la producción respecta, y es simplemente un vampiro que se aprovecha del esfuerzo ajeno para darse la gran vida.

Los constitucionalistas deben meditar fríamente esta trascendental materia, si es que realmente admiran la obra de Juárez. Este hombre notable pensó en librar a la clase trabajadora de la esclavitud económica; mas escogió la política para lograrlo y esa ha sido la causa del fracaso de su sueño; pero los liberales radicales, en vista de ese fracaso, no queremos confiar a la ley la solución del problema del hambre. Los liberales radicales vamos a expropiar a la clase poseedora, durante este grandioso movimiento, y a sangre y fuego, la tierra y la maquinaria de producción para el libre disfrute de todos y cada uno de los habitantes de México, sin distinción de sexo, teniendo entendido que solamente de ese modo se puede lograr lo que Juárez quería: que el hombre aproveche el producto de su trabajo, y no parte de ese producto.

Los constitucionalistas deben unírsenos para emplear la acción directa en esta guerra de clases. La ley no puede llegar a tener nunca fuerza expropiatriz, precisamente porque no es hecha por los pobres, sino por señores de levita y sombrero de seda, poseedores de las fábricas, de las tierras, de las minas, de los talleres, y no podrán aprobar una ley que los despoje de esos bienes con que tienen sujeta a la casi totalidad de la población mexicana en la esclavitud del salario.

Si Juárez hubiera sido de esta época, le veríamos luchando resueltamente en las filas de los desheredados y aplicando la expropiación por medio de la fuerza de las armas; pero vivió en la época en que se creía en leyes salvadoras y gobiernos paternales.

Sin embargo, Juárez expropió al clero de sus bienes raíces durante la Guerra de Tres Años, en medio de la lucha, a pesar de los consejos de los que querían que la expropiación de los bienes del clero se decretase por un Congreso cuando la paz fuera restablecida. Juárez dijo entonces que se necesitaría una nueva revolución para llevar a cabo esa obra si se la dejase para cuando la paz fuera hecha, porque los clérigos no iban a quedarse con las manos cruzadas ante ese acto que les privaba del disfrute de los millones atesorados con las dádivas de los creyentes. El error de Juárez, error disculpable por la época en que llevó a cabo la expropiación de los bienes del clero, consistió en vender esos bienes a la burguesía en lugar de ponerlos en las manos de los trabajadores.

Imitemos a Juárez en la cuestión de la toma de posesión de la tierra y de la maquinaria de producción que ahora detenta la burguesía; imitémoslo en tomar todo eso para el pueblo mexicano en el presente movimiento, porque si se deja ese trabajo para que un Congreso lo decrete, aun cuando llegase a decretarse tal acto, la burguesía no se quedaría con los brazos cruzados, sino que haría una nueva revolución, en la que fracasaría el hermoso proyecto. Pero no imitemos a Juárez en cuanto a vender la tierra y la maquinaria, porque seguiría existiendo la misma explotación del trabajo de los pobres; hay que ir entregando todos esos bienes a todos los habitantes de las regiones que vayamos conquistando para que el trabajo humano se ennoblezca libre ya de amos.

No pongamos dificultades, no comencemos con el eterno estribillo de los irresolutos: “el pueblo no está preparado para eso”. Recordemos que Juárez arrebató de las manos del clero los bienes raíces en una época en que el fanatismo religioso dominaba por completo al pueblo mexicano, en que el clero fulminaba excomuniones, en que las turbas mataban a pedradas a los que se atrevían a proferir una sola palabra en contra del clero. Recuérdese que en aquella época eran contadas las personas que sabían leer y escribir. Recuérdese que los mismos soldados del Partido Liberal llevaban colgados al cuello escapularios y rosarios, y se les animaba a atacar a las fuerzas del clero con estas palabras: “Viva el santo poder de Dios”, “Viva la Virgen de Guadalupe” Recuérdese que los jefes y oficiales de las fuerzas liberales hacían pelear a sus inconscientes soldados, diciéndoles que la Virgen había prometido que todos aquellos que muriesen en los combates no iban a morir en realidad, sino que resucitarían y serían felices. Con este elemento, esencialmente fanatizado, pudo expropiar Juárez al clero orgulloso en la Guerra de Tres Años. Las campanas de los templos eran fundidas y convertidas en cañones. Las vestiduras de los curas y los objetos dedicados al servicio religioso eran decomisados para convertir en monedas el oro y la plata que contenían, y esas “profanaciones” se hacían por medio de la fuerza de los soldados liberales que, como queda dicho, eran fanáticos hasta la médula.

No; no hay que hablar de que el pueblo mexicano no está en condiciones de entender las doctrinas salvadoras del Partido Liberal Mexicano. El pueblo mexicano de hoy está a una inmensa altura en comparación con el pueblo mexicano de la época de Benito Juárez.

Por otra parte, el pueblo mexicano, por instinto, odia a los ricos, que, para el pueblo, son menos sagrados que lo eran los clérigos en la época de Juárez.

No se necesita la unanimidad para una empresa de esta naturaleza. La unanimidad en el modo de pensar es ABSOLUTAMENTE IMPOSIBLE. Lo que se necesita es una minoría enérgica, resuelta irreductible a la traición. Eso es lo que se ha necesitado siempre desde la infancia de la humanidad, y esa minoría valerosa de libertarios que luchan en México en estos momentos, esa minoría que no ha hecho aprecio de los tratados de paz, es la que arrastrará a las masas a tomar posesión de la tierra y de la maquinaria de producción a pesar de las dudas de los “incrédulos”, a pesar de las profecías de los “pesimistas”, a pesar de la alarma de los “sensatos”, de “los cabezas frías” y de los cobardes.

¡Adelante, camaradas!

Ricardo Flores Magón

Desde que comenzó la campaña del Partido Liberal Mexicano, campaña que se está llevando a cabo en todo México, y que se continúa y se continuará hasta su fin, los maderistas y la prensa burguesa han dado a entender que la actividad liberal tiene por teatro únicamente el Territorio de la Baja California. Aparte de esto, hacen creer que los liberales tratamos de entregar esa península a los Estados Unidos, para arrebatarnos voluntades, para crear una atmósfera de antipatía contra nosotros los liberales, entre las personas sencillas a quienes se les habla de patria, de honor nacional y muchas cosas más.

Muchas veces lo hemos dicho: no queremos entregar la Baja California a los Estados Unidos. Muchas veces hemos dicho que nuestro movimiento existe en toda la República y hemos citado lugares donde ondea la Bandera Roja.

Por último, un millonario americano anduvo diciendo que él iba a ser el Presidente de la República de la Baja California, cuando precisamente estamos luchando contra los mandones.

Con grandes encabezados apareció en la prensa burguesa la noticia de que un tal Dick Ferris,1 iba a mandar a Tijuana la bandera de la nueva República. Se público eso que manchaba a nuestro movimiento; pero no publicó la misma prensa las protestas de nuestros compañeros Araujo y Mosby2 contra esas noticias, ni la orden de arresto contra Dick Ferris expedida por la 2ª División del Ejército Liberal en la Baja California, si Ferris llega a poner un pie en territorio mexicano. Los compañeros de la 2ª División están resueltos a arrestar y a fusilar a Dick Ferris si éste se entromete en los asuntos del Partido Liberal Mexicano. Todo esto lo pasó en silencio la prensa burguesa, porque de lo que se trata es de desprestigiar nuestra causa.

También suprimió la prensa burguesa una noticia que por sí sola habla de la buena fe con que se conducen los compañeros de la Baja California. El lunes de esta semana, como a las tres de la tarde, llegó a Tijuana un enviado de Dick Ferris, llevando la “bandera” del mismo Ferris. Rápido como un relámpago el compañero Arias3 arrebató de las manos del mensajero el trapo odioso y lo puso en manos de los Delegados Civiles de esta Junta.

Los Delegados reunieron toda la fuerza y después de un discurso de protesta contra ese acto de filibusterismo, se quemó el maldito trapo enfrente del Cuartel General, en medio de gritos de júbilo y de aclamaciones entusiastas.

¿Por qué calla la prensa burguesa esta clase de noticias?

Véis, mexicanos, que sólo se trata de engañaros para que os echéis sobre los nuestros. Id a Tijuana y veréis ondear ocho Bnderas Rojas. Id a Tijuana y os convenceréis de que no se trata de entregar a los Estados Unidos la hermosa tierra de la Baja California, sino a los indios vuestros hermanos.

Ricardo Flores Magón


1 Richard Ferris (1867-¿?). Empresario teatral estadounidense, vinculado a los intereses económicos de H. G. Otis y Harry Chandler. A principios de 1911 le propuso a Porfirio Díaz la compra de la península de Baja California. Por medio de la prensa estadounidense hizo circular la noticia de que la campaña magonista era auspiciada por él, con la intención de separar Baja California de la República Mexicana. Con ello se convirtió en una pieza clave en la campaña de desprestigio de la lucha magonista emprendida por Otis y Hearst. En junio de 1911 fue aprehendido en Los Ángeles, al mismo tiempo que Enrique y RFM, Anselmo L. Figueroa y Librado Rivera, acusado de violación de las leyes de neutralidad. Durante el proceso que judicial que se le siguió, quedó claro que no había conexión alguna entre la campaña del PLM y el proyecto de Ferris. Puesto en libertad, fungió como gerente de publicidad de la Feria Mundial de San Diego.

2 Refiérese a Jack Rombo Mosby (Jackson County, Kentucky, 1874, East Liverpool, Ohio, 1941.) Según su propia declaración fue contrabandista de armas durante la insurrección cubana contra España (1895); oficial en el ejército de los boers en la guerra Anglo-Boer de 1899-1902 y participó en la rebelión independentista de Panamá en 1903. Miembro de Industrial Workers of the World. Desertor del ejército norteamericano en octubre de 1910. Se unió a las tropas del PLM en Baja California. Al morir Simón Berthold, el 14 de abril de 1911, fue designado jefe de la columna comandada por aquél. A fines de ese mes avanzó sobre Tecate. El 2 de mayo, en el rancho El Carrizo, fue herido en el pulmón por los federales del capitán Núñez. Mosby fue llevado a la línea fronteriza, donde fue arrestado por autoridades militares norteamericanas y trasladado a un hospital de San Diego, Calif. Formalmente liberado el 19 de mayo, permaneció en el hospital. De regresó en la península, el 3 de junio, fue elegido comandante general de la Segunda División en sustitución del renunciante de Carl Ap Rhys Pryce. Buscó evitar la división entre los combatientes mexicanos y extranjeros del PLM. Desarticuló el complot dirigido por Dick Ferris y Louis James para erigir una nueva república en Baja California. Entró en negociaciones con los enviados del gobierno mexicano para la pacificación de la península pero no llegó a acuerdo alguno con ellos. Trató de defender la plaza  con doscientos hombres ante las fuerzas federales de del general Celso Vega, el coronel Mayol y voluntarios, en total más de 600 hombres. Fracasó y rindió la plaza el 22 de junio de 1911. Cruzó nuevamente la línea y fue arrestado en Estados Unidos y acusado inicialmente de desertor  y retenido hasta junio de 1912, cuando fue llevado a Los Ángeles para declarar en contra de RFM en el juicio que se le seguía por violación de las leyes de neutralidad. Denunció que se le quería obligar en contra de los acusados a cambio de su libertad. Ese mismo año, fue condenado por deserción a dos años de prisión en la prisión de  Mare Island. Calif. Aunque aparecieron noticias de que se le había aplicado la ley fuga, historia que Regeneración hizo suya, Mosby sobrevivió a la cárcel y emigró hacia el Este, desvinculándose de toda actividad política.

3 Probable referencia a Jesús Arias, El Chiricano, presente en la campaña de Baja California desde la toma de Mexicali.

La Bandera Roja se ha cubierto de gloria una vez más. El asesino maderista José de la Cruz Sánchez, sabedor de que la guarnición liberal de la Colonia de San Antonio se componía solamente de 17 compañeros, pues el resto de la columna andaba en comisión fuera de ahí, envió 120 soldados maderistas bajo las órdenes de su hermano Francisco Sánchez y de José Jiménez a atacar dicha pequeña guarnición liberal.

Listos nuestros compañeros y valientes como leones, no huyeron; se aprestaron a batirse. El sábado tres de este mes, a las tres y media de la tarde, se avistaron los 125 maderistas. Nuestro puñado de valientes se cortó en tres guerrillas: Inés Salazar por la izquierda con cuatro compañeros; Jesús María Rangel1 por el centro con cinco compañeros y Lázaro S. Alanís por la derecha con cinco compañeros, salieron al encuentro de los 120 esbirros de Francisco I. Madero y, en un lugar llamado Boquilla de San Antonio, presentaron batalla.

Los maderistas, confiados en la inferioridad numérica de los libertarios, se arrojaron como hienas sobre las tres pequeñas guerrillas seguros de un fácil triunfo al que después darían proporciones de epopeya.

Nuestros hermanos, valientes hasta la temeridad, lucharon con brío durante tres horas hasta que hicieron emprender la fuga y en distintas direcciones a los esbirros del negrero.

Los maderistas dejaron en poder de nuestros compañeros cuatro prisioneros, cuatro heridos y quince muertos en el campo, contándose entre los cuatro prisioneros el hermano del asesino José de la Cruz Sánchez. De los nuestros, sólo uno resultó herido levemente y no hubo ningún muerto.

La Bandera Roja, con el sublime lema Tierra y Libertad, ondea soberana en la Colonia de San Antonio, Estado de Chihuahua.

Este espléndido triunfo, digno de ser cantado por un poeta, ha cubierto de gloria y de prestigio al Partido Liberal Mexicano.

Con todo el entusiasmo con que trabajamos por la libertad económica del proletariado, enviamos nuestras felicitaciones a los héroes de la memorable jornada del día 3, jornada que debe ser aplaudida por todos los hombres y todas las mujeres del planeta, porque esta victoria no es solamente una victoria mexicana, sino  una victoria de los desheredados de todo el mundo.

Ahora, los que no combaten, los que no arriesgan la vida, deben ayudar, deben esforzarse por tender la mano a los hombres dignos que quieran que la humanidad sea libre y que sea feliz haciendo pedazos toda clase de cadenas.

¡Ayudad ahora o nunca!

Ricardo Flores Magón


1 Jesús María Rangel. (18??-1952). Comerciante y militar. Originario del estado de Guanajuato. Emparentado políticamente con el general Trinidad García de la Cadena. El 24 de junio de 1906 organizó el club Melchor Ocampo en Waco, Texas, donde residía. La JOPLM lo nombró primer comandante de la tercera zona norte. En septiembre  de ese mismo año, Rangel llegó a Brownsville, Texas al mando de una partida de agricultores mexicanos que residían en distintos puntos de Texas, como Alvarado y Marlin en el norte, y Runge y González en el sureste. Al encontrarse resguardada la plaza de Matamoros, Tamaulipas que pretendía tomar se dirigió a Samfordyce, Texas para atacar el poblado tamaulipeco de Camargo. Fue arrestado con algunos de sus hombres el 10 de octubre y salió libre en el mes de diciembre de1906. Fue el segundo de Encarnación Díaz Guerra durante el ataque a Las Vacas, Chihuahua en junio de 1908. Fue aprehendido en San Antonio, Texas, en agosto de 1909, y junto con Tomás Sarabia Labrada, acusado de bandolerismo. Pasó 18 meses en la penitenciaría de Leavenworth, Kansas. En mayo de 1911, organizó una brigada liberal con Eugenio Alzalde, Prisciliano y Benjamin Silva. Hecho prisionero por tropas maderistas, permaneció en la cárcel de la ciudad de México hasta 1913. Antes de regresar a los Estados Unidos viajó al estado de Morelos y se entrevistó con Emiliano Zapata. Después de una breve estancia en Los Ángeles, Calif., marchó a Texas. Bajo el mando de José Guerra, y con un grupo en el que se encontraban Eugenio Alzalde y el wobblie Charles Cline, intentó pasar de nuevo a territorio mexicano. El 11 de septiembre participó en un altercado con los rangers, cerca de Carrizo Spring, Texas en el que murió un ayudante de sheriff. El grupo fue arrestado. Sentenciado a 99 años, permaneció en prisión hasta el 19 de agosto de 1926. Murió en la ciudad de México en 1952.

El silencio que la prensa burguesa está guardando sobre los sucesos que se están desarrollando en México, perjudica altamente al movimiento emancipador del Partido Liberal Mexicano, pues muchos creen que ya todo terminó, que el pueblo mexicano está otra vez en paz, cuando precisamente sucede todo lo contrario.

Numerosas fuerzas insurgentes operan en todo el país contra federales y maderistas, sin contar con las columnas liberales que no se rinden ni se rendirán.

La lucha continúa, y es urgente que se envíen fondos, sin pérdida de tiempo, a esta Junta para el fomento de la Revolución, la verdadera y santa Revolución, la revolución del proletariado.

Terminó, sí, la Revolución burguesa; pero la Revolución Social, la de los desheredados, la que reclama para todos Tierra y Libertad, continúa. El Partido Liberal Mexicano no ha rendido las armas, no las rendirá y el primer combate de que tenemos noticias, ocurrido el sábado pasado entre las fuerzas liberales y las maderistas en la Colonia de San Antonio, Chihuahua, resultó en la completa derrota de los maderistas y el glorioso triunfo de nuestros hermanos libertarios. La Bandera Roja ondea en San Antonio.

Este es el momento crítico de nuestra lucha, porque si precisamente en estos momentos en que necesitamos una ayuda más grande, vacilan los simpatizadores de nuestro hermoso movimiento, no podremos auxiliar a nuestros hermanos que se están batiendo.

Enviad todos nuestro óbolo sin pérdida de tiempo. Si es posible que día a día enviéis algo, será mejor, porque los gastos son crecidísimos; son muchos los compromisos del Partido Liberal Mexicano, porque el movimiento liberal está ganando importancia, y si ahora que se presenta la mejor oportunidad para hacer que prepondere nuestro Partido, se enfrían los entusiasmos y se vacila, no se conseguirá otra cosa otra cosa que el extermino de todos de todos los compañeros que tienen enarbolada la Bandera Roja, y ese sacrificio tendrá que pasar sobre las conciencias de los que en los momentos más aflictivos rehusaron contribuir para ayudar a dichos hermanos.

La firmeza debe ser nuestra fuerza principal. Alanís en Chihuahua, Emilio P. Campa en Coahuila, los compañeros de Tamaulipas, Quijada y Limón, en la Baja California, Araujo y la comisión de la Junta en Tijuana con la 2ª División del Ejército Liberal en la península y otros muchos compañeros que están sobre las armas nos piden a gritos auxilio.

Compañeros: en estos momentos aflictivos, es cuando debéis demostrar que de veras tenéis ansias de conquistar la tierra para todos. Es posible que penséis que ya ganó Madero. Madero lo que esta próximo a ganar es el cadalso por haberse embolsado los VEINTE MILLONES de pesos que le dio Díaz para firmar […],  paz que no se restablecerá hasta que el último liberal haya quedado sin vida si sus hermanos no los ayuda a tiempo.

Poned la mano en vuestro corazón, compañeros; consultad con vuestras conciencias y enviad dinero que es lo que en estos momentos se necesita.

Enviad fondos por telégrafo, o de la manera más rápida que podáis hacerlo.

Imagináos por un instante el ansia de nuestros hermanos que están luchando, por recibir auxilio. No les neguéis vuestro apoyo, no permitáis que sus cartucheras queden exhaustas de parque cuando el enemigo lo tiene en abundancia.

Que se ablanden vuestros corazones, que se agiten vuestras conciencias y vaciad generosamente vuestros bolsillos.

No sólo nos dirigimos a los revolucionarios; este llamamiento es general; este llamamiento va dirigido a todos los que simpaticen con la obra del Partido Liberal Mexicano.

Ricardo Flores Magón.

Madero dijo antes de que renunciara Díaz que cuando este tirano cayera, la Revolución se suspendería “automáticamente.”

¡Vaya un necio! Los últimos acontecimientos, tan cuidadosamente ocultados los más para hacer creer que hay paz, o tan cínicamente desvirtuados los pocos de que da cuenta la prensa burguesa, para hacer creer que se trata de hechos aislados cometidos por bandidos, vienen a demostrar que el movimiento revolucionario continúa en todo el país.

Los jefes maderistas, según la declaración de los mismos periódicos interesados en hacer creer que hay paz, son impotentes para someter a sus mismas tropas. Diariamente, casi con minuciosidad, los periódicos americanos, vienen dando cuenta de la marcha del “Libertador” hasta la ciudad de México, de las precauciones que se han tomado para evitar que una bomba de dinamita eche a volar el convoy que conduce al payaso, de las festividades que los barberos aspirantes a empleos han preparado para recibirlo, de las fuertes guardias que rodean al “demócrata” para que la masa popular no lo ensucie con su contacto, y otras muchas cosas.

En Aguascalientes, estaba preparado un banquete en una rica mansión para obsequiar a Madero. Éste bajó del Pullman y se encaminó con su mujer al lugar de la fiesta. Al entrar al salón, todas las luces se apagaron, el pánico se apoderó del Chato y su mujer cuando en las tinieblas una voz misteriosa anunció la muerte del pobre diablo. Todos evacuaron el lugar del festín. El Chato apenas tuvo tiempo para tomar cualquier automóvil que por ahí había y a toda prisa voló hacia su Pullman ordenando una inmediata marcha hacia el sur.

En la ciudad de México continúan los motines populares, ocurriendo lo mismo en León, Cuernavaca, Puebla, San Luis Potosí, Guadalajara y otras grandes ciudades. Lo notable de estos motines es que son las mujeres las que empujan a los hombres a lanzarse sobre las guarniciones maderistas. Muchos muertos y heridos han resultado de estos encuentros entre el pueblo desesperado y hambriento y los flamantes esbirros de Madero.

Se rindieron los llamados “libertadores” ante la perspectiva de empleos y posiciones; pero el pueblo pobre, la befada y sufrida plebe, desempiedra las calles de las ciudades y su lanza sobre las guarniciones maderistas, convencidos por instinto los desheredados de que la convocatoria para nuevas elecciones no es el fin de esta lucha tremenda contra todas las imposiciones: la de la autoridad y la del capital.

Madero, empujado por su ambición, va hacia el cadalso. Las mismas tropas maderistas se están amotinando. Madero no ha pagado a sus soldados, y éstos, despreciados y hambrientos se amotinan en San Luis Potosí, Silao, Puebla, Iguala, Cuernavaca y Chilpancingo.

Las fuerzas revolucionarias del sur, a pesar de la orden de Madero de que no entren a la ciudad de México, han declarado que entrarán a pesar de todo.

Rosendo Pineda, el leader de los “científicos” no fue arrestado, como lo predijimos.1 A él y muchos notables “científicos,” se les preparó su fuga por de la Barra, y ahora se encuentran en los Estados Unidos donde van a establecer juntas revolucionarias para impedir a toda costa la exaltación de Madero a la Presidencia de la República. Juntas de esa naturaleza ya están actuando en San Antonio, El Paso, Nueva York y en la misma ciudad de México.

Las poblaciones del Distrito Federal están exaltadas. Tlalpan, Xochmilco, Atzcapotzalco, Tacuba y otras más son teatro de hermosas escenas de insurrección popular.

Cabral no puede sostenerse en Cananea, Sonora; nuestros hermanos yaquis, en pie de guerra, disputan sus tierras con heroísmo digno de aplauso.

Y en todo este hervidero de esfuerzos, en medio de este tumulto, la Bandera Roja ondeará aquí y allá sostenida por los liberales que no descansan, que no rinden sus armas, que están resueltos a exhalar el último aliento gritando ¡Viva Tierra y Libertad! Por dondequiera que van nuestros hermanos van sembrando la buena semilla, la realmente rebelde, la que desconoce el derecho de propiedad y proclama la expropiación de todo cuanto existe para que lo tome la clase trabajadora. ¡Adelante!

Ricardo Flores Magón


1 Véase supra RFM, “Notas al vuelo”, Regeneración, núm. 40, junio 3, 1911.

Arturo López conocido con el nombre de “Red López”, acaba de ser asesinado por mandato de Madero.

Red López tomó a sangre y fuego la importante Aduana de Agua Prieta.

Red López y sus soldados sostuvieron su posición cuando los federales atacaron dicha Aduana para recuperarla.

Varios jefes maderistas, vendidos a las grandes compañías americanas de aquellos contornos, se pasaron al lado americano a emborracharse, o se retiraron a otros rumbos, dejando abandonados a Red López, Tomás Rico, Francisco I. Escandón, y, según parece, a Belisario García con unos cuantos soldados. Esto ocurría en los momentos más aflictivos de la lucha que los maderistas sostenían con los federales que pugnaban por tomar Agua Prieta.

Red López y los demás, al verse abandonados de manera tan villana, tuvieron que trasladarse a Douglas, Arizona, pues toda defensa era inútil.

Comprometidos los federales posteriormente a evacuar Agua Prieta, los maderistas volvieron a tomar la población.

Como nada debía Red López, se presentó en la población y fue arrestado. Juzgado por una corte marcial en que figuraban principalmente los jefes maderistas que se vendieron al oro de las compañías americanas, Red López fue declarado reo del delito de deserción al frente del enemigo, y sentenciado a ocho años de prisión, sin apelación a ninguno de los recursos que otorga la ley, de la que se muestran tan respetuosos los maderitas.

Red López fue enviado a Cananea en medio de una escolta. En el camino se le fusiló, aplicándosele la Ley Fuga, la Ley brutal de Porfirio Díaz, por orden de Francisco I. Madero, “Libertador de México.”

Red López no luchaba por los ideales del Partido Liberal Mexicano. Red López luchaba por encumbrar a Madero. Se encumbró Madero y mandó fusilar cobardemente a su valeroso capitán.

Abrid los ojos, maderistas de buena fe, Madero es tan canalla como Díaz.

Este cobarde asesinato subleva a toda conciencia honrada. Díaz hizo lo mismo con muchos de sus mejores capitanes.

Maderistas: este solo hecho, sin hacer mención a todas las infamias que ha cometido Madero para encumbrarse, basta para que todos vosotros, como un solo hombre, volváis las bocas de vuestros fusiles sobre vuestro nuevo verdugo.

¿Para qué empuñáis las armas? ¿Para qué habéis abandonado a vuestra familias? ¿Para sostener a un nuevo tirano? ¿Para poneros un nuevo yugo porque el otro ya estaba viejo?

Reflexionad, maderistas de buena fe. Pensad en que ahora se os está utilizando para perseguir y asesinar a los mejores de vuestros hermanos: los liberales, los que queremos verdadera igualdad, lo que no tenemos otra ambición que ver a los mexicanos libres y humanamente dichosos, los que estamos luchando trabajosamente por arrebatar de las manos de los ricos la tierra y la maquinaria de producción para el libre uso de todos.

Uníos al Partido Liberal Mexicano, vitoread la Bandera Roja del proletariado y gritad con toda la fuerza de vuestros pulmones: ¡Viva Tierra y Libertad!

Pensad en que ha sido fusilado uno de los vuestros: Red López. Mañana seréis fusilados de uno en uno todos vosotros por orden del malvado que soliviantó a las masas disfrazado con la piel de oveja.

¡Maldición para Madero!

Ricardo Flores Magón

Continúa el monstruo bebiendo sangre de libertarios.

No se harta todavía nuestro nuevo verdugo. Quiere sangre el miserable que en su mansión de San Pedro de las Colonias decía a Prisciliano Silva en el otoño de 1906:1 no quiero que se derrame sangre mexicana.

¡Hipócrita! ¿Qué otra cosa, sino sangre mexicana derramaste cuando tu esbirro José de la Cruz Sánchez fusiló a Fortunato Vázquez y a Antonio Carrasco en Ojinaga por el delito de ser liberales?2

Lleva la cuenta, verdugo, de las víctimas que estás haciendo, ¡que sobre tu encallecida conciencia pesen las sombras de Carrasco y de Vázquez, de Cardoza y sus seis oficiales liberales y de los veintiocho compañeros nuestros que mandaste asesinar a SANGRE FRÍA en el Distrito de Altar, Sonora!

El asesinato de los veintiocho liberales, cuyos nombres no nos han sido comunicados todavía, ocurrió a fines de la semana pasada. El esbirro maderista que dirigió la ejecución ordenó, según nuestro informante, que cada uno de los compañeros cavase su fosa. Nuestros compañeros tenían ya más de dos semanas de estar presos y sujetos a la alimentación de pan y agua. Enflaquecidos por los sufrimientos pasados en sus calabozos, lívidos, sin fuerzas para empuñar el pico y la pata, fueron obligados, a latigazos, a cavar sus fosas… ¡qué espantosa infamia! Rendidos de fatiga, los compañeros se dejaban caer pidiendo a gritos la muerte. Pero no se les concedía esa gracia: “es necesario que sufran estos…. (aquí una palabra que no podemos poner).” Y los latigazos levantaban de la tierra a aquellas verdaderas sombras humanas. La fúnebre faena duró varias horas, dice nuestro corresponsal, pues el verdugo maderista ordenó que las fosas fueran demasiado profundas. Para acabar pronto la tarea, nuestros compañeros hacían prodigios; pero estaban tan extenuados que caían rendidos para ser levantados nuevamente a latigazos. Por fin, se llegó el momento deseado por nuestros compañeros: a cada uno de ellos se le fusiló en su respectiva fosa.

Descansad hermanos. Dormid tranquilos, mártires queridos.

¡Maldición para el verdugo Francisco I. Madero!

Ricardo Flores Magón


1 Véase supra RFM, “El rebaño inconsciente se agita bajo el látigo de la verdad”, núm. 27, marzo 4, 1911.

2 Véase supra RFM “Las infamias de Madero y sus secuaces”, en Regeneración, 4ª época, junio 3, 1911.

Pulinín prepara su marcha hacia la Ciudad de México, diciendo: “La lucha ha terminado”…..

Piense el pobre diablo llegar a ser el Spíndola1 del Chato. Ya se sueña con linotipos y rotativas sacadas de los lomos del pueblo.

Pero no, Paulinín. Todavía falta mucho. Apenas comienza la verdadera Revolución, la que acabará con tu amo y contigo también si te vas a la Ciudad de México, pues no hay que hacerse ilusiones de que la sangre tan copiosamente derramada sólo ha de servir para que te des la gran vida barbeando al Chato.

Lo que debes hacer es devolver la platita a los que te compraron la tierra que tenias en la imaginación. Devuelve la plata y lárgate en seguida.

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Banquetes y mas banquetes se le están ofreciendo al Chato. En cambio, sus pobres soldados se están muriendo de hambre.

A los soldados del Chato se les está enviando a casita descalzos, sin un centavo en la bolsa, sin armas, sin nada. Ellos dicen que, que cuando se afiliaron en las fuerzas maderistas llevaban siquiera camisa; pero hoy, ni camisa tienen.

¿Hasta cuando abrirán los pobres los ojos?

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“Guerra sin cuartel al pillaje,” grita indignado un tal Salvador Escalante, quien se titula a sí mismo “el jefe iniciador del movimiento michoacano.” Dice el mentecato: “Todo aquel que no se afilie a mi fuerza o a la de otro jefe maderista reconocido se le tendrá como bandolero y será perseguido por las fuerzas revolucionarias y por las autoridades establecidas provisionalmente.”

Con que, muchos ojo, compañeros de Michoacán, y a ver si le suspenden el resuello a ese esbirro de nuevo cuño.

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Rosalío Bustamante2 se robó algunos miles de pesos durante el tiempo que fue miembro de la Junta Organizadora del Partido Liberal Mexicano. No lo perseguimos judicialmente, porque nuestras doctrinas nos enseñan que no debemos hacerlo; pero sí podemos probar que es un fraudista que abusó de la confianza que en él teníamos depositada, para cojerse el dinero.

Ahora este individuo es maderista, anda de casa en casa recogiendo fondos para poner telegramas de felicitaciones al Chato, y escribe a todas partes diciendo que somos unos bandidos los liberales.

¿No te muerdes la lengua, hocicón? Acuérdate que también en México nos robaste abusando de la circunstancia de que nos tenía presos Porfirio Díaz.

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Dice el Chato en un Manifiesto a la Nación: “… os recomiendo, que así como habéis sabido empuñar las armas para defender vuestros derechos, los que sigáis con ellas, en calidad de guardias nacionales os pongáis a la altura de vuestros nuevos deberes que consisten en guardar el orden y constituir una garantía para la sociedad…; los que os retiréis a la vida privada, esgrimid la nueva arma que habéis conquistado: el voto.”

De modo que, una parte de los soldados maderistas quedan de esbirros del nuevo despotismo, mientras la otra parte, muy ufana, se marcha a la vida privada a esgrimir la boleta electoral.

¡Pobre Chato! ¿Crees que se van a conformar tus soldados con esgrimir su armita de papel?

¡El voto! ¡Tanta sangre para conformarse con el voto!

No; adelante, pueblo mexicano. No dejes las armas hasta que conquistes el derecho de vivir tomando posesión de todo cuanto existe, por que es tuyo.

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Los maderistas están muy  apurados con la amenaza de los compañeros yaquis, y ya están tratando de engañarlos como siempre lo hizo Díaz. Según veo en un telegrama, los maderistas ofrecen a los yaquis cinco millones de acres de tierra.

Esa es una limosna, hermanos yaquis. Todavía más, es un engaño. Tomad toda la tierra que os arrebataron los tiranos y sus favoritos. Los liberales os auxiliaremos en vuestra obra reivindicadota.

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Madero está ya en la Ciudad de México. Pocas horas antes de que llegara el convoy del negrero, un formidable temblor de tierra consternó a los habitantes de la ciudad. Muchos edificios cayeron aplastando a sus habitantes. No se sabe a punto fijo el número de víctimas; pero son muchas. El volcán de Colima está en erupción; en Zapotlán cientos de personas murieron aplastadas por las casas. En otras regiones del país, el temblor a causado estragos grandísimos.

¡Hasta la tierra se indigna y protesta contra los crímenes de este aventurero!

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Dicen los periódicos que Madero no se interesó por las víctimas de la catástrofe. Apenas llegó a México, pidió cuenta de las existencias que había en cajas del Erario Nacional y personalmente se dedicó, con furia de mercachifle, a contar los mugrosos billetes de banco.

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Alfredo García es el nombre de una persona que, al tiempo en que Madero se disponía a subir al automóvil que tenía que tenía que llevarlo de la Estación de la Colonia al Palacio Nacional, saco de su bolsillo un revólver alemán  y lo dirigió a la cabeza del negrero. Un gendarme montado dio un sablazo en la mano a García cayendo al suelo el revólver. El automóvil de Madero echó a volar, mientras a García se le amarraba al lomo de un caballo para conducirlo a la cárcel.

¡Mal comienzo, Chatito!

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Un señor Rey esta preso en Chihuahua, acusado de haber pretendido volar con dinamita el edificio de la Aduana de Ciudad Juárez, en los momentos en que el negrero de la Laguna, Francisco I. Madero, se “daba vuelo” en un festín que le dieron sus barberos.

¡Y eso, cuando “todo” el pueblo grita Viva Madero, según las afirmaciones interesadas de la prostituida prensa capitalista!

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Grandes precauciones se están tomando para evitar un atentado en la “gloriosa” personalidad del “eximio Chato.” La casa que habita en la Ciudad de México, está rodeada de una nube de esbirros.

Un “libertador” viviendo como el Czar de Rusia, ¡vaya vaya!

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Madero ha enviado a Limantour a Europa, para que invite a Díaz a volver a México.

¡Acuerdate de Iturbide, viejo estúpido!

Ricardo Flores Magón


1 Refiérese a Rafael Reyes Spíndola. (1860-1922). Abogado y empresario oaxaqueño. Fue secretario de gobierno en Michoacán (1885). Dueño de los periódicos Don ManuelEl Universal (1888), El Mundo Ilustrado y El Imparcial (1896-1914). Se le considera el padre de la prensa oficial moderna en México. Sus periódicos fueron subvencionados por el gobierno porfirista.

2 Rosalío Bustamante (1881-1963). Periodista, comerciante y político potosino. Formó parte del Club Liberal Ponciano Arriaga en 1901. Colaborador de El Hijo del Ahuizote y el Diario del Hogar. Se exilió en Estados Unidos, donde se incorporó a los trabajos del PLM. Fungió como tercer vocal de la JOPLM en 1905 y 1906. En 1907 regresó a México, estableciéndose en Tampico. Se adhirió al maderismo. Hacia el final de su vida recibió una pensión como veterano de la lucha revolucionaria.

Un individuo llamado Rodolfo Gallegos,1 vecino de Mexicali, Baja California, es el jefe de una reacción burguesa que trata de aplastar a nuestros hermanos liberales.

Provisto de excelentes recomendaciones, solicitó Gallegos de esta Junta una credencial de Delegado Especial con el objeto de organizar algún grupo revolucionario contra el despotismo político y la explotación capitalista.

Tan buenas eran las recomendaciones, que la Junta no tuvo motivos para negar la credencial a Gallegos.

Gallegos ha traicionado a la causa del Partido Liberal Mexicano.

Gallegos se ha puesto de acuerdo con representantes de Madero, para organizar una fuerza que aplaste a nuestros compañeros.

Gallegos trató, primero, de sembrar la división y la desconfianza entre nuestros compañeros de Mexicali y la Junta. Vino a esta ciudad a formular cargos descabellados contra los compañeros Quijada y Limón. No le hicimos aprecio y se volvió furioso a decir a dichos compañeros que la Junta lo había comisionado para asesinarlos. Esto, naturalmente, hizo sufrir a nuestros buenos compañeros, pues nunca habían imaginado que la Junta tuviera en contra de ellos tan cobardes intenciones; pero al fin se descubrió la verdad; Gallegos quería que nuestros compañeros se pusieran en contra de nosotros y aprovecharse de ese momento crítico para dar un golpe de mano.

Ahora, nuestros compañeros de Mexicali están convencidos de la traición de Gallegos a nuestra causa, y están preparados para resistir a los maderistas.

Gallegos ha echado a volar la noticia de que el compañero Adrián M. López2 está en combinación con él para atacar Mexicali. ¡Mentira! López no es maderista. Tuvo algunos disgustos personales con los compañeros Quijada y Limón; pero de eso a hacer traición a su causa hay una gran diferencia. Puede haber disgustos personales entre los miembros del Partido; pero eso no quiere decir traición. Traición es la de Gallegos que de todos modos procura sembrar la desconfianza y el disgusto; traición es la de Gallegos que después de haber solicitado una credencial de la Junta para trabajar en pro de la causa del proletariado, hace ahora causa común con Madero y la clase capitalista pretendiendo aplastar a nuestros compañeros.

El compañero López nos pide que hagamos constar su enérgica protesta contra las mentiras de Gallegos.

Ahora bien, compañeros mexicanos, ¿qué es lo que vais a hacer? ¿Permitiréis que la Bandera Roja sea arriada en Mexicali?

Acudid sin pérdida de tiempo a dicha población amenazada por los maderistas. Acudid a defender ese lugar conquistado con tantos sacrificios.

Nuestros compañeros de Mexicali no se rendirán. Se les ha ofrecido mucho oro por los enviados de Madero para que entreguen la plaza; pero ellos son trabajadores y no hacen traición a su clase.

Id a ayudarlos, mexicanos. Ellos luchan por haceros felices a todos, ¿por qué negarles ahora vuestro concurso? Id, antes de que sea demasiado tarde.

Porque, hay que tener en cuenta, que no sólo Gallegos y su pandilla se van a echar sobre nuestros hermanos, sino también el boero Vijoen y el bandido Pancho Villa. Cabral, el maderista, envió ya, según la prensa, 500 hombres contra Mexicali. Las fuerzas de Vijoen y Villa, numeran cerca de mil esbirros.

A pesar de esto, los compañeros de Mexicali no se desaniman. Están resueltos a luchar y lucharán con brío; pero hay que darles la mano, hay que evitar que el maderismo se entronice en la región que tanto trabajo ha costado conquistar.

Acudid, mexicanos, a ayudar a vuestros hermanos de Mexicali.

Ricardo Flores Magón


1 Refiérese a Rodolfo L Gallego. Ranchero de las inmediaciones de Mexicali, Baja California. Participó a lado de los liberales hasta mayo de 1911; viajó a Los Ángeles y después de entrevistarse con la JOPLM y no llegar a acuerdo alguno, se declaró maderista el  8 de junio de ese año. Formó un grupo de guardias blancas financiado por las empresas norteamericanas con interés en la región (Colorado River Land Co. Y South Pacific Railroad) y retomó Mexicali, del cual fue declarado Sub-prefecto. En noviembre de 1913, dejó en manos de los huertistas a Margarita Ortega, fusilada por estos el 24 del mismo mes. Posteriormente fue constitucionalista y cristero. Mantuvo un conflicto judicial con Antonio H. Herber, accionista de la California Development, y dueño de los terrenos en los que se asentó Mexicali. Miembro del PLM, al menos desde 1906. Participó en el ataque a Viesca, Coah.  En junio de 1908. Su ficha lo describía así “Color trigueño, bajo de cuerpo, nariz grande, lampiño o siempre rasurado ancho de espaldas, estatura 4 pies 8 pulgadas más o menos edad 24 ó 25 años, vive con Roque García o Manuel Sánchez y con Praxedis Guerrero.”

2 Adrián M. López. Se desempeñó como segundo jefe de las fuerzas liberales en Baja California, en abril de 1911, tras la muerte de William Stanley. En 1913 se afilió a la Junta de la Liga Mexicana, encabezada por Jesús Carranza.

—El temblor se ha repetido en la Ciudad de México1 y otras muchas partes del país. Infinidad de casas han caído desmoronadas aplastando a millares de personas. El Volcán de Colima está vomitando lava ardiente que arrastra caminos y poblados. El Popocatépetl amenaza ahogar a la Ciudad de México en un mar de lava. Consternación y luto reina en el sur y suroeste de la República Mexicana. Parece que el Puerto de Acapulco ha sido destruido por el temblor. Las aguas agitadas del Océano Pacífico, impiden a las embarcaciones acercarse al Puerto. ¡La naturaleza misma se rebela contra las infamias de Madero!

—Juan Sarabia está ya libre y viene en camino de Los Ángeles. Esperamos su llegada de un momento a otro. Por lo pronto, le enviamos nuestra sincera felicitación por su libertad.

—La Ciudad de México está para caer en manos de Figueroa y su gente. Madero está alarmadísimo porque no lo quiere reconocer dicho revolucionario. Corren rumores de que la gente que acompaña a Figueroa, tiene ansias de entrar a la ciudad, cosa que puede ocurrir de un momento a otro. Madero no quiere que entren esos soldados porque sabe que no lo quieren.

—El infortunado Red López que tanto ayudó a Madero, fue pasado por las armas al ser llevado a Cananea. Su cadáver, abandonado en el campo, fue comido por los coyotes. La pobre viuda de López, acompañada de sus hijitas, fue a recoger el cuerpo de López. Sólo encontraron pedazos de él. La prensa maderista dice que se le aplicó la pena de muerte a López, porque él pidió que lo matasen. Esto hacen los adoradores de la Diosa Ley.

—Para calmar los ánimos entre las tropas maderistas de Ciudad Juárez, se dio a los verdaderos héroes, los soldados, una comida. ¡Qué infamia! Mientras el Chato se regala con banquetes diarios y festines a granel, su pobre tropa muere de hambre, y, para acallar la protesta, se da una limosna a los soldados. ¡Rebelaós, compañeros, rebelaós, y gritad: ¡mueran los ricos! ¡Viva Tierra y Libertad!

—El traidor Rodolfo Gallegos ha recibido veinte mil pesos de las compañías americanas de la Baja California, para equipar a los mercenarios que pretenden echarse sobre nuestros hermanos de Mexicali. Fíjense los mexicanos: son los millonarios americanos que tienen en sus garras las tierras de la Baja California los que pagan mercenarios para aplastar a los liberales. Esa es la patria de que os hablan los agitadorcillos: la tierra mexicana poseída por los americanos.

—Fueron arrestados en El Paso, Texas, los compañeros Prisciliano G. Silva, sus dos hijos Benjamín2 y Rubén,3 y Tomás Vargas,4 a instigaciones de los perros maderistas que abundan en esa ciudad.

Ricardo Flores Magón


1 Véase supra RFM, “Notas al vuelo”, Regeneración, núm. 41, junio 10, 1911.

2 En rigor solo Benjamín G. Silva fue arrestado en esa ciudad. Benjamín G. Silva. Coahuilense. Hijo de Prisciliano G. Silva y hermano de Rubén. Residente de El Paso, Tex. donde tenía una papelería y agencia de publicaciones “La Ilustración.” Miembro del PLM, al menos desde 1906. En junio de 1908, mientras preparaba junto con su padre y Lauro Aguirre una incursión a Ciudad Juárez, Chih., fue arrestado junto con estos y acusado de violación de Leyes de Neutralidad. Fue procesado y declarado inocente en octubre de ese año por ser menor de edad. En 1909, participa activamente en la campaña por la liberación de su padre y los demás liberales encausados. En 1910, participa en el grupo dirigido por Praxedis G. Guerrero que tomó la población de Janos el 30 de diciembre. Tras la muerte de Guerrero se integra a las fuerzas de Leonides Vázquez.  En marzo de 1911 se encuentra de nuevo El Paso y es de nuevo detenido en junio de ese año. Su ficha lo describía así “Color trigueño, bajo de cuerpo, nariz grande, lampiño o siempre rasurado ancho de espaldas, estatura 4 pies 8 pulgadas más o menos.”  Para 1913, Regeneración le acusa de haber sido rural al final del maderismo y perseguir a los revolucionarios. Constitucionalista.

3 Rubén G. Silva. Coahuilense. Hijo de Prisciliano G. Silva y hermano de Benjamín. Permaneció al lado de su padre en la guerrilla liberal que dirigió en Chihuahua. Al ser diezmada dicha guerrilla, entonces compuesta de treinta hombres, por las fuerzas de un subordinado del general José de la Luz Blanco en agosto de 1911, Rubén es enviado a la cárcel de Ciudad Juárez, Chih., mientras que su padre y Rangel son enviados al hospital civil de la ciudad. Después de una intentona por rescatarlos por parte de un grupo de liberales, todos fueron enviados a las cárceles de la ciudad de Chihuahua y posteriormente a la Penitenciaría de  la ciudad de México. Fueron liberados en febrero de 1913, días después del golpe de Estado de Victoriano Huerta.

4 Tomás Vargas. Residente en Acton, California (1910) y Texas (1914). Formó parte de la guerrilla dirigida por Jesús M. Rangel y Prisciliano G. Silva que fue diezmada por las fuerzas de un subordinado del general José de la Luz Blanco en agosto de 1911. Tomás fue enviado, al igual que Prisciliano y Jesús, al hospital civil de Ciudad Juárez, Chih., por encontrarse herido. Después de una intentona por rescatarlos por parte de un grupo de liberales, fueron enviados a las cárceles de la ciudad de Chihuahua y posteriormente a la Penitenciaría de  la ciudad de México. Fueron liberados en febrero de 1913, días después del golpe de Estado de Victoriano Huerta. Al parecer Vargas regresó a estados Unidos y mantuvo contacto con la JOPLM, hasta 1914.

Cansados estamos de repetir que los gobiernos nunca harán nada que redunde en beneficio de la clase trabajadora, porque los gobiernos no son otra cosa que meros polizontes de la clase capitalista.

Cansados estamos de repetir que la clase trabajadora y la clase capitalista nada tienen de común a no ser el odio que mutuamente se profesan. Para ser libres y felices los capitalistas, necesitan que haya pobres que alquilen sus brazos. Para ser libres y felices los trabajadores, necesitan que no haya holgazanes que se aprovechen de su trabajo.

Hay, pues, dos clases sociales cuyos intereses son diametralmente opuestos: la de los ricos y la de los pobres.

Los gobiernos son hechura de la clase capitalista, pues las elecciones son una mera farsa en México como en cualquier parte del mundo. Se emplea al pueblo pobre en las elecciones, como meros rebaños que votan a favor de aquel que, de antemano, ha hecho pacto con los ricos. Los ricos, por medio de la prensa, de la tribuna, del libro, de hojas sueltas, popularizan al hombre que se les ha vendido, y el pobre pueblo cree que el candidato es persona capaz de hacer milagros. El candidato promete muchas cosas y el pueblo, siempre inocente, siempre confiado, se deja guiar; pero no por los de su clase, sino por los de la clase capitalista. El pueblo está siempre dispuesto a seguir a los que ocupan posiciones encumbradas, a los que brillan por sus militarescos arreos; pero maldice y odia a los que le muestran la verdad, a los que deveras trabajan por una era de libertad y de justicia basada en la emancipación económica del proletariado.

Un ejemplo de que los gobiernos sólo sirven para sostener en sus explotaciones y robos a la clase capitalista lo tenemos bien reciente. Cayó Díaz, cayó el sanguinario tirano; pero no cayó la clase capitalista, porque el maderismo es un partido político que no lucha por el pobre, sino por el rico, como todos los partidos políticos.

Caído Díaz, Madero y su gente son ya el gobierno, siendo la mejor prueba de esto que federales y maderistas están luchando en estos momentos, codo con codo, contra el Partido Liberal Mexicano.

Pues bien, los obreros de la American Smelting and Refining Company, de Matehuala, Estado de San Luis Potosí, se declararon en huelga pidiendo la jornada de ocho horas; lo mismo hicieron los mineros del Mineral de la Paz y los obreros de la Compañía Metalúrgica de Morales, cerca de la capital del mismo Estado. Los soldados maderistas, al mando de Navarro y de otros conspicuos maderistas, se echaron sobre los huelguistas, y, por la fuerza, los hicieron volver al trabajo. Los obreros, desarmados, no pudieron resistir a los esbirros maderistas y tuvieron que beberse su cólera. 34 obreros resultaron muertos y 70 heridos en Matehuala. No se sabe el número de víctimas en los otros dos lugares.

Lo mismo está pasando en los minerales de Zacatecas, de Guanajuato y de otros estados, y precisamente en lugares ocupados por maderistas.

Estos hechos prueban, mejor que pudieran lograrlo las palabras, que Madero, como capitalista que es, no puede hacer traición a su clase y que tiene que estar en contra de la clase trabajadora.

Madero se llama a sí mismo libertador; pero es un vil negrero, es un esclavista contra quien debe rebelarse el proletariado mexicano. ¿No véis, compañeros que ya les está cumpliendo a los capitalistas extranjeros lo que les prometió? Madero prometió a los capitalistas extranjeros que bajo su gobierno obtendrían los capitales extranjeros MEJORES BENEFICIOS que bajo el gobierno de Díaz.

Guerra a Madero, compañeros. Guerra al negrero, y si Díaz se escapó, que no escape Madero. Colguémoslo del balcón principal del Palacio Nacional de México.

Mexicanos, la salvación no es la boleta electoral. La salvación es la toma de posesión de la tierra y de la maquinaria de producción para el libre uso y disfrute de todos, hombres y mujeres, y esa toma de posesión debe hacerla la población entera de México, durante el actual movimiento y con las armas en las mano. El que quiera trabajar por sí solo un pedazo de tierra, que lo haga; pero después se convencerá de que es mejor reunir la tierra y trabajarla en común, tomando de dicha producción cada uno según sus necesidades.

Mexicanos: ¡muera Madero y el sistema capitalista! ¡Viva Tierra y Libertad!

Ricardo Flores Magón